Cuba del 2 al 21 de octubre 2017 ✏️ Blogs de Cuba

Día 12 nos levantamos preparamos las maletas y desayunamos pues a las 08,30 h. nos recoge en Camagüey nuestro amigo y taxista del año pasado Yuniel que nos va a llevar a Cienfuegos, realizando una parada en el centro de Ciego de Ávila es un desplazamiento de unos 330 km. aproximadamente, este año repetimos Cienfuegos en el cual estuvimos el año pasado de pasada unas tres horas y nos quedó por diversos motivos la espinita de hacer la subida al Nicho, la casa que nos contrató nuestro guía de la Habana, una casa colonial de altos techos y muy bonita cuyo nombre es casa Martha Peña, se encuentra en la calle 39 paralela al Paseo del prado entre las calles Santa Elena y Santa Cruz a una cuadra de la calle San Carlos la cual cruzando el Paseo del Prado a cuatro cuadras se encuentra la Plaza de José Martí centro neurálgico de Cienfuegos.
Después de hacer parada en Ciego de Ávila continuamos hacia Cienfuegos y cuando se acercaba la hora de comer le dejamos a Yuniel que decidiera él donde comer, paró en un paladar al lado de la carretera en donde comimos estupendamente por 230 CUP los tres, y sobre las tres de la tarde llegamos a la casa.
Nos recibió Martha que así se llama la dueña de la casa, es una mujer viuda, con mucha jovialidad y humor, muy atenta y cercana, tal y como habíamos hablado por correo electrónico ella llamó a uno de los taxistas que tiene de confianza para negociar la excursión al Nicho, al Castillo de Jagua y a la playa Rancho Luna, en unos 15 minutos se presentó Rafael, yo ya sabía por los foros que esa excursión al Nicho solo rondaba los 40 o50 CUC, llegamos a un acuerdo en 60 CUC pero al castillo de Jagua nos llevaría por la margen contraria de su situación en la bahía, ahí en un lugar llamado Pasacaballo hay una patana o embarcación que te transporta al otro lado de la bahía, así quedamos con Rafael de hacer al día siguiente esta excursión, nosotros salíamos en esos momentos a recorrer el Paseo del Prado hasta Punta Gorda y Rafael se ofreció a llevarnos hasta allí ya que iba en esa dirección y así solo haríamos el regreso paseando, ya que son algo más de 3 km.
Cuando regresamos a casa estábamos cansados ya que aparte del paseo del prado estuvimos también en la zona del Parque José Martí, nos duchamos y antes de salir a cenar le preguntamos a Martha por un lugar recomendable para cenar, nos recomendó el paladar Aché recomendado también en los foros y en tripadvisor, como estábamos tan cansados y el paladar nos quedaba a 10 cuadras de la casa decidimos alquilar una bici taxi que por 4 CUC nos llevó y después nos fue a buscar, la verdad es que es un lugar maravilloso, la relación calidad precio perfecta tienes platos desde 5 a 20 CUC aproximadamente una atención perfecta y una gran tranquilidad se respiraba en aquel lugar de hecho nos quedamos un rato después de cenar tomando un gin tonic de lo a gusto que se estaba, pagamos 33 CUC incluidas las copas. Naturalmente cuando llegamos a casa caímos rendidos.


Día 13 nos levantamos y desayunamos a las 08,30 h. nos recogió Rafael para llevarnos al Nicho, se encuentra a 55 km. Aproximadamente de Cienfuegos, se tarda algo más de una hora debido al estado de las carreteras y las pendientes, se divide en dos zonas la primera es en la que te llevan con guía y te van explicando toda la flora, fauna y formación de las cascadas, en la parte alta está la cascada que tiene una poza en la que te permiten bañarte estando sobre 45 minutos en ella, es un recorrido circular el cual a pesar de tener algunas subidas y escaleras es relativamente fácil de hacer, atendiendo las explicaciones del guía y parando lo que se necesite ya que no te meten prisa puedes estar sobre dos horas disfrutando de esa maravilla, cuando sales del primer recorrido cruzas la carretera y te llevan hacia el segundo recorrido que se hace sin guía, que aun que no es tan bonito, vale la pena realizar siendo más o menos un km. Ida y vuelta también con varias cascadas y pozas para bañarte, aquí te permiten quedarte todo el tiempo que quieras, nosotros después de habernos bañado en el recorrido anterior no nos apetecía volver a bañarnos por lo tanto hicimos el recorrido quitando fotos y regresamos a buscar a Rafael que nos estaba esperando en el parqueo de los taxis, salimos de allí después de 3 horas aproximadamente y pusimos rumbo a Pasacaballo y la playa Rancho Luna, como era ya la hora de comer yo recordaba que el año pasado para ir de Cienfuegos a Trinidad íbamos por esa misma carretera y le pregunto a Rafael si en esa carretera había un paladar en el campo donde preparaban el chivo al estilo criollo y me dice que sí, entonces le pedimos parar en él a comer(circunstancias de la vida quien nos lo iba a decir que después de un año menos un día íbamos a estar en el mismo paladar comiendo otra vez) después de comer nos fuimos hacia Pasacaballo, cuando llegamos no estaba la patana para cruzar al Castillo de Jagua, se veía bien desde el embarcadero y le sacamos unas fotos lo hablamos mi señora y yo y decidimos no esperar, ya que el castillo realmente es bastante pequeño después de haber visitado los de la Habana y Santiago de Cuba y de allí nos fuimos a la playa Rancho Luna, es una playa bastante grande que utilizan los cubanos de Cienfuegos nos comenta Rafael que en pleno verano se pone a reventar, la playa está bastante bien a excepción que aunque me duele decirlo el cubano en la playa es un guarro, dejan los vasos botellas, latas de cerveza etc. todo tirado donde se encuen-tran, el agua estaba clarita y de vicio, después de unas 2 horas nos fuimos a buscar a Rafael para que nos llevara a casa, llegamos sobres las seis y media, ducha refrescante y antes de salir a cenar estuvimos un buen rato disertando y cambiando impresiones con Martha, esa noche al incorporarnos al Paseo de Prado nos ofertan allí mismo un lugar para cenar que se encuentra en una terraza a la altura de un segundo piso, como no teníamos ganas de andar aceptamos la propuesta ( mala elección en esta ocasión) aunque no fue caro la cena no nos gustó demasiado creo recordar que se llamaba restaurante el Mirador, terminamos y nos fuimos a descansar que al día siguiente Yuniel nos recogía a las 08,30 h. para trasladarnos a Varadero.

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Día 14 nos levantamos preparamos las maletas y desayunamos en el patio interior al aire libre enfrente mismo de la habitación era una pasada lo bien que se estaba allí, a las 08,30 h. salimos con Yuniel visitando playa Girón para ver el museo de la Intervención donde se narran los sucesos ocurridos en la invasión de Bahía de Cochinos en abril de 1961, hay tanques aviones diversas armas militares pero estaba cerrado solo vimos lo que estaba al aire libre, a mitad de camino al margen derecho de la carretera, entre Playa Girón y Playa Larga se encuentra la cueva de los peces, una laguna para bañarse al aire libre muy bonita que dicen que tiene sobre 70 metros de profundidad y un montón de peces, enfrente al otro lado de la carretera se encuentra la costa con unas zonas de baño y para hacer snorkel impresionantes de hecho hay una caseta para contratar tanto buceo con tubo como con botellas, después de estar un rato contemplando aquella maravilla seguimos hacia playa larga, hicimos una parada corta en Playa Larga para conectarnos a internet y tomar unas fotos antes de seguir hacia el criadero de cocodrilos de Guamá, me parece un poco cara la entrada pero una vez de estar allí también es una pena no entrar, hay un montón de cocodrilos desde 15 cm. Hasta 4 m. de longitud, impresionan, allí al terminar la visita probamos la carne de cocodrilo, la verdad no está mal, nos gusto, tiene un sabor y textura parecido al pollo aunque creo que un poco más compacta, como habíamos comido la carne de cocodrilo decidimos parar media hora mas tarde a comer unos sándwich de jamón y queso en una gasolinera en la que Yuniel acostumbraba a parar, por 6 CUC tres sándwich dos cervezas bucanero y un refresco, continuamos después de descansar un rato hacia Varadero llegando sobre las tres y media la casa que estaba en la Avda. Primera con la 53, casa de la señora Damáris, nos instalamos y mientras mi señora se quedó a descansar, yo tuve mi primer contacto con la playa de Varadero, ese día estaba un poco ventosa y no reflejaba la típica playa de postal pero el agua estaba estupenda, regresé a la casa a ducharme y recoger a mi señora para ir a cenar, a un lugar recomendado por la dueña de la casa, llamado paladar El Caney, que se encuentra en la esquina de la calle 40 con la primera avenida ( acierto pleno) buena relación calidad precio y lo más importante la atención hacia el cliente, de hecho fue el lugar escogido para el resto de nuestra estancia en Varadero para comer y cenar, regreso dando un paseo hasta casa y a descansar.


Día 15 este día después de desayunar en la casa, lo dedicamos a desplazarnos por toda la península de Varadero (22 KM.) bajando y subiendo en los lugares que nos apetecían, en el bus turístico por un precio de 5 CUC persona, hasta las tres de la tarde que paramos en El Caney a comer, paseo hasta casa a descansar un rato y a las cinco de la tarde para la playa, en la cual ese día ni hacía viento y se estaba de vicio, vuelta a casa ducha y a cenar, después a descansar que al día siguiente teníamos una excursión contratada.

Día 16 después de desayunar a las 08,30 h. nos recogió Alex el taxista que contratamos para que nos llevara a ver las cuevas de Bellamar en las afueras de Matanzas, por cierto muy recomendables a continuación nos llevó al centro de matanzas para conocer un poco la ciudad, su plaza su catedral el boulevard etc. Cuando nos cansamos de estar en Matanzas nos desplazamos al mirador de Bacunayagua en la división entre las provincias de Matanzas y La Habana se encuentra el puente más alto de Cuba con unos 104 metros de altura, creo recordar, vuelta a Varadero llegando sobre las tres de la tarde al paladar El Caney para comer después nos retiramos a descansar con la idea de ir un rato a la playa pero estábamos tan cansados que cuando despertamos ya eran las seis y media de la tarde, ya empezaba a anochecer por lo tanto tomamos la decisión de, sin prisas y parando a degustar una bucanero acercarnos hacia el paladar a cenar, regreso y a descansar, que mañana queríamos aprovechar el día con un par de horas a primera hora en la playa y otro par de horas por la tarde ya que era el último día en Varadero.


Día 17 desayunamos sin prisa sobre las nueve de la mañana y nos fuimos a la playa sobre las diez y media, allí estuvimos hasta las doce y media que nos pusimos a caminar por la playa hasta llegar a la altura de la calle 40 para ir a comer, después regresamos para casa a echar una siesta y cuando el sol ya no pegaba tanto otra vez a la playa un par de horas, regreso a casa a ducharse y salida para cenar a continuación a descansar.

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Día 18 desayunamos y fuimos a la playa antes de prepararnos para ir a la terminal del Viazul ya que el desplazamiento entre Varadero y La Habana lo haríamos en bus, teníamos que estar en la terminal a la una de la tarde, el bus salía a las dos, regresamos de la playa nos duchamos recogi-mos las cosas y me fui a la primera avenida a contratar un taxi que nos acercara a la terminal que estaba en la 36, allí en la terminal comimos unos bocatas esperando la salida del autocar, que salió puntual, la idea era al llegar a la terminal de la Habana coger un taxi hasta casa de Carlay y Tamara, pero el autocar hizo una parada en la zona de la Habana Vieja y otra en el costado de la universidad, escasamente a 60 metros de nuestra casa y allí que bajamos del autocar, sobre las cinco de la tarde, nos instalamos de nuevo en la casa y como no había ron Carlay y yo nos desplazamos a comprarlo y aprovechamos para comprar fruta en los mercados que compran ellos cuando regresamos nos largamos unos ronsitos esperando que dieran las ocho aproximadamente, hora en la que había quedado nuestro guía Alberto de venir a buscarnos ya que había quedado encargado de reservarnos una mesa para siete personas, pues nosotros queríamos invitarlos a cenar, Alberto reservó en el paladar Locos por Cuba que está en la calle San Lázaro, en el cual nosotros habíamos comido el año pasado allí y tiene una relación calidad precio muy buena, terminada la cena nos retiramos a la casa a rematar la noche con otros ronsitos y a descansar.


Día 19 este día lo dedicamos a estar con nuestro amigo Alberto para recorrer varios lugares de la Habana que nos habían quedado pendientes el año pasado, nos desplazamos en almendrones igual que el año pasado( yo disfruto como un enano desplazándome en esos coches a parte de no ser caro) visitamos el cementerio Colón, el parque dedicado a John Lenon y su efigie sentado en un banco, después nos fuimos al barrio chino en el cual comimos en uno de los paladares que allí había que se llamaba creo recordar La Luna de Oro, totalmente recomendable, por precio, calidad, abundancia y atención, de hecho nos sobró mucha comida que nos la metieron en un envase y se la llevó después Alberto para casa, terminamos la tarde en los famosos almacenes San José en los cuales compramos unos pequeños regalos, no sin antes regatear mucho, allí nos despedimos de Alberto hasta la noche que nos venía a buscar, desde allí, sí que cogimos un taxi, porque los almendrones no pasan por esa ruta y nos llevó para casa en donde cenamos y compartimos con nuestros anfitriones, antes de que Alberto llegara a las ocho y media más menos, con un taxi que nos había contratado para llevarnos y traernos al Cabaret Tropicana, regresando sobre la una y media de la madrugada a la casa.

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