HISTORIAS DE NUEVA YORK ✏️ Blogs de USA

El día amaneció tan caluroso como los dos anteriores, suerte que no hizo malo porque habríamos tenido que cambiar el vuelo en helicóptero .

Fuimos hacia Columbus Circle para comprar la metrocard y coger el metro por primera vez hacia el Distrito Financiero.

Sinceramente al principio nos costó un poco hacernos con el metro, no nos pareció ni muy fácil ni intuitivo las primeras veces que lo cogimos .

Aún así, conseguimos llegar al Distrito Financiero y la primera parada fue la Trinity Church. Lo mejor de la iglesia es sin duda el cementerio, un rincón pacífico ajeno al bullicio de Wall Street y a los imponentes rascacielos que lo rodean. Apenas había nadie a primera hora de la mañana cuando lo visitamos, pero al parecer los trabajadores de la zona suelen comer allí.


Teníamos idea de sacarnos la foto presentando nuestros respetos al famoso Charging Bull (que embistiendo hacia arriba es símbolo de que las acciones suben en Wall Street ) Más concretamente queríamos tocarle sus partes nobles antes de que llegara el grueso de turistas japoneses, pero las cosas no salieron como estaban previstas .

En primer lugar ya había bastantes japoneses cuando llegamos y en segundo había una verja protegiendo a tan formidable animal del manoseo de los turistas que nadie se saltaba en aquel momento . Nos tuvimos que contentar con saludarlo .


Resulta que el archiconocido toro no lo encargó nadie. Su escultor, Arturo de Modica, quería promocionarse y un buen día de 1989 lo “plantó” delante del edificio de la Bolsa. Se ve que a los del Ayuntamiento les gustó y lo pusieron donde está ahora. Qué cosas

Nos acercamos a Battery Park para coger un barco que nos llevara lo más cerca posible de la Estatua de la Libertad, cerrada tras el huracán Sandy, aunque ya ha abierto de nuevo.


También pasamos muy cerca de Ellis Island, donde desembarcaban los inmigrantes que llegaban a Nueva York entre 1892 y 1954. Es un sitio que nos habría encantado visitar, peroo también estaba cerrada así que la lista de excusas para volver seguía engordando .


El crucero (incluido en la City Pass) nos gustó mucho. Aparte de la Estatua de la Libertad, Ellis Island y las vistas tan bonitas del Distrito Financiero pasamos bajo los puentes de Brooklyn y Manhattan. Duró una hora aproximadamente.


Ya de vuelta en tierra hacía tanto calor que estuvimos tentados de imitar a los niños que se bañaban en una fuente de Battery Park, pero no quisimos dar la nota y en vez de eso nos acercamos a ver la escultura de The Sphere, otra superviviente de los atentados, antes de acercarnos a la zona de Wall Street.


Pensábamos que nos llevaría más tiempo el paseo por el Distrito Financiero, pero no había mucha distancia entre unas cosas y otras y las vimos relativamente rápido.

Sería genial que aún permitieran las visitas al interior del edificio de la Bolsa como hace años pero hay que conformarse con ver a los ejecutivos entrando y saliendo, cosa que hicimos sentados justo enfrente mientras nos tomábamos un batido de frutas muy rico y nuestro primer perrito callejero .


El Federal Hall. El de la estatua es George Washington que juró aquí como primer presidente de Estados Unidos en 1789.


Y el edificio de la Reserva Federal. Cuando preparábamos el viaje intentamos reservar una visita guiada al interior para ver la famosa cámara acorazada con los lingotes de oro, pero dos meses antes ya no había sitio.


Eran ya las dos de la tarde y la siguiente parada era una de las cosas que más ilusión nos hacía del viaje: el vuelo en helicóptero. No es precisamente barato (158 $ por persona) y lo dudamos, pero menos mal que nos animamos. UFFFF, INCREÍBLE, si tenéis ocasión no os lo perdáis: son quince minutos que no olvidaréis (volando creo que son 14 minutos) .

Lo contratamos desde aquí con Elena de Contrastes de Nueva York, es muy rápida y amable contestando. La empresa con la que contratan ellos a su vez es HeliNY y salen desde el Pier 6 de Manhattan.

En el helicóptero te colocan en función del peso, a mi marido le tocó sentarse en medio en vez de en la ventanilla, pero se apañó con las fotos .


Disfrutamos muchísimo la experiencia , ni siquiera nos la estropeó la insistencia de una señora que volaba con nosotros (iba sentada delante con el piloto) en preguntarle a gritos cada dos minutos a su hija adolescente si se encontraba bien. Señoooora, que los chalecos salvavidas son por seguridad, no porque suelan tirar a los clientes al Hudson

Nos bajamos a regañadientes y como teníamos casi 45 minutos antes de la reserva para visitar el memorial del 11-S fuimos al Pier 17 que quedaba cerca a tumbarnos un rato en las hamacas. No tienen perdida, os metéis en el centro comercial y están en la terraza del último piso. Qué bien se estaba allí tumbados con esa vista tan bonita del puente de Brooklyn .

Teníamos reservadas las entradas para visitar la Zona 0. La entrada es gratuita, aunque se pueden hacer donativos en la web. Sobre la necesidad de reservar o no, imagino que dependerá del día y de la suerte que tengas, cuando nosotros fuimos sí había bastante cola si no tenías reserva.

Desde hace algo más de un mes el One World Trade Center es el edificio más alto de Nueva York y de todo el hemisferio occidental con sus 541,3 metros de altura.


Impresiona el tamaño de las dos piscinas ubicadas en el espacio que ocupaba cada una de las Torres Gemelas. En el perímetro de ambas están grabados los nombres de todos los que perdieron la vida aquel día y en otro atentado del año 93 y leímos que para distribuirlos se han tenido en cuenta las peticiones de los familiares de colocar algunos nombres cerca de otros. También han considerado el lugar en el que se encontraban las víctimas.


El otro protagonista de la Zona 0 es mucho más pequeñito que las piscinas: es un peral que estaba plantado en la plaza del World Trade Center cuando cayeron las torres. Resistió hasta que lo rescataron un mes después. También sobrevivió a una tormenta que lo arrancó del parque donde lo habían trasplantado, así que bien se merece que hablemos de él .


Ya fuera de la Zona 0 nos acercamos a la iglesia de St Paul. Está tan cerca que no es ninguna exageración el apodo de iglesia del milagro (no sufrió daños el día del atentado). Es el edificio más antiguo de NY, pero es mucho más conocida por ser el lugar donde descansaban los bomberos y voluntarios de las labores de rescate tras el atentado del 11-S. En el interior hay muchos recuerdos, cartas, fotografías...es muy emocionante la visita.


Antes de cruzar el puente de Brooklyn los pies nos pedían a gritos un descansito y pasamos un rato viendo a las ardillas del City Hall Park, donde está el Ayuntamiento de NY.

Enfrente del parque está otro rascacielos que nos encantó: el Woolworth Building. Se da un aire a las catedrales góticas con los pináculos y gárgolas.


Sin entretenernos más empezamos a cruzar el puente de Brooklyn, en su día el puente colgante de acero más largo del mundo y sin duda de los más bonitos. Un paseo precioso para disfrutar de las vistas de Manhattan, el Distrito Financiero, el Pier 17 y los imponentes cables de acero del propio puente...

Sólo enturbia la paz la complicada relación entre ciclistas y transeúntes, que amenaza con convertirlo en deporte de riesgo . Cuando los peatones embobados con las fotos invaden sin querer el carril de al lado, se les echan encima los ciclistas que cruzan el puente a velocidad supersónica gritándoles improperios a escasos centímetros de las orejas. Moraleja: cuidadíiiiiiiiiin .


Una vez en el lado de Brooklyn bajando del puente a mano izquierda, llegamos a la zona de Dumbo. Allí fuimos primero a sacar la típica foto con el puente de Manhattan enmarcando el Empire (desde Washington St) y después nos acercamos a la “playita” a ver el atardecer.


Había sido un día de muchas emociones y aún nos quedaba otra de las mejores experiencias del viaje: sencillamente impagable la vista desde allí del skyline neoyorkino iluminándose .


No queríamos movernos de allí, pero el estómago nos gruñía con insistencia recordándonos que no habíamos comido nada desde perrito y el batido de mediodía . Probamos suerte en la pizzería Grimaldi’s y la tuvimos (para la cola que por lo visto suelen tener), porque no esperamos más de 20 minutos . Los sitios tan famosos a veces decepcionan pero desde luego no fue el caso, ¡qué pizza más rica, no sé si será el carbón vegetal con que las hacen o simplemente que son unos artistas!

No hay una carta de pizzas, simplemente eliges entre pizza grande o pequeña y luego todos los ingredientes que quieras ponerle y recordad que no se puede pagar con tarjeta de crédito.


Estábamos tan cansados que nos preocupaba dormirnos en el metro y terminar en lo más profundo del Bronx , pero no se cumplieron nuestros temores. Entablamos conversación con un fotógrafo de viajes australiano y una chica española que llevaba 10 años viviendo en NY y tuvimos un trayecto de vuelta de lo más entretenido. Buscamos fotos del fotógrafo por internet y es buenísimo!!


Notas:

web.mta.info/metrocard/ La metrocard que compramos nosotros es válida para siete días y nos costó 30& por persona. La amortizamos de sobra. La tarjeta es de uso individual, no sirve para que utilicéis varios la misma.

www.losviajeros.com/Tips.php?p=641 Muy buena explicación sobre los transportes públicos en NY

www.newyorkfed.org/ ...iting.html En la web de la visita a la reserva del banco federal hay dos posibilidades de hacer la visita: guiada o por libre (Self-Guided Visit) pero en esa visita no se ven los lingotes, tenedlo en cuenta

El mail para contactar con Elena de Contrastes: contacto@contrastesdenuevayork.com

www.heliny.com/ Sobre el vuelo en helicóptero, es cierto que lo podéis contratar allí sobre la marcha, no creo que haya mucha diferencia de precio. Pero como no hay que pagar nada por adelantado y te lo cambian sin problema (evidentemente sin pagar nada) para otro día en caso de mal tiempo, preferíamos no perder tiempo allí y llevarlo ya reservado. Esto es especialmente aconsejable si queréis alguna hora en especial por la luz para las fotos, por ejemplo.

www.911memorial.org/

grimaldisnyc.com/brooklyn/ Se suele hablar de la pizzería de Brooklyn, pero hay otras dos en Nueva York, una en Manhattan y otra en Queens.

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La ventana de nuestro apartamento (un primer piso) era casi tan entretenida como la ventana indiscreta de la película de Hitchcock, pero menos peligrosa . Justo enfrente teníamos la ¿oficina? de un/a vidente ( Psychic Readings) y como se veía movimiento cuando volvíamos tarde, nos preguntamos si habría videntes de guardia por las noches y los fines de semana .


Dejamos de cotillear por la ventana y sin enredar más nos pusimos en marcha: teníamos claro que dedicaríamos un día prácticamente entero al Metropolitan. Fuimos en sábado porque es el día que abre hasta más tarde ¡y se nos pasó volando!

Por la mañana antes de ir al Met hicimos dos cosas: probar por fin un baggel para desayunar y coger el teleférico a Roosevelt Island (si miráis un mapa es la islita alargada que hay entre Manhattan y Queens). Fueron dos buenas ideas .

Cogimos el metro en la 57th con la 7ª y nos bajamos en Lexington con la 59th, a dos manzanas de donde se coge el teleférico (en la 60 th esquina con la 2ª avenida). El billete para el teleférico de Roosevelt Island está incluido en la Metrocard.


El teleférico sale cada 15 minutos y merece la pena por las vistas de tejados y rascacielos de Manhattan durante el trayecto. Una vez en Roosevelt Island os podéis dar media vuelta en el siguiente teleférico, pero ya que habéis ido hasta allí es agradable dar un paseo por la orilla del East River, tendréis vistas diferentes del Chrsyler o del edificio de la ONU y no os llevará mucho rato .


La isla es bastante pequeña. Apenas encontramos gente: algunos paseando al perro, haciendo ejercicio o leyendo en los bancos de la orilla pero poco más y eso que al parecer viven allí casi 10.000 personas. Bastante más movidito tenía que estar aquello en el siglo XIX cuando construyeron un hospital para enfermos de viruela, una cárcel, un asilo para pobres y un manicomio...

Cogimos el teleférico de vuelta y luego el metro un par de paradas hasta el Metropolitan. Al salir escuchamos a dos señoras españolas quejándose justo de lo mismo que nosotros cada vez que bajábamos del metro. En este caso en particular tenías Central Park como referencia, pero en general nunca sabías en qué sentido tenías que echar a andar . Soltamos la carcajada y fuimos charlando con ellas hasta el Metropolitan. Nos contaron que estaban las dos solas en NY dejando a maridos, hijos y nietos en España porque solo les gustaba el fútbol

El Museo es una auténtica maravilla que disfrutaréis muchísimo más planeando la visita con antelación para seleccionar lo que queréis ver (aquello es inmenso!!), o mejor dicho lo que más os llama la atención del montón de cosas que querréis ver: arte antiguo de Oriente Próximo, arte egipcio, griego, romano, asiático, islámico, de África, América y Oceanía... Nosotros nos hicimos nuestra mini guía particular para un día.


Pintura y escultura europea de primer nivel de todas las épocas: Botticelli, El Greco, Caravaggio, Rubens, Rembrandt, Murillo, Velázquez, Goya, Vermeer, Turner, Monet, Renoir, Cezanne, Gauguin, Donatello, Bernini, Canova, Rodin...

Si os gusta la pintura no os perdáis la colección Robert Lehman, una de las colecciones de arte más impresionantes creada por un particular.

Pintura aparte el museo tiene una colección muy variada, tanto del arte que estamos más acostumbrados en los museos europeos como romano y egipcio como de africano y oceánico por poner ejemplos:


El famoso Templo de Dendur


Leones alados asirios


Una de las salas de Oceanía, si llegáis a verla fijaos en los postes bisj de Nueva Guinea.


También tienen cosas españolas, el patio del castillo de Velez Blanco en Almería lo han reconstruido piedra a piedra.


Y la reja del coro de la Catedral de Valladolid


Comimos en la cafetería principal (es un buffet enorme que tiene comida de todo tipo, no os imaginéis el típico sitio de museos con sandwiches y chocolatinas). No es la única que hay dentro, nos pareció muy agradable otra que está en el Ala americana.


También subimos a la terraza del Met, las vistas de Central Park y el Upper West Side son preciosas (pero teníamos el sol completamente enfrente). No sé por qué tenía la idea de que en la terraza habría mesas y sillas para tomar algo...y no hay. Aunque sí se pueden comprar bebidas y sentarte en algunos bancos .

A las 6 de la tarde ni sentíamos los pies . Teníamos reservadas las entradas para el musical del Rey León . Nos enredamos tanto en el Met que llegábamos tarde a recogerlas (a más tardar 45 minutos antes del espectáculo) así que cogimos un taxi que nos dejó cerca del Teatro Minskoff, las recogimos y fuimos a comprar un perrito mientras esperábamos (fuera de Times Square, allí son el doble de caros). Estaba malísimo .


Sobre el Rey León: ¡¡¡ALUCINANTE!!! La puesta en escena sencillamente espectacular, se te ponían los dedos de punta. Un lujo de exhibición de color, vestuario, máscaras, canciones de Elton John y escenografía que mezcla elementos de arte africano, asiático y occidental.


Casualidades de la vida en el teatro coincidimos con las señoras que habíamos conocido por la mañana de camino al Met, estaban sentadas justo detrás de nosotros. Junto a ellas había dos muchachas que se pasaron roncando todo el musical, como no tuvieran jet lag no me lo explico!!

Para no variar nos entretuvimos un poquito en Times Square al salir del musical y como al día siguiente madrugábamos decidimos tomar un sándwich de camino a casa en cualquier deli. No me cansaré de decir que fue una suerte poder ir tantas noches dando un paseo al apartamento sin tener que depender del metro al acabar el día .


Notas:

www.metmuseum.org/ Sobre la visita al Metropolitan, para los que no llevéis ni City Pass ni New York Pass tened claro que es “pay as you wish”. Significa que ellos proponen una tarifa de entrada de 25 &, pero como su propio nombre indica es sugerida y por tanto al final sois vosotros quiénes decidís cuanto pagáis por entrar. Cada uno paga lo que puede o considera apropiado. Nosotros enseñamos la City Pass en el mostrador de información del vestíbulo principal, allí mismo nos pusieron las pegatinas y pá dentro.

No podéis meter mochilas, hay que dejarlas en una consigna pero sí podréis entrar con la cámara de fotos. Y una cosa más: el aire acondicionado lo ponen bastante fuerte, si no queréis pillar un trancazo llevaros un jersey. Mil gracias a la forera Monlis por avisar!!.

Los descuentos en los musicales

Las entradas las reservamos en la web www.newyork60.com/ . Las sacamos con bastante antelación (un par de meses). Lo bueno de esta web, como también de iinewyork es que te devuelven el dinero de las entradas hasta 10 días antes del espectáculo. Salieron por 110 € cada una, para El Rey León nunca hay descuentos en las tiendas TKTS.

Pero sí los hay para otros muchos musicales, os dejo un enlace que explica muy bien el funcionamiento de TKTS, las direcciones, horarios y demás:

solaennuevayork.com/ ...-broadway/

Los descuentos de TKTS no son la única opción, hay otras aunque son más arriesgadas y no existen en todos los teatros ni para todas las obras, por lo que es cuestión de mirarlo en cada caso:

- Lottery: Sorteo de tickets que se celebra un par de horas antes de la función. Te apuntas a una lista, meten tu papeleta en un bombo, se realiza el sorteo y a varias personas les tocan entradas buenas y baratas.
- Standing Room: que son tickets para ver la obra de pie y se venden cuando todas las entradas están agotadas.

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Nos esperaba otro día lleno de sorpresas. Teníamos pensado ir a una iglesia baptista de Harlem para ver una Misa Gospel. Pensábamos que sería una experiencia curiosa y divertida pero superó las expectativas . No queríamos ir a una de las más recomendadas (temiendo encontrarnos con autobuses de excursiones organizadas para turistas) y nos decidimos por una no tan concurrida, la Bethel Gospel Assembly, 2 E 120th St de la que algunos foreros hablaban muy bien.



Madrugamos para ir a la misa de las 8 de la mañana (también la hay a las 11) y fue un acierto. La primera sorpresa fue que éramos los únicos turistas. Eso no lo esperábamos ni en nuestros mejores sueños . Nada más sentarnos el predicador dijo que veía caras nuevas (no era difícil vernos, mi marido es tirando a pelirrojo así que imaginad lo que destacaba entre la comunidad afroamericana ) y nos pidió que nos levantáramos.

Fue un momento emocionante porque mientras nos cantaban una canción de bienvenida muchos se acercaban a darnos la mano y a saludarnos . Nos sentaron entre ellos, supongo que es bastante diferente de sentarte en bancos para turistas. En esta iglesia nada de fotos o vídeos .

Hay cosas que nos sorprendieron, aquello es otro mundo. Se te contagia la alegría con las canciones y tienes que hacer un esfuerzo por recordar que aquello no es un musical ni un espectáculo, sino un rito religioso . Para empezar el altar es más bien un escenario donde se pone el coro y los músicos tocando. Hay una pantalla gigante donde ponen publicidad y puedes seguir la letra de las canciones, por eso no tuvimos problema para cantar con ellos. El coro gospel era impresionante: ¡¡qué voces tan bonitas!! Como no os puedo poner un vídeo del coro que escuchamos os pongo este:


Un detalle que nos hizo mucha gracia fue que el cuerpo de Cristo eran trocitos de crackers (galletitas saladas) que pasaban por los bancos para que todo el mundo comulgase a la vez. También pasaban con unos vasitos pequeños con el “vino” .

Es cierto que se arreglan una barbaridad para ir a misa y que lo viven de una forma muy, muy intensa. Durante el sermón muchos vociferan coreando lo que dice el ministro o contestándole con Aleluya!!!! o Oh Lord!!! (tal y como se ve en las películas ) y se emocionan bastante. Fue un sermón largo pero más o menos lo íbamos pillando y nos quedamos hasta el final.

Terminada la misa dimos un paseo y nos acercamos al teatro Apollo. En sus noches amateurs se descubrieron artistas como Michael Jackson o Stevie Wonder. En Harlem tuvimos la sensación de haber cambiado no solo de barrio, sino de ciudad: el ambiente, los edificios...


Fuimos al Sylvia’s a la hora en la que abrían el restaurante e hicimos bien porque se llenó enseguida (y con razón, la comida está muy buena ).

Diría que el brunch en Sylvia’s (328 Malcolm X Blvd) fue más lunch que breakfast a pesar de que lo tomamos a las 11:30 de la mañana . No suelo tomar para desayunar una pechuga de pollo frita (no filetes sino la pechuga entera!) con una ensalada de patata dulce y un plato de judías. Para beber probé la cerveza de Harlem que me encantó (me recordó a la Hoegaarden belga) y un dulce de melocotón que nos recomendaron de postre.

Podíamos haber comido más , varios a nuestro alrededor pidieron un plato típico que llevaba la pechuga entera con dos gofres con nata .


Cogimos el metro hacia la zona de Morningside Heights para ver Riverside Church y St John the Divine.

Riverside Church no destaca solo por su tamaño y arquitectura, la iglesia la financió casi por completo John Rockefeller Jr con una filosofía peculiar: no responde a ningún credo concreto, recibe por igual a diferentes razas y confesiones. También ha servido para otros fines no religiosos, personalidades como Martín Luther King o Nelson Mandela han compartido sus ideales desde el púlpito de Riverside.


Nos llamó la atención que dentro de la iglesia tienen también una cafetería, no se puede negar que son prácticos .


St. John the Divine es una catedral (neogótica en su mayor parte) de las más grandes del mundo y también merece la pena.


Como curiosidad la nave gótica tiene vidrieras que honran a distintas profesiones. Leímos que en una de ellas había representado un prototipo de televisor de 1.925. Claro, empezamos a buscar algo con parecido a una tele en la vidriera en cuestión y llegamos a la conclusión de que debía de ser esto...que hubiéramos tomado por cualquier otra cosa de no haber estado buscando un prototipo de televisor


Las capillas que rodean el altar principal están dedicadas a siete grupos de inmigrantes que se establecieron en USA. Muchas tenían unas exposiciones con unos muñecos que no sabríamos bien como calificar, aparte de horrorosas (ya mencioné que no entendemos el arte moderno )


Quedaba mucho día por delante (es lo que tiene empezar a las 8:00 de la mañana ) y pensábamos pasar la tarde en Central Park así que vuelta al metro para bajarnos esta vez en el Upper West Side.

Hay que ponerle mucho empeño para aburrirse en Central Park, actividades hay para todos los gustos, edades y bolsillos. Si no os conformáis con los picnics, la bicicletas, los conciertos, alquilar barquitas o góndolas y/o comer en sus restaurantes o terrazas...siempre podéis adoptar un banco de Central Park . Estos neoyorkinos no dejarán de sorprenderme: por el módico precio de 7500 &, le podéis poner a vuestro banco una plaquita con la inscripción que queráis, para vosotros mismos o para algún ser querido. Ya hay más de 2000 adoptados


Bajamos del metro a la altura del edificio Dakota, conocido por todos porque a sus puertas asesinaron a John Lennon y que ha tenido otros muchos residentes famosos.

Justo enfrente está la zona de Strawberry Fields con el mosaico Imagine, homenaje a Jonh Lennon que donó la ciudad de Nápoles. Flores, velas y músicos callejeros tocando canciones de los Beatles, es un sitio donde se respira un ambiente especial.


Entre paseos y descansos pasamos la tarde viendo algunos de los sitios emblemáticos del parque:

The Lake y el Bow Bridge con el edificio San Remo al fondo


Bethesda Terrace


Y a Alicia en el país de las maravillas, o lo que se veía de ella debajo de una horda de chiquillos. Varios le hurgaban en la nariz así que si le preguntaran a Alicia probablemente se reservaría el derecho de admisión


Una vez desistimos de sacarle una foto más despejada, nos fuimos a ver algo del Museo de Historia Natural que también teníamos incluido en la City Pass. Pasamos un rato muy entretenido haciendo el recorrido de los highlights que recomiendan en la web.

Tiene muchas cosas interesantes: un meteorito de Groenlandia tan pesado que la plataforma que lo sujeta llega hasta los cimientos del museo , parte del tronco de una sequoia gigante y la estrella de la India (el mayor zafiro estrella del mundo) y varias gemas espectaculares más.


La réplica de una ballena azul de 29 metros de longitud suspendida del techo era bestial


Y por supuesto lo más famoso del museo: los dinosaurios . Nada más entrar te encuentras una hembra Barosaurus (la mayor del mundo) defendiendo a su cría (del dinosaurio de enfrente, no de los turistas ). Resumen: no estoy para nada de acuerdo con los que opinan que es para niños


Cerraron el museo con puntualidad británica y seguimos explorando Central Park. Nos acercamos al Belvedere Castle y al teatro al aire libre donde representan obras de Shakespeare en verano. El lago que se ve es Turtle Pond.


No era ya hora de picnic, pero era una hora buenísima para tumbarnos en Sheep Meadow a relajarnos y disfrutar de la vista...así que para allá fuimos. Qué buen ratito


Nos despedimos de Central Park sin mucha pena porque volveríamos en un par de días y aunque pensamos en quedarnos en Hell’s Kitchen para cenar algo en el barrio cambiamos de opinión porque al día siguiente daban lluvia. Cogimos el metro para ir a la terraza del 230 Fifth: no os lo perdáis, las vistas son un lujo y además teniendo en cuenta el tipo de sitio que es no nos pareció demasiado cara la consumición .


Aunque los clientes siempre tienen la razón, los camareros del 230 no tienen otra opción que reñirles por estar de pie en las sillas o los bancos. Era difícil resistirse a sacar fotos del Empire y del Chrysler con un poquito más de altura así que también nos tuvieron que reñir .

Aprovechando que estábamos relativamente cerca terminamos el día cenando nuestra primera hamburguesa americana en el Jackson Hole de la 3ª con 35. Ummmm, riquísima .


Habíamos tardado en empezar con ellas pero cogimos carrerilla en los días siguientes . De vuelta al apartamento nos cayó una tormenta impresionante, pero conste que nos pareció muy considerado por parte de la tormenta aparecer cuando habíamos terminado todos los planes del día e incluso esperar a que hubiéramos cogido un taxi para empezar a diluviar .

www.bethelga.org/home.aspx

sylviasrestaurant.com/

www.groupon.com/ ...ll&p=3 Os dejo este link de Groupon para descuentos en alquiler de bicis en Central Park.

www.centralpark.com/ ...certs.html Conciertos Central Park

es.blog.hotelnights.com/ ...ueva-york/ En esta página en castellano se pueden ver conciertos, obras de teatro y clases de baile para este verano en Central Park y algunos otros lugares. Algunos son gratuitos

www.amnh.org/

www.230-fifth.com/

www.jacksonholeburgers.com/

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