Dos semanas de ruta pasando por La Habana, Viñales, Cienfuegos, Santa Clara, Trinidad y Varadero. Mezcla de ciudades, naturaleza y playa, un destino recomendable 100%. Autor:BrigantinaFecha creación:⭐ Puntos: 4.8 (52 Votos)
A las siete menos diez de la mañana estábamos ya dispuestos para subirnos al autobús esperando que el viaje no se hiciese demasiado pesado. La compañía Transtur tiene unos autobuses más modernos y cómodos que Viazul, pero claro, no olvidemos que las carreteras son las mismas para todos… Así que nos esperaban unas cuantas horitas por delante, que habría que intentar sobrellevar de la mejor manera!
La primera parada fue en el Hotel Los Jazmines donde se subió más gente, y de ahí a Pinar del Río donde nos cambiaron de autobús. No entendimos muy bien este cambio, ya que fue bajar todo el mundo y los equipajes para pasarnos a otro bus vacío y seguir viaje... Alguna explicación tendrá, pero no la encontramos. A partir de ahí el viaje se nos hizo mucho más ameno gracias a nuestro vecino de pasillo, un chico libanés que viajaba con dos amigos y que era estudiante del Instituto Cervantes en Beirut. Fuimos charlando sobre temas de lo más variados y el tiempo se pasaba rápidamente.
Sobre la una de la tarde hace una parada en un área de servicios cuando menos curiosa, una especie de minizoo con restaurante, donde se puede comer de plato o bocadillo. Nosotros para tardar menos cogimos la opción bocadillo, y por dos de jamón y queso y dos refrescos pagamos 9 cuc, no nos pareció nada caro al ser la única opción en muchos kilómetros. Es una parada típica de las rutas de autobuses y se nota que está orientada al turismo, hasta con un agradable quinteto que amenizan el rato y sí, es la típica atracción para turistas, pero la verdad que tocaban muy bien y fue de lo más agradable tener esa banda sonora de fondo.
Sobre las dos y media de la tarde llegamos a Cienfuegos. Gracias a la nomenclatura con números nos fue muy fácil localizar la casa, en este caso la elegida fue el Hostal de Ivan y Lili, y la verdad que fue un gran acierto. Los dos muy majos, la casa muy limpia, la comida y los cócteles riquísimos y muy bien de precio... No podemos menos que dar un diez para ellos y la casa, la recomiendo totalmente y tiene el plus de que si el modo de desplazarse es con Viazul, está a tres minutos de la estación. www.tripadvisor.es/ ..._Cuba.html
Después de descansar un poco salimos a dar una vuelta paseando por el bulevard, la calle principal de la ciudad, donde hay varios restaurantes y se hace la mayor parte de la vida "turística" hasta desembocar en el Parque José Martí, que aglutina a su alrededor los edificios más notables como la Catedral, el Teatro Tomás Terry, el Palacio Ferrer, etc. Este parque es muy bonito y está muy cuidado, pero es de lo poco interesante que yo le vi a la ciudad.
Después por la avenida 37, con su bulevar central y alguna que otra estatua de ciudadanos destacados, y sería la otra "arteria" de Cienfuegos, por la cual salimos hacia el mar. Ya paralelo a él fuimos bajando hasta Punta gorda, viendo alguna casa señorial muy bien rehabilitada, alguna de ellas hoteles, o clubes privados que la gran mayoría de la población no puede disfrutar…
Continuando nuestro camino pasamos por una especie de museo al aire libre con esculturas modernas bastante llamativas, y si bien por la zona hay algún restaurante me imaginaba una zona mucho más turística y con más movimiento. En Punta Gorda hay un pequeño parque con unas bonitas vistas hacia el mar Caribe.
Cuando estábamos en Punta Gorda, decidiendo si ir a tomar algo, caminar más, etc. empezó a llover, pensamos que quizás poco rato, pero no... así que después de estar un rato refugiados esperando que parase cogimos un taxi que por sólo 2 cuc nos llevó de vuelta a casa, con la curiosidad de que el taxista resultó ser vecino de Ivan! Después de cenar nos tomamos algo y charlamos un rato con Iván, el dueño, un auténtico placer conversar con él.
Jueves 30- El Nicho
Para el día de hoy habíamos concertado con Iván que llamase a uno de sus taxistas de confianza para ir al Nicho con el que cordamos un precio de 45 cuc. Antes de irnos de excursión nos acercamos a la estación de Viazul a comprar los billetes para irnos al día siguiente a Trinidad y evitar sustos de última hora, el precio fueron 6 CUC por persona y cogimos el primero de la mañana a las 12:15 horas. Volvimos hacia la casa y salimos para el Nicho sobre las diez de la mañana. El camino es algo más de una hora, pero se nos pasó rápido porque otra vez nos pasamos todo el viaje hablando con el taxista, un hombre también de lo más agradable. Una vez llegamos, entramos y acordamos con él que nos esperase en dos horas y media. Hay que pagar 9 cuc para entrar, y francamente me parece un precio excesivo. El sitio es muy bonito, pero la ruta es muy corta y sólo se ve una cascada y dos pozas, creo que aunque haya que pagar algo para contribuir a la conservación del espacio, lo cual me parece bien, con la cantidad se les ha ido bastante la mano.
En la entrada hay un "mapa" con el recorrido y los diversos puntos de interés:
Lo primero que nos encontramos fue la Poza del amor, había gente bañándose y es bastante pequeña así que seguimos, nos deleitamos un buen rato con la cascada, una verdadera maravilla.
Desde allí subimos al mirador, donde la vista del valle es una auténtica preciosidad
Después retrocedimos unos metros para ir a la otra poza y nos estuvimos bañando un rato. En un principio estábamos solos, después llegó una excursión de alemanes bastante números, así que decidimos seguir el camino.
Apenas unos minutos después de reemprender la marcha se lió a llover pero bien, así que en cosa de cinco minutos estábamos empapados. Intentamos refugiarnos pero debajo de los árboles calaba igual que fuera, y viendo que seguía lloviendo cada vez más decidimos completar el recorrido y salir ya. Fue una pena no disfrutar más del sitio, pero aún así creo que es más interesante Topes de Collantes que el Nicho.
Al salir nuestro taxista estaba allí así que nos metimos corriendo en el coche y de vuelta a casa. Llovió todo el camino y sería el preludio de una tarde y noche de lluvia continua, una pena la verdad.
Al llegar a Cienfuegos salimos con la intención de llamar por teléfono a la casa de Trinidad para confirmar que llegábamos al día siguiente, pero no hubo forma ya que las cabinas no aceptaban cuc, solamente cup. Fuimos a comer a un sitio recomendado por Iván que nos gustó mucho y que recomiendo totalmente, el "Te quedarás" www.tripadvisor.es/ ..._Cuba.html que recibe el nombre de una canción de Benny Moré un famoso cantante cubano . Yo pedí pollo con piña, y después de probarlo varias veces durante el viaje puedo decir que fue el mejor y con mucha diferencia. Mi pareja pidió un pollo a la malta que estaba también buenísimo. Junto con dos bebidas, dos postres y dos cocktails que estaba de cumple y había que celebrarlo, pagamos 39.95 euros.
Al salir de comer dimos una vuelta pero seguía lloviendo, y cada vez más fuerte, así que volvimos a la casa, descansamos un rato y cenamos allí. Al día siguiente nos marchábamos a Trinidad y decíamos adiós a Cienfuegos, una ciudad que no nos cautivó. La imaginaba una ciudad con más encanto y más vida, y en mi opinión es prescindible en un viaje a Cuba salvo que se tenga mucho tiempo. Es cierto que esta segunda tarde querríamos haber ido a visitar la bahía de Jagua ysu castillo, quizás eso hizo que la visita se nos hiciese un poco sosa
El día 1 nos levantamos con calma, no había prisa pues el autobús no salía hasta las 12:15. Eso nos permitió desayunar y charlar tranquilamente con Iván, el dueño de la casa, todo un placer poder compartir más rato con él.
Para coger el autobús de Viazul hay que estar media hora antes en la estación, la suerte es que está literalmente a dos minutos de la casa, con lo que no hay que ir cargando con la maleta mucho rato. Llegamos y en cinco minutos estábamos subidos al autobús esperando la hora. Para nuestra sorpresa salió un cuarto de hora antes, a las 12, así que mejor ir con tiempo por si por raro que parezca algún día se adelantan. Fue con diferencia el peor trayecto, por la velocidad que llevaba el conductor y algún adelantamiento que hizo de riesgo. De hecho cuando llegamos a Trinidad a las 13:05 la gente que estaba allí ofreciendo casa o taxi estaba alucinada porque había hecho un trayecto de hora y media en una hora y cinco minutos. Se ve que no fue sólo percepción nuestra que iba a una velocidad exagerada... Como resultado, Manuel, el dueño, no estaba esperándonos y pasaron unos 20 minutos hasta que llegó, pidiendo disculpas y extrañadísimo del horario de ese día. Se ve que como era festivo el conductor tenía prisa!
Nos dirigimos a la casa, en este caso La Casa Colonial el Patio y la verdad que es tal como imaginaba según las fotos. Una auténtica preciosidad de casa, con los detalles muy cuidados y un patio espectacular. El dueño, Manuel, es también muy agradable y dispuesto a contestar cualquier pregunta, hacer recomendaciones, etc. Está como es lógico enormemente orgulloso de su casa y nos enseñó un artículo del diario El País, en la que se reflejaba su casa como un buen ejemplo de cómo rehabilitar una casa manteniendo su esencia. Nos encantó y fue con diferencia la mejor de todo el viaje. Volvería allí mil veces. www.casacolonialelpatio.com/ ...m/?lang=es
Después de dejar las maletas salimos dispuestos a ir a cambiar y a por un plano de la ciudad antes de que cerrase todo por ser uno de mayo. Al final, para cuando hicimos los recados, eran las tres y pico largas, así que para no perder mucho tiempo en buscar donde comer fuimos a lo fácil. Pasamos por delante del hotel Iberostar frente a la plaza Carillo y vimos un cartel de cafetería y snack bar abierto desde mediodía a la noche, así que aprovechamos para comer allí y de paso utilizar el wifi (2.50 cuc media hora y con el mismo funcionamiento de tarjeta "rasca" que veríamos en todo el viaje) para dar señales a amigos y familiares porque desde el último día en La Habana no nos habíamos conectado. Las pizzas no eran una maravilla pero se dejaban comer, junto con 2 tukola pagamos 25.50 euros.
Después de comer salimos a pasear, y nos encantó callejear por la ciudad viendo los coches, las casas de colores con sus rejerías en las ventanas, etc. Es una ciudad que conserva intacta la esencia, sus suelos adoquinados nos transportan a otra época. Aunque ya había leído que Trinidad es una ciudad bonita y tenía unas perspectivas altas, no las defraudó en absoluto.
Pasamos por la plaza Mayor, una coqueta y cuidada plaza con rejas blancas y que es sin duda un rincón encantador. Nuevamente las rejas se hacen protagonistas, y aglutina a su alrededor un buen número de los edificios más notables de la ciudad, como la Iglesia de la Santísima Trinidad y varios museos alguno de ellos interesantes pero que por falta de tiempo no pudimos visitar.
Nos dirigimos después hacia el museo de la lucha contra el bandido, porque queríamos subir a la torre para ver las vistas. El chico de recepción era majísimo y estuvimos hablando con él un ratito sobre diversos temas, ya que una vez que se sale de La Habana hay mucha gente que entabla conversación sin ninguna otra pretensión que la de charlar, algo difícil de encontrar en la capital. Para visitar el museo se paga 1 cuc por persona y es curioso de ver. Lo mejor, subir y deleitarse viendo el Valle y los tejados de la ciudad.
Cuando salimos, sobre las siete, fuimos a “reservar” los billetes para Santa Clara (simplemente te anotan en un listado) que nos costaron 16 cuc por persona, y nos fuimos a la casa a descansar un rato y disfrutar del patio mientras hacíamos tiempo para ir a cenar. Además del patio, la casa tiene una azotea desde la que contemplar el cielo cubano mientras el sol que esa tarde había estado un poco huidizo, se iba definitivamente.
Ese día elegimos un paladar que había visto en la guía lonely planet y reconozco que fuimos por su nombre: La Coruña, que es nuestra ciudad. Una vez allí no pude evitar preguntar el por qué del nombre, tal como pensaba por motivos de emigración y al saber que somos de allí enseguida entablamos conversación con la dueña y el camarero. Fue una cena de lo más agradable, entre charla y escuchar la música de un dúo que cantaba fenomenal se nos pasó el tiempo volando y la mar de a gusto. No fue la mejor comida, pero la relación calidad-precio es bastante buena (pagamos solo 19 euros por dos ensaladas, dos platos y dos bebidas, y nos incluyeron de postre un flan y un trozo de bizcocho por cabeza) y ya sólo por lo agradable de la noche nos alegramos de haberlo elegido.
Ahora ya sólo quedaba para completar un estupendo día irnos a disfrutar de La Casa de la Música, donde actúan diversos grupos y estuvimos allí hasta que el cansancio y la prudencia nos hicieron volver a casa, porque a la mañana siguiente el autobús para Santa Clara salía a las siete y cuarto.
Sábado 2. SANTA CLARA
Este día fue más un capricho que otra cosa, ya que la ciudad de Santa Clara ni es bonita ni tiene nada que ver más allá de lo que rodea al Che. Pero ante uno de los iconos más importantes del siglo XX me resistía a visitar Cuba y no ver uno de los lugares claves de la Revolución.
Lo que sí nos llevamos fue una sorpresa y nos dimos cuenta de haber hecho el primo, ya que si bien no había visto por ningún lado que la gente fuese desde Cienfuegos, resulta que el Viazul que hace la ruta Trinidad-Santa Clara para allí!! Total, que dimos un buen rodeo, cuando si hubiésemos ido a Santa Clara el día anterior, prescindiendo del Nicho, nos habríamos ahorrado unas cuantas horas de bus entre la ida y la vuelta... La verdad que a toro pasado se ve todo más claro, porque este día hubiese sido mejor organizarlo de otra manera, pero ya era tarde!
Una vez superada la sorpresa y la cara de tontos que se nos quedó, llegamos a Santa Clara, y preguntamos ya para comprar los billetes de la vuelta y nos dijeron que no, que hay que estar allí una hora antes de que salga el bus. Una hora!!! Pues nada, qué remedio, allí estaremos. Salimos de la estación y no teníamos nada claro hacia dónde ir. Pues bien, después de preguntar a una persona y de sortear a una docena de taxista, resulta que hay que seguir la avenida hacia la derecha. Al cabo de unos minutos caminando ya se empieza a ver la estatua del Che lo cual facilita la labor, jeje.
Al llegar al mausoleo, es importante saber que hay que ir primero a dejar mochilas y cámaras en consigna ya que no dejan pasar con nada, y si haces la cola y te ven con los "bártulos", te hacen ir a dejarlos y has perdido el tiempo de la cola. Así que muy importante ir primero a dejas las cosas y después hacer la cola. Se entra en grupos de unas 20 personas y van anotando en una lista el país de procedencia. La entrada es totalmente gratuita, y se visitan primero las tumbas y después se pasa al museo. Me pareció interesante y si bien como todo tiene un cierto aire propagandístico, me sorprendió gratamente ver que no era para nada exagerado.
Al salir dimos la vuelta hacia la estatua para hacer fotos y de allí nos dirigimos hacia el centro.
Llegamos a la plaza donde está el hotel Santa Clara en el que se perciben todavía los orificios de balas, el teatro y otros edificios históricos, y allí preguntamos a unos chicos por dónde está el museo del tren porque no había ningún tipo de señalización.
Una vez ubicados, caminamos poco más de cinco minutos y lo encontramos. El precio es de 1.50 cuc por persona, y el monumento consiste en los vagones del tren reciclados como salas de exposiciones, y el bulldozer original que se utilizó para sabotear la vía. Es cierto que no es espectacular ni mucho menos, pero lo que significó sí lo fue y nos pareció muy interesante verlo.
Desde allí nos fuimos hacia el boulevard, donde callejeamos un rato haciendo tiempo para la comida, volvimos a la plaza y nos sentamos un rato a la sombra.
Después fuimos a comer y la verdad que hicimos una muy mala elección, la peor con diferencia del viaje. Se llama Restaurante 1874 y es un sitio que no recomiendo para nada, porque ni el servicio fue bueno, la comida era mala, pedimos pollo y arroz, y parecía que este último llevaba cocido día y medio... y encima fue caro. Pagamos por la comida, dos refrescos y dos helados 27.50 cuc.
Al salir ya casi era hora de ir volviendo a la estación, y la verdad que de camino íbamos pensando que Santa Clara es recomendable sólo para quien tenga mucho interés en el Che, si no es un sitio sin nada que ofrecer y totalmente prescindible. No pudimos evitar acordarnos de una pareja de estadounidenses muy majos que habíamos conocido en la casa de Cienfuegos y que iban a pasar allí dos noches... pobres!
A las cinco cogimos el bus, y la vuelta fue bastante surrealista a la par que divertida. Hasta tres veces se pararon los conductores a comprar, hacer visitas a conocidos, etc. Menos mal que al ser de vacaciones te lo tomas con otro humor, hay que ir prevenido de que allí el ritmo y las costumbres son otras...
Llegamos a Trinidad y directos a la casa, donde habíamos encargado la cena. Además de que la comida estaba buenísima y era muy abundante, las mesas que ponen son espectaculares, con vajilla y cuberterías antiguas, cenando en aquel patio... qué maravilla haber disfrutado esos días en esta casa! Después volvimos a salir a dar un paseo y a disfrutar otra vez del ambiente de la Casa de la Música. Trinidad nos encantó y se nos estaba pasando el tiempo demasiado rápido.
Domingo 3
Después de empezar el día con un desayuno espectacular en todos los sentidos nos pusimos en marcha, que hoy toca el Valle de los Ingenios. Tal como habíamos acordado con Manuel, nos llamó a un taxi de Cubataxi cuya tarifa fija es de 25 cuc por una visita de aproximadamente tres horas. Habíamos comentado la opción del tren, pero nos explicó que sólo hace dos paradas, una en Manaca-Iznaga y otra en la Hacienda Guachinango, y la verdad no nos convenció mucho porque queríamos ver alguna cosilla más. Este día sí que echamos de menos no tener coche, pero habíamos decidido no alquilar sabiendo que perderíamos libertad a cambio de tranquilidad, así que todo no se puede tener...El chófer, Manuel también, resultó ser muy agradable y en seguida entablamos conversación.
La primera parada es un mirador, donde también hay una cafetería, desde el cual se disfruta de unas vistas espectaculares del valle. En ese momento no nos paramos a tomar nada porque hacía apenas un rato que habíamos desayunado, pero sentarse allí con una piña colada tiene que ser toda una delicia!
La siguiente y principal parada es Manaca-Iznaga, donde destaca la torre, desde la cual hay unas vistas preciosas. Aunque es inevitable al subir a dicha torre pensar que la finalidad era la de vigilar a los esclavos y evitar que se escapasen, hoy en día tiene una finalidad mucho más agradable. El precio es de 1 cuc por persona, y se suben cuatro niveles. Es una gozada ver el valle y también los pintorescos puestos de mantelerías bordadas a mano que delimitan el camino desde la parada del tren hasta la torre, buscando en el turismo una fuente de ingresos. Al bajar nos acercamos a la casa principal, hoy reconvertida en restaurante, y también hay una pequeña tienda de souvenirs donde compramos alguna postal.
Volvimos a nuestro taxi y la siguiente parada fue la Hacienda Guachinango, la otra parada que hace el tren. Nos pareció muy sosa, hay una Hacienda pero que ahora mismo es cafetería y no tiene nada que ver, su única “función” es la de local de restauración. De hecho vimos a una pareja aburridísima sentada al lado del tren, y alguna gente que incluso ni había bajado.
Desde allí Manuel nos llevó hacia la Hacienda San Isidro, la cual está en obras de recuperación pero hay una pequeña visita guiada, también por un cuc por persona. Te explican el procesado de la caña de azúcar, datos sobre la situación de los esclavos y por último se visita la casa de los dueños de la Hacienda. La visita al ser guiada es más interesante, porque ayuda a hacerse una mejor idea de una época terrible. De la casa queda poco de lo original, pero viendo las estancias y las puertas se puede uno hacer idea de que era una casa importante para la época.
Desde allí volvimos a Trinidad, previa parada en un taller de artesanía. Al principio pensamos que era cosa de nuestro taxista, pero no, había varios autobuses aparcados, así que es "parada técnica"... Con esto finalizó la excursión y nos volvió a dejar en la casa. Después de haber visitado una pequeña parte, nos reafirmamos en nuestra idea de que ese día hubiera sido genial disponer de coche y poder hacer una ruta de varias horas por el valle, buscando los ingenios abandonados.
Después de ir un ratito a la casa a refrescarnos, nos fuimos a comer al centro, el sitio elegido fue el Restaurante Esquerra, porque al pasar le vimos muy buena pinta y la verdad no nos equivocamos. www.tripadvisor.es/ ..._Cuba.html En primer lugar destacaría el servicio, muy profesional y agradable, la comida también estaba muy buena. Pedimos dos platos de carne y dos bebidas, y aunque íbamos a pedir un postre, por cuenta de la casa nos trajeron un flan a cada uno y un pequeño bizcocho, lo cual nos pareció un muy buen detalle. Por la comida y la bebida pagamos 24 cuc, que para la buena calidad que tenía todo nos pareció de los mejores sitios del viaje, así que lo recomendaría sin ninguna duda.
Salimos de comer y pasamos parte de la tarde paseando y callejeando por Trinidad. Aprovechamos para ir a "reservar" el bus a Varadero y nos acercamos al pequeño mercadillo de artesanía a comprar algún detalle para regalar.
Sin duda además de sus calles o su ambiente por la noche en la casa de la música un atractivo son las tiendas de artesanía.
Después para la casa con la idea de relajarnos un rato en el patio, pero empezó a llover y se nos chafaron los planes. De hecho todo el resto de la tarde y noche y la mañana entera siguiente llovió un montón. Después de cenar en la casa salimos a dar una vuelta pero nos volvimos en seguida porque con la lluvia estaba de lo más desapacible, una pena.
Lunes 4. ADIÓS TRINIDAD, HOLA VARADERO.
Habíamos decidido en vez de coger el primer bus de la mañana quedarnos hasta el mediodía en Trinidad, y de haber sabido el tiempo que haría, no lo hubiésemos hecho así, pero ya era tarde... Así que bajo la lluvia fuimos hacia el centro intentando entrar en alguno de los museos que nos había recomendado Manuel, el dueño de la casa, pero estaban cerrados por ser lunes. Pasamos por la Casa de la Música y se hacía raro verla tan vacía teniendo en cuenta lo animada que está por las noches…
Lo que encontramos abierto y nos sirvió un rato de refugio fue una galería de arte. Había alguna pintura muy bonita, además del propio edificio en sí, con unas bonitas vistas desde el balcón. Por cierto que se notaba por la afluencia de gente que estábamos todos deseando escapar un rato de la lluvia!!
Desde allí seguimos callejeando pero cada vez más hartos, y nos fuimos un ratito a la Canchánchara, al menos a escuchar un ratito de música y pasar el tiempo. Después como a las 15 h. salía el bus nos fuimos a comer un poco temprano algo ligero, y escogimos una bocatería justo frente al local de música donde pagamos por dos sandwiches de pollo, dos helados y dos bebidas 13.25 cuc.
Después nos fuimos a la casa, nos despedimos, y ya con el equipaje, hacia la estación de Viazul para coger el bus a Varadero. El trayecto cuesta 20 cuc y se hizo un poco largo, pero lo peor fue el frío horrible que pasamos!! Nos tuvimos que terminar tapando con las toallas que llevábamos en la bolsa de mano (unas finitas del Decathlon que ocupan poco y son geniales para llevarlas por si las moscas) y eso que ambos llevábamos camisetas de manga larga por encima de las de manga corta, pero es que las piernas se quedaban tiesas!!
Llegamos a Varadero pasadas las nueve y media, y en seguida nos ofrecieron taxi. Después de que nos pidieran 12 euros que ni de coña iba a pagar porque nuestro hotel estaba bastante cerca y regatear un par de veces nos fuimos al hotel por 6 cuc.
El hotel elegido fue el BeLive Las Morlas, un resort de calidad muy normalita, pero que no nos defraudó porque por el precio que pagamos y después de leer los comentarios en tripadvisor sabíamos qué nos íbamos a encontrar. Nos costó 275 euros 3 días en Todo Incluido, así que era de esperar un sitio normal y corriente con una oferta gastronómica y hostelera de calidad tirando a baja. Pero para sólo dos días queríamos algo así, porque otros que había mirado se disparaban bastante de precio y para el provecho que le íbamos a sacar al hotel no nos merecía la pena. Eso sí, no lo recomendaría para alguien que quiera pasar allí una semana, porque es un poco cutre. Un punto muy a favor del hotel y que es algo que nosotros íbamos buscando, es que se puede llegar en diez-quince minutos a pie al pueblo, cosa que en muchos otros hoteles es imposible y hay que depender del bus o el taxi.
Aqui nos encontramos por primera vez con un personal bastante menos agradable de lo que estábamos viendo hasta el momento. Cuando entramos a cenar nos dijo un camarero que sólo había agua para cenar, nos pareció raro, pero bueno, vale, pues agua.. Cuál es nuestra sorpresa cuando un ratito más tarde entran unas chicas que nos parecían empleadas, y vemos que se sirven coca-cola!! No fue el hecho de no haber podido beber otra cosa que agua, fue el hecho en sí lo que nos dejó alucinando... Los días siguientes comprobamos nuevamente que el personal del restaurante era con diferencia lo peor del hotel en cuanto a modales.
Después de cenar nos acercamos un ratito al espectáculo y nos tomamos algo pero nos recogimos pronto que estábamos cansado
Martes 5.
Después de las lluvias y tormentas del día anterior, volvió a aparecer nublado, así que mis ganas y esperanzas de playita, se fueron al garete... Había que buscar un plan B, así que cogimos el autobús "hop on hop off" que por 5 cuc por persona puedes aprovechar todo el día para recorrer la península. Es una forma muy buena de moverse si se van a hacer varios viajes, porque un taxi sale mucho más caro. En esta web aparece información tanto de este bus como del de Viñales que como comenté anteriormente no llegamos a ver en funcionamiento www.hicuba.com/ ...istico.htm
Primero nos dimos una vuelta desde el hotel hasta el final, allí bajamos aunque parecía que no había mucho que ver, y así fue... Así que al cabo de un ratito cogimos otro bus. En el plano y en la guía había leído sobre el cactus El Patriarca y decidimos ir a verlo. Fue la primada del día, no lo recomiendo en absoluto!! Además de que no está muy bien señalizado y desde donde nos dejó el bus hay un como unos 20 minutos a pie, al llegar vemos que hay que pagar 2 cuc por persona. Nos pareció un poco fuerte, pero bueno, ya que estábamos. Y tontos de nosotros pensamos que sería una especie de minijardín botánico o algo así, pero no. Hay un camino de arena, al cabo de un par de minutos te encuentras a un chico en una mesa, que es el "cobrador" y allí casi al lado el cactus rodeado por una cerca de madera. Nos quedamos con cara de tontos, y más viendo que el pobre cactus tiene el tronco lleno de inscripciones!! Así que para cobrar está protegido, pero para poco más... El chico en seguida se levantó, que si de qué equipo sois, que si de qué país... buscando la propinilla, pero ya bastante quemados estábamos de pagar 4 cuc por aquello como para soltar más dinero. En resumen, no recomiendo para nada ir a verlo.
Después nos volvimos al bus con la idea de parar en la Cueva de Ambrosio, que había leído en la guía que tenía pinturas precolombinas. La entrada son 5 cuc y se realiza con guía. Coincidimos con otra pareja e hicimos la visita los cuatro. El guía es muy majo y agradable y se hace muy interesante la visita. Es una cueva pequeña, pero como él nos iba explicando y comentando estuvimos unos 40 minutos. Esta visita sí la recomiendo, además que tuvimos la suerte de ver también a sus principales moradores, los murciélagos. Aunque para tranquilidad de todos cabe decir que son una especie vegetariana y se alimentan de frutas, semillas, etc.
Finalizada la visita nos fuimos al hotel a comer y después a descansar un rato. Hacia media tarde nos volvimos a coger el bus para dar una vuelta por el pueblo. Fuimos primero hasta el otro extremo, donde empieza la península y allí vimos unos simpáticos habitantes
Después volvimos hasta la mitad aproximadamente en el bus y nos bajamos ya para callejear. Lo primero que hicimos fue asomarnos a la playa y pensar que a ver si por fin al día siguiente podríamos disfrutar por fin de ella!
Fuimos a varios mercadillos y paseamos tranquilamente “sorteando” a los cláxones de los taxistas en busca de clientes…
Pasamos por delante de una pequeña iglesia, el monumento a los mártires, etc.
Apurando el paso viendo que cada vez se ponía más oscuro nos acercamos también al parque Josone, muy bonito. Tiene un estanque, hay varios restaurantes y cafeterías, etc. Estuvimos un rato paseando, pero empezó a llover, así que nos tuvimos que ir hacia la parada del autobús.
De ahí al hotel a pasar el rato hasta la cena. Probamos a ir al hotel de enfrente para comprar una tarjeta de wifi y conectarnos, pero nos avisaron en recepción que ese día no estaba funcionando. Así que de vuelta al hotel a pasar el rato, cenar, otra vez a tomar algo viendo el espectáculo (muy flojito) y a dormir esperando levantarnos con sol!
Miércoles 6.
Por fin amaneció soleado así que después del desayuno nos fuimos pitando para la playa. Se estaba de maravilla, la arena fina, el agua turquesa... una gozada!! Cuando salíamos de darnos un baño uno de los empleados nos comentó que con el T.I. teníamos derecho a un paseo en catamarán así que no nos lo pensamos y allá que nos fuimos. Una gozada ir navegando sobre esas aguas turquesas.
Después fuimos a comer y volvimos a la playa, pero ya viendo unos nubarrones que anunciaban tormenta... así que al cabo de una hora o así se empezaron a oir unos buenos truenos y salimos por patas, con el tiempo justo de no mojarnos. Cayó una buena tormenta, así que adiós playa otra vez. Una pena, la verdad, ver las tumbonas recogidas, la arena empapada… Llevábamos unos últimos días bastante pasados por agua y no disfrutamos casi nada de la playa.
Para matar el tiempo nos fuimos al hotel de enfrente a ver si había más suerte y sí que nos pudimos conectar para dar señales a la familia y ver qué tal iba el mundo. El precio, el más caro del viaje, 5 cuc la tarjeta de una hora.
Después como los días anteriores, cena, a tomar algo, y con mucha pena ya pensando que al día siguiente ya nos tocaba volver.
Jueves 7.
Como hasta las 12 no había que dejar la habitación y el transfer al aeropuerto era a las 15:30 h. nos fuimos a aprovechar la playa un par de horitas. Después de hacer el check out nos fuimos al pueblo para comer por allí, pasamos por el lado del Quijote y le dijimos que ese día nos tocaba ya volver para la tierra, muy a pesar nuestro…
Para comer decidimos por un italiano dentro del parque Josone. Comimos un par de pizza que si bien no eran una maravilla porque en Cuba yo creo que por la harina las masas tienen una consistencia diferente, se dejaban comer. Después un pequeño paseo hasta el hotel, y a esperar el bus que nos alejaría de un país que nos había encantado.
Por cierto que recomiendo coger el bus con una horita más de margen, para no ir con los nervios de si surge un imprevisto. Nuestro vuelo era a las 21:00 y el bus mejor cogerlo sobre las 14-14:30. Al llegar al aeropuerto nos esperaba una cola tremenda de facturación, una hora y media aproximadamente que se nos hizo eterna por el calor que hacía en el aeropuerto.
Después de facturar, compramos unas botellas de ron en la tienda y casi sin tiempo de espera empezó el embarque, dejando atrás Cuba, un destino que sin estar entre mis favoritos a priori, me dejó muy buen sabor de boca y resultó un viaje sin duda inolvidable.
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Anpaig
Acabo de volver de hacer el siguiente recorrido de tres semanas: vuelo de Madrid a Santiago, Baracoa, Guardalavaca, Camagüey, Trinidad, La Habana y Viñales. El traslado de Santiago a Baracoa lo compré en la oficina de Infotur, salen los viernes. El resto lo hice en taxi privado y taxi compartido.
Como he dicho en otras ocasiones, me alojo en casas particulares que reservo por mi cuenta ya que los intermediarios siempre se quedan con algo, a día de hoy nunca me he quedado en la calle, son serios. Si quieres algún contacto me pides. Respecto a los traslados también los suelo... Leer más ...
Hola
He estado 10 días en Cuba del 15 al 25 de marzo.
Cuba es un lugar al que hace muchos años quería haber viajado pero por una causa u otra siempre lo he ido postergando.
Mi impresión ha sido muy positica, en un mundo globalizado en que todo tiende a parecerse Cuba mantiene su singulatridad.
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Eso sí, el país se cae a trozos y los cubanos tienen problemas muy graves de desabastecimiento de... Leer más ...
¡Hola!
Escribo porque me interesaba conocer experiencias de viajes a Cuba con niños. Voy a ir con mi hija de 3 años en agosto de este año. Yo estuve hace 12 años y me encantó el país, pero hay un tema que me preocupa y es la diarrea del viajero. Yo la sufrí y estuve unos días bastante mal. Me preocupa mucho por la niña. ¿Qué consejos me dais?
Otra duda que tengo es si puedo meter algunos alimentos en la maleta facturada como pouches de frutas, Aspitos o tortitas de maíz o trigo, o incluso algún sobre de jamón para las meriendas de la niña. Recuerdo que cuando estuve en La Habana si... Leer más ...
Buenas. Sobre lo primero. Desgraciadamente la diarrea del viajero se da frecuentemente en todos los países tropicales y subtropicales.Más frecuente en adultos qeu en niños, Lo único es la prevención y aunque pueda resultar obvio, especial atención con el agua, cubitos de hielo (en la mayoría de locales en Cuba los hacen con agua del grifo), y las frutas y verduras. Venden en farmacias y hasta en Amazon unas pastillas potabilizadoras (las hay especiales para niños) que ante la más mínima duda sobre la procedencia del agua,...
Sobre lo segundo. En el mes de Enero de este año la aduana de... Leer más ...
Últimos comentarios al diario Cuba: la isla que te engancha.
susibayo 07/09/2016 16:37
lola08 19/09/2016 12:44
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minayall 09/10/2016 23:00
Brigantina 11/10/2016 20:47
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