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5 DÍAS DE ENERO DE 2015 POR LOS COTSWOLDS

5 DÍAS DE ENERO DE 2015 POR LOS COTSWOLDS ✏️ Blogs de Reino Unido Reino Unido

Escapada de 5 días por la zona de los Cotswolds y alrededores
Autor: Espitoni  Fecha creación:  Puntos: 4.6 (10 Votos)
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UNA NOCHEVIEJA DIFERENTE

UNA NOCHEVIEJA DIFERENTE


Localización: Reino Unido Reino Unido Fecha creación: 17/03/2015 17:06 Puntos: 0 (0 Votos)
Como la primera parte del Hobbit, este viaje podría titularse “Un viaje inesperado”. No teníamos previsto viajar en fin de año. Nunca lo habíamos hecho en esas fechas. Ni tampoco teníamos previsto viajar a Inglaterra. Esto si que lo habíamos hecho antes. De hecho hacia menos de un año habíamos estado en Gales durante las vacaciones de Pascua. De ahí que no tuviésemos previsto visitar la isla de nuevo. ¡Peeeeeeeero, ……..!, el hombre propone y dios dispone. Refrán que adaptado a nuestras circunstancias sería algo así como, “yo propongo y el jefe de mi mujer dispone”. Y en este caso lo que dispuso el jefe de mi mujer fue que los días 2 y 5 de enero disfrutara de dos días de vacaciones. Si te va bien, te coges estos dos días de vacaciones. Y si no te va bien, te jodes y te los coges de todas formas. Ante esta disyuntiva mi mujer optó por la primera opción; se cogió los días de vacaciones y pasó de lo de joderse. Por cierto, éste es todo el sexo que encontraréis en este diario. Así que obsesos, pervertidos y demás especimenes en busca emociones fuertes, podéis dejarlo aquí. Que esto es un diario de viaje, no las 50 sombras de Grey.
Y así de repente, quince días antes de acabar el año nos encontramos con unas mini vacaciones forzadas. Pero vacaciones al fin y al cabo. Y para que son las vacaciones, para viajar. Y como empieza todo viaje, con la pregunta del millón. ¿A dónde vamos?. A donde sea. Si es posible que haga calorcito. Cumplir solo esta premisa resulta sencillo. Pero no lo es tanto si se quiere conjugar con otra premisa básica de ineludible cumplimiento. ¿Y cuál es esa premisa tan importante?. Pues que sea barato. ¡Ahí es nada!.
Con tan solo 15 días de antelación, ponte a buscar un vuelo que salga el día 31 de diciembre y regrese el 5 o el 6 de enero. A ser posible que sea un vuelo directo desde Palma. A un lugar caluroso. ¡Casi nada!. Le di vueltas no os creáis. Busqué, busqué y busqué. Realicé mil y una combinaciones, llegando incluso a añadir escalas. Total, ya que estábamos. Pero ni por esas. Al final acabamos donde siempre; con nuestros amigos de Ryanair; que en cuestión de precio no tienen rival. Y volando a donde siempre, a Londres. Aunque parezca mentira, Palma está mejor comunicada con Londres que con cualquier ciudad española. El vuelo no costó 120 euros por persona, ida y vuelta. No es un chollo, pero tan poco está nada mal teniendo en cuenta las fechas y la poca antelación con la que sacamos los billetes.
Sin darnos cuenta llegó el día 31. El vuelo de Ryanair (FR8387) salió a las 17:05 con unos quince minutos de retraso. Nada preocupante, sobre todo porque estos pequeños retrasos siempre los recuperan durante el vuelo. A las 18:15 llegábamos a nuestro destino. Si descontáis la diferencia horaria, os saldrán las algo más de dos horas de vuelo.
Primer paso realizado con éxito. Estábamos en el aeropuerto de London Stansted. Siguiente paso, el control de pasaportes. Una locura. Colas interminables. ¿Pero de donde ha salido toda esta gente?. Y eso que en el control no le ponían mucho interés. Pasaban el pasaporte por el escáner y para adentro, sin más formalidades. Aún así, había tanta gente, que hasta las siete y media no lográbamos cruzarlo.
Y ahora a recoger el coche de alquiler. Lo habíamos reservado a través de Economycarrentals (www.economycarrentals.com). Siempre ofrecen unos precios bajísimos; mucho mejores que si contratas directamente con la compañía que ellos te asignan. Parece absurdo, pero es así. Y no es que me haya pasado solo esta vez. Ya van unas cuantas. Tanto es así que últimamente ya ni comparaba precios. Entraba directamente en su página y a reservar. Sin embargo, al finalizar el alquiler tuve un problema con la compañía que me asignaron y los de Economycarrentals se lavaron las manos. No quisieron saber nada del asunto a pesar de lo evidente que resultaba que nos habían tomado el pelo. Desde entonces no he vuelto a reservar con ellos, ya que tras esa mala experiencia me quedó claro que sus clientes no les importan lo más mínimo. Ellos van a sacarse su comisión y si el cliente tiene un problema que se las arregle él solo. Para mí son tan sinvergüenzas como los de Green Motion, la compañía que nos asignaron. Nunca más volveré a reservar a través de Economycarrentals. Y si no queréis problemas, os recomiendo que hagáis lo mismo, no uséis nunca sus servicios. Al final lo barato sale caro.
Ahora que ya me he desahogado, podemos seguir con el diario. Estábamos en ……..; ¡ah! sí, en el coche de alquiler. Para un viaje corto; de cinco días; y siendo solo dos personas, la elección era obvia, un coche pequeño. El más barato que tuviesen. Nos salió por 72 euros los cinco días, con kilometraje ilimitado y seguro a todo riesgo con franquicia de 1.000 euros. A ver quien mejora eso. La compañía que nos asignaron fue Green Motion. ¡Hijos de p……!. Perdón pero con solo escribir su nombre ya me hierve la sangre.
De entrada la única pega que les podía poner es el no tener oficina en el aeropuerto. De hecho, nunca están en el aeropuerto, siempre están en algún hotel de los alrededores. En este caso en el Milton Stansted. Tras la devolución del coche, he cambiado de opinión. Lo de menos es lo de su ubicación. Son unos auténticos impresentables. Lo peor de lo peor. Nunca, pero nunca, nunca, reservéis con ellos. Son basura.
Pero volvamos al aeropuerto de Stansted. En la reserva nos indicaban como llegar hasta allí. Teníamos que bajar a la planta baja del aeropuerto. Ir a la parada 27, y esperar a que nos recogiera el autobús del hotel Hilton. ¿Sencillo?. Si. ¿Práctico?. En absoluto. Cuando llegamos a la parada, el autobús se acababa de ir hacía menos cinco minutos. Tuvimos que esperar media hora a que llegara el autobús de marras. Y cuando por fin llegó, ¡sorpresa!. Ok, 3 pounds. ¿Qué?. 3 pounds. Por lo visto, la reserva da derecho al traslado gratuito de una persona. El resto paga. Una idea de bombero, pero ponte tú a explicarle al conductor que eso no tiene sentido. Mucho más fácil callar y pagar.
Ya llevábamos un buen retraso acumulado. Más el traslado, más la firma del contrato, más contratar la exclusión de la franquicia, más la revisión del coche. Nada, que eran las ocho y media cuando lográbamos ponernos en marcha. Ya teníamos asumido que cenar, no cenaríamos. Pero a ese ritmo también empezaban a peligrar las uvas. O lo que sea que tomen por Inglaterra. Si es que toman algo. Nos quedaban por lo menos dos horas antes de llegar al B&B. Y eso si todo iba bien. Tocamos madera y rezamos un avemaría.
Por cierto rebajar la franquicia del seguro a 150 GBP incluyendo un seguro de cristales nos costó 56 GBP. Sé que es caro, pero nosotros preferimos pagar. Más que nada por la tranquilidad que te da. Se conduce de otra manera; sin miedo. Pero sobre todo, al devolver le coche te quitas la presión de que te busquen rayones o golpes que han surgido de la nada. Solo por eso creo que ya merece la pena pagar el extra.
A las ocho menos cuarto enchufábamos al tercer miembro del grupo, nuestro inseparable GPS, y rumbo a Highworth. Este GPS nos ha acompañado a tantos viajes que es como si fuera de la familia. Tengo más confianza con la señorita que vive dentro de él, que con alguno de mis primos. Si tuviera que pedir un favor, se lo pediría a ella antes que esos primos. De hecho creo que tengo más posibilidades de que me hiciese el favor esa señorita que mis primos.
Salimos disparados, pisando a fondo el acelerador. Eso es correr y no lo que hace Fernando Alonso. ¡Aficionado!. Todo el trayecto por autopista salvo los últimos seis kilómetros. Y lo que es mejor sin apenas tráfico. En total fueron 203 kilómetros que tardamos en recorrer dos horas y media, incluyendo una parada para repostar. Tres cuartos de depósito nos costaron 38 GBP. Gasolina sin plomo, a 1,229 el litro. Aprovechamos la parada para comprar la cena. Dos sándwiches, una bolsa de patatilla, dos sprites, y un paquete de uvas. Como os podéis imaginar, las uvas no eran para la cena. Fue verlas y pensar, están aquí por mí. Me acababan de alegrar la nochevieja.
Si alguno se ha entretenido en realizar los cálculos ya sabrá que eran las once cuando localizamos el B&B en la entrada del pueblo. A los que no habéis realizado los cálculos, manifestaros mi más profundo malestar con vosotros y dejaros claro que me habéis decepcionado. Si me molesto en poner distancias y tiempos es por algo. Lo menos que podéis hacer es demostrar un poco de interés y sumar. ¡Qué no se vuelva a repetir!.
El B&B que habíamos reservado era el Highlands of Highworth. 220 GBP por cuatro noches con desayuno incluido. Lo reservamos directamente a través de mail, sin intermediarios (karingmartin@btinternet.com). También se puede enviar un mensaje a través de su web, (highlandsofhighworth.co.uk/).
Cuenta con cuatro habitaciones. A nosotros nos asignaron la Blue Room. La habitación estaba bastante bien, mejor de lo esperado. De un tamaño adecuado, más grande que una habitación standard de hotel. Con una decoración agradable, muy acertada. No voy a decir que tuviese un encanto especial. Sería mentira, pero si que resultaba muy agradable. La habitación que parecía nueva, de un blanco inmaculado. Y se notaba que estaba limpísima. El cuarto de baño igual de limpio y bien equipado. Con un secador de pelo de verdad. De esos que todos tenemos en casa. De los que cuando los enchufas sueltan un buen chorro de aire. No como esas carracas que tienen colgadas en las paredes de los cuartos de baño de los hoteles que ni secan el pelo ni naa de naa, y que a los dos minutos se paran porque se han sobrecalentado.
Los desayunos excepcionales. Para empezar, zumo de naranja, leche, café, diferentes tipos de té e infusiones, acompañados de yogur, cereales, ensalada de fruta casera (no de bote) y algo de fruta. Mientras dábamos cuenta de estas viandas, la propietaria, nos preparaba el plato principal. Para mí un desayuno completo; con huevos fritos, champiñones, tomates y bacon. Para mi mujer sin bacon ni tomate. Productos frescos que cocinaba al momento. Y eso se nota en el sabor. Por ejemplo, el bacon no eran las típicas tiras de tocino sino algo más parecido al lomo, carne de verdad. Y si uno quiere algo diferente lo pide y ya está. Incluso cada mañana le preparaba un expreso de máquina a mi mujer.
Pero si algo destacaría del Hihglands of Highworth es a la propietaria, a Karin. Un encanto. Y no exagero. Nunca nos habían tratado tan bien. Siento debilidad por los B&B ya que el trato suele ser más personal. Pero en este caso me sentí especialmente bien atendido. Y no solo porque en el desayuno nos cocinara lo que nosotros le pedíamos. Sino por muchos pequeños detalles que nos hicieron sentir como invitados y no como simples huéspedes. Cada día nos aconsejaba que sitios visitar. Nos ofreció planos y guías de viaje. No de esas de regalo para turistas, sino de las buenas, de las de pago. El único día que llovió nos ofreció paraguas. Botellas de agua gratis en la habitación, amén de las típicas infusiones, té y café.
En resumen, un B&B muy recomendable a un precio muy asequible, en el que se recibe más de lo que paga, sobre todo si se compara con otros alojamientos similares. Porque el alojamiento en esta parte de Inglaterra resulta bastante carillo. No tanto como en Londres; pero ya le vale.
Cenamos en cinco minutos. Una bolsa de patatilla y dos sándwiches no dan para más. Fue la cena de nochevieja más triste de toda mi vida. Pero que se le va a hacer. ¡Que dura es la vida del viajero!. En ese momento cual Scarlet O’Hara en “Lo que el viento se llevó”, me hice una promesa. “A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre”.
A las once y veinte nos montábamos de nuevo en el coche y nos adentramos en el pueblo en busca de un lugar donde tomar las uvas. Un poco a ciegas y sin saber que encontraríamos nos lanzamos a la búsqueda. Directos al centro. Vimos varios locales abiertos. Restaurantes, pubs. Tanto nos daba. Nos metimos en uno al azar, The Globe. Un local pequeño pero con mucho ambiente. Lleno a reventar. Lo que más me gustó fue el puntito frikie que destilaba aquel local. Todos a su rollo, bailando y bebiendo cerveza. Y un tipo tocando música en directo con un violín eléctrico. Vamos, un pub inglés de manual. Eso era lo que buscábamos. Habíamos dado en el clavo.
Pedimos dos cervezotas por las que nos cobraron 7 libras. Nos acomodamos en un rinconcito y a disfrutar del ambiente. Por cierto no fuimos capaces de acabarnos las cervezas.
El del violín estuvo tocando hasta las doce menos dos o tres minutos. En ese momento conectaron la tele y todo el mundo se dispuso a dar la bienvenida al nuevo año viendo las campanadas del Big Ben. Y digo viendo que no oyendo, porque con el ruido que hacía la gente no se oía nada. Yo esperaba algo parecido a los cuartos. Alguna señal que me anunciase que en pocos segundos empezaría la cuenta atrás. La señal no llegó. Twelve, eleven, ten. Cuando me quise dar cuenta ya iban por el diez. Empecé a tragarme las uvas. Tarde, pero me veía con coraje de remontar. Nine, eight, seven. ¡Ehhhh!, más despacio, que en España entre campanada y campanada dan un respiro. Tuve que aceptar mi derrota. A ese ritmo no es que fuera imposible remontar, es que era imposible seguirles el ritmo. Tiré la toalla y me limité a terminarme las uvas a mi ritmo.
Supongo que todo el mundo lo sabe, pero por si queda algún despistado por ahí, os diré que en el Reino Unido no toman nada durante las doce campanadas. Ni uvas, ni lentejas, ni lacasitos ni nada parecido. Más que nada por imposibilidad física. Nadie es capaz de comerse doce uvas o doce de lo que sea al ritmo del Big Ben. Y los ingleses que son gente con sentido común, han optado de manera muy sensata por prescindir de tradiciones culinarias y dedicarse a contar. Mejor eso que llenar masivamente los hospitales con gente a punto de morir atragantada.
Después de medianoche se limitaron a poner música de lata. Sin criterio. La misma música que puede escucharse en cualquier lugar del mundo en nochevieja. Unos bailes, unas risas, y a la una nos batíamos en retirada. No era cuestión de trasnochar demasiado. Al fin y al cabo habíamos ido para visitar los Cotswolds, no para salir de fiesta. La cena había sido muy triste, pero la mini fiesta de después resultó genial. Sencilla y divertida. Me encanto el sitio y el ambiente. No estuvimos mucho rato, pero nos divertimos mucho. Una nochevieja diferente.
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BIBURY – STOW ON THE WOLD – BOURTON ON THE WATER – CHIPPING CAMPDEN - BROADWAY

BIBURY – STOW ON THE WOLD – BOURTON ON THE WATER – CHIPPING CAMPDEN - BROADWAY


Localización: Reino Unido Reino Unido Fecha creación: 17/03/2015 17:10 Puntos: 0 (0 Votos)
Como dice el refrán, no por mucho madrugar amanece más temprano. Pues nada a dormir hasta las ocho y media. A las nueve ya estábamos desayunando. Y a las nueve y media, …. ¡Ay a las nueve y media!. Tendríamos que estar saliendo por la puerta. Pero no, todavía estábamos sentados en la mesa. Nos pusimos a hablar con Karin y nos liamos. A lo tonto, a lo tonto, se nos hicieron las diez. Lo siento maja, pero tenemos que irnos. Sino no podremos ver ninguno de esos pueblos tan fantásticos que nos has recomendado. Por fin en la calle. Hacía un frío que pelaba, pero por lo menos no llovía.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BIBURY

Nuestro primer destino fue Bibury. 21 kilómetros por carreteras secundarias que tardamos unos 20 minutos en recorrer. Es un pueblo pequeño. Pero si una palabra lo define es dispersión. Una casa aquí. Otra allá. Dos casas más por asullá. La iglesia y otras dos casas por este otro lado. Y poca cosa más. Eso sí, todas las casas, todas las tapias, incluso la iglesia eran de esa piedra color miel tan característica de estos parajes, rematadas por un tejado de pizarra.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BIBURY

Encontramos sitio para aparcar junto a la iglesia, Saint Mary Church. Buen lugar para empezar a abrir boca. Todas las iglesias de los Cotswolds son parecidas. Rodeadas de un pequeño jardín en el que se plantan a partes iguales, enormes árboles y lápidas de piedra. Unas iglesias son un poco más grandes, otras un poco más pequeñas; pero todas parecen cortadas con el mismo patrón. Pero al mismo tiempo son muy diferentes entre sí.
Ésta en concreto es una mezcla de estilo normando y gótico ingles. Más normada que gótica. Con una torre cuadrada y una apariencia bastante robusta. Por dentro me pareció muy curiosa. De tres naves, con el techo artesonado de madera. Hasta ahí nada nuevo. Lo curioso es que la nave central parecía dividida en dos. Una parte era la nave central propiamente dicha, y la otra el altar mayor, que era casi tan grande como la nave principal. A medida que fuimos visitando iglesias, me di cuenta que esa rareza no era tal. Muchas de las iglesias que vimos tenían esa misma estructura.
Y otra cosa que me llamó la atención fue su tamaño. No es que sea especialmente grande, de hecho es más bien pequeña. Pero si uno se para a mirar lo que es pueblo, resulta exagerada. Viendo el número de casas, creo que todo el pueblo cabe en la iglesia. Y todavía quedaría sitio para algún que otro invitado.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BIBURY

Este pueblo está considerado como uno de los más bonitos de Inglaterra. Qué queréis que os diga, a mí no me pareció para tanto. No es que sea feo. Pero esa estructura tan dispersa a mi personalmente no me llama la atención. Está bien, sí. Pero decir que es de los más bonitos de Inglaterra me parece excesivo. Para mi gusto, el resto de pueblos que visitamos ese mismo día tuvieron mucho más encanto.
Volvimos al coche con la firme intención de seguir haciendo camino. Pero al girar la primera curva, nos encontramos junto a la orilla de un río, coches aparcados y gente paseando. Y nosotros que somos unos linces lo vimos claro. Allí se cocía algo. Si es que no se nos escapa una. Aparcamos en el primer hueco que vimos, y a seguir a la gente que paseaba por la zona. El paseo nos llevó a un criadero de truchas. Amagamos con entrar, pero al llegar a la puerta resultó que había que pagar. Vamos a ver; no me importa pagar por visitar algo interesante, pero pagar por ver cuatro piscinas y un montón de peces nadando amontonados me pareció fuera de lugar. Media vuelta y a continuar con el paseo por un sendero junto a un pequeño canal. Bonito y muy tranquilo. El sendero finaliza junto a una hilera de nueve casas con las fachadas frente al río, conocidas como Arlintong Row. Nueve casas adosadas de piedra color miel, con tejado de pizarra. De una altura, formando el tejado una buhardilla. Muy pintorescas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BIBURY

Subimos la cuesta que hay a mano derecha. Más de lo mismo, unas pocas casas desperdigadas junto al camino. Y eso era todo, el camino continuaba pero en esta ocasión no teníamos pensado realizar ninguna caminata. Así que media vuelta y de nuevo para abajo. Pasamos frente a las casas de Arlington Row, cruzamos el río y al coche.
Siguiente destino, Stow on the Wold. 24 kilómetros que nos merendamos en media horita. Un inciso. Tendríamos que haber ido primero a Bourton on the Water, pero un error al introducir los nombres en el GPS nos condujo a Stow on the Wold.
Stow es un pueblo bastante bonito de casas de piedra color miel. Muy homogéneo. Todas las casas tienen un estilo similar. Supongo que el hecho de que todas sean del miso color ayuda mucho. Pero al mismo tiempo todas tienen detalles que las diferencian.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
STOW ON THE WOLD

Encontramos un par de huecos al final de High St., y como no somos egoístas nos quedamos solo con uno. Y ya que habíamos aparcado en un extremo de High St, empezamos por esa calle. La recorrimos toda, todita, toda. Poquito a poco. Sin prestar una especial atención a nada en concreto. Simplemente disfrutando del conjunto. Mentira, si que nos detuvimos en un punto, en el cruce con Union St. En ese lugar se encuentra The Porch House, de la que había leído que era la posada más antigua de Inglaterra. No es que tuviera nada que llamara la atención, simplemente paramos por curiosidad.
Al llegar al final de calle nos desviamos a la derecha. Acabamos junto a Saint Edwards Church. Un jardincito sembrado de losas de piedra. Una bonita iglesia de piedra color ocre con una torre cuadrada. Una mezcla de estilo normando y gótico inglés.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
STOW ON THE WOLD

Aquello era como un dejavu. Esa iglesia ya lo había visto antes. O tal vez nos habíamos traslado al pasado. Exactamente habíamos retrocedido 24 kilómetros. Y si por fuera se parecía a la iglesia de Bibury, el interior se parecía todavía más. Tres naves separadas por columnas, y esa extraña separación entre la nave central y el enorme altar mayor. Tal vez en ésta hubiese más vidrieras. Y en las naves laterales una distribución un tanto irregular. Pero si me llegan a llevar allí con los ojos cerrados hubiera jurado que estaba en Bibury.
Siguiendo la misma calle que nos había llevado hasta la iglesia acabamos en la plaza del Ayuntamiento o como la llaman ellos, Market St. Una plaza encantadora en la que como no, destaca el ayuntamiento situado en medio de la plaza. Por cierto, la oficina de información turística está justo al lado. Esa plaza es uno de los rincones con más encanto del pueblo.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
STOW ON THE WOLD

Me estaba gustando ese pueblo. Así que por qué no verlo con más detalle. Nos salimos de las calles principales y nos metimos por la parte de atrás. Fallo garrafal. No se parecía en nada a lo que habíamos visto unos momentos antes. Feo de narices, así que volvimos de nuevo hasta Market St y de ahí al coche. Para ello retrocedimos hasta High St por uno de los típicos callejones que tanto abundan en este pueblo. Pasamos de nuevo junto a The Porh House y se acabó Stow on the Wold.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
STOW ON THE WOLD

Me pareció un pueblo encantador. La St Andrew’s Church es de las más bonitas que pueden verse, sobre todo la puerta norte con los dos árboles que la flanquean. Y Market St es una de las plazas más bonitas que vimos. Un pueblo con rincones encantadores.
Y ahora a por Bourton on the Water. Retrocedimos 6 kilómetros. Aparcamos en el centro, junto al río, aunque antes tuvimos que dar dos o tres vueltas. No resultó sencillo aparcar. Pero el que la sigue la consigue. Y allí estábamos, frente al rió. De no más de dos palmos de profundidad. Pero aun así un lugar precioso. Lleno de turistas; pero precioso. El río que cruza el pueblo, atravesado por varios puentes de piedra, y casas de piedra a ambos lados. De postal.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BOURTON ON THE WATER

Pero lo primero es lo primero. El pueblo será muy bonito, pero yo con la tripa vacía no voy a ningún lado. Así que a buscar donde comer. Los primeros restaurantes en los que entramos estaban llenos. Acabamos en una tetería, “The Village”. Pedimos una jacket potato de queso con guarnición, un Tradicional Cottage Pie (pastel de carne picada y puré de patatas) y un agua. El pastel de carne flojillo. La jacket potato, pues eso, una patata al horno, poca cosa más se puede decir. Una comida bastante floja, que por lo menos fue barata, 16,10 GBP. La verdad es que vimos varios restaurantes que tenían mejor pinta que el sitio donde comimos, pero estaban llenos y la cuestión era llenar el buche rapidito.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BOURTON ON THE WATER

Ahora sí, ya podíamos dar un paseo. Para empezar una vuelta a la plaza, cruzando el río en dos o tres ocasiones por los puentes de piedra que hay cada pocos metros. Y caminando, caminando, nos salimos de la zona central. O por lo menos de la zona transitada. Seguimos paseando junto al río por una zona mucho más tranquila. Sin apenas gente. ¡Qué bueno!. Tal vez ese lugar no tenga tanto encanto como la parte central del pueblo, pero incluso así sigue resultando increíble. Media vuelta y de nuevo al centro.
¿Qué más puede verse aquí?. El Ayuntamiento. Otro rincón con encanto. Y sin darnos cuenta, volvíamos a estar junto al río. No podíamos irnos sin dar una última vuelta. Resulta casi imposible abstraerse al encanto de ese rincón.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BOURTON ON THE WATER

Sin ninguna duda el pueblo más bonito de todos los que visitamos. A menudo se le acusa de ser excesivamente comercial. Acusación irrefutable. Pero lo que tampoco admite discusión es que el pueblo es precioso. Si tuviese que quedarme con un solo pueblo, sin duda sería éste.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BOURTON ON THE WATER

A por el próximo, Chippin Campdem a 23 kilómetros. Pero antes una sorpresa. Nada más salir del pueblo nos quedamos atascados en medio de la carretera. Algo pasaba, por esas carreteras apenas hay tráfico. Pronto lo descubrimos. Una partida de caza. Con sus perros, sus caballos, sus escopetas, sus jinetes con chaqueta y traje de gala. Una montería en toda regla. Los pueblos son muy bonitos, pero están ahí todo el año. En cambio una partida de caza como esa no se ve cada día. ¡Que pasada!. Solo faltaba el zorro. Aunque casi mejor no haberlo visto. Espero que haya podido escapar.
Al llegar a Chiping Campden paramos nada más ver las primeras casas en la entrada del pueblo. Había dos casas con tejado de paja. Más típico que eso imposible. La mayoría de viviendas han sustituido los tradicionales tejados de paja por tejados de pizarra. Algo que puedo entender. No soy un experto en tejados, techumbres y sobretechos, pero a mi modesto entender debe de resultar mucho más sencillo el mantenimiento de un tejado de pizarra que el de uno de paja. Yo lo tengo claro. Si los guiris quieren tejados de paja que vengan ellos a encargarse del mantenimiento. Pero si el trabajo me lo tengo que comer yo; pizarra; que seguro que da menos problemas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CHIPING CAMPDEN

Aclarado esto, y como en esos momentos actuaba como guiri y no como propietario de una vivienda, lamenté profundamente que hubiera tan pocos tejados de paja. En realidad son iguales que los de pizarra. Iguales en la forma y en la inclinación, que no en los materiales. Hasta el color es similar, ya que la paja adquiere un color gris oscuro.
Las fotos de rigor para cumplir el expediente, y al centro, donde está lo realmente importante. Aparcamos junto a St James Church, a unos pasos de High St., un buen lugar para empezar. La recorrimos enterita. Hasta el final. Pasando por los puntos más relevantes, como el Market Hall o el Town Hall. También pudimos ver la única casa con la fachada de entramado de madera. Toda una rareza por estos lares.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CHIPING CAMPDEN

La calle tiene un trazado peculiar. Varias isletas ocupadas por los edificios más relevantes en el centro de la calle que las rodea por ambos lados, para volver a estrecharse a continuación hasta llegar a la próxima isleta.
Casi al final se encuentra St. Catharine’s Church. Una iglesia no muy grande con el característico color miel de todas las construcciones de la zona. Por desgracia estaba cerrada. Solo pudimos ver el interior a través de un cristal. Me pareció más sencilla que las que ya habíamos visto.
Avanzamos un poco más pero no tardamos en dar media vuelta e iniciar el camino de regreso. Por High St. como no. Y es que esa calle no solo es lo mejor del pueblo, es de lo mejor que puede verse en los Cotswolds. Entonces, porque no volver a disfrutar de esa maravilla.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CHIPING CAMPDEN

Al llegar a la altura del coche no nos detuvimos, seguimos un poco más hasta llegar a St. James Church. Una iglesia de un tamaño ya considerable. Otra mezcla de estilo normando y gótico inglés. La diferencia es que en este caso predominaba este último estilo. Por lo demás nada nuevo. Un jardincito infestado de lápidas. Una enorme torre cuadrada. Y paredes de piedra color miel. Bueno sí, esta iglesia tiene un detalle diferente. Entre el portal de entrada al recinto y al pórtico de la iglesia hay un pequeño camino flanqueado por unos gruesos cedros. Unos árboles muy curiosos. No tenían hojas, y en la parte superior les nacían unas delgadas ramas que parecían pelos. Muy mal peinados, por cierto. La vista de la avenida flanqueada por los árboles con la iglesia al fondo es para no perdérsela.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CHIPING CAMPDEN

Ya era un poco tarde, por lo que esta iglesia también estaba cerrada. Me quedé con las ganas de verla por dentro. Con esto dimos por finalizada la parada en Chippng Candem
Me encantó este pueblo. Sobre todo High St. Es una de las calles más bonitas que he visto. Y no me refiero solo a los Cotswolds. Casas con fachadas de piedra color miel y tejados de pizarra. Solo una casa rompe el conjunto. La casa con fachada de entramado de madera. Y no queda mal ese toque de color blanco en medio de tanta piedra. Es uno de los conjuntos mejor conservado que he visto. Todas las casas son diferentes, pero nada rompe la armonía, nada rompe el conjunto. Y no es porque todas las construcciones sean de la misma época. Al menos a mi no me lo parecieron. Había fachadas que parecían tener muchos años. Pero también las había bastante nuevecitas. Aun así, ninguna desentonaba. Había leído que es una las High St más bonitas que pueden verse. Por mi parte lo único que puedo hacer es corroborar esta afirmación.
Cuando dejamos atrás Chipping Candem ya era casi de noche. Tras 8 kilómetros llegamos a Broadway. Por culpa de unas obras habían cortado varias calles. Imposible llegar motorizados hasta High St. Aparcamos en una de las calles cortadas por las obras y a seguir a patita
En estos pueblos no hay que romperse mucho la cabeza. Siempre hay que ir directos a High St. Todo lo importante suele estar allí. Y si no, no andará muy lejos. Y eso hicimos nosotros, ir a por High St y recorrerla de arriba abajo. Si algo saqué en claro de esta parada es que en estos pueblos el presupuesto no se lo gastan en iluminación. Y eso que al estar todavía en periodo navideño, durante el paseo dispusimos de unas cuantas luces de colores extra.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BROADWAY

High St me pareció bastante bonita. No salimos de esa calle, salvo para ir al coche, por lo que no puedo opinar del resto del pueblo. Pero creo que merece la pena dejarse caer por ahí.
Si tuviera que elegir entre Chipping Candem y Broadway, no lo dudaría, me quedo con Chipping Campdem. Pero que conste que Broadway también me gustó bastante.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BROADWAY

El día ya no daba para más. Lo único que podíamos hacer a esas horas era volver al nido. Pero me resistía a que aquel bonito día terminase. ¿Dónde podemos parar de vuelta al B&B?. En Lower Slaughter a 24 kilómetros de Broadway en dirección sur. Un ligero desvió que no nos causaría un grave trastorno.
Si en Broadway la iluminación era escasa, en Lower Slaughter podría definirse como inexistente. Unas luces en la entrada del pueblo y sanseacabó. No se veía nada. Me pareció intuir que el pueblo está alineado a ambas orillas de un pequeño río. La idea parece interesante, pero como no vi nada no puedo dar información sobre como han desarrollado la idea, que al final es de lo que se trata. Lo que si me quedó claro, es que el pueblo es bastante pequeño.
Con tan poca luz no merecía la pena parar. No íbamos a ver nada, y lo único a lo que nos exponíamos era a acabar en remojo tras uno de esos tropezones tontos. Y es que según mi mujer soy un consumado experto en tropezones y resbalones. Infundios y mentiras destinados a desacreditarme. Además, un poco antes de llegar al pueblo se había puesto a llover. Otro motivo para no parar.
Por cierto, no dejó de llover en toda la noche. Suave, pero lluvia al fin y al cabo. Y conducir por la izquierda, por carreteras secundarias con un ancho bastante ajustado, y además lloviendo, no es lo más divertido que he hecho en Inglaterra. Gajes del oficio. Fueron 40 kilómetros de una circulación lenta. No quería acabar en una cuneta. El buen estado de las carreteras, de todas por las que circulamos, ayudó a evitar el fatal desenlace.
A las seis y media estábamos de vuelta en el B&B. Descansamos un rato en la habitación y a las siete y media salimos a cenar. Desde el B&B se puede ir perfectamente andando al centro del pueblo. Pero con el frió que hace en ese pueblo, lo de salir a la calle hay que pensárselo por lo menos dos veces. Y teniendo un coche en la puerta para que pasar frío a lo tonto. Decidido, vamos en coche.
Aparcamos en el centro y nos encontramos con un panorama desolador. Parecía el escenario de una película ambientada en un futuro postnuclear. No se veía ni un alma. Casi todos los restaurantes y pubs estaban cerrados. Y lo que es peor, los pocos que estaban abiertos no servían comida. El primero. No, hoy no servimos cenas. El segundo. No, no tenemos nada. El tercero. No, lo siento. ¡Huy, huy, huy, a que hoy no cenamos!. Acabamos cenando en el único restaurante abierto, un indio, el Rafu’s Restaurant en High St. No somos muy aficionados a este tipo de comida, pero cuando no hay otra cosa.
Para empezar nos preguntaron si queríamos un no sé que. Algo indeterminado. Tanto podía ser comida, como bebida, como un armario de tres cuerpos. Con un par de pelotas dijimos que sí, que nos lo trajeran. ¡Insensatos!. Hacer eso en el restaurante de al lado de casa puede tener su gracia. Pero en un indio, es una osadía que roza la locura. No salió del todo mal. Nos trajeron una oblea, y siete salsas y condimentos diferentes para comer con la oblea. Unos dulces, otros picantes, y otros que eran las dos cosas a la vez. Para todos los gustos.
Después yo pedí pollo a la no sé que. El pollo era pollo. El no sé cuantos era una salda roja. Espesa. No sé; nunca había visto una cosa así. Lo que si sé, si es posible, es que preferiría no volver a verla nunca más. Eso pasa por pedir a lo loco. Y el sabor, pues sabía a ……, a…….., a pollo con salsa roja. Yo que sé a que demonios sabía aquel mejunje. Nooooooooooo me pongáis nervioso haciéndome recordar cosas desagradables. Mi mujer, mucho más sensata que yo; buscó y rebuscó en la interminable carta algo que pudiera ser aceptado por sus papilas gustativas sin miedo a perder el sentido del gusto. Y lo encontró, un cóctel de gambas, que supo precisamente a eso, a cóctel de gambas. Menos mal. Por si a alguien no le ha quedado claro, mi mujer es poco amiga de comidas exóticas y sabores extraños.
Nos cobraron 20,60 GBP: No me pareció caro la verdad. Salimos llenos. No puedo decir que nos gustase, sería mentira. Pero tampoco puedo decir que estuviera tan malo. Simplemente no nos gustan las comidas exóticas.
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AVEBURY – CASTLE COMBE - BATH

AVEBURY – CASTLE COMBE - BATH


Localización: Reino Unido Reino Unido Fecha creación: 17/03/2015 17:48 Puntos: 0 (0 Votos)
Nos levantamos a las ocho menos cuarto. A las ocho y veinte bajábamos a desayunar. No nos hizo falta sacar la nariz por la ventana. Desde detrás del cristal ya se veía que hacía frío. Y mucho. De lo que si que nos salvamos fue de la lluvia. Ese día no cayó ni una gota, ni tan siquiera esa llovizna suave que no moja pero molesta.
A las nueve y cuarto salíamos hacia Avebury. 37 kilómetros por carreteras secundarias. El paisaje, el esperado. La típica campiña inglesa. Extensiones de terreno onduladas cubiertas de un manto verde y pequeños grupos de árboles apiñados en la loma de alguna colina. Un paisaje con encanto. Que nadie espere un paisaje espectacular, de esos que quitan el hipo. No, la campiña inglesa es suave, delicada. Se deja ver con agrado, sin intentar llamar la atención. Es un poco como las gentes que la pueblan. Gente discreta pero muy agradable con la que te sientes muy a gusto. Pues la campiña, es exactamente lo mismo.
Si algo tiene viajar, además de conocer mundo, es que se rompen estereotipos. A ver si me explico. Soy de Mallorca, la meca del turismo inglés, entre otros. Pero nos centraremos en los ingleses. Cada año nos visitan más de un millón de turistas de esa nacionalidad. ¡Vándalos!. Es poner un pie en suelo mallorquín e iniciar una vorágine de borracheras, drogas, balconing, peleas, sexo en lugares públicos, y alguna barbaridad más que se me escapa. Unos auténticos impresentables, que día sí, día también, debido a las salvajadas que protagonizan, aparecen en periódicos de tirada nacional, e incluso en el telediario. Esta claro que vienen a Mallorca a divertirse, pero todo tiene un límite. Y esa gente, el límite lo ha superado antes de bajarse del avión.
Con esos antecedentes, al viajar al Reino Unido, lo que esperaba era encontrar a esas hordas de vándalos pululando por las calles, botellas de alcohol rodando por las calles, legiones de borrachos durmiendo en los soportales, tangas colgando de las farolas. Lo normal en una mañana de domingo en Punta Ballena. Pero no. Todo lo contrario. En Inglaterra vive una gente la mar de civilizada. Educada, respetuosa y por lo general bastante agradable. ¿Dónde están todos esos turistas que visitan Mallorca cada año?. Es imposible que esta gente sea la misma que cada año desfasa en mi querida isla. Son como la noche y el día.
Por eso, tras visitar el Reino Unido en cuatro ocasiones, he llegado a la siguiente conclusión. Los turistas ingleses que veranean en Mallorca no viven en las islas británicas. No, viven en otro lugar. ¿Dónde?. No lo sé. Y la verdad prefiero no saberlo. Tiene que haber otra Inglaterra en algún lugar. Otro país donde hibernan esos sujetos. O tal vez sean extraterrestres y cada año organicen un viaje interestelar para intentar conquistar Mallorca. Visto lo visto, creo que ésta es la opción más realista.
Ya estoy de vuelta. Donde estábamos, ah sí, en Avebury. En la entrada del pueblo, un letrero dejaba bien claro que los turistas, forasteros y demás gente de mal vivir, que no podían aparcar ni en las calles ni en los aparcamientos reservados a los residentes. Me pareció una medida muy extrema. No sé, tal vez tengan miedo que les peguemos alguna enfermedad rara. ¿Cómo evitarlo?, aislándose. Y por lo visto la medida ha dado resultado. Desde ese día no se ha declarado ni una sola pandemia en el pueblo.
Hay un parking especial para visitantes fuera del pueblo. De pago, 3 GBP por todo el día. Una vez allí solo hay que seguir un sendero que conduce al yacimiento.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
AVEBURY

Avebury es un monumento megalítico más antiguo que Stonehenge. Y no solo eso, también es más grande. Otra cosa es si hablamos del estado de conservación, no muy allá. Pero sobre todo adolece de un grave problema, el yacimiento está dividido en cuarto partes por dos carreteras, lo que impide ver el círculo completo. Hay que verlo de forma fraccionada. Bueno, lo que queda de él. Del círculo exterior apenas queda media circunferencia. Y no toda. De los dos círculos interiores tampoco queda mucho, sobre todo de uno del que solo se conservan dos piedras.
Por una cancela entramos en uno de los cuatro fragmentos en que está dividido el yacimiento. Una gran explanada de hierba con unos pedruscos intentando formar una circunferencia. Lo malo es que no están todas las piedras, solo algunas. Las que faltan han sido sustituidas por mojones para que se aprecie mejor el círculo. Y las que siguen allí no tienen una forma concreta. Las hay grandes, pequeñas, redondeadas, alargadas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
AVEBURY

Se puede pasear libremente por todo el terreno. Hay una especie de senda, pero se pueda caminar por fuera, cruzar por en medio, tocar las piedras, y si me apuras hasta subirse encima. Seguir la senda tiene recompensa, te lleva directamente al punto por donde se sale de esa zona. Solo hay cruzar por una pequeña puerta, atravesar la carretera y entrar por otra puerta que siempre está enfrente.
Así lo hicimos nosotros y nos encontramos en la segunda zona. La más pobre de todas. Apenas cuenta con cuatro piedras. Dos juntas en una esquina y las otras dos dispersas, una en cada esquina. Se supone que estas dos últimas formaban parte de círculo exterior. Las otras dos, las que estaban juntas, pertenecían a uno de los círculos interiores. Esta segunda zona no parece un yacimiento arqueológico ni naa. Lo que parece es una parcela con cuatro pedruscos. De hecho es lo que es. La peculiaridad es que los pusieron allí hace ya varios miles años. Pero si no te lo dicen, pasas por allí y ni te paras a mirar.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
AVEBURY

Para ir de la segunda a la tercera zona hay un camino elevado desde el que se tienen unas vistas muy bonitas de la campiña. Eso es lo que todo el mundo destaca de este lugar. El paraje en el que se ubica el yacimiento. Mala propaganda a mi parecer. Es como si para promocionar unos zapatos te dijeran que la caja en la que vienen es la caja de zapatos más bonita que puedes comprar. Si la caja es bonita, perfecto; pero si eso es lo mejor que puedes decir de unos zapatos, muy buenos no deben ser. Pues en Avebury lo mismo. Si el enclave es lo más destacado, tal vez es que el yacimiento no resulte tan interesante.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
AVEBURY

Desde luego este camino elevado es lo mejor de este lugar. Primero por las vistas de la campiña. Y segundo porque al final del camino, antes de bajar al tercer tramo, se pueden ver desde una posición elevada las piedras de la tercera y de la cuarta zona.
La tercera zona contiene unas pocas piedras agrupadas que formaban parte del segundo círculo interior. En este caso hay más piedras que en el anterior, pero el círculo como tal no se aprecia. Para acabar cruzamos la carretera y pasamos a la última zona. En ésta solo quedan algunas de las piedras que formaban parte del círculo exterior. No hay muchas. Lo que más hay son mojones. De aquí al camino, y de vuelta al parking.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
AVEBURY

El yacimiento no es gran cosa. Faltan muchas piedras, y aunque los mojones que hayan puesto también sean de piedra no es lo mismo. Además, el hecho de que esté dividido en cuatro zonas por las dos carreteras que pasan por allí tampoco ayuda mucho. Es una lástima, este lugar podría haber dado mucho más de sí.
Nuestro siguiente destino del día era Castle Combe. 48 kilómetros que en tiempo, al circular por carreteras secundarias, equivalen a 45 minutos. Estrechas pero en buen estado. Estas carreteras son más lentas, pero como contraprestación ofrecen mejores paisajes y rincones pintorescos que hacen que merezca la pena el mayor tiempo invertido.
Los últimos tres kilómetros los hicimos por una carretera que no llegaba ni a secundaria. Era tan estrecha que cuando venía un coche de frente teníamos que sacar dos ruedas fuera de la calzada para poder pasar. Y a peor carretera, mejor paisaje. Cuando los árboles se despejaban dejaban al descubierto unas vistas espectaculares. De las mejores de la zona. Y justo antes de llegar al pueblo surgió de la nada un pequeño río que nos escoltó durante el último tramo del trayecto. Estos tres últimos kilómetros son muy bonitos. Paisajísticamente hablando, de lo mejor de los Cotswolds.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CASTLE COMBE

Aparcamos en el centro del pueblo, junto al Market Cross, una pequeña estructura de piedra sostenida por cuatro columnas. Un vistazo rápido basta; no da para más. La primera visita sería la iglesia de St Andrew’s Church, en la misma Market Sq. Una iglesia de piedra gris, como el resto del pueblo. Supongo que es la misma piedra que se utilizó en el resto de pueblos que visitamos. Pero por algún motivo que desconozco se había oscurecido. O al menos a mí me lo pareció. Tampoco os fiéis mucho de mí. Por lo demás, igual que todas las que ya habíamos visto. Rodeada de un pequeño cementerio con tumbas y lápidas por los cuatro costados. Una estructura normanda con acabados más propios del gótico ingles y una alta torre cuadrada. El interior sencillo, con tres naves. La central con ese curioso altar mayor que más que un altar es una continuación de la nave principal. Más de lo mismo. Y para mantener las buenas costumbres, con un aforo mucho mayor de lo necesario atendiendo al número de habitantes del pueblo.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CASTLE COMBE

Al salir, un camino nos condujo a la Manor House, actualmente convertida en hotel. Una enorme mansión rodeada de jardines y de un campo de golf. Como nadie nos dijo nada, dimos una vuelta por el exterior de la mansión y por los jardines que hay en la parte trasera. Un paseo agradable. No son unos grandes jardines como para ir a verlos a propósito, pero ya que está uno allí, porqué no echarles un vistazo.
Salimos por la parte superior. Al verlo desde una posición elevada adquirimos conciencia de las dimensiones de este pueblo. Son tres calles. El tres hay que entenderlo en el sentido literal de la palabra. Es un pequeño pequeñísimo. Cuatro pasos y estábamos de nuevo en Market Sq que es el centro del pueblo. Esa misma calle, que por cierto se llama The St; un nombre bastante revelador que deja claro que allí muchas calles no hay; nos llevó a la entrada del pueblo. Cruzamos el puentecito, paseamos un rato junto al río y de nuevo a la Market Sq. De un punto otro son cuatro pasos. En lo de los pasos no seáis tan literales.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CASTLE COMBE

Este pueblo, todo lo que tiene de pequeño, lo tiene de encantador. Es un pueblo precioso. Uno de los más bonitos de todos los que visitamos. Con casas de piedra de una altura. Su iglesia, su Market Cross y la Manor House. Es muy, pero que muy bonito. Lastima que sea tan pequeño.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
CASTLE COMBE

Tras la rápida visita, ya que las dimensiones del pueblo no dan para más, nos dirigimos a Bath. 23 kilómetros, los 10 últimos por autovía. Sorprendentemente las vistas desde la autovía al acercarnos a Bath me parecieron espectaculares. De las mejores que vimos. La autovía se encuentra en una posición elevada y eso permite disfrutar la campiña desde muy arriba dando un mayor campo de visión.
Al llegar a Bath nos encontramos con un atasco monumental. Semáforos por todas partes y muchísimos coches. Avanzábamos cincuenta metros, nos parábamos. Otros cincuenta metros, otra vez parados. Una agonía. Pero una vez metidos en el lío ya no hay salida, la única salida es seguir hacia adelante.
Nuestra primera parada en la ciudad sería Royal Crescent. Cuando nos pareció que estábamos los suficientemente cerca optamos por aparcar y continuar la visita a pie. Iríamos más deprisa que en coche y veríamos más cosas. Pero no podía ser tan sencillo. Nooooooo, todo hay que complicarlo. El aparcamiento en la calle no solo era de pago, sino que además tenía limitado el tiempo. Un máximo de dos horas. Y para acabar de complicarlo, las maquinas no aceptaban billetes ni tarjetas. Solo monedas. Y el aparcamiento no era precisamente barato. Si en Bath queréis aparcar en la calle haceros con un saco de monedas ya que un bolsillo no os cabrán tantas monedas. A nosotros las monedas que llevábamos no nos bastaban ni para pagar el importe mínimo que equivalía a 30 minutos de aparcamiento.
No nos quedaba otra solución que seguir palante como los de Alicante. Y palante palante, llegamos a The Circus, la competencia de Royal Crescent. Como era de esperar no había ni una sola plaza de aparcamiento libre. Pero yo no me iba de allí sin dar una vuelta a la plaza. ¡Faltaría más!. Ante situaciones extremas, medidas extremas. Dejé el coche en línea amarilla. Total no iba a salir de la plaza por lo que iba a tener el coche controlado en todo momento. Además somos españoles, y lo de cumplir las reglas; bueno, sí, …..; pero con un poquito de flexibilidad. Tampoco hace falta ser tan estrictos. Y por si alguno todavía tiene dudas sobre lo de aparcar en línea amarilla, os daré un último argumento irrefutable. No hace falta pagar. A que ahora si que os apuntáis.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – THE CIRCUS

Venga, a por The Circus. Es exactamente lo que uno espera. Un círculo perfecto. Como si fuera una plaza de toros, pero en lugar de gradas, edificios. Tres alturas, adornadas con columnas en todas ellas. En la parte superior se puede distinguir una cuarta altura, estilo ático, no alineada con la fachada. El acceso a la plaza se realiza por cuatro calles, equidistantes entre sí.
Da igual hacia donde mires, todo es igual. Simetría perfecta, salvo por los tres enormes árboles que hay en medio de la plaza. Es el elemento de rotura y al mismo tiempo el punto de equilibrio perfecto. La plaza, con sus edificios igualitos sería bonita sin más. Esos árboles son lo que le dan ese punto extra. A alguno le parecerá que molestan y no permiten ver el conjunto de una manera nítida. Llamadme raro, pero a mí es precisamente eso lo que más me gustó.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – THE CIRCUS

Primero dimos una vuelta a la plaza. Luego nos situamos en el centro, bajo los árboles. Otra inspección ocular sin movernos del sitio, y rapidito al coche antes de que llegasen los bobbies y nos clavasen una multa.
A 300 metros se encuentra Royal Crescent. Evidentemente esa iba a ser la siguiente parada. De haber tenido el coche bien aparcado habríamos ido andando. Pero con el coche aparcado en línea amarilla no era lo suyo. La multa era segura.
A medio camino entre The Circus y Royal Crescent vimos un hueco sin línea amarilla. Mío. ¿Y cómo pagamos?. Las mismas máquinas, el mismo límite horario con un máximo de dos horas, pero diferentes tarifas. Por fin la suerte nos sonreía. Medía hora por 1,30 GBP. Nos bastaba. Por los pelos, pero podíamos pagar. Teníamos treinta minutos para ver Royal Crescent. Más que suficientes.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – ROYAL CRESCENT

El edificio es una media luna alargada. No me quedó claro si estaba en cuarto menguante o en cuarto creciente. Empezamos el recorrido pasando por delante del edificio. Como en The Circus, tres plantas y una cuarta no alineada con una pequeña terraza delante. La diferencia está en la decoración. En aquella las columnas tenían la altura de una planta. Tres alturas, tres columnas. En Royal Crescent la planta baja cuenta con su propia columna, pero la segunda y la tercera planta comparten columna que alcanza una altura monstruosa.
Lo que tampoco falta en Royal Crescent es la simetría. Se podría doblar el edificio sobre si mismo y las columnas de un lado encajarían perfectamente con las del otro. Y no solo las columnas, también las puertas, las ventanas, las farolas. Todo.
Al llegar al final bajamos a la explanada que hay delante. Un buen lugar para regresar al punto de partida es un camino que hay al fondo de esa explanada de césped. La perspectiva que se obtiene del edificio es distinta. La distancia no permite apreciar los detalles, pero la vista de conjunto es mucho mejor. Además las fotos son mejores desde aquí abajo.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – ROYAL CRESCENT

Ida y vuelta. Se dice rápido, pero no se hace a igual velocidad. Se nos fue la media hora sin darnos cuenta. Tocaba volver al coche y bajar al centro histórico. Nos metimos otra vez de lleno en el atasco. Cuanto más nos acercábamos al centro, más crecía el embotellamiento. Recorrer el kilómetro y medio que nos separaba del centro nos costó dios y ayuda. Si alguien no sabe cuanto tiempo es eso, yo os lo diré, exactamente una hora y cuarto.
La lentitud del tráfico era desesperante. Ya no me quedaban uñas ni padrastros que morder. Tuve que empezar con las uñas de mi mujer. Menos mal que hay confianza. Otra persona no se lo hubiera tomado bien. Y si no me creéis probarlo. Un día que vayáis en metro o en autobús, acercaros a alguien y empezar a morderle la uñas. Ya veréis como antes de que empecéis con la tercera uña os llamará la atención. La gente, hoy en día es muy poco tolerante, y todo se lo toman a mal.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – TERMAS ROMANAS

Acabamos en el parking de la estación. Buuuuuuuuffffffff.
Estábamos en la zona de Southgate. Muchas tiendas, mucha gente Tanto nos daba. Nosotros a la nuestro. ¿Las termas?. No. ¿La abadía de Bath?. No. ¿Algún museo?. No, no. A comer. Donde se ponga una buena pizza que se quiten mil piedras. Muy cerca de las termas encontramos lo que buscábamos, una pizzería, “The Real Italian Pizza Co.”. Pedimos una pizza de atún, otra de jamón york y champiñones, y dos aguas. 24,60 GBP. Pizzas grandes que sin ser excepcionales no estuvieron nada mal.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – TERMAS ROMANAS

Ahora sí, ya podemos ir a ver piedras. Directos a las Termas Romanas. La entrada cuesta 14 GBP por persona e incluye una audioguía. Iba a decir que incluye una audioguía gratis. Pero de eso nada. Con lo que cuesta la entrada, casi te la podían regalar. La visita empieza por la terraza superior. De nueva construcción, con estatuas de emperadores romanos sobre la balaustrada. Esta zona es moderna. Pero la falta de interés histórico la suple proporcionando una buena vista de la piscina principal. Y al dar la vuelta es todavía mejor. La piscina abajo y detrás, la Abadía de Bath. Una foto chulísima.
La ruta continúa por la planta sótano, donde se encuentra lo que sería la zona del templo. Queda muy poca cosa. Algunas bases de columnas, algunas piedras grabadas, unos pocos utensilios de uso diario, alguna vasija. Nada demasiado interesante. Entre piedra y piedra reproducen videos que recrean escenas de la vida cotidiana de la época. Lo mejor conservado son dos rebosaderos de la piscina y el desagüe principal. Sin tapujos, las cloacas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – TERMAS ROMANAS

Antes de salir junto a la piscina, pasamos junto a la fuente termal que dio origen a todo este tinglado. Con el tiempo se convirtió en la piscina que se puede ver ahora, aunque según la audioguía allí nunca se bañó nadie. De cerca se ve el vapor que se genera por la evaporación del agua, y las burbujas al romper contra la superficie de la piscina. No es que el agua esté hirviendo, simplemente son gases. Y como no se puede acceder al interior del recinto, se ve libre de turistas invasores, sin gente pululando por todas partes. Por eso resulta tan llamativa.
De nuevo salimos al exterior, junto a la piscina que habíamos visto al entrar desde la terraza superior. Rodeada de columnas. En sus años mozos era una piscina cubierta. Hace muchos años que perdió la capota, pero aun así conserva intacto todo su encanto. De todas formas en uno de los fondos, han reconstruido uno de los arcos que sustentaban la cúpula que cubría la piscina.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – TERMAS ROMANAS

Me hubiera encantado poder darme un baño en un sitio como ese. Pero entiendo que esté prohibido. Si permitieran el baño pronto no quedarían ni columnas, ni piscina, ni …. Por no quedar no quedaría ni el vapor del agua.
La piscina es espectacular. En muy pocas ocasiones se puede visitar una estructura romana con ese grado de conservación. Es algo que no hay que dejar pasar. Estar entre las columnas junto a la piscina termal es una experiencia única.
Rodeando la piscina se pueden hacer excursiones a las diferentes salas que formaban parte de las termas. Para empezar el caldarium. Una sala oscura, muy lúgubre, con las paredes pintadas de color blanco y rojo intentando reproducir como debían ser esas habitaciones en aquella época. El suelo estaba totalmente levantado lo que le daba un aspecto muy descuidado a la habitación. El ….., esto si, el ……. Bueno, varias salas con nombre en latín. Si alguien tiene mucho interés en saber como se llaman, ahí tiene la Wikipedia. Lo que si recuerdo es el nombre de la última sala, el frigidarium. La mejor conservada. No solo conserva la piscina de agua fría redonda en medio, también se pueden ver los bancos de piedra junto a la piscina. Lastima que estuviera tan oscura.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – TERMAS ROMANAS

Para acabar volvimos a pasar junto a la fuente termal originaria. Como regalo de despedida pudimos verla sin molestos cristales por en medio. Sin duda lo mejor del complejo son las dos piscinas. Las otras salas de las termas no están mal pero su estado de conservación no es el óptimo. En cuanto al el templo, no tiene mucho interés, no queda casi nada. El recorrido obliga a pasar por allí, pero si alguien se lo pierde tampoco pasa nada. Lo absolutamente ineludible son las termas. No dejéis de verlas.
Cuando salimos ya era de noche. Cruzamos la plaza a toda velocidad. Una carrera épica, que resultó estéril. Llegamos cinco minutos tarde. Por cinco asquerosos minutejos nos quedamos con las ganas de ver el interior de la Abadía de Bath. Nada, la veremos por fuera. Por eso lo único que puedo decir, que esta si que es la típica catedral inglesa. Muy alta y alargada. Con pináculos por todas partes. Y donde no han metido un pináculo meten una vidriera de colores. Solo faltaba el Jorobado de Notre Dame saltando por los tejados. Ya se que el jorobado estaba en París. Pero hoy en día con tanto avión, trenes de alta velocidad y autopistas de cinco carriles, no me extrañaría que hubiera trasladado su residencia al sur de Inglaterra.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – ABADÍA

A falta de catedral nos contentamos con dar un pequeño paseo. La elección era obvia Union St. Una calle comercial muy animada. Sin nada destacable. Podía ser una calle comercial cualquiera, en una ciudad cualquiera, en un país cualquiera. Una calle para pasear sin más. Nos desviamos a la altura del Pulteney Bridge. Al cruzarlo uno no tiene la sensación de estar en un puente. Parece una calle más que un puente. Con edificios de piedra a ambos lados. Por mi parte, si no llego a saber que es un puente, ni lo hubiera notado. Visto desde dentro no tiene nada especial. Visto desde un costado, junto a la orilla del río, la cosa mejora. Un macizo puente de piedra con tres enormes arcadas y casas en la parte superior. Una torre o algo parecido en la otra orilla. Las diferentes corrientes del río formando remolinos. Es bonito, pero después de echarle un vistazo ya está, no da para más.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
BATH – PULTENEY BRIDGE

Era hora de ir pensando en volver. Y por donde mejor que por Union St. con parada en algunas de sus tiendas. Tiendas normalitas, nada de boutiques exclusivas. Aunque lo mismo hubiera dado, total no gastamos ni en chavo.
Al llegar a la zona de Southgate dimos una vuelta por las calles de los alrededores. No sé, Bath no es un mal lugar para pasear. Pero tampoco es una maravilla. Lo dejaremos en que es una ciudad agradable.
Para acabar nos dimos un capricho. Nos metimos en una cafetería y pedimos dos batidos de chocolate, y tres dónuts. Pagamos 10,95 GBP. Y ahora sí, vámonos ya.
El tráfico había mejorado. Ni sombra del atasco de la mañana. Menos mal. Eso me animó a pasar de nuevo por The Circus y por Royal Crescent. La idea era verlos iluminados a la luz de las farolas. Un edificio puede ser muy diferente visto de día o visto de noche. En este caso en concreto falta un poco más de iluminación. La única luz que reciben es la de las farolas sin que cuenten con ningún de tipo de iluminación especial. Es una lastima; con un pequeño juego de luces quedarían preciosos. Venga vámonos, que se nos ha hecho tarde.
La ciudad me pareció agradable. Sin el encanto de los pueblos de los Cotswolds. Pero como ciudad para pasear no está mal. La típica ciudad inglesa, de edificios de estilo victoriano con fachadas de piedra clara. Un buen lugar para pasar medio día.
73 kilómetros después estábamos de vuelta en el hotel.
Llegamos pasadas las ocho. Los dónuts y el batido habían surtido efecto. Estábamos llenísimos. Fue pronunciar la palabra “cenar” y ¡aaaaaaggggg, que asco!. No gracias, no tengo hambre. Todo eso que nos ahorramos.
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comment_icon  Últimos comentarios al diario 5 DÍAS DE ENERO DE 2015 POR LOS COTSWOLDS
Total comentarios: 6  Visualizar todos los comentarios
Espolonista  espolonista  18/03/2015 18:01   📚 Diarios de espolonista
Un diario excepcional, mis cinco estrellas. Me has hecho recordar las tres semanas que viví es Oxford y muchas de las visitas que hice como Bath o Cambrideg, pero con tus fotos me he podido desplazar otras localidades que no pude visitar. GRACIAS
Marimerpa  marimerpa  20/03/2015 17:35   📚 Diarios de marimerpa
Muy bueno el diario, y el viaje muy bonito, a pesar de ser planeado con tan poca antelación os salió bastante bien, si no fuera por el coche... Qué rabia da que le tomen el pelo a uno... Te dejo 5 estrellas.
Elcidpaseador  elcidpaseador  03/09/2015 20:26   📚 Diarios de elcidpaseador
Me he entretenido mucho leyendo tu diario y de vez en cuando tambien me he reido Riendo , asimismo has conseguido que vuelva a recordar mi viaje por varios sitios que has recorrido y en el que hemos coincidido en visitas, te dejo mis estrellas.
Tambien yo tuve un problema con una compañia de alquiler de coches muy conocida hace años en Escocia Trist , por si te sirve en un futuro te dire que me salvo un seguro de franquicia que contrate a traves de internet con una compañia ajena a la de alquiler y aun precio muy asequible, lo unico malo, que primero tienes que adelantar el dinero si hay un daño en el vehiculo a la compañia de alquiler del coche y despues hacer los tramites para que te ingresen el dinero en tu cuenta, yo lo contrate varias veces y la unica vez que tuve un percance quede satisfecho me abonaron todos los gastos del daño al vehiculo menos los gastos de grua que ya sabia que no estaban incluidos, yo contrate este seguro de franquicia porque el seguro que me ofrecia la compañia de alquiler era mas caro que el propio alquiler del coche y desde luego me parecia un atraco, yo creo que el negocio de las compañias de alquiler esta en lo que te sucedio a ti con esa cantidad que te cobraron y en los seguros. Saludos y enhorabuena por el diario Aplauso Aplauso Aplauso .
Eirey  Eirey  19/01/2017 17:45   📚 Diarios de Eirey
Un gran diario!!. Gracias por toda la información y las fotos!! *****
Vipach  vipach  22/11/2017 21:57
Enhorabuena por el diario, es muy divertido.
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Fecha: Lun Nov 20, 2023 06:00 pm    Título: Re: Oxford: Qué ver, transportes, alojamiento - Inglaterra

Hola @Liriank Nosotros, cuando visitamos los Cotswolds, lo hicimos en un finde de 3 días (sabado, domingo y lunes). Salimos el viernes por la tarde para llegar a Warwick a esto de las 8 de la tarde. Dormimos en el Holiday Inn de Warwick. Muy bien. Warwick tiene el Castillo mejor conservado de Inglaterra. Espectacular, aunque nosotros no lo vimos en esa ocasion por llegar demasiado tarde. Su visita requiere 3 horas como nada. Es caro, pero merece la pena. Salimos de Warwick a las 8 de la mañana. No paramos en Stratford-upon-Avon y nos centramos en atravesar los Cotswolds: Chipping...  Leer más ...
Salodari
Salodari
Moderador de Diarios
Moderador de Diarios
03-04-2009
Mensajes: 18492

Fecha: Vie Nov 24, 2023 07:39 am    Título: Re: Los Cotswolds: Rutas, alojamiento (Inglaterra)

Mensajes movidos a este hilo Amistad
Matixo
Matixo
Silver Traveller
Silver Traveller
16-03-2014
Mensajes: 23

Fecha: Jue Dic 28, 2023 12:17 am    Título: Re: Los Cotswolds: Rutas, alojamiento (Inglaterra)

Buenas noches.

Me voy con mi pareja del 1 al 7 de abril, la semana después de Semana Santa, que aquí en Murcia también es fiesta. Entiendo que es mejor fecha y menos concurrida. Vuelo ida y vuelta a Bristol desde Alicante.
Voy a leer tranquilamente los posts de este foro para diseñar una ruta guapa, la cual pondré aquí a ver qué opináis.
El ir en abril y no en julio (que también podría), es porque pienso que, a pesar de jugártela con el tiempo, aquello estará en plena floración por lo que lucirá más bonito y fotogénico. ¿Me equivoco?

Un saludo.
gonapi
Gonapi
Travel Addict
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24-11-2021
Mensajes: 39

Fecha: Lun Feb 12, 2024 02:57 am    Título: Excursión a los Costwolds desde Londres

Buenas noches, pedimos nos ayuden a encontrar una excursión que visite el día entero los Costwolds que salga desde Londres y tenga guía de habla española para disfrutar estas visitas.
Saludos y gracias por la ayuda que nos den

Silvana y Gonzalo
spainsun
Spainsun
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29-09-2002
Mensajes: 92087

Fecha: Lun Feb 12, 2024 03:28 am    Título: Re: Excursión a los Costwolds desde Londres

"gonapi" Escribió:
Buenas noches, pedimos nos ayuden a encontrar una excursión que visite el día entero los Costwolds que salga desde Londres y tenga guía de habla española para disfrutar estas visitas.
Saludos y gracias por la ayuda que nos den

Silvana y Gonzalo

Fusiono tu mensaje en el hilo adecuado.
A ver si algún veterano te puede echar un amano.
Un saludo
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