Coger un avión a la una, visitar los sitios de las jarras y lo que nos diese tiempo, dormir y volver a coger un avión a las dos de la tarde. Mucho movimiento y mucho gasto para tan poco tiempo en Xieng Khouang, o Phonsavan como se llama la ciudad actual. Pero la zona de las jarras estaba para nosotros tan llena de misterio y nos resultaba tan interesante que valió la pena.
Copio parte del artículo de wikipedia, donde explica un poco la historia de los sitios, porque no es demasiado conocido.
La Llanura de las Jarras es un grupo de sitios histórico culturales en Laos. Se trata de un área que contiene miles de jarras, que están esparcidas por el suelo en la llanura de Xieng Khouang, en las tierras altas del norte de Laos.
Los arqueólogos creen que estas jarras fueron creadas hace 1500 o 2000 años, por los antiguos moradores de la región, cuya cultura y forma de vida nos es totalmente desconocida. La mayoría del material excavado data de los años 500 A.C. – 800 D.C. Los antropólogos y arqueólogos han teorizado acerca de que las jarras han podido ser usadas como urnas funerarias o tal vez como lugar de almacenamiento de comida.
Las leyendas locales afirman, que hace mucho tiempo una raza de gigantes habitaba en esta zona. Su rey fue un gran guerrero, y tras una ardua pelea consiguió ganar una importante batalla. Los laosianos dicen que el rey mandó crear las jarras para guardar grandes cantidades de lao lao, el licor de arroz consumido en Laos, y así convidar a sus vasallos y celebrar la victoria.
Sin embargo, la realidad es que nadie sabe cual fue el uso de las vasijas. La primera europea en estudiarlas fue una arqueóloga francesa llamada Madeleine Colani que las visitó en 1930. Hizo una serie de excavaciones y encontró una cueva cercana con huesos humanos, algunos de ellos quemados y ceniza. Así que una teoría es que tenían alguna relación con los enterramientos.
Una bomba americana daño la cueva durante la Guerra de Vietnam, cuando Phatet Lao la uso como fortaleza. El área cercana aun tiene trincheras y cráteres de bombas, y la tierra esta plagada de metralla metálica. El pueblo de Xieng Khouang fue destruido durante la batalla entre Pathet Lao y las tropas anticomunistas americanas. Un nuevo pueblo fue construido en 1970, conocido como Phonsavan.
La llanura de las jarras es hoy en día uno de los lugares arqueológicos más peligrosos del mundo. Las bombas sin explotar causan muertes cada semana debido al bombardeo masivo estadounidense durante la guerra. Los visitantes pueden visitar con seguridad las zonas 1,2 y 3 y deben seguir las señales que marcan las bombas que aun están sin explotar en la zona.
Arqueológicamente hablando el área tiene una mezcla de artefactos originales, artefactos de eras intermedias como estatuas budistas u objetos coloniales, y una gran cantidad de basura metálica dejada por la metralla de las bombas.
En la actualidad el gobierno de Laos está tratando de que la Llanura de las Jarras pase a ser patrimonio de la UNESCO. Sin embargo se enfrenta con un terrible problema, que es la presencia de bombas sin explotar.
La organización Mines Advisory Group (MAG) fue contratada para realizar labores de limpieza en julio de 2004. Está haciendo una gran labor, y a día de hoy las zonas 1, 2 3 están razonablemente libres de bombas. Sin embargo, es aconsejable no salirse de los senderos marcados.
Pues para allí que nos íbamos nosotros, aunque eso supusiera cruzar medio país de ida y vuelta en 24 horas. Si el aeropuerto de Pakse nos pareció pequeño, el de Phonsavan ni siquiera nos pareció un aeropuerto. A la llegada, en un avión diminuto con unas 14 personas a bordo, los militares tomaban nota de los extranjeros visitantes de la zona… en una libretilla de espiral y hojas cuadriculadas. Al día siguiente, cuando nos fuimos, tomaron nota diligentemente de nuestra salida de la zona en la misma libreta.
En el mismo aeropuerto contratamos un coche que nos llevaría al hotel, a visitar los sitios de las jarras y todo lo interesante que había por la región (un par de pueblos, unos manantiales de aguas sulfurosas, una cueva) y nos volvería a llevar al aeropuerto al día siguiente.
Nuestro hotel era el Vansana Plain of Jars, en la cima de una colina, con vistas preciosas. Las habitaciones estaban distribuidas en bungalows y la nuestra era toda una casita preciosa para nosotros, con su salón, su dormitorio (con la cama más incómoda de todo el viaje: en la vida he dormido en un colchón tan duro), cuarto de baño, un cuartito con una nevera enorme y lugar para la ropa y las maletas y una terraza enorme con vistas a Phonsavan. No había aire acondicionado. En la zona no hace falta.
Dejamos las maletas y nuestro chofer nos explicó como distribuiríamos el tiempo y las visitas. Las jarras esa misma tarde, junto con el antiguo Xieng Khouang,los restos de un buda y una estupa. Al día siguiente, los manantiales, un par de pueblos, algunos cráteres causados por las bombas, la cueva, a comer y al aeropuerto. Parece muy precipitado, pero no es necesario más tiempo. Pudimos verlo todo con tranquilidad.
La zona de las jarras es asombrosa. Además, la temperatura era de lo más agradable (unos 20 grados). Dimos un largo paseo por el sitio que nos recomendó nuestro guía, poniendo mucho cuidado en no salir de los caminos marcados.
Después visitamos los restos de un buda y una estupa.
Vuelta al hotel, cena en la habitación, riquísima como siempre. Se nos ocurrió pedir sopa de pollo y arroz “que será un plato suave”, pero como siempre, el jengibre hizo acto de presencia. ¡Qué bueno! Antes de dormir, estuvimos un rato en la terraza tomándonos una BeerLao, hasta que los mosquitos empezaron a molestar más de lo deseable.
A la mañana siguiente desayunamos temprano y a las siete ya estábamos en marcha, con las maletas en el coche, porque ya no volvíamos al hotel.
Las visitas del día fueron, en su mayoría, muy tristes. Aquella zona es una de las más bombardeadas del planeta. Sus habitantes han aprendido a reciclar las bombas dándoles todo tipo de usos cotidianos.
Para las vallas...
...los palomares...
... los maceteros... Las bombas sirven para todo.
Y el MAG sigue luchando y limpiando la zona cada día.
Copio parte del artículo de wikipedia, donde explica un poco la historia de los sitios, porque no es demasiado conocido.
La Llanura de las Jarras es un grupo de sitios histórico culturales en Laos. Se trata de un área que contiene miles de jarras, que están esparcidas por el suelo en la llanura de Xieng Khouang, en las tierras altas del norte de Laos.
Los arqueólogos creen que estas jarras fueron creadas hace 1500 o 2000 años, por los antiguos moradores de la región, cuya cultura y forma de vida nos es totalmente desconocida. La mayoría del material excavado data de los años 500 A.C. – 800 D.C. Los antropólogos y arqueólogos han teorizado acerca de que las jarras han podido ser usadas como urnas funerarias o tal vez como lugar de almacenamiento de comida.
Las leyendas locales afirman, que hace mucho tiempo una raza de gigantes habitaba en esta zona. Su rey fue un gran guerrero, y tras una ardua pelea consiguió ganar una importante batalla. Los laosianos dicen que el rey mandó crear las jarras para guardar grandes cantidades de lao lao, el licor de arroz consumido en Laos, y así convidar a sus vasallos y celebrar la victoria.
Sin embargo, la realidad es que nadie sabe cual fue el uso de las vasijas. La primera europea en estudiarlas fue una arqueóloga francesa llamada Madeleine Colani que las visitó en 1930. Hizo una serie de excavaciones y encontró una cueva cercana con huesos humanos, algunos de ellos quemados y ceniza. Así que una teoría es que tenían alguna relación con los enterramientos.
Una bomba americana daño la cueva durante la Guerra de Vietnam, cuando Phatet Lao la uso como fortaleza. El área cercana aun tiene trincheras y cráteres de bombas, y la tierra esta plagada de metralla metálica. El pueblo de Xieng Khouang fue destruido durante la batalla entre Pathet Lao y las tropas anticomunistas americanas. Un nuevo pueblo fue construido en 1970, conocido como Phonsavan.
La llanura de las jarras es hoy en día uno de los lugares arqueológicos más peligrosos del mundo. Las bombas sin explotar causan muertes cada semana debido al bombardeo masivo estadounidense durante la guerra. Los visitantes pueden visitar con seguridad las zonas 1,2 y 3 y deben seguir las señales que marcan las bombas que aun están sin explotar en la zona.
Arqueológicamente hablando el área tiene una mezcla de artefactos originales, artefactos de eras intermedias como estatuas budistas u objetos coloniales, y una gran cantidad de basura metálica dejada por la metralla de las bombas.
En la actualidad el gobierno de Laos está tratando de que la Llanura de las Jarras pase a ser patrimonio de la UNESCO. Sin embargo se enfrenta con un terrible problema, que es la presencia de bombas sin explotar.
La organización Mines Advisory Group (MAG) fue contratada para realizar labores de limpieza en julio de 2004. Está haciendo una gran labor, y a día de hoy las zonas 1, 2 3 están razonablemente libres de bombas. Sin embargo, es aconsejable no salirse de los senderos marcados.
Pues para allí que nos íbamos nosotros, aunque eso supusiera cruzar medio país de ida y vuelta en 24 horas. Si el aeropuerto de Pakse nos pareció pequeño, el de Phonsavan ni siquiera nos pareció un aeropuerto. A la llegada, en un avión diminuto con unas 14 personas a bordo, los militares tomaban nota de los extranjeros visitantes de la zona… en una libretilla de espiral y hojas cuadriculadas. Al día siguiente, cuando nos fuimos, tomaron nota diligentemente de nuestra salida de la zona en la misma libreta.
En el mismo aeropuerto contratamos un coche que nos llevaría al hotel, a visitar los sitios de las jarras y todo lo interesante que había por la región (un par de pueblos, unos manantiales de aguas sulfurosas, una cueva) y nos volvería a llevar al aeropuerto al día siguiente.
Nuestro hotel era el Vansana Plain of Jars, en la cima de una colina, con vistas preciosas. Las habitaciones estaban distribuidas en bungalows y la nuestra era toda una casita preciosa para nosotros, con su salón, su dormitorio (con la cama más incómoda de todo el viaje: en la vida he dormido en un colchón tan duro), cuarto de baño, un cuartito con una nevera enorme y lugar para la ropa y las maletas y una terraza enorme con vistas a Phonsavan. No había aire acondicionado. En la zona no hace falta.
Dejamos las maletas y nuestro chofer nos explicó como distribuiríamos el tiempo y las visitas. Las jarras esa misma tarde, junto con el antiguo Xieng Khouang,los restos de un buda y una estupa. Al día siguiente, los manantiales, un par de pueblos, algunos cráteres causados por las bombas, la cueva, a comer y al aeropuerto. Parece muy precipitado, pero no es necesario más tiempo. Pudimos verlo todo con tranquilidad.
La zona de las jarras es asombrosa. Además, la temperatura era de lo más agradable (unos 20 grados). Dimos un largo paseo por el sitio que nos recomendó nuestro guía, poniendo mucho cuidado en no salir de los caminos marcados.
Después visitamos los restos de un buda y una estupa.
Vuelta al hotel, cena en la habitación, riquísima como siempre. Se nos ocurrió pedir sopa de pollo y arroz “que será un plato suave”, pero como siempre, el jengibre hizo acto de presencia. ¡Qué bueno! Antes de dormir, estuvimos un rato en la terraza tomándonos una BeerLao, hasta que los mosquitos empezaron a molestar más de lo deseable.
A la mañana siguiente desayunamos temprano y a las siete ya estábamos en marcha, con las maletas en el coche, porque ya no volvíamos al hotel.
Las visitas del día fueron, en su mayoría, muy tristes. Aquella zona es una de las más bombardeadas del planeta. Sus habitantes han aprendido a reciclar las bombas dándoles todo tipo de usos cotidianos.
Para las vallas...
...los palomares...
... los maceteros... Las bombas sirven para todo.
Y el MAG sigue luchando y limpiando la zona cada día.