Nos despertamos muuuuy temprano, 5 de la mañana mas o menos, preparamos unos sándwiches para desayunar y nos fuimos con ellos a la terraza del Lodge para ver el amanecer. Fue fantástico ver el amanecer sentados en las sillas de la terraza, junto con unas seis personas tempraneras.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras este grandioso comienzo del día, recogimos nuevamente todos nuestros bártulos y tomamos dirección Bryce Canyon, punto B. Tras salir del Kaibab N.F., cogimos la 89 hacia el norte, vía Kanab y finalmente la 12 para entrar al parque.
Bryce no es propiamente un cañón, sino una gran anfiteatro natural formado por la erosión. Tiene unas estructuras geológicas únicas, llamadas hoodoos (chimeneas de hadas), que se forman por la erosión causada por el viento, agua y hielo. El juego de colores de las rocas, rojo, naranja y blanco recrean vistas espectaculares. Estas diferentes capas, provienen de distintas épocas y ambientes. La web del parque es www.nps.gov/brca/index.htm (mapas e información para descargar en la Etapa1).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos antes de lo pensado a Bryce, gracias al madrugón! Este es un parque que no se parece a ninguno de los que habiamos visto hasta entonces, parece sacado de otro planeta. El parque lo atraviesa una unica carretera de ida y vuelta, por el cual hay diversos desvíos y miradores. Nos detuvimos casi en todos (por no decir todos) los miradores. No nos podíamos resistir a no parar y ver la sorpresa que nos aguardaba ese nuevo mirador.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hicimos un pequeño recorrido a pie, para bajar un poco al cañón, el Queens Garden Trail, de menos de 4km, de sunrise point a sunset point. En la bajada todo fue muy bien, pero la subida costo.
Tras comer un poco y recuperar fuerzas, retomamos la carretera dirección Zion, punto C. Su web es www.nps.gov/zion/index.htm (mapas e información para descargar en la Etapa1). Retrocedimos por la 89 hasta el llamado Mount Carmel Jct, para luego tomar la 9 hacia el oeste, dirección Springdale. El parque es una hendidura de 24 kilometros de longitud y hasta 800 metros de profundidad excavada por el rió virgen sobre terrenos de arenisca roja. Su nombre significa en antiguo Hebreo lugar de refugio o santuario.
Dejamos el coche en el aparcamiento del museo y cogimos el autobús que circula por el parque, ya que no se puede entrar en el parque con tu propio coche. No estuvo mal descansar un poco de tanto coche! Estábamos bastante cansados, así que decidimos no realizar ningún recorrido a pie y visitar las paradas del autobús y sus alrededores.
Empezamos desde el final del parque, buena idea porque mientras vas en el autobús te ponen un audio donde te cuenta un poco la historia y datos del parque, y si te bajas en la mitad no lo oyes entero. Es en ingles, pero entre uno y otro nos enteramos de bastante cosas!
En la parada del Templo de Sinawava, aunque no hicimos el recorrido The Narrows por el rió, nos refrescamos durante un buen rato los pies.
La verdad es que el valle es precioso, por primera vez en todo el viaje (menos en Antelope claro), estábamos mirando hacia arriba para ver el paisaje, en vez de hacia abajo como para ver los cañones. Es una pena que en las fotos no se aprecie la grandeza de esas paredes verticales. Creo que tuvimos ese mismo problema en casi todos los parques, porque todos son tan grandes que es imposible capturar su inmensidad.
Hacia las 7-8 salimos del parque para llegar a Las Vegas de noche, por la autopista 15. Por cierto, todas las autopistas de USA son gratis! Fue todo un espectáculo la llegada a Las Vegas, vas por pleno desierto y de la nada aparece una ciudad iluminada por millones de luces.
Nos alojamos en el Stratosphere www.stratospherehotel.com , hicimos el check in rápidamente y dejamos el coche en el parking. La verdad es que nos costo bastante encontrar nuestra habitación, lo teníamos en la torre 2 creo, pero al entrar en los ascensores eran de otra torre! Total, que estábamos en la otra punta del hotel y tuvimos que traspasar todo el casino para llegar al dichoso ascensor que nos llevaba a nuestra torre. Nos teníais que ver esquivando maquinas traga perras, mesas de póquer y gente por todos lados con nuestras maletas! Y al fin llegamos a la habitación, agotados, hambrientos y dispuestos a dejarnos llevar por la ciudad del pecado, eso si, el próximo día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras este grandioso comienzo del día, recogimos nuevamente todos nuestros bártulos y tomamos dirección Bryce Canyon, punto B. Tras salir del Kaibab N.F., cogimos la 89 hacia el norte, vía Kanab y finalmente la 12 para entrar al parque.
Bryce no es propiamente un cañón, sino una gran anfiteatro natural formado por la erosión. Tiene unas estructuras geológicas únicas, llamadas hoodoos (chimeneas de hadas), que se forman por la erosión causada por el viento, agua y hielo. El juego de colores de las rocas, rojo, naranja y blanco recrean vistas espectaculares. Estas diferentes capas, provienen de distintas épocas y ambientes. La web del parque es www.nps.gov/brca/index.htm (mapas e información para descargar en la Etapa1).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos antes de lo pensado a Bryce, gracias al madrugón! Este es un parque que no se parece a ninguno de los que habiamos visto hasta entonces, parece sacado de otro planeta. El parque lo atraviesa una unica carretera de ida y vuelta, por el cual hay diversos desvíos y miradores. Nos detuvimos casi en todos (por no decir todos) los miradores. No nos podíamos resistir a no parar y ver la sorpresa que nos aguardaba ese nuevo mirador.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hicimos un pequeño recorrido a pie, para bajar un poco al cañón, el Queens Garden Trail, de menos de 4km, de sunrise point a sunset point. En la bajada todo fue muy bien, pero la subida costo.
Tras comer un poco y recuperar fuerzas, retomamos la carretera dirección Zion, punto C. Su web es www.nps.gov/zion/index.htm (mapas e información para descargar en la Etapa1). Retrocedimos por la 89 hasta el llamado Mount Carmel Jct, para luego tomar la 9 hacia el oeste, dirección Springdale. El parque es una hendidura de 24 kilometros de longitud y hasta 800 metros de profundidad excavada por el rió virgen sobre terrenos de arenisca roja. Su nombre significa en antiguo Hebreo lugar de refugio o santuario.
Dejamos el coche en el aparcamiento del museo y cogimos el autobús que circula por el parque, ya que no se puede entrar en el parque con tu propio coche. No estuvo mal descansar un poco de tanto coche! Estábamos bastante cansados, así que decidimos no realizar ningún recorrido a pie y visitar las paradas del autobús y sus alrededores.
Empezamos desde el final del parque, buena idea porque mientras vas en el autobús te ponen un audio donde te cuenta un poco la historia y datos del parque, y si te bajas en la mitad no lo oyes entero. Es en ingles, pero entre uno y otro nos enteramos de bastante cosas!
En la parada del Templo de Sinawava, aunque no hicimos el recorrido The Narrows por el rió, nos refrescamos durante un buen rato los pies.
La verdad es que el valle es precioso, por primera vez en todo el viaje (menos en Antelope claro), estábamos mirando hacia arriba para ver el paisaje, en vez de hacia abajo como para ver los cañones. Es una pena que en las fotos no se aprecie la grandeza de esas paredes verticales. Creo que tuvimos ese mismo problema en casi todos los parques, porque todos son tan grandes que es imposible capturar su inmensidad.
Hacia las 7-8 salimos del parque para llegar a Las Vegas de noche, por la autopista 15. Por cierto, todas las autopistas de USA son gratis! Fue todo un espectáculo la llegada a Las Vegas, vas por pleno desierto y de la nada aparece una ciudad iluminada por millones de luces.
Nos alojamos en el Stratosphere www.stratospherehotel.com , hicimos el check in rápidamente y dejamos el coche en el parking. La verdad es que nos costo bastante encontrar nuestra habitación, lo teníamos en la torre 2 creo, pero al entrar en los ascensores eran de otra torre! Total, que estábamos en la otra punta del hotel y tuvimos que traspasar todo el casino para llegar al dichoso ascensor que nos llevaba a nuestra torre. Nos teníais que ver esquivando maquinas traga perras, mesas de póquer y gente por todos lados con nuestras maletas! Y al fin llegamos a la habitación, agotados, hambrientos y dispuestos a dejarnos llevar por la ciudad del pecado, eso si, el próximo día.