TRES FANTÁSTICAS SEMANAS EN NUEVA ZELANDA Y AUSTRALIA ✏️ Blogs de Oceania

Esta es una deuda que tengo pendiente con losviajeros.com: hace años que viajo por todo el mundo y buena parte de la información previa que busco y encuentro la consigo aquí, y siempre resulta utilísima; así que va siendo hora de que aporte algo a la comunidad en forma de breve diario. Este año nos decidimos Ángeles, Lupe y un servidor, Fernando (Nito para los amigos y conocidos) a hacer un viaje que yo ya había realizado hace cuatro años con mi mejor amigo, y que me había gustado tanto que les había prometido a ellas que algún día repetiría sólo por el placer de enseñarle esos lugares de nuestras antípodas que tanta (y excelente) impresión me habían causado: Nueva Zelanda.

Aprovechando el largo periplo, pues para un español no hay un lugar más lejano que la Tierra Media que nos enseñó Peter jackson en 'El señor de los Anillos', había que preparar no sólo el recorrido por NZ sino alguna parada más; y elegimos, no podía ser de otra manera, hacer una escala en algún momento en Sidney y, aprovechando los stopovers que ofrecen algunas compañías aéreas, algún lugar más de Asia. Después de estudiarlo detenidamente, sobre todo consultando este maravilloso foro, nos decidimos por un vuelo La Coruña - Madrid - Hong Kong - Auckland a la ida; e idéntico a la vuelta sólo que saliendo de Sidney con la compañía Cathay Pacific. Uno de los detalles que nos llevó a elegir este vuelo es que al ser de One World esta compañía hongkonesa nos permitió reservar todos los enlaces incluyendo el Iberia de Coruña a Madrid, lo que suponía que nuestras maletas irían directamente desde casa hasta Auckland, y lo mismo a la vuelta. Nos costó 1.095 € por cabeza; sí, un poco más que lo que nos costaba el vuelo con, por ejemplo, Qatar Airways, pero el detalle de las maletas y el hecho de que nos apetecía mucho la parada en Hong Kong nos llevó a elegir esta opción. Además, Cathay está muy bien valorada en las listas de mejores aerolíneas del mundo, así que... ¡decidido!

Una vez reservado el vuelo digamos 'principal' buscamos opciones para ir desde NZ hasta Sidney, para pasar allí tres días recorriendo la espectacular capital de Nueva Gales del Sur. Nos decantamos por un vuelo muy barato de China Airlines que nos costó aproximadamente 108 € a cada uno entre Christchurch y Sidney y que, como comentaré en su etapa, resultó fantástico. Reservados todos los vuelos empezamos a buscar ya los alojamientos y para eso, como todos los viajes que hacemos últimamente, escogimos booking.com, que es nuestra central de reservas de cabecera.

Salimos el martes 7 de marzo de 2017 de Coruña muy temprano; una horita hasta Madrid, un café en Barajas y a las 11:30 vuelo de 13 horas y media hasta Hong Kong. La mala suerte hizo que hubiera huelga de controladores aéreos, lo que nos retuvo una hora más en el avión antes de que buscasen una ruta alternativa; pero no importó mucho: una vez en el aire, el vuelo fue placentero, muy bien atendido por el personal y con buen sistema de entretenimiento a bordo. Al subir te dan una hoja con el menú que nos van a ofrecer: dos comidas más snacks y bebidas en todo momento, y noddles a disposición del pasaje también en todo instante. Todo fue muy bien y, aunque cansados, llegamos casi a la hora prevista a Hong Kong, las 7:30 de la mañana del día siguiente, hora local.




En Hong Kong no hace falta visado para un español, sólo pasar aduana como en todos los sitios; allí te dan una tarjetita que tienes que conservar en todo momento hasta que salgas de nuevo del país y parece todo el cuidado que hay que tener. Todo rápido y sencillo. Como las maletas reposaban tranquilamente en la panza de otro avión esperando partir hacia NZ y teníamos unas 14 horas hasta el siguiente vuelo, lo primero que hicimos fue adquirir unas Octopus Card que nos iban a permitir varias cosas: pagar todo el transporte que íbamos a necesitar, y comprar en sitios como Starbucks, 7Eleven o algunos restaurantes de comida rápida que podían venirnos muy bien. Creo que gastamos unos 350 HKD cada uno en las tarjetas, unos 43 € y nos llegó para casi todo. El transporte es HK es bastante barato, la verdad, sobre todo el metro y los ferrys. También cambiamos unos 100 € en dólares por si acaso; aunque en el tema del cambio de moneda ya añadiré algo en el último capítulo, el de las conclusiones.

Subimos al Airport Express que nos dejó en la estación Central en 24 minutos y desde allí directamente, y tras un breve paseo bajo la lluvia con la boca abierta observando los enormes rascacielos de la isla de Hong Kong fuimos al Peak Tram para coger el funicular que nos llevaría a Victoria's Peak: ya dicen que si sólo haces una cosa aquí, tiene que ser esta. Y es la pura verdad: por muchas fotos que veas, la panorámica desde el tranvía y desde la cima del Victoria es abrumadora. Además hay un centro comercial donde tomar un café con las mejores vistas del mundo, así que la visita es obligada. Aquí van algunas fotos:






La visita fue tan estupenda como esperábamos. La tarde la dedicamos a callejear por Ladies Market tras coger el Star Ferry entre Hong Kong Island y Kowloon: por cierto, dudo que haya algo tan espectacular y tan barato en todo el mundo como este ferry, ya que nos costó unos 30 céntimos de euros el billete, pagado con Octopus; y las vistas durante la travesía quitan el hipo, si lo tienes. El market no deja de ser un mercadillo enoooooooorme al lado de la estación de Mong Kok donde conseguir, eso sí, souvenirs de todo tipo a buen precio...


Y ya no había tiempo de mucho más, así que nos dirigimos a la estación de Kowloon para coger de nuevo el Airport Express y embarcar en el siguiente vuelo. Nos esperaban 9 horas y media hasta nuestro primer gran destino en Nueva Zelanda: Auckland...

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Lo dicho, tras más de nueve horas de un vuelo cómodo (dentro de lo que cabe) llegamos a la ciudad más grande, que no la capital, de Nueva Zelanda: Auckland. Pasamos los pertinentes controles de aduanas, de bioseguridad (son algo quisquillosos con lo de no introducir en el país ningún tipo de alimento, medicinas, semillas, animales o cualquier cosa bio, pero no fueron molestos en ningún momento. Para nada) y compramos unos billetes de autobús hacia el centro (18 NZD cada uno, unos 12 €), además de cambiar algo de moneda. Error grave, según comentaré más adelante. Nuestra intención era recuperarnos un par de noches del largo viaje, descansar un poco y echarle un vistazo a la única gran ciudad del país, sin muchas pretensiones. Tuvimos la mala suerte de que no nos acompañó para nada el clima pero, aún así, pudimos disfrutar de nuestra estancia aquí.

Nos alojamos en el Waldorf Celestion Apartaments, perfectamente ubicado a 5 minutos de Queen St., Quay St. y la parada de bus de Customs St. en la que para el autobús del aeropuerto. También había un supermercado Countdown de 24 horas muy cerca, que resultó muy útil. 319 €, dos noches, tres personas. Desde allí nos acercamos sin problemas, bajo la lluvia eso sí, a la Sky Tower para ver unas impresionantes panorámicas de la ciudad, y de las islas que la rodean (nos costó 29 NZD, unos 18,50 € a cada uno); a las tiendas de Queen St. y High St y al moderno puerto; nos dimos un garbeo por Victoria Park y el market que está al sur (un tanto desangelado, la verdad) y poco más, pues como ya quedó dicho el cansancio y el inevitable jet lag hicieron mella en los tres. Aún así, nos gustó la visita:










Una vez recuperados (levemente) del cansancio, el sábado día 11 recogimos el coche que previamente habíamos alquilado directamente en EziCars, una compañía local. Debo decir que todo salió muy bien, aunque tenía ciertas reservas (hasta ahora siempre había reservado coche a través de Autoeurope). Nos dieron un Toyota Rav4 amplio, cómodo y casi nuevo que nos vino estupendamente para el largo itinerario que habíamos previsto; y lo bueno, y que en realidad hizo que finalmente reservase con esta compañía es que incluía el ferry Interislander que nos llevaría a la isla sur un par de días más tarde, con lo que el precio final de la reserva nos pareció más que competitivo: 887 €, todo incluído (seguro sólo a terceros, eso sí).

Y una vez subidos al carro, como suele decirse, ¡rumbo al sur!

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El sábado día 11 nos pusimos en marcha rumbo hacia el sur con la intención de pasar por Rotorua y llegar a dormir al lago Taupo. Realmente nuestra idea en la isla norte era principalmente habituarnos al horario, en primer lugar (son 12 horas de diferencia con España...) e irnos preparando para descubrir la isla sur, nuestro verdadero objetivo; y aunque el clima nos estaba estropeando un poco este primer contacto con Aotearoa no nos impidió disfrutar del paisaje que íbamos contemplando. Menciono lo del paisaje porque realmente las ciudades y poblaciones de esta isla no son lo mejor de Nueva Zelanda: en general son cuadrículas diseñadas en un plano y con la misma disposición: zona comercial en el centro de esa cuadrícula, una zona adyacente con locales para comer y otros servicios, y la parte residencial en las afueras de cada pueblo. Sigue más o menos el mismo patrón que en Estados Unidos, por compararlo con algo que ya conocíamos. Algunas tienen su encanto, por supuesto, pero lo más interesante es el camino en sí: bordear lagos, montañas, costas... recorrer las interminables tracks, observar la fauna y la flora... ¡y esos espacios vacíos! A veces nos resultaba increíble no encontrar nada, ni a nadie en kilómetros y kilómetros de ruta... Pero ya llegaremos a eso. De momento, llegamos a Rotorua y por allí nos dimos un breve paseo por el borde del lago, repusimos algunas fuerzas y llenamos el coche de gasolina por primera vez (73,30 NZD, 49,30 € pagados con tarjeta). Es muy fácil repostar por aquí, por cierto: aparcas al lado del surtidor, casi siempre te sirves tú mismo (en un par de gasolineras BP había un operario que lo hacía) y pagas en caja. Si encima tienes una tarjeta contactless no tardas ni 10 segundos. Todo muy fácil. Eso sí, sobre todo en la isla sur hay que ir con algo de ojo: hay zonas en las que las estaciones de servicio están cada 150 kilómetros o así. Nosotros vimos algunas señales que lo indicaban ('WARNING: next station: 150 km'), pero por si acaso la precaución dice que hay que ir con el depósito lleno siempre que se pueda.


Aquí van algunas fotos de Rotorua, e incluyo unas simpáticas de nuestra parada en Matamata, que es la antesala de Hobbiton (aunque no nos acercamos hasta allí):





Lo propio hubiera sido, ya que estábamos allí, parar en Te Puia o en Wai-O-Tapu para observar las piscinas termales y las áreas volcánicas que hacen famosa a esta zona; pero no lo teníamos previsto así que continuamos camino hacia el Lago Taupo. Hoy me arrepiento un poco, pero... no podíamos visitarlo todo. Camino de Taupo paramos en la Huka Falls para disparar la cámara unas cuantas veces (un pelín decepcionantes, si soy sincero) y, ya anocheciendo, llegamos a nuestro destino, el Lakeland Resort Taupo. Buen motel, incluye desayuno: está al borde del lago (sin vistas), y nos costó 219 NZD - 144 € más o menos:





Como el mal tiempo continuaba nos retiramos pronto a descansar. Al día siguiente tocaba ponerse rumbo a la capital: Wellington. Nos esperaban 358 kilómetros y 4 horas y media de viaje.

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