DIA 5.- SESRIEM-SWAKOPMUND
Tras volver de ver amanecer en la duna 45, una de las mas altas, y desayunar, salimos hacia Swakopmund. La mitad del trayecto es bonito, atravesando los montes Naukluft o como se escriba, el cañón del Kuiseb… a partir de ahí el trayecto se convierte en una llanura árida, monótona, sin vida, que se hace muy muy pesada y aburrida. En los montes Naukluft cuya pista no estaba cuando yo fui muy bien mantenida, pudimos observar gracias a la agudeza visual de uno de nosotros las esquivas cebras de montaña. Los montes tampoco es que me apasionaran. Lo puedo considerar una jornada de tránsito hacia el nuevo destino. Swakopmund.
Cebra de montaña en los montes Naukluft
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Montes Naukluft
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
En Swakopmund teníamos hotel, Deutches Haus. Muy correcto, limpio, cómodo, con un gran desayuno buffet y barato para los precios de hoteles en el país y en esa zona. (40 euros por persona noche).
Nada mas llegar, fuimos a la lavandería, a hacer una compra grande de comida, pues los días siguientes nos íbamos al norte, cambiar dinero, y contratar la excursión por la Bahía de Walbys al día siguiente en barco.
Tras todo ello, nos fuimos a cenar el Restaurante Tuna, al comienzo del largo muelle que hay en la playa. Esta en tierra, pero en el casco de un antiguo barco. Como no había mesa libre nos sentamos en la barra y degustamos un pescado a la plancha magnífico Stein Brass, y unos calamares también a la plancha. Magnífico todo la verdad.
DIA 6.- SWAKOPMUND
Muy entretenida la excursión por Walbys Bai en barco. Salimos hacia el muelle hacia las 8 de la mañana y en media hora estábamos allí. Había una tormentilla de arena no muy fuerte pero que llenaba de arena todo. Una vez con el barco en la bahía se calmó y se fue. Pudimos ver leones marinos que se subían el barco y se podían acariciar, delfines de dos tipos y pelícanos. Finalizando la excursión nos sirvieron vino del cabo, ostras y un picoteo que entraba bien la verdad. La empresa que lo organizaba todo era Dove Cruises.
León marino
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Leona marina subiéndose al barco
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Delfines
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pelicanos en formación
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Colonia de leones marinos
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por la tarde hicimos las ultimas gestiones en Swakopmund para el resto del viaje y nos fuimos a cenar al restaurante Lighthouse, previa reserva claro está, porque estaba hasta arriba. Muchos españoles, me sorprendió. Supongo que Kananga estaría por allí con algún camión. Tomamos un solomillo de orix maravilloso, con buen vino tinto del Cabo y un gin tonic para rematar. Nos esperaban días por el norte y no sabíamos cuando íbamos a poder comer así de bien. El precio de las copas no es bastante mas barato que en España.
Swakopmund no parece África jeje. Aquello es curioso, tantos alemanes y una ciudad con un nivel de vida caro.
DIA 7.- SWAKOPMUND-KAMANJAB
Teníamos un día muy largo de coche y debíamos llegar antes de las tres de la tarde a Otjiwongo Cheetah Guest Farm, creo se escribía así, (25 kilómetros al este de Kamanjab dirección Outjo), para visitar la granja donde en crían en cautividad los guepardos. Queríamos ir a Cape Cross en el trayecto pero la noche antes, un guía que encontramos en el hotel nos desaconsejo la visita a la colonia de leones marinos, si ya habíamos hecho la excursión a la bahía de Walbys. Nos decía que nos iba a quitar excesivo tiempo para llegar a Kamanjab y que si habíamos visto lo otro pues no era necesario verlo. Luego nos alegramos y os diré por qué.
Salimos después de desayunar sobre las siete y media de la tarde dirección Henties Bay con una niebla espesísima. Era un incordio conducir en esas condiciones la verdad y aunque la carretera era asfaltada, tenía algo de tráfico y un carril sin arcén para cada sentido de la marcha.
Peor fue cuando al llegar a Henties, la niebla derivó en tormenta de arena, que bueno, no dejaba de ser una tormenta, pero cuando cogimos dirección este, hacia el interior, a Uis Mine, la tormenta adquirió tal virulencia que era inimaginable poder circular. Cuando amainó algo, condujimos unos 70 kilómetros hasta salir de ella. Lo que pasa es que el viento azotaba por ráfagas y a veces teníamos que parar. Pues bien el resultado: dos rajas en la luna delantera, el cristal totalmente picado por la arena lo cual nos impedía conducir con el sol bajo y de frente porque no se veía nada, (gracias a Dios hasta Ciudad del Cabo no nos encontramos en esa situación), la pintura del morro la quitó la arena, y el radiador había quedado totalmente doblado por los chinitos que levantaba la arena. Fue un momento duro del viaje pues no sabíamos que hacer, si bajar a Whindoek a 4 horas de camino, a que nos arreglaran el coche y perder nuestro recorrido por Kaokoland, o tirar hacia arriba sin remedio.
Paramos en un lodge en Uis Mine, a consultar talleres etc…obviamente en esta zona muy poco poblada no había muchas opciones. Y un señor mayor experimentado nos dio la solución, y es que siguiéramos y que no tendría porque ir los males a mayores y la verdad así fui, pues hicimos 5.900 km. y el coche respondió en todo momento, y las rajas de la luna delantera no fueron a mayores. Eso si la visibilidad cuando nos cogió el sol de frente de Hermanus a Ciudad del Cabo, nos obligó a pararnos y esperar a que se pusiera el sol.
Aparte de esto, deciros que el camino es bonito, por lo menos cuando salimos de la tormenta… bordeando el Brandsberg que es un montaña inmensa y muy bonita. De Uis Mine a Khorixas casi me llevo por delante a 4 avestruces que se pusieron a cruzar justo cuando pasaba yo pero bueno, no llegó a haber impacto. Estaba claro que el día estaba siendo aciago.
Llegamos a la granja de guepardos a las 15 horas y bueno allí nos recibieron los hijos del dueño de aquel tinglao que estaban ya con los que se alojaban esa noche en el camping e iniciaban el tour con 3 guepardos domesticados que tenían. Muy bonita la experiencia porque el bicho es precioso. Lo podías acariciar y demás pero bueno con cuidado, no se le podía molestar ni interferir en el camino.
Guepardos criados en cautividad
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después fueron a dar de comer a los que tienen en una zona acotada, estos ya salvajes pero criados en cautividad. Muy bonito.
Dando de comer a otros guepardos mas salvajes en cautividad
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El camp site me gustó mucho. Tenían césped plantado para poner la tienda y con tanto polvo se agradece. No daban ni vendían comida pero nosotros llevábamos desde Swakopmund. Solo tenían un bareto/tasca curioso donde a veces se deben de formar grandes cachondeos por las fotos que vimos, porque el día que estuvimos la verdad que muy tranquilo.
A la mañana siguiente temprano me desperté el primero y me encontré los alrededores de la tienda llenos de aves tejedoras, calaos, bul bul (los hay a montones en todo el sur de Africa) y unos pájaros de un rojo intenso precioso por lo que aproveche para sacar fotos y darme un paseo. Llegué a una zona acotada donde había una hembra de guepardo con sus 6 crías. Disfrute mucho esa mañana. Claro el día antes estaba machacado.
Buscando en una guía creo que se llaman Gonolek de Burchell estos pájaros tan bonitos
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Calaos de dos especies (de Monteiro y de pico rojo creo se llaman)
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Cria de guepardo
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DIA 8.- KAMANJAB-OPUWO
Descansamos bien y salimos los últimos del camping. El recorrido los siguientes días no iba a ser muy largo. Tras Kamanjab bordeamos el parque de Etosha por la zona oeste y disfrutamos mucho del paisaje. Vimos las primeras jirafas pastando al lado de la carretera, y un varano enorme (lagarto) se nos cruzó, sin mayor percance, por lo que aprovechamos para tirarle fotos.
Jirafas de camino a Opuwo
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La llegada a Opuwo fue impactante. Un pueblo muy grande, con viento, mucho polvo y lleno de himbas y hereros por todos lados, lo que le daba una aspecto caótico. Tenía camping en el Opuwo Country Hotel y eso nos alegró muchísimo el resto del día. El Hotel que está al final de un camino de cabras saliendo del pueblo hacia el oeste, era una maravilla. Nosotros teníamos camping que estaba correcto y muy bien, también con su césped. Lo bueno es que podíamos utilizar todas las instalaciones del hotel, básicamente piscina y restaurante. Como llegamos ya comidos, nos fuimos a la piscina que era una maravilla. Situada en la ladera de una montaña, con la sabana debajo y todo lleno de aves de todo tipos y colores. Echamos una tarde maravillosa, al igual que la puesta de sol, que es de esas que nunca se olvida. Lo mejor estaba por llegar y es que cuando fuimos a cenar, la cena era buffet y la misma era un autentico espectáculo, de una calidad extraordinaria. Yo que soy carnívoro, pues me harté de solomillo de ternera, kudu y springbok. Los postres también magníficos y el precio nada caro si tenemos en cuenta los precios de España y la calidad de comida que estábamos degustando. 18 euros. Luego vimos en las paredes que el restaurante tenía varios premios nacionales de gastronomía a su calidad y os aseguro que es una pasada.
Piscina del Opuwo Country Hotel
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Los tejedores en la piscina
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Anochece
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Conclusión, el que tenga que hacer noche en Opuwo en su camino a Epupa Falls que se quede en este Hotel o Camping. Es un oasis en medio del caos y el polvo.
Tras volver de ver amanecer en la duna 45, una de las mas altas, y desayunar, salimos hacia Swakopmund. La mitad del trayecto es bonito, atravesando los montes Naukluft o como se escriba, el cañón del Kuiseb… a partir de ahí el trayecto se convierte en una llanura árida, monótona, sin vida, que se hace muy muy pesada y aburrida. En los montes Naukluft cuya pista no estaba cuando yo fui muy bien mantenida, pudimos observar gracias a la agudeza visual de uno de nosotros las esquivas cebras de montaña. Los montes tampoco es que me apasionaran. Lo puedo considerar una jornada de tránsito hacia el nuevo destino. Swakopmund.
Cebra de montaña en los montes Naukluft
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Montes Naukluft
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
En Swakopmund teníamos hotel, Deutches Haus. Muy correcto, limpio, cómodo, con un gran desayuno buffet y barato para los precios de hoteles en el país y en esa zona. (40 euros por persona noche).
Nada mas llegar, fuimos a la lavandería, a hacer una compra grande de comida, pues los días siguientes nos íbamos al norte, cambiar dinero, y contratar la excursión por la Bahía de Walbys al día siguiente en barco.
Tras todo ello, nos fuimos a cenar el Restaurante Tuna, al comienzo del largo muelle que hay en la playa. Esta en tierra, pero en el casco de un antiguo barco. Como no había mesa libre nos sentamos en la barra y degustamos un pescado a la plancha magnífico Stein Brass, y unos calamares también a la plancha. Magnífico todo la verdad.
DIA 6.- SWAKOPMUND
Muy entretenida la excursión por Walbys Bai en barco. Salimos hacia el muelle hacia las 8 de la mañana y en media hora estábamos allí. Había una tormentilla de arena no muy fuerte pero que llenaba de arena todo. Una vez con el barco en la bahía se calmó y se fue. Pudimos ver leones marinos que se subían el barco y se podían acariciar, delfines de dos tipos y pelícanos. Finalizando la excursión nos sirvieron vino del cabo, ostras y un picoteo que entraba bien la verdad. La empresa que lo organizaba todo era Dove Cruises.
León marino
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Leona marina subiéndose al barco
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Delfines
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pelicanos en formación
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Colonia de leones marinos
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por la tarde hicimos las ultimas gestiones en Swakopmund para el resto del viaje y nos fuimos a cenar al restaurante Lighthouse, previa reserva claro está, porque estaba hasta arriba. Muchos españoles, me sorprendió. Supongo que Kananga estaría por allí con algún camión. Tomamos un solomillo de orix maravilloso, con buen vino tinto del Cabo y un gin tonic para rematar. Nos esperaban días por el norte y no sabíamos cuando íbamos a poder comer así de bien. El precio de las copas no es bastante mas barato que en España.
Swakopmund no parece África jeje. Aquello es curioso, tantos alemanes y una ciudad con un nivel de vida caro.
DIA 7.- SWAKOPMUND-KAMANJAB
Teníamos un día muy largo de coche y debíamos llegar antes de las tres de la tarde a Otjiwongo Cheetah Guest Farm, creo se escribía así, (25 kilómetros al este de Kamanjab dirección Outjo), para visitar la granja donde en crían en cautividad los guepardos. Queríamos ir a Cape Cross en el trayecto pero la noche antes, un guía que encontramos en el hotel nos desaconsejo la visita a la colonia de leones marinos, si ya habíamos hecho la excursión a la bahía de Walbys. Nos decía que nos iba a quitar excesivo tiempo para llegar a Kamanjab y que si habíamos visto lo otro pues no era necesario verlo. Luego nos alegramos y os diré por qué.
Salimos después de desayunar sobre las siete y media de la tarde dirección Henties Bay con una niebla espesísima. Era un incordio conducir en esas condiciones la verdad y aunque la carretera era asfaltada, tenía algo de tráfico y un carril sin arcén para cada sentido de la marcha.
Peor fue cuando al llegar a Henties, la niebla derivó en tormenta de arena, que bueno, no dejaba de ser una tormenta, pero cuando cogimos dirección este, hacia el interior, a Uis Mine, la tormenta adquirió tal virulencia que era inimaginable poder circular. Cuando amainó algo, condujimos unos 70 kilómetros hasta salir de ella. Lo que pasa es que el viento azotaba por ráfagas y a veces teníamos que parar. Pues bien el resultado: dos rajas en la luna delantera, el cristal totalmente picado por la arena lo cual nos impedía conducir con el sol bajo y de frente porque no se veía nada, (gracias a Dios hasta Ciudad del Cabo no nos encontramos en esa situación), la pintura del morro la quitó la arena, y el radiador había quedado totalmente doblado por los chinitos que levantaba la arena. Fue un momento duro del viaje pues no sabíamos que hacer, si bajar a Whindoek a 4 horas de camino, a que nos arreglaran el coche y perder nuestro recorrido por Kaokoland, o tirar hacia arriba sin remedio.
Paramos en un lodge en Uis Mine, a consultar talleres etc…obviamente en esta zona muy poco poblada no había muchas opciones. Y un señor mayor experimentado nos dio la solución, y es que siguiéramos y que no tendría porque ir los males a mayores y la verdad así fui, pues hicimos 5.900 km. y el coche respondió en todo momento, y las rajas de la luna delantera no fueron a mayores. Eso si la visibilidad cuando nos cogió el sol de frente de Hermanus a Ciudad del Cabo, nos obligó a pararnos y esperar a que se pusiera el sol.
Aparte de esto, deciros que el camino es bonito, por lo menos cuando salimos de la tormenta… bordeando el Brandsberg que es un montaña inmensa y muy bonita. De Uis Mine a Khorixas casi me llevo por delante a 4 avestruces que se pusieron a cruzar justo cuando pasaba yo pero bueno, no llegó a haber impacto. Estaba claro que el día estaba siendo aciago.
Llegamos a la granja de guepardos a las 15 horas y bueno allí nos recibieron los hijos del dueño de aquel tinglao que estaban ya con los que se alojaban esa noche en el camping e iniciaban el tour con 3 guepardos domesticados que tenían. Muy bonita la experiencia porque el bicho es precioso. Lo podías acariciar y demás pero bueno con cuidado, no se le podía molestar ni interferir en el camino.
Guepardos criados en cautividad
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después fueron a dar de comer a los que tienen en una zona acotada, estos ya salvajes pero criados en cautividad. Muy bonito.
Dando de comer a otros guepardos mas salvajes en cautividad
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
El camp site me gustó mucho. Tenían césped plantado para poner la tienda y con tanto polvo se agradece. No daban ni vendían comida pero nosotros llevábamos desde Swakopmund. Solo tenían un bareto/tasca curioso donde a veces se deben de formar grandes cachondeos por las fotos que vimos, porque el día que estuvimos la verdad que muy tranquilo.
A la mañana siguiente temprano me desperté el primero y me encontré los alrededores de la tienda llenos de aves tejedoras, calaos, bul bul (los hay a montones en todo el sur de Africa) y unos pájaros de un rojo intenso precioso por lo que aproveche para sacar fotos y darme un paseo. Llegué a una zona acotada donde había una hembra de guepardo con sus 6 crías. Disfrute mucho esa mañana. Claro el día antes estaba machacado.
Buscando en una guía creo que se llaman Gonolek de Burchell estos pájaros tan bonitos
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Calaos de dos especies (de Monteiro y de pico rojo creo se llaman)
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cria de guepardo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
DIA 8.- KAMANJAB-OPUWO
Descansamos bien y salimos los últimos del camping. El recorrido los siguientes días no iba a ser muy largo. Tras Kamanjab bordeamos el parque de Etosha por la zona oeste y disfrutamos mucho del paisaje. Vimos las primeras jirafas pastando al lado de la carretera, y un varano enorme (lagarto) se nos cruzó, sin mayor percance, por lo que aprovechamos para tirarle fotos.
Jirafas de camino a Opuwo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La llegada a Opuwo fue impactante. Un pueblo muy grande, con viento, mucho polvo y lleno de himbas y hereros por todos lados, lo que le daba una aspecto caótico. Tenía camping en el Opuwo Country Hotel y eso nos alegró muchísimo el resto del día. El Hotel que está al final de un camino de cabras saliendo del pueblo hacia el oeste, era una maravilla. Nosotros teníamos camping que estaba correcto y muy bien, también con su césped. Lo bueno es que podíamos utilizar todas las instalaciones del hotel, básicamente piscina y restaurante. Como llegamos ya comidos, nos fuimos a la piscina que era una maravilla. Situada en la ladera de una montaña, con la sabana debajo y todo lleno de aves de todo tipos y colores. Echamos una tarde maravillosa, al igual que la puesta de sol, que es de esas que nunca se olvida. Lo mejor estaba por llegar y es que cuando fuimos a cenar, la cena era buffet y la misma era un autentico espectáculo, de una calidad extraordinaria. Yo que soy carnívoro, pues me harté de solomillo de ternera, kudu y springbok. Los postres también magníficos y el precio nada caro si tenemos en cuenta los precios de España y la calidad de comida que estábamos degustando. 18 euros. Luego vimos en las paredes que el restaurante tenía varios premios nacionales de gastronomía a su calidad y os aseguro que es una pasada.
Piscina del Opuwo Country Hotel
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Los tejedores en la piscina
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Anochece
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Conclusión, el que tenga que hacer noche en Opuwo en su camino a Epupa Falls que se quede en este Hotel o Camping. Es un oasis en medio del caos y el polvo.