16 días por la Costa Oeste, los Parques Nacionales y la Ruta 66 ✏️ Blogs de USA

La pérdida de un día en San Francisco (por todo el affaire del accidente) nos obligó a estirar más cada jornada para poder ver todo lo que habíamos previsto. Ayudó mucho que los días eran largos (no anochecía hasta casi las 21.00) y que era el principio del viaje y aún teníamos las baterías llenas.

Así que el martes 9 de julio, volvimos a levantarnos dispuestos a darlo todo para tratar de conquistar la ciudad. Esa mañana, a Ana se la antojó un desayuno más contundente que el que teníamos incluido en el hotel. Es una auténtica fan de los desayunos y está claro que en USA son unos especialistas en complacer un estómago hambriento al inicio del día.

Salimos del hotel y bajamos hacia la calle Chestnut. El tramo más cercano al Presidio está muy animado y tiene muchas tiendecitas, mercados y cafés. Fuimos mirando y al final decidimos desayunar en Judy's Café (2268 Chestnut St, San Francisco, CA 94123).

Aprovechando que brillaba el sol y que la temperatura era muy buena, nos sentamos en la terraza que daba a la calle y degustamos unos huevos revueltos con bacon y patatas, acompañados de english muffins y un zumo de naranja natural. Vamos, un festín.

Con las pilas bien cargadas, cogimos el autobús y llegamos al cruce de Hyde St con Beach St para coger el famosísimo tranvía que surca las calles de San Francisco.

Había un poquito de cola así que mientras esperamos, asistimos varias veces al espectáculo del cambio de dirección del tranvía. En realidad es muy sencillo pero es un auténtico clásico de la ciudad y sin duda algo que hay que ver.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Cuando llegó nuestro turno, nos fijamos en que el conductor de nuestro tranvía llevaba una bandera de España con un toro bordada en la parte de atrás de su chaleco. Yo llevaba ese día una chaqueta de España, así que, al subir, el conductor nos preguntó si éramos españoles. Le dijimos que sí y rápidamente empezó a chapurrear español y a decirnos que su mujer es española, que se llama Belén y que a él le encanta nuestro país. Y a los pocos minutos, y para nuestra sorpresa, de repente le pasó el móvil a Ana y le dijo: "Belén". Había llamado a su mujer por teléfono y nos la había pasado. Belén resultó un encanto y nos contó un poco su historia mientras surcábamos con el tranvía las famosas cuestas.

Nos pareció una anécdota muy curiosa, la verdad. El conductor (del que no llegamos a saber el nombre) fue todo el viaje pendiente de nosotros, haciéndonos gracias y señalándonos cosas que había que ver.

No sé si fue por esto, pero disfrutamos la media hora que duró el recorrido como enanos. Para nosotros es una actividad muuuuy recomendable, ya que el tranvía es muy chulo, puedes ir de pie con medio cuerpo colgando fuera y además pasas por sitios muy bonitos de la ciudad.

Al llegar a destino, cerca de Union Square, nos hicimos varias fotos con el conductor, nos recomendó sitios donde comer y cenar y nos pegó un buen abrazo asegurándonos que nos veríamos en Madrid en agosto

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Con la sonrisa aún puesta, recorrimos todo el cogollito central de la ciudad: Union Square y Chinatown, yendo por algunas de las calles más famosas y desembocando en Market St, la calle comercial por excelencia de San Francisco y una auténtica chulada.

La caminata fue amplia (cerca de 3 horas) y decidimos que era el momento de hacer una pequeña pausa para picar algo. Como el desayuno había sido contundente, optamos por un sandwich y una ensalada para compartir. Lo compramos en Working Girls (259 Kearny St, San Francisco, CA 94108) un sitio muy chulo donde te hacen todo al momento. Mucha gente de oficinas cercanas había hecho una parada y se llevaba de allí la comida.

Con el sandwich y la ensalada en una bolsa, cogimos el autobús, pues la idea era comer en Álamo Square, el parque con vistas a las famosísimas Painted Ladies.

De camino, paramos en el Civic Center para ver el ayuntamiento. La zona es muy bonita, con una explanada de césped muy extensa delante y varios museos en los alrededores.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Desde allí, volvimos a coger el bus para llegar a Álamo Square. Había bastante gente comiendo en la hierba pero había espacio de sobra y el ambiente era muy agradable.

Además, la zona está en una pequeña elevación y a espaldas de las Painted Ladies se divisa buena parte de la ciudad.

Esa estampa, la de los dos allí haciendo un picnic en el césped de unos de los sitios más conocidos de San Francisco será otra de las imágenes que no olvidaremos.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

La verdad es que estábamos tan a gusto que estuvimos a punto de echarnos una buena siesta, pero aún había mucho que hacer.

Desde allí, dirigimos nuestros pasos hacia Castro, el barrio gay que hizo famoso Harvey Milk.

La visita es corta pero muy recomendable. La calle, gobernada por el Castro Theather, tiene mucha alma. A pocos pasos del teatro, está la plaza de Harvey Milk, coronada por una gran bandera del orgullo gay, y una pequeña placa y unos paneles que explican quién fue Harvey Milk. Si veis la peli estando allí o antes de ir, disfrutaréis más la visita.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Eran más o menos las 17.00 de la tarde cuando dejábamos Castro así que aún teníamos casi cuatro horas de luz por delante para completar la visita a la ciudad.

Desde Castro, decidimos subir al Buena Vista Park. Estaba cerca y es uno de los sitios con vistas de la ciudad. Es chulo y hay mucha gente paseando pero los árboles son tan frondosos que tapan un poco la perspectiva. Nosotros no fuimos, pero todo el mundo recomienda Twin Peaks para tener una buena panorámica.

Desde allí, cogimos otro autobús y nos encaminamos al Golden Gate Park, última parada del día. El parque es enorme (tiene 5 kilómetros de punta a punta). Nosotros atravesamos el jardín botánico llegando hasta el Stow Lake y saliendo por el norte por la zona del Presidio Boulevard. Y allí, ya con una paliza seria encima, cogimos otro autobús que nos dejó en el hotel a eso de las 19.00 de la tarde.

Tras una pequeña siesta y una ducha, terminamos el día cenando en el Hard Rock Café del Pier 39 tras una larga y satisfactoria jornada.

Al día siguiente, diríamos adiós a San Francisco y empezaría nuestro Road Trip por el interior de la Costa Oeste...

---

El miércoles 10 de julio iniciamos nuestro Road Trip por la Costa Oeste de Estados Unidos. Habían sido muchos meses preparándolo todo, estudiando paso a paso el itinerario, buscando la mejor ruta, los sitios donde parar, los lugares que no debíamos perdernos, los hoteles, los restaurantes, los parques... y al final, tras muchas horas y mucho esfuerzo, todo había cuadrado a la perfección sobre el papel. Ahora tocaba vivirlo.

Para ese día inicial de ruta, no teníamos prevista una etapa demasiado dura, así que decidimos tomárnoslo con relativa calma, por eso de no empezar ya desde el principio dándonos caña. Había muchos kilómetros por delante y había que ir administrando las fuerzas poco a poco.

Tras hacer el check out en el hotel, nos dirigimos a la oficina de Dollar en O'Farrell Street, en el Downtown, donde teníamos que recoger nuestro coche de alquiler. Había bastante cola al llegar así que tuvimos que esperar un ratito antes de que nos atendieran. Teníamos reservado un Chrysler 200 pero no estaba muy claro si nos darían este o un modelo similar.

Finalmente, tras entregar la documentación, Dollar (o la chica que nos atendió, no lo tengo muy claro) decidió hacernos un upgrade y nos mejoró la categoría del coche. Así que del Chrysler 200, pasamos a un Subaru Legacy muuuy bonito, con mejor motor y un poco más grande.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Ya en nuestra nueva montura y aprovechando que íbamos bien de tiempo, decidimos hacer una pequeña panorámica en coche por San Francisco. La verdad es que después de tanto caminar, agradecimos mucho poder surcar las famosas cuestas de la ciudad desde el Subaru.

Para completar el recorrido y antes de partir ya con dirección a Yosemite, bajamos Lombard Street. Había un poquito de cola para hacer el descenso pero la verdad es que merece la pena, nosotros nunca habíamos conducido por una calle así! Llama la atención las flores y lo cuidado que cada vecino de la calle tiene su jardín, conocedores de la cantidad de visitas que reciben cada día. Para los que queráis ir, el cruce exacto es Lombard con Hyde St.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Completada la panorámica, nos despedimos de la ciudad del Golden Gate con destino Oakhurst, donde teníamos reservado nuestro hotel de esa noche: el Sierra Sky Ranch. El recorrido, de unos 320 kilómetros, nos llevó unas 3 horas y media. A mitad de camino, paramos a echar gasolina y picamos algo en un Taco Bell. Pese a ser comida rápida, se agradece cambiar un poco de la pizza y la hamburguesa habituales.

A eso de las 17.00, llegamos al hotel, hicimos un rápido check in y nos encaminamos hacia la entrada sur de Yosemite, situada a unos 20 kilómetros. Al llegar a la caseta de entrada, compramos el Annual Pass (80 dólares) y preguntamos al guarda si podíamos subir hasta el parking superior de Mariposa Grove. Nos dijo que sí, que había plazas libres y que podíamos acceder sin problemas.

La visita al Parque de Secuoyas de Yosemite nos llevó unas tres horas. Realizamos todo el circuito con calma, acompañados de muy poca gente y de una buena temperatura.

Nada más empezar el recorrido, te topas con el Fallen Monarch, sin duda, un buen inicio:

*** Imagen borrada de Tinypic ***

A medida que vas avanzando, te vas encontrando con los protagonistas principales de Mariposa Grove: Bachelor and Three Graces, Grizzly Giant, California Tunnel Tree...

Nosotros disfrutamos mucho la visita porque además de que el bosque es muy bonito y de que alucinas con la grandiosidad de las secuoyas, fuimos casi todo el recorrido solos, caminando entre gigantes, con los ruidos de la naturaleza como banda sonora. Nos cruzamos con varios ciervos, con un montón de ardillas y con muy pocas personas y pudimos empaparnos bien de la magia del corazón del bosque.

De las secuoyas que más nos gustaron, destacamos el Telescope Tree, un ejemplar enorme, que está hueca por dentro y desde la que se ve el cielo, decenas de metros allá arriba.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

A eso de las 20.30, volvimos al hotel donde, atraídos por el olor que llegaba del comedor, decidimos cenar. Acertamos de pleno. La decoración es muy chula, el ambiente muy bueno y la comida muy rica.

Y antes de irnos a dormir, nos esperaba una última visita: la del supermercado. En recepción nos dijeron que en el pueblo había un Mart (Raley's, 40041 Hwy. 49, Oakhurst, CA 93644) muy grande que abría hasta las 23.00. Así que nos acercamos y fue allí donde hicimos una de las compras más importantes del viaje: la famosa neverita para el coche que nos acompañaría hasta Los Ángeles.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Con todas las tareas cumplidas, volvimos al hotel y nos entregamos a un sueño tranquilo en nuestra coqueta habitación del Sierra Sky Ranch.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Y así se cerró el primer día de nuestro Road Trip. En la siguiente jornada, volveríamos a Yosemite para completar la visita y cruzaríamos el Tioga Pass, otra de las grandes ilusiones de las muchas maravillas que aún nos esperaban por delante.

**Distancia recorrida: 240 millas

---

Tras dormir nuestras ocho horas reglamentarias, nos levantamos dispuestos a afrontar un nuevo día de la aventura americana. Nos esperaba Yosemite y el cruce del parque por el Tioga Pass del que habíamos oído maravillas, así que no nos costó demasiado volver a cerrar las maletas y ponernos en marcha.

El desayuno lo teníamos incluido en el hotel y la verdad es que estuvo muy bien. El salón, el mismo en el que cenamos la noche anterior, tiene una decoración muy chula y en cuanto a la comida en sí, había bastante variedad. Teníamos también la opción de desayunar fuera, pero pese a ser temprano, el calor apretaba fuerte ya a esas horas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
El comedor del hotel

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vista exterior del Sierra Sky Ranch de Oakhurst

Era pronto aún cuando nos despedimos de Oakhurst y enfilamos hacia Yosemite. Antes de entrar en el parque, paramos en una pequeña tienda que hay en el margen izquierdo de la carretera y compramos hielo para nuestra recién estrenada neverita. La noche anterior habíamos cogido en Raley's algo de embutido, unos tomates, fruta y alguna cosa más para poder hacer un picnic en Yosemite y todo fue a parar a la neverita que a partir de aquel día vivió en la parte baja tras el respaldo del asiento del conductor del Subaru.

Tras pasar la caseta de entrada, comprobamos que no había demasiado tráfico y que se circulaba por las carreteras del parque con mucha tranquilidad. Llevábamos los ojos muy abiertos para ver si teníamos la fortuna de cruzarnos con algún animal, pero esa mañana, no hubo suerte.

Nuestra primera parada fue Glacier Point. Tardamos poco más de una hora en recorrer los 70 kilómetros de distancia que hay desde la entrada sur. El mirador es muy alargado y tiene distintos puntos de visión. La panorámica desde allí, con el Half Dome dominando el paraje, es realmente impresionante. Son muy bonitas también las vistas desde allí del Valle de Yosemite, cientos de metros más abajo. Además, a la derecha, descienden dos cascadas que completan una escena espectacular.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Tras una media hora admirando el paisaje y haciendo fotos, continúamos la ruta por las carreteras de Yosemite, siguiendo en dirección norte camino del Valle. Desde Glacier Point hay unos 50 kms, pero antes de llegar, te topas con una de los mejores regalos del parque: The Tunnel View.

Y es que, justo cuando acaba el descenso y a la salida de un túnel, a la izquierda queda la que para nosotros es la vista más bonita de todo Yosemite. La sensación desde el mirador es que el fondo no es real, que es un poster, un croma que han colocado allí para que te hagas la foto. Pero nada de eso. Los olores, los sonidos y el intenso verde de los árboles te devuelven a la realidad de que estás allí viviendo momentos para no olvidar.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Desde Tunnel View, enseguida alcanzamos el Valle de Yosemite. La verdad es que, aunque había mucha gente, está muy bien organizado. Aparcamos en una de las zonas habilitadas para ello, metimos en una mochila la comida y algo de beber, y nos dirigimos hacia el Visitor Center en uno de los autobuses gratuitos que recorren las distintas zonas del Valle.

Tras valorar con una de las Rangers del parque las posibles excursiones, decidimos ir a las Lower Yosemite Falls. Para ello, cogimos otra vez el bus desde el centro de visitantes. Al llegar, comimos en unas mesas de picnic que hay cerca de la parada e iniciamos el pequeño trail hacia las cataratas. Es una caminata que ida y vuelta no lleva más de una hora, además del tiempo que le dediques a la cascada en sí.

Había bastante gente bañándose, tanto allí, como en distintos tramos del río. Nosotros nos quedamos con las ganas porque hacía mucho calor, pero no llevábamos traje de baño. Si vais en temporada de verano, os recomiendo que metáis en la mochila un bañador porque la verdad es que aquello tiene una pinta estupenda.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Terminada la excursión, volvimos en el autobús hasta el parking y reanudamos camino, ya para coger el acceso a Tioga Pass Road. Una vez en la carretera que cruza Yosemite de oeste a este, paramos en Olmsted Point y en el Lago Tenaya tras una hora de coche desde el Valle.

En Tenaya, volvimos a tener la tentación de bañarnos ahora que teníamos a mano los bañadores. Pero cuando metimos un pie en el agua, cambiamos de idea... qué fría!! Eso sí, a pocos metros de donde estábamos nosotros, una chica en bikini se acercó a la orilla y sin pensárselo dos veces se tiró de cabeza rompiendo las aguas cristalinas. Nos dio envidia pero nos pudo más el frío

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Serían ya las 17.30 cuando volvimos al coche tras nuestra visita al Lago. Esa noche teníamos el hotel en Bishop a 1h40' más o menos desde allí y estábamos bastante cansados después de nuestro día de ruta por Yosemite. Así que decidimos no parar en Tuolumne Meadow y seguir tranquilamente hasta Bishop con la idea de darnos un bañito en la pisci del hotel y descansar un poco antes de buscar un sitio para cenar.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Saliendo de Yosemite por la puerta este de la Tioga Pass Road

La carretera que baja desde Lee Vining hacia Bishop es como un disparo: completamente recta. Hicimos varias fotos desde el coche porque es justamente lo que uno imagina cuando piensa en las carreteras americanas.

A eso de las 19.00 llegamos a nuestro hotel: el Ramada Limited Bishop. Es una especie de motel de carretera pero está muy bien. De hecho, como teníamos previsto, nos dimos un bañito en la pisci, descansamos un poco y salimos a cenar.

En recepción nos recomendaron dos opciones: el Whiskey Creek (del que habíamos leído buenas críticas en el foro) y el The Back Alley Bowling. Apostamos por este segundo por ser muy auténtico: el restaurante de la bolera del pueblo.

Y acertamos, porque el NY Steak estaba buenísimo y el ambiente era muy chulo. La cena nos salió por 46 dólares los dos sin contar la propina.

Y a eso de las 23.00 y tras dar un paseo por el pueblo (una calle principal con comercios y poquito más), nos recogimos en nuestro hotel donde velamos armas para la 'batalla' que nos esperaba el día siguiente: atravesar el 'temible' Death Valley (ese día se habían registrado temperaturas en Badwater Basin de 49 grados) para llegar a Las Fabulosas Vegas de Nevada

Distancia recorrida: 212 millas

---