Plan del día
(Estos "planes del día" que pongo al principio de cada etapa son los que teníamos originalmente pensados, pero varios días no coinciden con lo que luego haríamos, ya fuera porque algún sitio nos gustara más, por el clima o por otras razones. Pero bueno, los pongo igualmente por si a alguien le interesan)
Hoy es el día de nuestra última excursión, nuestro último desplazamiento largo: vamos a visitar uno de los lugares más bellos del país, importantísimo centro de budismo y lugar muy visitado en cualquier época del año. Nos vamos a Nikko.
Nos levantamos prontito, cómo no, y tras el rápido desayuno en el hotel tomamos la Yamanote hasta la estación de Ueno, donde tenemos que coger el Shinkanshen de las 8:14. Éste nos deja en Utsunomiya a las 8:58, y allí cambiamos de tren a la JR Nikko Line, cogemos el de las 9:12 y poco antes de las 10 de la mañana nos plantamos en Nikko.
Formas de llegar a Nikko
Orientación general zona Nikko
Salimos de la estación JR y giramos a la derecha para acercarnos lo primero de todo a la otra estación, la de Tobu, donde hay un puesto de información turística. Allí nos atienden muy amablemente y en un perfecto inglés, nos dan mapas de la zona y nos explican cómo llegar a las cascadas Kegon. En un principio nuestro plan era visitar las dos zonas (templos y cascadas), pero en ese mismo momento tomamos la decisión de quedarnos sólo en los templos y recorrer la zona tranquilamente y sin prisas. No nos arrepentiremos, porque el complejo de templos es TAN impresionante que merece todo el tiempo que se le pueda dedicar.
De las estación al puente Shinkyo
Con la decisión tomada, seguimos adelante calle arriba hasta llegar al famoso puente Shinkyo, donde dicen que el monje budista Shodo Shonin, fundador de la primera ermita en Nikko en el 782, atravesó el río a lomos de dos enormes serpientes (buenoooooo....)
Puente Shinkyo
Cruzamos la carretera y comenzamos a subir por las escaleras justo enfrente del puente. Al rato, alcanzamos una explanada y vemos una taquilla de venta, donde compramos el ticket combinado que nos dará acceso a los lugares más importantes del complejo: Toshogu, Futarasan y Rinnoji.
Zona de templos de Nikko
Comenzamos visitando el templo Rinnoji. Con este nombre se abarca un conjunto de 15 edificios-templos, el primero de los cuales fue fundado por “el de las serpientes” allá por el siglo VIII. Con nuestro ticket podemos visitar el edificio principal, el Sanbutsudo, que contiene diversas estatuas de diosas como Amida y Kannon. Enfrente de este edificio está la sala del Tesoro y el jardín Shoyoen, pero no están incluidos en el ticket combinado, y decidimos no pagar el extra para entrar.
Edificio en Rinnoji
De allí salimos por la izquierda al amplio camino principal, bordeado de miles de cedros; esto en otoño debe de ser alucinante. Una gran torii de piedra nos da la bienvenida. En el primer patio tras la torii encontramos la pagoda de cinco pisos Gojunoto, y un poco más adelante vemos la puerta Niomon, que como ya nos va siendo habitual está vigilada por las dos estatuas típicas de otros santuarios.
Pagoda Gojunoto
Pasamos por la puerta y nos adentramos en lo que, en mi opinión, es un lugar absolutamente impresionante: Toshogu, el mausoleo del señor Ieyasu, un santuario con diez o doce edificios a cual más bellamente decorado, situados en un entorno natural que los hace aún más bonitos. Cada uno de los edificios tiene cientos de relieves de madera representando multitud de objetos y animales, y muchos están recubiertos de pan de oro. Es un lugar que llama aún más la atención si has visitado antes otros templos y santuarios del país en los que la decoración es mucho más simple y menos llamativa. Allí encontramos los establos sagrados con el famoso relieve de los tres monos sabios, la biblioteca de sutras, otra gran torii, muchas linternas de piedra, un edificio de almacén... Como ya suponíamos, hay bastante gente, pero como vamos tranquilos no nos importa ir dejando pasar a los grupos amplios que llevan más prisa...
Entramos también en el Yakushi-do es una estancia con un gran dragón pintado en el techo, donde un monje hace una demostración de la acústica de la sala, golpeando dos bloques en varios lugares de la misma y demostrando que sólo cuando lo hace bajo la boca del dragón el sonido retumba “recordando” el rugido de un dragón...
Subimos las siguientes escaleras, pasamos entre las torres del tambor y de la campana (estos instrumentos simbolizan el nacimiento y la muerte), y cruzamos la puerta Yomeimon, seguramente la más decorada de todas, y por fin alcanzamos el santuario Toshogu en sí. Fuera zapatos y visita rápida, que creo que ya os he dicho que estos suelos de madera hielan los pies....
Puerta Yomeimon
Más allá todavía se puede acceder a la tumba de Tokugawa Ieyasu, que no se encuentra dentro del santuario, sino en una torre adyacente. Esta visita tampoco entra en el ticket combinado, así que seguimos adelante sin verla.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta alcanzar la torri gigante de granito, y giramos a la derecha por un camino flanqueado por una hilera de linternas de piedra, al final del cual volvemos a girar a la derecha y accedemos al recinto de Futurasan. Este santuario está dedicado a las montañas que rodean Nikko, y tiene también varios edificios. No es tan apaullante como el Toshogu, pero es bonito y está menos repleto de gente.
Al salir de Futurasan, giramos a la derecha y entramos en el Taiyuinbyo, el mausoleo de Iemitsu, que era el nieto de Ieyasu y así todo queda en familia. Para alcanzar el edificio principal hay que subir bastantes escaleras, os aviso. Nos lo tomamos con calma y vamos parándonos a contemplar el paisaje (éste es el último edificio del complejo y está aún más metido en el bosque) y los edificios dispersos.
Arriba del Taiyuinbyo
Cuando llegamos arriba del tercer tramo pasamos entre dos torres similares a las del Toshogu y cruzamos una puerta para alcanzar ya el edificio principal propiamente dicho. Es muy bonito, y con lo que nos ha costado subir hasta aquí, más bonito aún Echamos un vistazo al interior y seguimos el camino que lo bordea hasta salir por otra puerta en la parte trasera.
Hemos terminado las visitas incluidas en nuestro billete combinado, y son casi las 2 de la tarde, así que debemos pensar en comer algo. Volvemos a bajar todas las escaleras y luego un camino nos lleva hasta la carretera, donde giramos a la izquierda y llegamos de nuevo al puente Shinkyo.
Buscamos en la guía alguna rcomendación para comer y nos decidimos por uno a medio camino de la estación. Nos dirigimos allí, pero al llegar vemos que está cerrado. No nos apetece volver hacia atrás, así que seguimos hacia la estación, y como por aquí no parece haber muchos sitios para comer, nos metemos en el primero que vemos, un local con aspecto de bar de carretera, bastante cutre, con cuatro mesas y algún guiri despistado como nosotros. La especialidad parece ser la sopa de ajo con diferentes cosas (ternera, pollo...), así que nos apuntamos y nos traen unos cuencos que parecen calderos. Estaban picantillas, así que salimos de allí con calorcito, y qué bien, porque el tiempo ha empeorado y hace un frío interesante... Volvemos a la estación y deshacemos el camino de esta mañana, aprovechando para alguna siestecilla...
El tren nos deja en Ueno sobre las 17 horas. Decidimos recuperar la visita que no hicimos el otro día y tomamos la Yamanote hacia Shinjuku. Allí, al bajarnos del tren, nos damos cuenta de que lo que hemos leido sobre esta estación es totalmente cierto y aún se queda corto. Una multitud de personas se mueven en todas direcciones sin parar, mientras suenan las musiquitas de los trenes en los andenes y los anuncios por megafonía y la música de las tiendas. Una auténtica locura. Tratamos de orientarnos. Por suerte, nuestro objetivo es el Tocho, el edificio del Gobierno Metropolitano, y está señalizado en los paneles, así que basta con seguirlos, y tras más de 10 minutos andando por las entrañas de Tokyo, incluyendo varios tramos de cintas transportadoras para personas, salimos de nuevo a la luz de día....bueno, a la no-luz del día, porque ya casi ha anochecido.
Zona de Shinjuku
Para llegar al Tocho
Desde donde nos han dejado las indicaciones seguimos todo recto, sin dejar de mirar hacia arriba, y llegamos a la base del edificio. La torre sur ya está cerrada, así que nos ponemos a la cola que hay para la torre norte, y en unos 15 minutos estamos en el ascensor que nos lleva a la planta 45. Ya es casi de noche, y nos quedamos a disfrutar de las impresionantes vistas durante un buen rato....
Shinjuku desde abajo
Shinjuku desde arriba
Cuando nos cansamos, volvemos a bajar y nos dirigimos de nuevo hacia la estación. Ya no vamos a visitar nada más hoy, así que decidimos quedarnos por las tiendas de uno de los múltiples centros comerciales que hay por aquí, subimos a una de las plantas de restaurantes para cenar y luego volveremos al hotel “atajando” con la Chuo Line.
Hoy ha sido un día largo y de nuevo con contrastes: Nikko y Shinjuku, dos lugares totalmente opuestos, pero igual de impactantes cada uno desde su punto de vista. Volvemos a caer rendidos en la cama. Nos queda poco de viaje, y aunque hacemos los días largos, tenemos la impresión de que los últimos se nos están pasando volando....