Tailandia 2011 (Bangkok y Chiang Mai) ✏️ Blogs de Tailandia

Prologo


Lo primero pedir perdón a todos, por haber tardado casi cinco años en publicar este diario, la verdad es que iba pasando el tiempo y cada vez se me hacia más duro escribirlo. Pero ahora estoy haciendo un Blog de mis viajes, recopilando la información,notas,fotos y demás, no me cuesta nada ponerlo en el foro los viajeros, lo verdaderamente costoso que era acordarme y recuperar la información ya lo había echo para el blog.
También pense, si lo que quiero es ayudar a gente, que tiene pensado viajar a esta zona o bien a gente que ya haya estado y quiera recordar o simplemente a aquellos que pasen un rato agradable leyéndolo, la mejor manera es colgarlo en el foro los viajeros ya que mi blog no lo visitaría tanta gente.

Dicho esto:

Empezamos a preparar nuestra próxima salida, Ana y yo lo teníamos claro, queremos o mejor dicho nos gustaría conocer Asia, en principio no tenemos claro que país visitar, pero tras mirar un poco decidimos que seria Tailandia.

Empezamos a informarnos de las visitas en Tailandia y cual era la mejor época para ir. Las sitios a visitar serian Bangkok y Chiang Mai, es decir la capital y el norte, la fecha seria finales de octubre, principios de noviembre, época en la que el monzón ya ha pasado y no hace mucho calor.

Me empiezo a volver loco mirando en la web vuelos, hoteles, trenes… Lo tengo claro el vuelo seria con la Thai, compañía que vuela directa desde Madrid, es un poco cara, pero depende como se mire, no hay que hacer escalas que siempre es un ahorro de dinero y tiempo y por otro lado los vuelos son de noche, muchos más cómodos y con el consiguiente ahorro de hotel.

Los precios no me cuadran con el presupuesto, estoy dándole muchas vueltas.

Un día paseando por el Corte Ingles me dio por entrar a la agencia y preguntar. Cual fue mi sorpresa, el viaje era más barato que lo que yo estaba buscando como un loco por internet, encima sin vuelos low cost, todo seria con la Thai, Madrid, Bangkok unos días en esta ciudad, Bangkok, Chiang Mai otros días en esta ciudad, vuelta a Bangok donde estaríamos dos días más y Bangkok, Madrid.

Lo comentamos y al día siguiente ya había comprado el viaje, la espera fue larga ya que nuestras vacaciones iban a ser casi en invierno. El monzón ese año es muy fuerte y va con retraso, con lo que se acerca el día del viaje y Bangkok esta completamente inundando, no dejamos de mirar internet, la tele, para ver las noticias de las inundaciones, las imágenes nos desaniman. Fue de mucha ayuda este foro, ya que en el foreros colgaban imágenes de la situación del país, con fotos, aunque allá pasado bastante tiempo gracias.

Decidimos retrasar el viaje a Diciembre, menos mal que lo compre en el Corte Ingles, si lo llego a hacer por internet hubiera sido una locura. Le comento el problema a Bea, la chica que me atendió, en menos de una hora estaba todo arreglado, vuelos, hoteles y demás. Tuvimos que pagar gastos de cancelación 150 euros por vuelo, pero no fue problema ya que estos habían bajado bastantes de precio debido a las inundaciones, me parece que al final tuve que pagar unos 50 euros más, eso si también era un día más. Además me incluyo los vuelos Santander, Madrid. Como consejo os puedo decir que no siempre internet es lo más barato, acercaros a las agencias de viajes que aún quedan, ya que internet se esta cargando a muchas de ellas y preguntar que para eso están.

Bueno la espera se hace larga, pero por fin llega el día mi hijo nos acerca a coger el vuelo a Madrid a primera hora de la mañana. Habíamos decidido coger este vuelo un día antes y así de paso visitamos Madrid. Ana aprovecho para ir a ver un espectáculo del Circo del Sol, yo mientras tanto me quede dando una vuelta por el Madrid más castizo.

Tenemos que madrugar bastante, el vuelo sale sobre las 9:00 pero hay que estar unas horas antes. Sobre las 6:00 salimos del hotel, menos mal que hay un Donkin Donuts abierto y desayunamos algo. Cogemos el metro en Callao y a Barajas.

Ya en el cheking me empiezo a poner nervioso nunca he volado tantas horas, había ido a Nueva York pero este viaje era aun más largo, la chica nos dice que el avión va medio lleno y que nos da ventanilla y pasillo dejando el asiento del medio vacío, todo un detalle.

Ya estamos por el Dutty Free dando vueltas, el avión impresionante un 747, sin darnos cuenta estamos entrando en el avión, las azafatas te dan la bienvenida juntado las palmas de las manos y vestidas con una especie kimono tailandés llaman la atención lo guapas que van. Por fin llego nuestro esperado viaje.

El avión se empieza a mover, Dios mío pienso como van a sacar de aquí este pedazo de aparato, ¿será capaz de volar? los nervios se apoderan de mi durante el despegue, pero aún así no dejo de mirar por la ventanilla, Ana como es normal a lo suyo.

No pasa ni hora del despegue cuando ya vienen ofreciéndonos una bolsa de frutos secos, al poco rato otra azafata nos ofrece una toallita con unas pinzas, la cojo con muchas ganas, pero la toallita esta caliente, mejor dicho abrasa, la suelto rápidamente, la poca gente que me ve se ríe, entre ellas la azafata, que me ofrece otra rápidamente, la cual cojo con sumo cuidado, es decir con la punta de los dedos. El aperitivo lógicamente viene acompañado de bebida, un auxiliar de vuelo porta en cada mano una botella de vino tinto y rosado, ofreciendo a la gente una copita, o si se prefiere otra cosa.

Delante nuestro hay un chico creo recordar que gallego, con el que entablamos conversación, se dirige a Australia y hace escala en Bangkok, cuando el auxiliar llega donde él a ofrecerle la copa de vino, el responde Gim Tonic por favor, palabra mágica me apunto. Impresionante la Thai.

Al poco rato una auxiliar de vuelo se nos acerca y pregunta si para comer queremos menú internacional o thai, lógicamente respondemos internacional, entre nosotros comentamos pero sino llevamos dos horas de vuelo. No pasan ni cinco minutos que paso la azafata preguntándonos, cuando ya tenemos el carrito al lado, el chico de delante vuelve a pedir otro Gin Tonic, vuelvo a copiar su idea, como aprovechas me dice Ana, a la cual respondo tu también estas tomando tus copitas de vino.

Poco a poco el avión avanza después de comer ponen una película en la pantalla del avión. Era el único problema que tenia el avión carecía de pantallas en la parte trasera de los asientos, solo había varias pantallas grandes para la visión de la película. Yo me coloco los auriculares y a oír música.

La película se acaba, esta empezando a anochecer. No puede ser ya están otra vez aquí con el carrito de la comida, el chico de adelante me dice que es la cena, y tenia razón, cogemos las bandejas con la cena, y esta vez me adelanto dos Gin Tonic por favor, el chico de adelante dice que no, me extraño un poco, me quedo mirándole, y dice que ahora prefiere un whiski, ahí estamos. La auxiliar le acerca el botellín de Johnny Walker, me quedo mirando, pero mejor no mezclar Gin Tonic, Ana sonríe, la animo a tomar otro vinito, no será mucho responde, bueno así duermes mejor.

Bueno ya cenados, nos ponen otra película, y cuando esta acaba, apagan las luces y a dormir. Me tomo una pastilla para dormir, parece que ha pasado mucho tiempo pero en realidad solo han pasado unas cinco horas, como nos han dado tantas veces de comer. Empiezo a pensar con la pastilla y los Gin Tonic seguro que me duermo, pero no fue así, no se si seria por los nervios pero no pegue ojo.

Al cabo de unas horas ya amanece, empieza a ver movimiento por el avión, en un momento esta el carrito con el desayuno, son sobre las cinco de la mañana, pero pronto tomaremos tierra, desayunamos pero esta vez sin Gin Tonic. Solo decir que de momento es con la mejor compañía aérea que hemos viajado con mucha diferencia, un diez para la Thai.

Ya estamos en el aeropuerto, no es necesario visado, control de pasaportes y para afuera. Empezamos a recorrer el largo pasillo, plagados de personas portando los carteles de rigor, ahí esta el mío, nos acercamos al señor el cual muy amablemente le ayuda a Ana con la maleta y nos dirigimos al coche que nos llevara al hotel. El transfer aeropuerto hotel lo cojo cuando no es muy caro, sobre todo si hay que cambiar moneda, ya que así no tienes que cambiar en el aeropuerto, donde el cambio siempre es desfavorable, además de que muchas veces hay que hacer cola.

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9 de Diciembre

Vamos en el coche admirando Bangkok, casi sin darnos cuenta estamos en el hotel.

Son sobre las siete de la mañana, el hotel el Magestic Grande, esta en una especie de callejón, pero no muy distante de la calle principal en donde se encuentra el Marriot. Dejamos las maletas en consigna, cambiamos algunos euros a baths (moneda tailandesa) y preguntamos a la chica que podemos hacer, para tomar contacto con esta gran ciudad, nos dice que cojamos un tucktuck y vallamos al MBK que no es otra cosa que un centro comercial.


Allá vamos, salimos del hotel y nos ataca el primer tucktukero por llamarlos de alguna manera, al MBK pregunto, me reponde tantos baths, le digo que menos, empezamos a regatear, la cosa me empieza a gustar. Llegamos a un acuerdo y para el MBK vamos. Nos montamos, arranca y para allá vamos a toda velocidad, la sensación es que íbamos a salir disparados del motocarro, pero lo tomamos con risas, en unos minutos ya estamos en el centro comercial o mejor dicho centros comerciales ya que esta lleno de ellos, sobre todo en esta zona.


Ahí estamos Ana y yo en mitad de la plaza, pero no hay casi gente son sobre las ocho de la mañana y como es lógico el centro comercial esta cerrado. Damos vueltas sin saber que hacer. Al poco rato se nos acerca un señor muy bien vestido es decir con traje, y nos pregunta que de donde somos, españoles le respondemos, muy amable nos dice que abrirán sobre las nueve, charlamos un poco con el, mi ingles es bastante malo o por no decir nulo, pero el de él es aún peor, pero insiste y dice algo si como jojo almai, jojo almai, jiojio Almani, ah digo Giorgio Armani, por fin, nos indicaba una tienda de Armani de un conocido suyo, al poco rato se acerca un tuck tuck y nos dice que nos lleva, bueno nos montamos en el tuck tuck, y para allá vamos, me voy fijando en lo increíble que es esta ciudad, al poco rato ya hemos llegado, era un cruce, y la tienda pregunto el chofer se baja y me la indica, era una tienda de barrio pequeña y cutre, por ponerla un adjetivo, pero ¿que dices? le digo, yes yes Armani, me empiezo a cabrear, anda tira tira le digo, lógicamente sin pagarle. Ana y yo nos miramos, la primera en todo el morro, como se suele decir, pero nuestra reacción, fue reírnos de nosotros mismos, pero como hemos sido tan ingenuos, aquí estamos en un cruce en medio de Bangkok sin saber que dirección coger, echamos a andar sin saber donde vamos, comentamos entre risas bueno damos un paseo, nos vamos guiando como podemos, al poco rato vemos unos tuck tuck aparcados, me acerco y les digo al Magestic Grand hotel, ok me responden regateo de rigor, y para el hotel por segunda vez que vamos esta mañana. He de decir que el primer tuck tuck que cogí en el hotel me cobro como el triple de lo que me debía de haber cobrado, pero como yo no tenia ni idea de lo que cobraban pues nada.

Al poco rato ya estamos otra vez en el hotel, me vuelvo a acercar al tucktuero que me llevo la primera vez, el cual nos miraba extrañado, pensaría si les acabo de dejar en el MBK. Regateo otra vez con él, diciéndole que me había engañado con el precio, se ríe, yo también, soy un turista, es decir aunque no nos guste una persona fácil de engañar.

Ana que te parece si volvemos a empezar, al MBK por favor. En menos de diez minutos ya estamos en el MBK, esta vez la impresión fue distinta ya nos vamos acostumbrando a los tuck tuck, no es de extrañar en la primera hora en Bangkok ya nos hemos montado tres veces. El centro comercial ya esta abierto, en la parte de afuera hay una especie de Starbucks paramos a tomar un café. Tomando el café entre risas comentamos lo sucedido, la verdad es que echamos unas risas. Si vas a un país como este, por tu cuenta esto te puede pasar, y lo que tengo o tenemos claro es que no hay que tomárselo mal, esta gente se esta buscando la vida, ganan mucho menos que nosotros los occidentales, no se podrían permitir un viaje como este y claro cuando pueden te la cuelan.

Entramos en el MBK la primera impresión es normal, en principio un centro comercial más, hasta que llegamos a una zona en la que hay instalados una especie de casetas, como las que colocan aquí en las ferias, la del libro por ejemplo, en dichas casetas de madera de unos 4 metros cuadrados, hay de todo, películas, cd´s, relojes, móviles… claro esta todo son copias, parece haber cientos de casetas y tiendas, pero uno mira para arriba y hay varios pisos, es increíble, la película, disco que quieras seguro que lo tienen. Me paro a preguntar en una de la casetas, Omega please, el vendedor ni corto ni perezoso me saca el ultimo catalogo de la marca, ver para creer.

Decidimos separarnos y quedamos en el McDonald en una hora, así cada uno se mira las tiendas que más le gusta. Yo me quedo alucinado con lo que controlan con los móviles, sobre todo los iPhone, los tienen desarmados, hacen de todo con ellos, hay pantallas de 27 pulgadas con cientos de app´s para que tu mismo te las descargues, eso previo pago, y debes de tener el móvil crackeado. Al final no compremos nada, sabemos con toda seguridad que volveremos.

Decidimos ir a buscar un sitio para comer, vamos paseando sin rumbo hasta que delante nuestro hay un Pizza Hut, hoy comemos pizza, al entrar vemos en una foto un plato de espaguetis con gambas, tenían una pinta bárbara. Un chica… bueno era un chico travestido, en Tailandia hay bastante de esto y otras cosas… nos ofrece la carta la miramos y ahí están los espaguetis le señalamos los dos lo mismo, en unos minutos aparece la chica… con los dos platos, tienen un pinta extraordinaria, hasta que meto el primer bocado, mi cara cambio de color, los ojos se salían de las orbitas, Ana me miraba ¿que pasa ? pregunta, come, come, la respondo. No picaban era como si metieras un monton de guindillas en la boca, no pudimos comer nada, por lo menos yo. Pedimos un postre y con eso de momento nos basto.

Seguimos con nuestro primer día en Tailandia en concreto en Bangkok, ¿qué hacemos ahora? Ya empieza a atardecer, así que nos dirigimos al metro, con la intención de controlar los transportes de la ciudad, los tuck tuck más o menos los tenemos controlados así que para el metro. Debe ser de los metros mas nuevos y pequeños que he visto, solo tiene tres líneas. Nos dirigimos hacia la estación Hua Lamphong nombre derivado de la estación de tren, el metro esta impecable y nos pareció bastante seguro. Aprovechamos la ocasión para preguntar en la estación información para los trenes a Ayutthaya, tenemos pensado visitar también esta ciudad.

Cerca de la estación cruzando unos de los canales, se encuentra unos de los templos más importantes de Tailandia, el Wat Traimitt, esta cerrado ya es tarde, no importa esta cerca del metro, volveremos otro día. El templo en si no tiene nada de especial de no ser porque en su interior se encuentra una valiosísima estatua, un Buda de oro.


Este templo ya se encuentra en plano barrio de Chinatown, con lo que aprovechamos para dar un paseo, tomar una cervecita en una terraza, admirando todos los carteles de neón con sus caracteres chinos que adornaban la calles. Volvimos sobre nuestros pasos a la estación de metro para acercarnos a la estación de Si Lom para acercarnos a unos de los puntos rojos de Bangkok, que no es otro que el Pat Pong.


Tras andar unos cientos de metros ya estamos en el famoso Pat Pong, este lugar es muy visitado por su mercado nocturno, es además uno de los puntos calientes de Bangkok conocido por sus locales nocturnos, con toda gama de espectáculos subiditos de tono entre ellos el más conocido entre los turistas el “ping pong show”. El Pat Pong en realidad lo forman dos calles paralelas en una de ellas esta el mercado, que en si no merece mucho la pena ya que las falsificaciones en este sitio suelen ser más caras, y la calidad tampoco es que sea mejor. Entre puesto y puesto se dejan ver locales nocturnos, en la otra calle solo están los bares, pub, club, en fin, locales nocturnos. Se hizo famoso durante la guerra del Vietnam, los soldados americanos venían a pasar sus diás de permiso y a saciar….

Nosotros dimos un paseo, observando como algunos locales tenía música en directo, casi toda de la época de la guerra de Vietnan Rolling, Doors, Dylan, Credence… era increíble como los tailandeses emulaban a esta gente. Aunque Ana y yo íbamos juntos, es decir abrazados para así evitar que las chicas me ofertaran tomar una copa con ellas … pero no se cortaban un pelo primero me lo ofrecían a mi y luego a Ana, el reclamo que usaban “ping pong, ping pong “chichi” mejor no entrar en detalles, de todas formas aunque el sitio no es nada del otro mundo merece la pena visitarlo, eso teniendo cuidado de donde se mete uno, ya que las copas pueden salir muy caras. Más adelante existe otra calle del Pat Pong esta para gente gay, al principio de esta se encuentra el bar español “Tapas”

Bueno estamos ya muy cansados asi que nos recogemos, el día a sido muy largo.

Llegamos a la puerta del hotel, charlamos un poco con el chico del tuck tuck y los auxiliares del hotel, que estaban en la puerta de este, mientras Ana se sube para la habitación yo voy a ver si encuentro un sitio donde comprar una cervecitas, me dirijo a la calle principal, paso por al lado de un local de masajes del cual salen dos tailandesas como cohetes para ofrecerme un masaje (imagino que con final feliz), las respondo que no me interesan, pero ellas insisten, continuo mi camino y al otro lado veo el letrero 7 Eleven, como algunos sabréis estos pequeños supermercados, suelen estar abiertos 24 horas, cojo las cervezas y algún tentempié. Vuelvo hacia el hotel pero esta vez por la acera de enfrente, porque sino las chicas volverán a salir para ofrecerme un masaje, son muy pesados.

Ya en el hotel, estoy esperando que baje uno de los ascensores, cuando el ascensor llega a la planta baja de el sale un señor occidental de unos 75 años calculo, acompañado por dos jóvenes tailandesas que no tendrían más de 25 años. No se como explicarlo pero se me conmovió el corazón, era una especie de repulsa y asco a la vez, podría ser su abuelo. Pero en fin estoy en Tailandia y esto es lo que hay.

Mientras estoy escribiendo este viaje, concretamente anoche (enero 2016) Ana estaba leyendo lo que yo había escrito en el blog referente a los tuck tuck y la visita a la supuesta tienda de Giorgio y me comenta:

“Como pudimos ser tan ingenuos, pero ¿que nos interesa a nosotros Armani?, ¿alguna vez hemos entrado en alguna tienda?, pero si además no nos gusta, ¿en que estábamos pensado?

La respuesta esta clara, nos dejamos llevar, que más da, fue Armani, como pudo ser Dior, Rabane o Pepito el de lo palotes, creo que lo que queríamos es ver Bangkok y eso hicimos.

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10 de Diciembre, Bangkok

Suena el despertador, la primera impresión es que nos va a costar levantarnos, pero en cuanto uno piensa que esta en Bangkok y de vacaciones, se levanta como un resorte, el tiempo es oro.

En un momento ya habíamos desayunado y estábamos en la recepción del hotel, preguntando por excursiones a Ayutthaya y al mercado flotante, nos dieron un folleto, ya que la chica que lleva lo de las excursiones llegaría más tarde. Pues no esperamos ya la veremos. Salimos cogimos el tuck tuck, lógicamente el regateo de rigor. Al Palacio Real please.

En un rato, para nosotros muy agradable, ya que a esto, lo de ir en tuck tuck para nosotros es una novedad. El chofer se detiene, dejándonos muy cerca de la puerta, nos dirigimos a esta y en el pequeño tramo que hay hasta la puerta del palacio, un señor nos ofrece todo tipos de cosas, va vestido como si fuera un guarda jurado, nos enseña un carnet indicándonos que es de la seguridad del palacio, no para de ofrecernos cosas, hasta que de sus labios salió la frase que lo delato “el palacio hoy esta cerrado”. Es el clásico timo, habíamos leído en la guía y en los foros y blogs que esto era muy usual, ofreciéndote a cambio otras ofertas, claro que les traen cuenta a ellos. Ojo son muy buenos, como no estés alerta te la cuelan, pero que le vamos a hacer. Esta vez no caímos y seguimos nuestro camino sacamos las entradas y para adentro.

Ya estamos dentro del recinto, y la primera impresión no puede ser mejor, en realidad no se trata solo de un palacio, es en realidad es un conjunto de edificios históricos que durante unos 150 años fueron la residencia real. Su arquitectura, colorido, sus detalles le dejan a uno perplejo ante tanta belleza.

La entrada puede parecer algo cara unos 12 euros al cambio, pero de verdad merece la pena.

Lo primero que suele llamar la atención son unos enormes guerreros llamadas Thotkhirithon, son los guardianes del templo. No se cuantas fotos pude sacar a estas estatuas, desde todo los ángulos.


El templo mas importante dentro del recinto es el Wat Phra Kaew o Templo de Buda de Esmeralda, es el templo más importante de Tailandia, en el se encuentra una pequeña estatua de Buda, maciza de Jade, más bien parece esmeralda por su color verde, de ahí su nombre. Fue trasladado desde Ayutthaya hasta Chiang Mai debido al asedio de los birmanos. El Buda esta cubierto por telas reales las cuales se cambian 3 veces al año, interviniendo el rey en esta labor. Para entrar a este y otros templos hay que entrar descalzos y si os sentáis nunca poner lo pies apuntado hacia el Buda, por eso veréis a la gente sentada con las piernas hacia atrás. En el interior tampoco se pueden sacar fotos, también encontrareis prendas para tapar piernas, hombros…

Otro lugar que me llama mucho la atención es el Si Rattana Chedi. Un chedi es el tipo de construcción que en India o Nepal se llama estupa, por eso también se la llama La Estupa o Chedi Dorado en ella se encuentra una reliquia excepcional, un trozo del esternón de Buda. No se, soy un poco incrédulo con eso de las reliquias, ya que en nuestra religión, la cristiana hay muchos lugares que dicen tener un trozo de la cruz de Cristo, un estudio afirmo que si esto fuera así habría mas de una cruz o bien una cruz de un tamaño enorme por no decir descomunal.

El tiempo pasa rápido en este maravilloso recinto, cada vez hay más gente, menos mal que hemos venido a primera hora, podría estar escribiendo miles de cosas sobre este sitio ya que esta lleno de detalles en todos los lados: en los tejados, en las columnas, en las estatuas… La gente no para de hacerse fotos simulando las posturas de las estatuas, que hacen que soportan los chedis o estupas. Nosotros no somos menos, Ana no tiene problema pero yo, que soy un adoquin, como dice Ana o mejor dicho Leo Harlem, si me doblo me rompo.


Si alguna vais, como consejo es ir en pantalones largos y sin enseñar los hombros, así no tendréis problemas, llevar calcetines hay que descalzarse para entrar e los templos, (yo en India ya pise una deposición de un mono aunque aquí no los hay), ir a primera hora, y sobre todo recordad no esta cerrado, abre todo los días. Eso si los fines de semana algunos sitios dentro del recinto están cerrados.

Tanto Ana como yo estamos muy cansados decidimos y a tomar un tentempié, y seguir con nuestra siguiente visita. Ya estamos en la calle, hay muchísimo movimiento, también es normal estamos en la mayor atracción turística de Bangkok. En la esquina de enfrente vemos lo que parece un bar, nos dirigimos a el, sorteamos los tuck tuck como podemos, entramos y nos sentamos en una mesa, al rato viene un camarero nos dice que tiene para comer, con ayuda de un folleto. Ana en cuanto ve que en el folleto había Pad Thaí no lo dudo, un Pad Thaí para ella, y un trozo de tarta de chocolate para mi, con un par de coca colas. Ana me dice pero pide algo para comer, la verdad que no tenia mucha hambre creo que con el trozo de tarta me vale. Debe de ser, bueno no, es uno de los platos preferidos de Ana, el Pad Thai, para quien no lo sepa es un salteado en wok de fideos de arroz, con huevos y pimientos con salsa de pescado y tamarindo, que se puede combinar con muchas cosas, brotes de soja, pollo, gambas, tofu…

Continuamos nuestro visita, ahora nos toca ir al Wat Pho, esta casi pegado al palacio real, por el camino nos vuelven a decir que el palacio real esta cerrado, no me puedo aguantar y como respuesta les enseño la entrada, señalándoles la fecha de hoy.


Sacamos la entrada, y para adentro, nada más entrar en el templo te das de frente con la pequeña cabeza de Buda, digo pequeña por que tiene unos quince metros de alto. El Wat Pho en cuyo interior se encuentra una imagen de un Buda reclinado, la imagen es de unas dimensiones impresionantes mide unos 46 metros de longitud por unos 15 de alto. Le comento a Ana que habrán hecho poner primero la imagen y luego han hecho el templo. El Buda esta hecho de ladrillo y madera todo ello recubierto de pan de oro a excepción de sus ojos y pies que son de madreperia (nácar). Para entrar al templo hay que descalzarse, y solo hay un estrecho pasillo que recorre toda la imagen, donde hay que ingeniárselas para poder encuadrar el Buda en una imagen. Recorremos el pasillo sin prisa y al llegar a los pies vemos que estos en su planta tienen talladas las 108 formas en que se puede representar a Buda. Tras estar sacando varias fotos al final consigo o creo conseguir alguna foto que entre la imagen entera.


En realidad no solo es el Palacio del Buda reclinado, sino que como en el Palacio Real se trata de un complejo de 8 hectáreas, este recinto posee dos records el tener el Buda reclinado más grande de toda Tailandia, y ser el complejo que más estatuas tiene de Buda también en Tailandia unas 1000. El Buda no es que este descansando como alguno puede pensar, si no que esta en el nirvana, en estado de trance


En la parte trasera del templo veremos 108 recipientes y en una mesa cercana encontraremos urnas con monedas. Representa la tradición budista de repartir limosna. Si queremos realizarla, podemos dejar una lismona y coger una de las urnas e ir echando las monedas en los distintos cuencos

Otra parte también muy bonita de este Wat es su patio interior, donde se encuentran unos chedis o estupas preciosamente decoradas con azulejos y cerámica. Hay mas de 91 chedis en el templo del Wat Pho donde los 4 mas grandes, están dedicados a 4 reyes estos se encuentran junto al templo del Buda reclinado. Todas las puertas del patio que no se cuantas son, pero bastantes están custodiadas por unas estatuas muy grandes de piedra, originarias de China. Todas son diferentes, por lo que aconsejo darse una vuelta por este maravilloso patio exterior.


Continuamos paseando, aunque hay bastantes visitantes, no es el agobio de la gran ciudad, pero siempre queda el algún pequeño rincón donde se respira paz y sosiego. Es una maravilla, no se cual de los templos me ha gustado más, pero como digo siempre las comparaciones son odiosas, aunque son muy parecidos, siempre hay algo que los hace diferentes.


Miramos el reloj, no es muy tarde, Ana me comenta que nos da tiempo a visitar otro templo, la miro con ojo incrédulos y pienso ¿pero no se cansa?. Vale la respondo pero primero descansamos un poquito, tengo los pies en llamas. Mientras parece que ella no siente dolor por el cansancio, tiene que estar muy mal para decir no a algo, y eso es de agradecer.


Nos dirigimos a la orilla del rio Chao Praya, (el rio más largo e importante de Tailandia) ayudados de un plano vamos hacia un embarcadero, un olor muy potente y a veces algo desagradable nos acompaña, no es otra cosa que pescado seco, en toda la orilla se suceden los puestos de venta de este tipo de pescado. Cogemos el barco y pasamos a la otra orilla. Sabemos que una de las visitas obligadas de Bangkok es un paseo en barco por el Chao Praya, pero lo dejaremos para otro día. Desde la cubierta de barco vamos admirando nuestra próxima visita el Wat Arun, en realidad es pasar de una orilla a otra utilizando Chau Phraya Express, de este autobús fluvial ya hablare mas adelante.

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Ya estamos en el Wat Arun o Templo del Amanecer, lo mas llamativo de este templo es su esbelta torre Prang la cual ya la divisábamos desde el Palacio Real y el Wat Pho. Una vez dentro como todos los visitantes lo primero es subir las empinadísimas escaleras hacia lo alto del Prang, desde el tendremos una magnifica vista sobre el rio Chao Phraya y la gigantesca Bangkok.
Como me imagina, lo complicado no ha sido subir, sino lo que tiene tela es bajar, sobre todo dar el primer paso, una vez dado este uno ya coge la postura de bajada y poco a poco baja, un traspié y no paras, por otra parte aconsejo no llevar faldas. La decoración del templo se realiza mediante el uso de conchas marinas y de trozos de porcelana que habían servido anteriormente como lastre para los barcos que viajaban a Bangkok desde China.


El templo como los demás templos, tiene rincones realmente bellos por lo que Ana y yo le recorremos entero. Bueno ya se puede decir que hemos visto la zona más importante de Bangkok y nos ha salido muy bien ya que hicimos las tres visita en el mismo día, sin prisa y sin agobios, teníamos nuestra dudas de que nos daría tiempo en un solo día, pero he de decir que como dicen las guías, foros, blogs… da tiempo de sobra.

Volvemos al rio, nos damos cuenta que es una arteria de la ciudad, para el transporte tanto de personas como de mercancías, ya en la orilla de este, se nos acerca una señora para ofrecernos un paseo, con las barcas típicas que surcan el rio, Ana me comenta que el precio es algo caro, que había visto por algún lado que se podía conseguir más barato, intentamos regatear, pero solo conseguimos bajar un poco el precio.

Monta la digo, que más da, además no lo tenemos que compartir. El barca en cuestión es súper larga, nosotros montamos sobre el medio, detrás nuestro esta el chofer, timonel… en fin como lo queráis llamar. El señor va sentado, junto al motor, del cual sale un eje, también con una largura considerable, en uno de los extremos el señor empuña la barra, donde se encuentra el acelerador y en el otro la hélice.


El señor acelera, y el motor empieza a rugir, como si fuera una moto de carreras, la barca en su parte delantera se alza como si fuéramos a despegar, nos agarramos a los laterales de la barca, el señor sentado sobre su caja de madera como si nada. De vez en cuando la barca coge una pequeña ola formada por el paso de otros barcos, la barca da un pequeño salto, cuando cae suena como cuando se rompe una tabla, al principio he de decir que pase un poco de miedo, pero luego ya me había acostumbrado a los botes que daba la barca y estaba deseando que pasara un barco cuanto más grande mejor, ya que así mas altas eran las ondas que formaba y más saltaba la barca.


El señor deja por un rato el rio y nos conduce por los canales, llamados klongs. Estos canales servían antiguamente como transporte de personas y mercancías. Hay un montón de casas, que dan al canal, y al día de hoy todavía se puede ver como los comerciantes venden sus productos en barca.


Es una de la visitas que no se puede perder si se va a Bangkok, aunque todo esto esta mas enfocado al turismo. Al poco de navegar por los klongs aparece un señor en una barca de remos, nuestro barquero aminora la velocidad y el señor me ofrece una fruta, la verdad es que no se lo que es, ni como se come, el pela el fruto, me dice que habrá la boca, le digo que no que me lo de en la mano, el insiste, pues nada abro la boca y el me da el fruto, el cual esta exquisito. Nos intenta vender algo, pero la verdad no queremos ni nos interesa nada, así que le doy una propina.


El barquero vuelve al Chao Phraya, esta vez aún cogemos mas velocidad, parece que fueramos en una lancha de carreras, en un momento ya estamos en la orilla de la que habíamos partido.

Volvemos hacia el Palacio Real, delante de este hay una gran pradería donde la gente descansa, nosotros hacemos lo mismo, compramos un refrigerio y asentarnos en el prao como dicen en mi región, admirando el fantástico atardecer.

Le digo a Ana hay que recogerse para ver si conseguimos hablar con la chica de las excursiones. Fuimos al hotel y menos mal, la chica aun no se había ido. La comentamos a los dos sitios que queríamos ir que serian el mercado flotante de Dommoen Saduak y a Ayutthaya. Nos enseña las dos excursiones que tiene, nos parecieron muy caras para lo que eran.

No nos gusta ir con excursiones organizadas, aunque sean de un día, preferimos hacerlo por nuestra cuenta, aunque eso signifique perderse, liarse, incluso hasta a veces salirnos más caro. Pero siempre sale alguna anécdota, que normalmente es la que recordamos más gratamente.

Bueno comentemos entre los dos, lo de Ayutthaya lo intentamos por nuestra cuenta, pero para el mercado flotante no nos queda más remedio ya que hacerlo utilizando en el transporte publico es bastante complicado, tendríamos que hacer varios cambios de autobús. Decidimos comprar la excursión al mercado flotante para el día siguiente, la chica nos dice que a las seis de la mañana debemos de estar en la puerta del hotel. Jo casi nos va mal, apunto estuvimos de anularlo lo madrugar no lo llevamos nada bien.

Bueno como tenemos que madrugar, salimos a comer algo por los alrededores del hotel unas cervecitas, aprovechando para ir al 7 Eleven para comprar algo para desayunar ya que a la hora que nos tenemos que levantar el hotel no nos dara de desayunar, y a dormir.

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