Dinamarca en 8 días ✏️ Blogs de Dinamarca

Como es habitual en verano, uno busca escapadas a precios asequibles, y muchas veces lo realizamos a través de las compañías Lowcost. Esta vez, con Ryanair, descubrí un pequeño pueblo de Dinamarca llamado Billund, donde la compañía irlandesa tiene su base de operaciones en el país nórdico. Dependiendo de la época del año, los precios pueden variar, pero a mi me costo simplemente 180 € dos personas, con el añadido de una maleta de 15 kilos.

[Día 1.
Partimos por la tarde de Palma de Mallorca, y llegamos al pequeño aeropuerto de Billund a las 19.00. Choca constatar que tan pequeño aeropuerto sea el segundo del país, pero no le falta de nada. Al recoger las maletas, procedimos a recoger el vehículo de alquiler que había reservado en Europcar por 180€ los 8 días.
Un precioso Renault Espace de última generación, que nos hizo más amable todo el viaje. Una vez preparados para la aventura nos apresuramos a marcar en el GPS, la localidad de Roskilde, que es donde hemos establecido nuestro "centro de operaciones en la región de Sjaeland, la isla mas al este de Dinamarca, y donde se encuentra la capital Copenhague.
El trayecto desde la región de Jutlandia, donde se encuentra Billund, hasta Roskilde es de apenas 230 km, pero que se pueden hacer un poco largos con el tema de la velocidad en este país nórdico.
Hay que destacar que la velocidad máxima permitida en las autopistas es en su mayoría de 110 km/h, en algunos tramos 130, y en carreteras convencionales 70 u 80 km/h. Nadie, repito nadie, corre por sus carreteras. Todos respetan los límites, y si lo superas, habitualmente hay unos paneles luminosos que te recuerdan que estás excediendo la velocidad permitida para la vía en la que circulas. Respetan al máximo la distancia de seguridad, y es obligatorio circular siempre con las luces de cruce. El uso del claxón está limitado a casos excepcionales, o sea que si te encuentras en un atasco, ni se te ocurra usarlo.
Para llegar a Roskilde, deberemos cruzar dos puentes por encima del mar, que une sus islas. El segundo de ellos y mas majestuoso, tiene un peaje de unos 230 kr (30€). Es el puente que une las riberas de Nyborg y Halsskov.
Habíamos reservado hotel en la pequeña localidad histórica de Roskilde, a apenas 30 minutos de la capital. Comwell Roskilde Hotel era nuestra sede.
El motivo de esta elección, es que los hoteles en Dinamarca tienen un precio bastante más elevado que en España, y su categoría a veces no se ajusta con la que estamos acostumbrados a ver en nuestro país. Este en concreto, tenía un precio asequible de 140€ la noche, con aparcamiento gratuito, y en el centro de posibles destinos de visita.
Llegamos pasadas las 10.30 de la noche, con solo tiempo de coger la habitación y prepararse para el primer día de visitas.

Etapa 2: Roskilde.
El pequeño pueblo de Roskilde, tiene como visitas principales, el Museo Vikingo y su catedral. El museo, situado en el puerto, consta de replicas de sus barcos característicos, talleres explicativos, y con un museo cubierto que guardan los restos de los últimos 3 navíos que se recuperaron del fondo del fiordo. Por apenas 99 kr, vale la pena pasar la mañana, recordando la historia de los vikingos. A mediodía, nos decidimos a visitar su Catedral, la más importante del país. Roskilde fue durante muchos años, la capital de país, hasta que esta fue otorgada a Copenhague. En su Catedral reposan la mayoría de reyes daneses de su historia. La majestuosidad de sus tumbas bien vale la visita, Su precio, es también de 99 kr.
Al salir de la catedral, nos dispusimos a visitar el centro de la ciudad, con sus centro peatonal. Fue entonces cuando descubrimos el pequeño problema de horarios que nos iba a plantear el viaje.
La mayoría de tiendas abren a las 10.00 y cierran a las 18.00. El horario de comida en Dinamarca es de 11.30 a 13.30, y de 18.00 a 20.00. Encontrarás restaurantes que ofrezcan comida en horas mas españolas, pero en según que zonas puedes encontrarte solo. En Roskilde en concreto a partir a las 19.00, la ciudad parece desierta. Únicamente, la apertura de los pequeños supermercados que abren hasta las 20.00 o 23.00, animan un poco la calle. La ciudad no da para más de un día.

Etapa 3: Copenhague 1
Dispuestos a visitar la capital, mi mayor preocupación era el aparcamiento en la ciudad. Los aparcamientos de pago oscilan a unos 5€ la hora, lo que supone un gasto enorme si no tienes hora de salida. A parte, la ciudad dispone de zona de aparcamiento roja, verde, y azul, variando su precio según te alejas del centro. Pero su precio, y el miedo a compartir vía con cientos de miles de bicicletas, me hizo investigar en los foros. Allí descubrí la estación de tren de Valby, situada a apenas 3 paradas de la estación central, y donde el aparcamiento en sus alrededores es libre. Es un barrio tranquilo, y el coche está seguro. Con eso, apenas hay que pagar los 3€ que vale el billete de ida. El trayecto dura apenas 7 minutos.
Al salir de la estación central, te encuentras directamente con el Tívoli. El parque de atracciones mas antiguo de Europa. Su visita es indiscutible. Y sus atracciones también. Pero ojo, el parque tiene un pequeño truco. Para acceder a él hay que pagar una entrada, de 99 kr, pero eso no te da acceso a las atracciones. En el parque tienes maquinas expendedoras de billetes, para subir a lo que tu desees. El precio varía según la atracción. Lo mejor si estás dispuesto a todo es comprar la pulsera que te da acceso a todas las atracciones. Esta tiene un precio de 213 kr por persona. Total, que la entrada cuesta 312kr, unos 41€.
Después de 4 horas intensas y un hotdog de por medio, abandonamos el parque en busca de la mítica sirenita.
Si como nosotros, eres viajero de a pie, cuidado, que la sirenita puede resultarte un poco lejana si no llevas el calzado adecuado. Está situada, al principio del puerto de Copenhague, y su caminata es de más de una hora. Una vez allí, la foto de rigor y vuelta atrás.
A la vuelta, nos tropezamos con el Museo del Diseño, y como no, también digno de visitar en un país con tanto diseño. Allí veremos las famosas sillas de Jacobsen, así como toda la historia de los diseñadores nórdicos. Parece mentir constatar que IKEA ya existía en los años 40.
De vuelta al centro, parada en el muelle de Nyhavn, con sus bucólicas casitas de colores y sus terrazas repletas de gente. Se tercia una cenita en una de ellas. Los precios tampoco son abusivos, pero cenar algo y beber una buena cerveza rozará los 25€ por cabeza como mínimo.
En verano ponen carpas de venta ambulante de comida en las explanadas, que es una buena opción a la de las terrazas.
A las 22.00 ya tocaba retirada. Ojo con los trenes de regreso a Valby, que es dónde habíamos aparcado. Sus frecuencias no son las mismas de día que de noche. Y ya no para en dos de sus estaciones intermedias, sino que va directo a Valby, en apenas 4 minutos.

Etapa 4: Copenhague 2.
Hoy repetimos el proceso de aparcamiento y tren, y nos disponemos a recorrer el centro peatonal de la ciudad que se situa justo detras del Tívoli. Si deseas visitar castillos, tienes diferentes en la ciudad para visitar con el Christianborg Slot. Nosotros el tema castillo los dejábamos para la siguiente etapa con dos espectaculares situados fuera de la ciudad. Decidimos tomar una barcaza de turistas y hacer un pequeño crucero de una hora por sus canales. El precio, 88 kr. Nada abusivo. Al finalizar, mas paseo peatonal, contemplando las maravillas de su arquitectura. Y vuelta a Nyhavn, a comer algo. Después de la comida, y con el cansancio que empieza a hacerse sentir, nos dirigimos hacia el jardín botánico para observar su majestuoso edificio. Al atravesar los parques, observareis, que los daneses aprovechan cualquier ocasión de sol, para desvestirse y broncearse un poco. Una manta en el césped, una cerveza, y un poco de sol. Así de simple. La tentación fue tan grande que no pudimos resistirnos.
Después de una pequeña siesta, llegamos ya tarde al jardín botánico y solo pudimos ver su exterior. Vale la pena aun así. Hay que recordar también que la mayoría de edificios con visita de pago abren a las 11.00 y cierran a las 17.00. El margen de visita de varios edificios un mismo día es escaso.
Después del largo paseo vuelta al hotel.

Etapa 5: Visita a Hillerod y Elsingor.
Hoy era día de castillos. La visita a los dos castillos de estas dos localidades bien vale la pena. El primero por ser el que mejor refleja la grandeza de la realeza danesa de la época. Hillerod está situado a apenas 33 km de Roskilde, y su trayecto a través de verdes prados se hace rápidamente. Una vez allí, y previo pago de 99kr, la visita se puede hacer unas 3 horas. Ojo con el aparcamiento en el pueblo. En su mayoría es tarifado, a 10 kr la hora, sin límite de tiempo. Pero poner solo 3 horas, puede hacer que realices la visita con la mirada puesta en el reloj.
El pueblo también tiene un centro peatonal, digno de visitar, con pequeños restaurantes en su parte alta, y hermosas vistas al castillo y su lago.
De allí, rápidamente, nos vamos a Elsingor, también a unos 30 km, y con una fortaleza majestuosa que domina el estrecho que separa el Mar del Norte, del Mar Báltico. En la época, todos los barcos que deseaban cruzar el estrecho, debían pagar un peaje si no querían ser acribillados a cañonazos. El castillo y sus alrededores son una visita obligada. En frente podemos contemplar Suecia, y sus ferrys que hacen el transbordo continuo de un lado al otro.
El centro de la localidad, con sus casas típicas de colores y tiendas también merecen la pena. Pero ojo, a las 18.00 como siempre cierran todo.

Etapa 6:Malmoe
Nos decidimos por hacer un salto a Suecia y visitar la ciudad de Malmoe. El procedimiento de aparcamiento y tren, es el mismo de siempre en Valby. En la estación central tomamos el tren que nos lleva a Malmo por encima del puente que une los dos países. El tren dirección Aeropuerto de Copenhague/Malmo/Gotteborg, tiene un coste de unos 25€ por persona ida y vuelta.
Al llegar a la estación central de Malmoe, solo hay que cruzar el puente para acceder a su casco antigua. A través de ellas, visitar sus tres plazas. La plaza Mayor, la plaza menor, y la de Gustavo Adolfo. En la Lila Torg o plaza menor, encontarremos los restaurantes mas simpáticos para comer algo, así como la arquitectura mas tradicional.
En el exterior del centro encontremos el Kungsparken, con un precioso molino de viento típico del país, y el Castillo de Malmoe, sede del Museo Nacional.
A lo lejos en el muelle, observaremos el majestuoso edificio de Calatrava que domina toda la ciudad.
El día no da para mas, y la ciudad tampoco, así que toca regreso al hotel. Tenemos que preparar maletas para cambio de sede.

Etapa 7:Odense y Billund
De vuelta sobre nuestros pasos, volvemos al punto de partida. Pero como el trayecto apenas duraba 2 horas y media, decidimos hacer una parada obligada en Odense, cuna del escritor H.C. Andersen. En ella podremos visitar su casa museo natal donde nació y vivió hasta los 2 años, y la casa donde discrurrió su infancia hasta las 14. Su conjunto histórico y su centro son visitas obligadas.
A media tarde, nos dirigimos hacia Billund, donde habíamos reservado una pequeña en un hotel de campo. La oferta hotelera de Billund es escasa, pero apetecible para descansar y visitar su parque más importante: Legoland.

Etapa 8: Legoland.
El día se levanta lluvioso por primera vez en 7 días. Hemos tenido un tiempo excepcional, y el tiempo parece avisar que las vacaciones se acaban. El parque situado en Billund, pegado al aeropuerto, tiene horarios cortos, como las tiendas, y la mayoría de días abre de 10 a 17.00 atracciones, 18.00 el parque. En algunas semanas de junio y julio abren hasta las 21.00.
La entrada al parque son 329 kr, 44€, y el parquing 50kr mas. Si llegas a las 10.00 de la mañana es probable que tengas que hacer una hora de cola para comprar tus entradas. Si puedes comprarlas antes por internet mejor y más barato. Los daneses no tiene prisa y aunque haya colas kilométricas, no abrirán mas taquillas. Al parque permiten la entrada de picnics y perros, cosa que impresiona por las normas en otros parques de atracciones europeos.
A partir de aquí disfruta de tu día y de todas sus atracciones. Ojo...algunas mojan bastante, aunque hay secadores automáticos....
Al llegar las 18.00, vuelta a nuestra cabañita y descanso en la naturaleza.

Etapa 9: Jelling y vuelta a casa.
El último día en Dinamarca llevaba el problema de que hacer, entre la salida del hotel y el vuelo a las 21.00. Decidimos visitar Jelling, con las últimas tumbas de reyes vikingos y la famosa piedra de Jelling. En el museo, de acceso gratuito (por fín!!!) encontraremos la historia de la piedra y de las dos tumbas situadas debajo de dos enormes montículos de tierra y césped. La distancia desde Billund es de apenas 30 km. Como el día había amanecido lluvioso, y daban lluvia hasta las 18.00, decliné la opción de ir a Ribe (a unos 70km) para visitar el poblado vikingo que hay en él, y el centro histórico del pueblo, con las casas más antiguas de Dinamarca.
En cambio decidí abrigarme en el centro comercial que por suerte, encontré por internet en Kolding a 25 km de Jelling. Allí pasamos el mediodía y parte de la tarde.
A las 17.30, vuelta a Billund y al aeropuerto.
Allí sucedieron los episodios mas caóticos del viaje. Billund es un pueblo pequeño y parece ser que a veces bloquea los pagos con tarjetas extranjeras cuando se supera un límite.
Al realizar el repostaje para la devolución del coche de alquiler, mis tarjetas dejaron de funcionar. Ante la imposibilidad de realizar el pago, decidí ir a los cajeros a ver si podía sacar efectivo. Con ninguna de mis tres tarjetas de bancos diferentes pude hacerlo. Y lo mismo sucedía a otros turistas.
Tuve que pagar la gasolina con lo poco que me quedaba en efectivo, algún billete en €, y aun así quedó pendiente dinero. Pero como el problema era suyo la chica de la gasolinera lo aceptó.
A la llegada al aeropuerto tenía un sobrepeso de 2 kilos en la maleta (malditos souvenirs), pero tampoco puede realizar el pago con tarjeta, ni sacar efectivo, así que Ryanair se comió el sobrecoste.
Y en el dutyfree, tampoco pude comprar la botella de licor danés que quería, así que un gasto menos...jajajaja.

Al fin el viaje acabo en Palma de Mallorca pasada la media noche. El viaje a valido la pena. Es un viaje recomendable

---