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Para volver al aeropuerto de Iguazú, decidimos coger el taxi que nos proporcionaba el hostel ya que temíamos que lloviese de nuevo y no queríamos pasar de nuevo por el camino de barro con las maletas. Nos cobraron 50 pesos para el traslado.

En un primer momento teníamos previsto coger un avión desde Iguazú hasta Buenos Aires, para luego coger uno directo de Buenos Aires al Calafate. El problema es que nos cambiaron el segundo vuelo, y llegaba al Calafate sobre las 20h30. Nos daba problemas ya que pensábamos reservar las excursiones ese mismo día para el día siguiente. Entonces Aerolíneas Argentinas nos propuso un vuelo anterior de Buenos Aires al Calafate vía Ushuaïa. Cogimos esta opción que nos permitía llegar a destino a las 18h00. Pero era sin contar que la suerte en los traslados no era de nuestra parte.
Efectivamente, el primer vuelo de Iguazú a Buenos Aires salió con 30 minutos de retraso, íbamos a llegar tarde para la conexión, así que nos sentaron en primera clase para el aterrizaje y vinieron a buscarnos en la pista del aeropuerto para llevarnos directamente hacía la puerta de embarque del vuelo siguiente.
Cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos corriendo a esta puerta. Había una cola monstruosa ya que el vuelo estaba retrasado por problemas técnicos. No sabían estimar el tiempo de reparación, ni si iban a cambiarnos el avión. Al final salimos con 2 horas de retraso.
La escala en Ushuaïa fue normal, así pudimos ver Ushuaïa de lejos, desde el avión, algo es algo.

Llegamos finalmente al Calafate a las 20h00, media hora nada más antes que el avión que teníamos previsto inicialmente.
En la sala de recogida de las maletas, se puede comprar los boletos de autobús hasta el pueblo. Nos costaron 26 pesos por persona y la compañía se llama Ves Patagonia. También se puede coger un taxi. Recomiendo reservar el autobús antes de recoger las maletas porque se puede llenar, y uno se puede quedar sin sitio.
Nosotros tuvimos que cancelar el primer viaje en colectivo ya que nos llegó una sola maleta de las 2. Faltaba la mía, con el neceser de ducha, y mi ropa de invierno.
Pusimos la reclamación, y decidimos esperar al avión que llegaba a las 20h30 desde Buenos Aires, por si llegaba la maleta. Al final la suerte fue de nuestra parte y llegó mi maleta. Cogimos el colectivo con los del avión siguiente, y llegamos al Hostel a las 21h00 y muertos de sueño.

El alojamiento era en el Hostelling International Glaciar Libertador. El hostel está muy bien, tiene calefacción por el suelo (lo malo es que hace demasiado calor de noche), la habitación y el baño eran muy limpios y bonitos. La habitación tiene caja fuerte gratis. Nos costó 83 pesos por noche ya que nos hicimos la tarjeta de socio HI (que cuesta 48 pesos). El precio no incluía desayunos pero ofrecían 2 tipos de desayunos. Hay uno rápido que cuesta 8 pesos y vale para 2 media lunas y un café o te. Y otro que es completo : zumos, bollería, cafés, etc... por 18 pesos.

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El hostel

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La habitación

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El lavabo

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El water está separado del resto

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La ducha

La chica de la recepción, muy amable nos explico que era demasiado tarde para reservar las excursiones para el día siguiente, pero que en caso de la excursión Todos Glaciares, el organismo abría las puertas a las 7 de la mañana y que la gente podía inscribirse en ese mismo momento para salir directamente hacía la excursión siempre cuando quedaba sitio.

Fuimos a comprar comida en el supermercado La Anónima. Es necesario saber que en El Calafate están prohibidas las bolsas de plástico porque contaminan, así que conviene llevarse una mochila para hacer la compra.
El hostel se encuentra muy cerca del centro del pueblo. Este último se parece mucho a un pueblo de montaña. Es muy bonito.

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El pueblo

Cenamos rápidamente en la habitación del hostel y nos fuimos a dormir para poder madrugar al día siguiente y estar en forma para las excursiones.

Esa mañana, siguiendo los consejos de la recepcionista, nos levantamos a las 6h30 para estar a las 7h00 en punto delante de las puertas de la empresa que realiza la excursión Todos Glaciares.
La empresa se llama "Fernández Campbell" y se encuentra bastante cerca del hostel. Su dirección es : Avenida Libertador, 867.
Para contratar la excursión para el mismo día, hay que pagar en metálico. Cuando fuimos nosotros, costaba la excursión 240 pesos + 28 pesos para el traslado en colectivo + 40 pesos de entrada al parque. Los dos primeros importes se pagan en la agencia, el último se paga a la entrada del parque.
Una vez los billetes comprados, esperamos un pequeño rato en la agencia, y subimos en el colectivo que fue a recoger los otros pasajeros en los diferentes hoteles del pueblo.

Al llegar al parque pudimos apreciar el lago por el cual íbamos a navegar así como montañas nevadas.

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El lago de navegación

A las 8h30 embarcamos en un catamarán muy grande para poder avistar los glaciares Upsala y Spegazzini así como la bahía Onelli donde se desembarca para caminar a través de un bosque andino patagónico.

El problema es que tuvimos mucha niebla, así que no pudimos tener una vista general del lago. Pero pudimos ver unos cuantos icebergs, que por cierto son muy bonitos sobre todo cuando son de color azul intenso. Es una experiencia bastante buena navegar en medio de muchos icebergs. Por lo que entendí, según la temporada se pueden ver más o menos témpanos, y por suerte, nosotros vimos bastante.

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Un iceberg

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El iceberg con el color azul más intenso

Pero fue la única suerte que tuvimos, ya que entramos en un banco de niebla. Y al haber tantos témpanos grandes, no pudimos acercarnos ni a la bahía Onelli ni al glaciar Upsala porque bloqueaban el paso. Este último glaciar no pudimos ni verlo de lejos por la niebla. En este aspecto, nos quedamos bastante decepcionados, ya que representaban 2/3 de la excursión.

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Uno de los enormes icebergs que bloqueaban el acceso a la bahía Onelli y el glaciar Upsala

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El bosque de la bahía Onelli en medio de la niebla

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La niebla en el lago

Realmente no nos sorprendió no poder desembarcar en la bahía Onelli, ya que hacían 2 meses que no se podía, tal como me habían comentado dos otras foreras: Maialen y Africajambo. Lo que más nos decepciono fue no poder ver el glaciar más grande, el Upsala. El que sí pudimos ver fue el Glaciar más alto, el Spegazzini, con 130 metros de altura, ya que al acercarnos, se acabó la niebla, y lo pudimos ver hasta con sol.

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El glaciar Spegazzini

Finalmente regresamos al puerto a las 14h30. Si se hace la excursión completa se vuelve a las 16h30. Luego hay que añadir una hora de traslado para volver al pueblo.
En resumen, la excursión valió la pena para vivir la experiencia de navegar entre tantos icebergs, pero nos quedamos con las ganas de ver todo lo que era previsto.

En el barco, hace mucho frío y suele haber bastante viento, por lo que recomiendo ir bien abrigado, con gorro, bufanda, guantes para poder tomar fotos, etc.... El barco tiene un servicio de bar, donde se puede tomar un café por 6 pesos, se puede comer, también sirven whisky con hielo de los icebergs que recogen del lago.

Por la tarde, fuimos a sacarnos la excursión del día siguiente: el minitrekking sobre el perito moreno con avistaje del glaciar por el lado sur, más una hora en las pasarelas. Nos costó 400 pesos por persona. La entrada al parque cuesta 40 pesos por persona y se paga a la entrada del parque. Se puede contratar en la agencia Hielo y Aventura situada en la avenida Libertador en el número 935.
Luego dimos una vuelta por el pueblo, aprovechamos para comprarnos 2 cuellos (o bragas en España) por 15 pesos cada uno y nos tomamos un chocolate calentito por 6 pesos cada uno en La Laguna negra (avenida Libertador 1250).

Finalmente fuimos a cenar a La Tablita, tal como nos recomendaron en el foro. Tengo que reconocer que se come muy bien. Nos salió la cena por 162 pesos. Además se encuentra a 200 metros del hostel

Esta mañana nos levantamos bastante ilusionados, el minitrekking era una de las actividades estrellar de nuestro viaje. Pero estábamos bastante ansiosos porque estaba previsto que llueve o nieve. Aún así, mientras no es peligroso no se cancela la excursión pero ya os podéis imaginar que no se disfrutaría de la misma manera.
El autobús nos recogió, y durante todo el camino no paró de llover. Nos bajamos para coger un barco que cruzó el brazo sur del lago, entonces ya se despejo el tiempo, dejo de llover, y se fue la niebla. Fue como mágico. Pusimos tener una primera vista del perito moreno del lado sur.

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El Perito Moreno del lado sur. Se puede observar una forma de camello en la parte más alta de la foto

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En esta foto se puede ver el arco caído un mes y medio antes de nuestro paso

Finalmente bajamos del otro lado del lago, dejamos las mochilas con los bocadillos, y seguimos a los expertos hasta el punto de partida del minitrekking, para ello cruzamos primero un bosque y una playa del lago. Este paseo nos permitió admirar el glaciar desde todos los ángulos.

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El paseo por el bosque

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El Perito Moreno visto desde una de las playas del lago

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Las marcas del viento sobre el Perito Moreno

Cuando por fin llegamos al punto de partida, los guías empezaron a atar los grampones a cada participante, nos explicaron como caminar sin tropezar e hicieron dos grupos. Cada grupo era acompañado de 2 o 3 guías. La caminata no es complicada, pero después de los primeros pasos una mujer quiso dejarlo, ya que estimaba que era demasiado complicado para ella. Así que un guía la llevo de regreso hasta el refugio donde dejamos las mochilas. Pero no os preocupéis si queréis hacerlo que no es complicado, es más está permitido de los 10 a los 65 años.

El minitrekking fue espectacular, pudimos apreciar lagunas, grietas, agujeros, etc... Simplemente la sensación de saber que estáis caminando sobre este glaciar tan famoso hace subir la adrenalina. Yo disfrute como una niña pequeña, y la excursión que por lo visto duró 1 hora y media me pareció durar 30 minutos nada más. Además en cuanto nos pusieron los grampones salió el sol.....

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El primer grupo detrás de la laguna

Durante el recorrido, los guías nos explicaban datos del glaciar, y nos hacían demostraciones de escalada y más cosas.

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Uno de nuestros guías bajando en un agujero

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Uno de nuestros guías haciendo escalada (eso no lo hacemos nosotros claro!!!)

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Uno de nuestros guías haciendo equilibrio sobre el glaciar

Finalmente nos llevaron al valle del escocés como lo llaman ellos, y nos dieron de comer alfajores y un vaso de whisky con hielo picado del propio Perito Moreno. El hielo tiene unos 300 años según nos comentaron.

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"El Valle del Escocés"

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Recuerdo

Después, disfrutamos de unas últimas vistas desde la cima del glaciar y volvimos al refugio donde comimos. Hay que llevarse comida porque no hay ningún restaurante ni comercio allí para poder alimentarse.

Entonces volvió la niebla y el frío. Embarcamos de nuevo, y esta vez, el barco se acerco más a las paredes del glaciar. Pudimos ver algún que otro desprendimiento. No eran muy grandes, pero aún así el ruido era impresionante. Para haceros una idea, recuerda el ruido de una avalancha de nieve en la montaña.

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El Perito Moreno

Una vez llegados a tierra firme, subimos de nuevo al colectivo que nos llevó hasta las pasarelas. Allí disponíamos de una hora, la verdad es que se queda corto y nos hubiésemos quedado más tiempo para poder admirar esta obra de arte de la naturaleza.

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El Perito Moreno visto desde las pasarelas

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En esta foto se puede apreciar el color fantástico del agua del lago. Se llama leche glaciar y se debe a unos minerales del glaciar cuando caen al agua

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Vista de la zona del arco caído del Perito Moreno desde las pasarelas

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El Perito Moreno visto desde las pasarelas


Finalmente regresamos al hotel con una sonrisa de satisfacción gravada en la cara. Fuimos a cenar unas crepes, nos salió por 125 pesos en total, y nos pareció bastante caro en comparación al restaurante del día anterior, que con primer plato y dos platos principales de carnes nos había costado 162 pesos.

Si os podéis permitir esta actividad (son unos 100 euros dependiendo del cambio), no os la perdáis. Es espectacular. Es indescriptible. En el ticket de compra se desglosan las tarifas de esta manera: 50 pesos para el traslado, 175 pesos para la navegación del lado sur y 175 pesos de minitrekking.

Ya que nos quedaba un día en el Calafate, pensamos ir un día al Chaltén, pero al no saber el tiempo que iba a hacer, decidimos tomar la decisión al día siguiente, sobre las 7h00 de la mañana.