¿Qué te ha traído a Vukovar..? ✏️ Blogs de Croacia

Cuando empecé a planear mi viaje por Croacia, en el que no podía faltar la objetiva e indiscutiblemente bella Costa Adriática, el sin fin de islas únicas, ciudades y pueblos cuya riqueza histórica y arquitectónica es inconmensurable, ni la brutalidad de sus parques naturales gracias a la casi imposible orografía del país, mi objetivo principal estaba muy claro: Vukovar.

Para todos los que amamos la Historia en general, y la de los Balcanes en particular, Vukovar es uno de los lugares más tristemente conocidos y destino de los que queremos pisar escenarios que escriben páginas y páginas de la barbaridad humana. Sobra decir que no es el morbo lo que nos mueve, sino la esperanza.

Por eso mismo, no tengo intención de hacer este diario para narrar lo que queda del horror ya conocido. Me gustaría dirigir estas letras a todo aquél que quiera conocer una ciudad viva, joven, con ilusión, y disfrutar de una gastronomía de calidad superior, de unas terrazas espectaculares a orillas de un Danubio que ofrece múltiples actividades acuáticas y atardeceres únicos; el Danubio no es sólo Budapest, Viena, ni Belgrado. A quien quiera tener la suerte de conocer personas extremadamente hospitalarias y generosas que después de una larga conversación, casi tímidamente acaban preguntando “…. y qué te ha traído a Vukovar…?” Os invito a que disfrutéis de una ciudad que tiene verdadera voluntad de no olvidar el pasado sino de convivir con él para aprender y no volver a ser ejemplo de la barbarie. El hecho de que el 34% de la población sea serbia y trabaje en lugares como el hospital o que muchos croatas lo hagan cruzando el río, ya en Serbia, creo que dice bastante de sus intenciones. Me gustaría que todas estas personas dejen de preguntarse qué nos lleva a Vukovar.

Aunque la mejor opción quizá sea visitar la ciudad desde Belgrado (142km) y Novi Sad (80km), puedes llegar por carretera recorriendo los casi 300 kilómetros que te separan de Zagreb, en autobús en un trayecto de unas 4 y ½ - 5 horas o en tren haciendo trasbordo en apenas 4 horas. En nuestro caso, tuvimos la suerte de coger un compartimento vacío a las 6:15 de la mañana, que nos permitió ir tumbados y fresquitos hasta Vinckovci, y de ahí un mini-vagón-locomotora nos dejó en Vukovar a las 11:00 de la mañana. Un viaje estupendo a través del bonito paisaje que ofrece toda Eslavonia, con parada en las ciudades principales como Slavonski Brod y Nova Gradiska, entre otras.

Prácticamente al principio de la calle principal de Vukovar, en la Županijska ulica, se encuentra el Hospital en el que, a día de hoy, sigue ejerciendo como pediatra una heroína y símbolo de humanidad durante el sitio de 1991, Vesna Bosanac (www.vecernji.hr/ ...osanac-577 - la traducción automática de la página se deja leer). Dentro del propio hospital hay un pequeño museo de dudoso gusto, a mi juicio. Visitable, de cualquier manera.

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Si continuáis por la misma calle, a medida que os acercáis al centro de la ciudad, os iréis encontrando con terracitas muy agradables en las que puedes sentarte a ver la vida pasar un rato; a las 9 de la mañana de un miércoles, por ejemplo, no os aburriréis. En este mismo camino, a la izquierda se encuentra el maravilloso Gradski muzej Vukovar y/o Dvorac Eltz, es decir el Museo de la Ciudad de Vukovar ubicado en el reconstruido Castillo del Conde Eltz, de estilo Barroco, que podéis ver en los billetes de 20 KN.

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El museo es un lugar imprescindible de la ciudad, no sólo por el valor de sus piezas, sino por la belleza con la que se ha hecho. Desde los antiguos salones del palacio-castillo de la planta baja, se inicia un recorrido por la historia de la ciudad desde los primeros tiempos, con restos arqueológicos de valor incalculable, en sentido ascendente hasta llegar el tejado abuhardillado en el que se entra de lleno en el Vukovar de 1991 (el film que proyecta es espectacular). No deja de ser tan llamativo como emocionante y esperanzador las salas finales en las que están colgados dibujos y mensajes de niños, símbolos del futuro y de la esperanza, y el bonito texto en el que se insiste en la casi vocación de la ciudad por mirar hacia un futuro basado en la paz y en la convivencia de todos los pueblos en un mismo lugar y ser así ejemplo de estos valores. A esta maravilla de Museo hay que sumar la extrema amabilidad y generosidad del personal que trabaja allí, ofreciendo disposición absoluta durante la estancia en el mismo. Nos recomendaron encarecidamente visitar el recién inaugurado Museo Arqueológico de Vučedol, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Neolítico de donde se extrajo la Paloma de Vučedol, símbolo de Vukovar. Está a 5 km. de la ciudad.

Siguiendo en la misma dirección, entramos en la calle Josipa Jurja Strossmayera, al lado del Hotel Lav (el más grande de la ciudad) se encuentra el centro comercial Golubica Mall, donde podéis hacer todas las compras que necesitéis. En general en esta calle es muy comercial y disponéis de todo tipo de servicios, así como más de las agradables terracitas mencionadas antes.

Si avanzamos cruzaremos el puente Jean-Michel Nicolier sobre el río Vuka, dedicado al voluntario francés defensor de la ciudad que en 1991 fue asesinado durante el asedio. Nada más cruzar el puente, a ambos lados y separados por una amplia plaza de moderna arquitectura, os vais a encontrar con dos edificios emblemáticos, ambos antiguos hoteles. A la izquierda tenéis el mítico Hotel Dunav, armatoste de casi estilo “brutalista” restaurado, reinaugurado, y cerrado de nuevo, a pesar de que fuese parada obligada de todos los cruceros que navegan por el Danubio desde la Selva Negra en Alemania hasta el Mar Negro rumano.

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En el lado derecho os encontraréis el precioso Grand Hotel (convertido en Workers’ Hall en 1919) que vuelve a lucir todo su esplendor, perfectamente reconstruido y con bonitas ilustraciones de la ciudad en los siglos XIX y XX en la parte baja de su fachada. El nuevo Workers’ Hall ha sido levantado gracias un programa de desarrollo de Naciones Unidas y a la ayuda –ahora sí- de la UE. Si no me equivoco, el interior está pendiente de restauración. Podéis mientras tanto contemplar su belleza exterior.

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Continuando hacia el hotel Dunav, en la confluencia de los ríos Vuka (que da nombre a la ciudad) y Danubio, se puede ver el Memorial de los defensores de Vukovar; acercarse hacia esta bonita cruz blanca permite disfrutar de unas vistas tremendas del Danubio, de su vegetación, las embarcaciones de paseo que lo navegan y de la playa en la orilla de enfrente a la que se puede llegar en barca desde este lado.

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Siguiendo la ribera del Danubio, hay un restaurante fabuloso con una carta de vinos de la zona estupenda. El lugar es encantador, los camareros amabilísimos, el precio más que decente, música tradicional y atardeceres para no olvidar. Parada obligatoria. Se llama Dunavka Golubica. También el lugar donde nos alojamos -a muy buen precio- tiene uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Se llama Pansion Vila Vanda y el restaurante Konoba Megaron.

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Podéis continuar por la ribera el paseo hasta que os lo permita el “acantilado” o callejear por la ciudad. Os toparéis con un par de iglesias, la de San Nicolás y el Monasterio Franciscano y la Crkva Sveti Filip i Jakov, que podéis visitar de camino a la Torre o Depósito de Agua (Vodotoranj).

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Llegamos a uno de los grandes símbolos de la resistencia de la ciudad de Vukovar e imagen que mejor representa las atrocidades que se cometieron durante las Guerras de los Balcanes. Verla desde tantos puntos de la ciudad no deja de ser perturbador; que tu vista se acabe encontrando con ella constantemente produce a quien acaba de llegar cierto desasosiego constante. Plantarte debajo provoca una sensación de inquietud que oprime y a la vez resulta hipnótica… no puedes dejar de mirar hacia arriba sintiéndote intimidado por su magnitud y sobre todo profundamente impresionado por los impactos.., la torre habla, no deja de hablar...

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Sin embargo incluso tal barbaridad puede ofrecerte una puesta de sol única: se puede subir al lugar que ocupaba el antiguo restaurante y flipar con las vistas…., la gente lo hace sobre todo a la caída de la tarde. La puerta abierta y las escaleras seguras invitan a hacerlo. Arriba el único peligro que puedes tener es no ser prudente. Una experiencia única. Os lo juro.

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El paseo que os he querido dar por la ciudad de Vukovar termina aquí. Creo haber cumplido la intención de mi relato. No voy a dejar de mencionar naturalmente algo tan fundamental en la visita como es el Cementerio Memorial que está a la entrada/salida de la ciudad, así como el Memorial de Ovčara, a 10 km. Esto lo dejo para los que citaba al principio y sobre todo para el viaje interior de cada uno.

Tanto para visitar la ciudad como el resto de Memoriales, os recomiendo contactar con guías locales para hacer un recorrido personalizado. Si necesitáis información al respecto, no dudéis en pedírmela.

Por otro lado, aunque yo no he tenido ocasión de conocerlo, me consta que la región bien merece una visita. Ciudades como Osijek, capital de Eslavonia, las bodegas de Illok, Požega, Đakovo y Vinkovci, entre otras ciudades o los parques naturales de Papuk y KOPAČKI RIT hacen de Croacia mucho más que un lugar de costa infinita.

Me gustaría antes de finalizar deciros que para mí lo mejor de Vukovar es su gente. Si os animáis a conocer esta agradable ciudad os invito a que habléis con ellos; no será difícil entablar una conversación, incluso tomarán la iniciativa de hablar con vosotros cuando os vean por allí, sentados en cualquier banquito o dando un paseo. Seguramente al final os acabarán preguntando qué os ha traído a Vukovar….

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