Unas vacaciones en Malta ✏️ Blogs de Malta

Nuestro destino vacacional de este año ha sido Malta. Ya antes de que comenzara el verano, teníamos decidido ir a este pequeño país. Debido a mi trabajo, no me sale rentable coger vacaciones para disfrutar del sol y la playa en Julio y Agosto, por lo que tengo que hacerlo en Septiembre. En años anteriores hemos aprovechado para ir a las Islas Canarias, ya que pese a ser Septiembre, el buen tiempo está casi garantizado. En esta ocasión, decidimos innovar un poco.

Comenzaré diciendo que viajamos en Vueling, y sus horarios son bastante malos. Salimos de Barajas a la 01:00 de la mañana, por lo que al llegar a Malta ya habíamos perdido la cena de esa noche, y parte de la estancia, ya que cuando nos metimos a dormir eran las 04:00. Sobre el traslado del aeropuerto de Malta a nuestro hotel en Qawra, lo hicimos con la compañía Malta Transfer. Lo habíamos contratado anteriormente vía e-mail a través de la dirección sales@maltatransfer.com donde hablamos con Joe Pisani, un tipo que nos puso las cosas muy fáciles, y nos sirvió de mucha ayuda.

El hotel lo habíamos reservado en la localidad de Qawra, en el noreste de la isla de Malta. Es una zona puramente turística, que está enlazada con otra localidad, Buggiba. Qawra quizá es más tranquila, y Buggiba con más zonas comerciales, bares, restaurantes y pubs. Antes de nada, decir que no conviene fiarse mucho de Internet, ya que nosotros nos asustamos un poco al ver que buscando Qawra en internet, aparece un opinión de un usuario en una web donde la califica como uno de los peores destinos, por ser un paraíso de ladrillo y tal. Qawra es lo que es. Una zona turística, para tomar el sol, pasar unos días de descanso, y tomar unas copas, cenar, o comprar unos souvenirs tranquilamente. Diría que el ambiente es el que te puedes encontrar en sitios como Salou, Benidorm... Nuestro hotel era el Santana Hotel, un hotel de 4 estrellas con el que quedamos conformes.

Básicamente los dos primeros días de nuestra estancia en Malta nos movimos entre Qawra y Buggiba. El primer día fuimos a bañarnos a una zona un poco adecentada para el baño, pero todo sobre cemento, aunque también algunas rocas. Ahí había lanchas e hinchables para alquilar. Hay que destacar que en Malta las playas de arena brillan por su ausencia. El segundo día sin embargo, si que encontramos, en Qawra junto al Casino, una playa de semi-arena, donde tomamos el sol tranquilamente. En este caso, estaba peor para bañarte, porque donde estuvimos el primer día si podías ir entrando progresivamente al agua, mientras que en este otro sitio, entrabas directamente mediante una escalerilla, al estilo de una piscina. El agua, muy clara, pero nada que ver aún con lo que veríamos en la isla de Comino.

Las tardes en Qawra y Buggiba se nos pasaron entre paseos, y tomar algo en los bares y heladerías de la zona. Resaltar que el Hotel Santana estaba muy cerca de la estación de autobuses de Qawra y Buggiba. Los buses en Malta son muy característicos (podéis verlos en la foto superior), decorados en naranja, amarillo y blanco, y son una herencia de los británicos. Otra es el conducir por la izquierda, razón por la que decidimos no alquilar coche.

Así fueron nuestros primeros dos días en Malta, y parte del tercero, antes de salir, a eso de las 12:30 - 13:00 hacia la capital de Malta, La Valleta, el 21 de Septiembre, día de la Independencia.

👉 Ver Etapa: 1. Qawra y Buggiba ⏫ Volver arriba Compartir:

El tercer día de nuestra estancia en Malta, más concretamente, el martes, fuimos a la capital de Malta, La Valeta, o como ellos la llaman, Il-Belt Valleta. Justamente coincidió que era 21 de Septiembre, y ese día, pero de 1964, es el día en el que Malta consiguió la Independencia de Inglaterra.

Llegamos a La Valeta alrededor de las 14:00. Fuimos en autobús, en uno de los típicos malteses, que van como locos, y que sumado a su conducción por la izquierda, le da al viaje un aire diferente. El autobús nos dejó en la estación, justo a la entrada de la ciudad. Lo primero que vimos, además de decenas de autobuses naranjas y amarillos descolocados por todas partes, fue una gran fuente en el centro de la plaza. Se trata de la Fuente del Tritón. Tras hacer algunas fotos a los autobuses (para mí, que junto a los de Londres, deben ser de los más fotografiados de Europa), entramos ya en lo que sería propiamente dicho La Valeta. Nos recibió una plaza que estaba entera en obras y en la que apenas pudimos hacer ni ver nada. Decidimos subir hacia la derecha en esa plaza, y llegamos al Albergue de Castilla, sede del primer ministro de Malta. Es, para mi, el edificio más bonito de La Valeta, y está presidido por dos cañones que lo defienden.

Tras ver el edificio, bajamos de nuevo hacia el centro, y nos encaminamos a Republic Street, la calle principal de Malta. Se trata de una calle enorme que atraviesa todo el centro de la ciudad. He de decir, que en reportajes había visto esta calle abarrotada de gente, pero nos la encontramos bastante vacía. Debe ser porque al ser festivo, la gente en lugar de celebrar el día de la Independencia en la capital como aquí se celebra el día de la Hispanidad en Madrid, pues se quedan en sus casas o se van a otras partes de la isla. No se.

Caminamos por Republic Street, mientras entrábamos a algunas de las tiendas de souvenirs que pueblan la calle. Paramos a comer en un restaurante de comida rápida, y seguimos nuestro trayecto. Republic Street está plagado de calles muy empinadas que miran al mar, por lo que las fotos en estas estrechas calles son una buena opción. A mitad de la calle aproximadamente, está la Concatedral de St. John, que comparte protagonismo en Malta con la catedral de San Pablo, en Mdina. Por fuera es una iglesia que no llama en absoluto la atención, ya que no tiene nada realmente destacado. Lo mejor de la concatedral es el interior. Pero en este caso, estaba cerrada los domingos y días festivos, así que por ser el día de la Independencia nos quedamos sin verla. Solo le veía algo bueno al día de la Independencia, y realmente no se si será así o no. Toda Republic Street estaba decorado con banderas de Malta. Pero ya digo, no se si sería por eso, o siempre está así la calle. Algo que hay que decir, es que La Valeta, y Malta en su conjunto, fue uno de los lugares más desfavorecidos por la II Guerra Mundial, por lo que muchas de sus construcciones están en mal estado o parcialmente derruidas.

Siguiendo la calle, llegamos al Palacio del Gran Maestre, lo que es hoy la sede de la presidencia de la republica y el parlamento. Estaba en obras, y lo que más nos llamó la atención fueron dos guardias que hacían turno en la puerta del Palacio, al estilo de los guardias ingleses. A partir de ahi, la calle pasaba ya de ser comercial, a no serlo tanto, y empezaban a aparecer casas y zonas menos cuidadas. A La Valeta y el conjunto de las 3 islas maltesas, les falta en mi opinión algo de limpieza en las zonas que no son puramente turísticas. Sin embargo el final de la calle, fue uno de los sitios que más nos gustó, ya que las pendientes que había daban una perspectiva muy chula.

Al final, y al borde del mar, se encuentra el Fuerte de San Elmo, donde no entramos, porque no sabíamos si estaba cerrado o es que no encontrábamos la entrada principal. A partir de ahi, comenzamos a bordear La Valeta por el mar, hasta que llegamos a una gran campana, desde donde hay unas vistas espectaculares de Las tres Ciudades. Las tres ciudades, Cospicua, Vittoriosa y Senglea son tres ciudades que quedan en frente de La Valeta, separadas por el mar, forticadas al otro lado del puerto. Cuentan que nos muy silenciosas, y que a través de sus calles se descubre la verdadera identidad del pueblo maltés. Las fotos que hicimos desde ahí son espectaculares, con toda la panorámica del Gran Puerto. Precisamente al Gran Puerto, o Grand Harbour es a donde llegamos. En principio, habíamos pensado que quizá era buena idea intentar coger algún ferry o algo del estilo para cruzar a ver las tres ciudades, pero finalmente lo vimos algo complejo y desistimos. Allí si que vimos un enorme crucero que había parado allí (algo muy común). Por la zona del puerto nos hicimos una foto con un luzzu (barquito típico maltés) y un Playmobil del tamaño de una persona (en el sur de Malta está la segunda fábrica de Playmobil más grande de Europa), y volvimos de nuevo hacia el centro.

Hicimos algo de tiempo, y volvimos hacia la plaza de los autobuses, donde justo vimos que el nuestro, el 49 se iba a marchar ya. Así que subimos y dijimos adiós a la mitad de un día que pasamos en la capital de Malta.

👉 Ver Etapa: 2. El día de la Independencia de Malta, en La Valeta ⏫ Volver arriba Compartir:

Para nuestro cuarto día en Malta, decidimos coger uno de los barquitos turísticos que te lleva a otros puntos del país. Como Malta es tan pequeño, hay muchas empresas que ofertan este tipo de viajes, a un precio más que razonable. Por 15 € pasas el día y parte de la tarde dando un paseo en barco y viendo y disfrutando de otras partes de Malta. Nosotros, asesorados por unas chicas el día anterior, tomamos uno que nos llevaba a la isla de Comino a pasar el día. Realmente las chicas nos engañarían, porque se llevarían comisión de algún tipo, porque nosotros íbamos decididos a coger un barco que se llamaba Romantika, y al final cogimos otro, que al fin y al cabo hacía lo mismo, pero el de Romantika tenía mejor pinta, al menos en cuanto al barco se refiere.

Salimos del puertecillo de Buggiba a las 11:00, en un barco en el que entre tanto anglo-parlante, detectamos a dos españoles más, y a unos simpáticos italianos que iban sentados junto a nosotros. El país de Malta (o las Islas Maltesas, como quieren empezar a llamar al conjunto) consta de 3 islas: Malta, Gozo y Comino. Gozo está más al norte, y su extensión es similar a la de Malta. Comino está en medio de ambas y es una isla pequeñísima, que apenas está habitada por 4 personas, aunque tiene un hotel y unos bungalows.

Comenzamos en viaje parando en algunas cuevas de aguas cristalinas, donde aprovechamos para hacer fotos. Mientras, un chico que iba en el barco, nos iba explicando las cuevas. Lo más importante de la mayoría es que en ellas se había rodado alguna película: El Conde de Montecristo, Troya, 007 "La espía que me amó"... Cuando ya llegamos a la isla de Comino, nuestra primera parada fue Crystal Lagoon. Se trata de una parte del mar, entre las rocas, donde el agua es de un color muy cristalino, aunque se mezcla con otra parte donde el fondo se ve completamente negro. Es un sitio donde no se hace pie, e ideal para bucear. Allí paró el barco durante 15-25 minutos, los cuales aprovechamos para subir a las rocas y hacer numerosas fotos, ya que la perspectiva que se obtenía desde allí era espectacular. Una cosa que nos llamó la atención casi al pisar las rocas, fue lo sucio que estaba todo: restos de hogueras, decenas de latas de cerveza apiladas... Ese ha sido el punto más negativo de Malta, lo descuidadas que están ciertas zonas. Cuando ya nos cansamos y bajamos hacia el barco, aún era pronto, y faltaba tiempo para que saliera el barco, así que yo me decidí a nadar un poco en aquellas aguas, donde ya estaba nadando el hombre italiano que iba con nosotros en el barco. El caso es que bajé, y al medio minuto más o menos, noté un pinchazo en el hombro, que hizo que me asustara y subiera de nuevo al barco. Vi como empezaba a inflamarse la zona, y al momento la forma de una medusa apareció en mi hombro. Me dejó toda la forma, con la cabeza y los tentáculos. Se lo comenté al chico del barco, y me echó un spray. Decir que me escoció bastante, y me preocupó por si podría ser grave, por alguna reacción alergica o algo. Pero simplemente estuve molesto unas horas, no fue más. Eso sí, recordaré a Crystal Lagoon por el lugar donde me picó la medusa.

Tras Crystal Lagoon, nos dirigimos a Blue Lagoon, la zona más espectacular de Comino. Estas si que son unas aguas totalmente cristalinas, con el suelo del mar de arena, donde se ve todo, todo, todo. Es un paraíso, yo en mi vida había visto unas aguas así. Allí nos dejó el barco durante 3 horas, para que aprovecháramos a bañarnos, tomar el sol... Cogimos una de las hamacas que había apelotonadas en las rocas (un poco cutre eso, por cierto), por 10 € cada una creo. Así pasamos ese rato, mientras comimos algo que nos habíamos llevado. Allí de todas formas hay puestos donde venden de todo: refrescos, perritos calientes, hamburguesas, helados... Nos bañamos algo (mi novia más que yo, que aún estaba jodido por la medusa), y luego como empezó a llover, fuimos a refugiarnos en un toldo. Cuando paró, dimos una pequeña vuelta por la isla, y volvimos cuando el barco salia de nuevo (alrededor de las 16:00).

El barco salió destino a Gozo, donde íbamos a buscar a gente que pagó algo más, y en lugar de quedarse en Blue Lagoon, fue hasta Gozo a pasar la tarde. No llegamos a pisar Gozo, pero al menos lo vimos de cerca, e hicimos algunas fotos interesantes. Ya de vuelta para Malta, el barco pasó por la conocida roca del "elefante", ya que mirándola desde una perspectiva adecuada, tiene la forma de una cabeza de elefante.

Antes de llegar a St. Paul's bay, desde donde salimos, el barco paró en St. Paul island. Es un pequeño fragmento de tierra junto a la bahía, donde hay una gran escultura de San Pablo, que domina toda la zona. Allí vimos además, que había pequeños altares que gente había construido para honrar a las cenizas de sus muertos, que estaban allí esparcidas. Incluso vimos una urna fúnebre allí.

Llegamos de nuevo a nuestra zona (Buggiba-Qawra) alrededor de las 18:00, tras pasar un día movido, divertido, y del que me vine con un recuerdo, que seguirá en mi hombro hasta finales de año calculo yo. Ese día no hicimos mucho más, callejear, y descansar.

👉 Ver Etapa: 3. La isla de Comino ⏫ Volver arriba Compartir: