Malta, un país en cuatro días. ✏️ Blogs de Malta

Empezamos nuestro viaje en Valencia, el 16 de Abril de 2013, desde donde sale nuestro vuelo a las 6,35 con destino a Malta, aunque realmente para nosotros empezó a las 2 de la madrugada cuando salimos de Alicante en coche dirección al aeropuerto de Valencia.

Tras 2,30 horas de un buen vuelo llegamos al aeropuerto de Luqa y nos dirigimos a la salida donde paran todos los autobuses que te pueden llevar a cualquier parte de la isla. En nuestro caso, cogimos el X3 que es le que nos llevaba a Bugibba donde teníamos nuestro hotel, el Bugibba Holiday Complex, nada del otro mundo pero por lo que pagamos, mas que aceptable. Para los autobuses, hay tres tipos de billetes; el sencillo, 2,20€ valido para dos horas, el de un día, 2,60€ y el semanal 12€.

Decir que la red de autobuses es extensa y cubre todos los lugares de la isla y con una frecuencia de paso de 20 ó 30 min, pero a los malteses no les enseñaron que el camino más corto entre dos puntos es la linea recta y cuando te subes a un autobús tienes que tener paciencia, para los 17 kilómetros que separan Bugibba del aeropuerto el autobús tardó 1,20 horas y os aseguro que conducen muy muy rápido.

Tras una parada para comer una pizza, llegar al hotel y hacer el checking, decidimos ir a pasar nuestro primer día en Malta, a Mdina y Rabat por lo que volvimos a coger el autobús X3 y en media horita estábamos en las puertas de las murallas de Mdina, son las 12 del mediodía. Primera y muy agradable sorpresa, Mdina, la ciudad del silencio, como también se la conoce, es una ciudad amurallada de origen medieval que está perfectamente conservada, es preciosa, cada rincón es una fotografía, aunque para mi gusto no deberían dejar entrar coches ni si quiera a los residentes.

Después de recorrer todas sus calles, lo que se hace en más o menos una hora, cruzamos la muralla y nos fuimos a Rabat, no hay distancia, sales de Mdina y ya estas en Rabat, donde visitamos la catedral, la gruta de San Pablo y las catacumbas, después de pasear por sus calles y comprar unos imanes en una tienda, quizás la más barata de todas las que vimos en nuestro viaje y que está en linea recta saliendo por la puerta principal de Mdina, volvimos a entrar en las murallas para tomar un café y uno de los deliciosos trozos de tarta que ofrece la amplia carta del restaurante Fontanella, es muy fácil de encontrar, conforme entras en la ciudad, subes en línea recta hasta que llegues a la muralla desde donde se ven unas bonitas vistas y siguiendo la muralla hacia la derecha te lo encuentras, por algo más de 8€ tomamos dos cafés con leche y dos trozos de tarta, disfrutando de las vistas, realmente merece la pena. A las 5,30 de la tarde y rotos por el cansancio, no habíamos dormido nada desde el día anterior, decidimos volver a coger el autobús X3 de vuelta al hotel para la cena.

Tras acomodarnos en la habitación y tomar una ducha, bajamos a cenar, en nuestro hotel la cena era de 6,00 a 8,30 horas, después un ligero paseo para bajar la cena, cafetito en el bar del hotel y a dormir que para el primer día ya estaba bien.

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Tras un sueño reparador, y un buen desayuno, a las 9 de la mañana cogemos el autobús nº 12 hacia La Valetta, otra hora y quarto para los 15 kilómetros que nos separan de la capital, pero como va bordeando la costa el recorrido es bonito y no se hace largo. El autobús nos deja, como todos los autobuses que van a la Valetta, en la Plaza de los Tritones, que toma el nombre de la bonita fuente que tiene y desde donde se accede a la avenida principal de la ciudad Republic street. Nosotros visitamos la catedral, 6€ la entrada, es muy bonita y aunque no somos muy partidarios de pagar por ver iglesias, reconozco esta vale la pena. También vimos el palacio del Gran Maestre y el museo de la armería, 10€, un poco caro si te encuentras las estancias oficiales cerradas como nos paso a nosotros, ya que es la sede de la presidencia de la República y la Cámara de Representantes. Paseamos por sus calles llenas de palacios y casas señoriales así como los diferentes aurberges como el de Castilla, subimos hasta el fuerte que estaba cerrado por obras y fuimos a los jardines lower Barraca y upper Barraca desde donde se ven unas espectaculares vistas del Grand Harbor y las tres ciudades, Victoriosa, Copiscua y Senglea.

Por la tarde, cogimos el autobús nº2 hacia Victoriosa, la idea era pasear por las tres ciudades y ver las vistas de La Valetta desde allí, pero no lo encontramos tan atractivo como esperábamos y decidimos no ir ni a Copiscua ni a Senglea y coger un autobús, da igual el 1, el 2 o el 3 hasta Paola y ahí hacer transbordo con el bus 81 e ir a Marsaxlokk, un bonito pueblo de pescadores donde se pueden ver muchos Luzzus, la típica embarcación pesquera de Malta con sus llamativos colores y unos ojos de influencia Egipcia, son similares al ojo de Horus el dios Egipcio, en la proa contra el mal de ojo.

Tras la visita, vuelta a La Valetta con el bus 81 y desde aquí con el 12 hasta Bugibba, duchita, cena y paseíto por el paseo marítimo. Por cierto de regreso a nuestro hotel pasamos por el hotel Dolmen para ver las ruinas de un pequeño templo megalítico que se quedo en sus jardines, podéis entrar con absoluta tranquilidad y preguntar al personal del hotel, no os pondrán ningún impedimento.

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A veces las cosas salen bien aunque no salgan como habías pensado.
Habíamos reservado este día para visitar el templo de Tarxien, la Blue Grotto, los acantilados de Dingli y Mosta, pero a mi mujer le gusto mucho la zona de St. Julian's y Silema que vio el día anterior desde el bus 12 camino de La Valetta y decidimos modificar el plan y ir pensado donde ir sobre la marcha. Tengo que decir que fue una decisión acertada, salió un día redondo.

Empezamos otra vez cogiendo el bus 12 hasta St Julian, y nos hicimos unas fotos en la escultura del amor, la palabra love invertida para que se pueda leer bien cuando las luces lo reflejan en el agua o en su sombra al mediodía. Tras un paseo por el paseo marítimo, tomamos otra vez el bus 12 hasta Silema desde donde se pueden ver las que para nuestro gusto son las mejores vistas de La Valetta. Mientras dábamos un paseo buscando un sitio para tomar un café, nos asalto un vendedor de excursiones que nos ofreció un crucero de 1,30 horas por el Grand Harbour, las tres ciudades y Marsamxtt Harbour, resulto ser español y nos convenció con un precio bastante atractivo, 8€ por persona, en el ticket marcaba 15 por persona, aunque luego vimos que a otros turistas también les ofrecían el mismo precio, la empresa se llama Luzzu cruises. Tenemos que darle las gracias al vendedor que nos convenció de hacer algo que no teníamos previsto, el crucerito es fantástico, vale mucho la pena, hay unas vistas impresionantes de las ciudades que bordean los dos puertos y además estas muy relajadito.

Una vez terminado el crucero y de vuelta a Silema, tomamos otra vez el bus 12 hasta La Valetta. Como he dicho, la idea inicial era visitar Tarxien y de ahí ir a la Blue Grotto y los acantilados de Dingli, pero ya era mediodía y no había tiempo para todo por lo que tuvimos que elegir. Empezamos por descartar Tarxien, reconozco que me apetecía ver un templo megalítico, pero será en otra ocasión, además después de ver el pequeño templo del hotel Dolmen en Bugibba, ya sabíamos más o menos que es lo que se podía ver. Por cierto, intentamos sacar entradas desde España para visitar el Hypogeum y no habían disponibles hasta el mes de junio.

Total que desde La Valetta, tomamos un autobús hasta el aeropuerto, cualquiera de las lineas X (X1, X2, X3....) os valen y desde allí teníamos que decidir si ir a la Blue Grotto o a Dingli y Mosta. Optamos por los acantilados y Mosta ya que al día siguiente íbamos a ir a ver otras cuevas marinas y la Azure Window en Gozo y Comino, por lo que desde el aeropuerto cogimos el bus 201, que pasa cada hora, y bajamos en la parada de los Dingli Cliffs que nos dijo el conductor. Nos extraño que era una parada sin indicaciones y no había absolutamente nadie. Teníamos una hora hasta que pasara el próximo autobús por lo que bajamos por un caminito hasta que vimos los acantilados por la derecha y en la lejanía, por la izquierda, se veía la Blue grotto, por lo que pude sacar alguna buena foto usando el zoom de mi cámara. Nos hicimos unas cuantas fotos con los acantilados como fondo y volvimos a la parada a esperar el bus. El bus que esperábamos era el 201 que nos tenia que llevar a Rabat y allí hacer transbordo con otro hasta Mosta, pero sorpresa, apareció el bus 205 que iba directo hasta Mosta y que no aparecía en el plano de autobuses que teníamos. Esto nos hizo ganar tiempo ya que nos evitamos el transbordo. Cuando subimos al bus, nos dimos cuenta que la parada siguiente era la parada oficial de los acantilados, no se que es lo que se verá desde allí, pero las fotos de los folletos turísticos están hechas desde donde estuvimos nosotros.

Al llegar a Mosta, bajamos justo delante de la famosa iglesia de la cúpula redonda, cuarta más grande del mundo, tras San Pedro en Roma, Santa Sofía en Estambul, el Parthenon de Roma del que parece una replica. Visitamos la iglesia, que es bastante bonita y tomamos el bus 31 camino a Bugibba y nuestro hotel.

Tras una ducha y la cena, como el día había sido bastante relajado, decidimos ir a ver Mdina con la iluminación de la noche. Cogimos el X3 y nos fuimos hasta Mdina, las lineas X que van al aeropuerto finalizan sus recorridos pasadas las 11 de la noche, dos horas más tarde que las demás, por lo que no necesitamos coger una de las lineas nocturnas. Realmente mereció la pena, si ya por el día nos gusto, por la noche termino de conquistarnos, tiene la iluminación justa, y es realmente impresionante el silencio de sus calles. Fue realmente bonito el paseo que dimos sin los turistas que habían cuando estuvimos por la mañana. Tienen bien merecido el sobre nombre de "La Ciudad del Silencio". Antes de que pasara el ultimo autobús, cogimos uno de regreso al hotel.
Con esto terminaba nuestro tercer día en Malta.

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