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Etapa 7
Ultimo día completo que estaríamos en el hotel. Que pena la verdad. Aprovechamos para ver las tiendas del hotel y comprarnos algún caprichito. Los fulares-pareos grandes que vendían en la tienda al lado del buffet El mercado eran geniales. Con estampados de lagartos en todos los tamaños me lleve dos por 24 dólares. (Nota mental, no intentéis regatear, allí es precio fijo) y seguro que allí mas de uno encontrará algún recuerdo original para uno mismo.
Pasamos la mañana de nuevo en la playa haciendo snorkel y cogiendo la canoa gratuita que el hotel nos ofrecía. Nos reímos bastante los 4. Nos encontramos con Sonbra 26 tras el desayuno y ya no nos separamos. Una hora mar adentro con ellas y cogiendo aun más si cabe color. He de decir que hemos llegado aquí como negritos.
Os cuento como hicimos con las cremas. Para la cara y hombros llevamos protección 30 y para brazos y piernas protección 15. En un primer momento pensamos comprar del hotel crema biodegradable cuya marca era Hawaiian tropic, pero nos quito rápidamente la idea al ver que ellos tienen hasta factor 80. Pregunte en la tienda como si en España la pantalla total es un factor 50 ellos tenían factor 80. No me supo explicar y el único razonamiento que me dio fue el tipo de sol (yo pensaba que todo el planeta compartía el mismo sol ¬¬) Y como no pensábamos entrar en ningún lado donde necesitáramos crema biodegradable (en parques acuáticos o determinadas zonas no puedes usar tu crema española) lo olvidamos.
A la hora de la comida, sobre las 15h siempre aprovechábamos para hablar con España. Me explico, yo intentar escribir emails desde mi móvil y es que todavía no sabemos si era mi móvil o el wifi pero uno de los dos fallaba y mucho y mi pareja a través de un programa que instalo en su móvil hablar vía Internet con su familia sin que le costara un duro y ellos desde España a través del ordenador. Los primeros días como lo vi tan desesperante decidí comprar una tarjeta de las que vendían en el hotel para conectarme desde sus ordenadores. 5 dólares 30 minutos. Una estafa, lo sé. Pero es que yo solo me limitaba a escribir emails y con eso me daba de sobra. Además si había suerte más de una día me encontré alguna sesión gratuita abierta. No preguntéis, pero aquello estaba abierto y yo lo aprovechaba hasta que me cansaba.
Las tarjetas de teléfono que vendían allí costaban 100 pesos, y yo por lo que podía ver allí eran una estafa. Había gente que podía hablar otras que no. Luego nos comentaron que se oía fatal y que los minutos volaban rápidamente. Así pues, me fui a lo seguro.
La tarde la pasamos en compañía de Jeremias y sus cócteles. Era la última tarde y queríamos aprovechar todo muchísimo.
Por la noche quisimos gastar nuestro último tickets en el restaurante “Tapas”. Las vistas son muy buenas y creo que es la terraza más alta del complejo hotelero. La pega: Hay muy poquitas mesas.
Habíamos oído hablar mal y bien de él e íbamos un poco preocupados por si nos quedaríamos hambrientos. El truco es en pedir más de una vez. El entrante se compone de 3 platitos con van juntos y no puedes elegir solo uno de ellos. Hay 4 o 5. El de ensaladas, el italiano, y dos mas que no recuerdo. El italiano por ejemplo llevaba un ravioli con queso relleno de savia, un arroz meloso y una minilasaña. Los segundos podías elegir tandas de 3 en 3. Nos dijo el camarero que cuando trajeran los primeros platos pidiéramos los siguientes. El problema de no poder elegir todo a la vez se basa simplemente en el tamaño de los platos. Mas de 3 no entraban en la mesa.
Todos los platitos muy buenos, las carnes eran como brochetitas y bueno no seria un restaurante para volver pero no huimos corriendo.
El postre como era de esperar era más de lo mismo, mini pastelitos.
Ese último día fuimos a visitar la discoteca que no la conocíamos ni el Sportbar. Se encuentran al lado del lobby del Yucatán y están bastante bien y todo bastante nuevo. En el Sportbar lleno de pantallas planas y con una barra en medio. También hay futbolines y demás juegos. La discoteca estaba medio vacía pero eran las 23h y supongo que la fiesta todavía no habría comenzado. No nos quedamos pues estábamos muy cansados pero no nos hubiera importado
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