De madrugada llegan los 3 compañeros que faltaban en el viaje, entre ellos mi compañero de habitación. En recepción tienen la amabilidad de despertarme a las 5 de la mañana para avisarme de que mi compañero va a subir a la habitación A las 7:30 ya estamos en pie. Tenemos que ponerle una etiqueta a la maleta y dejarla en la puerta para que los botones la lleven al autocar. Hoy nos marchamos a Petra, donde vamos a estar 2 días.
Tras el desayuno salimos por la carretera del Mar Muerto, a lo largo del valle del Jordán. Este lago se formó hace millones de años como consecuencia de la falla del Rift, que se extiende desde Oriente Próximo por África oriental. El lago tiene la particularidad de tener la mayor salinidad del mundo, por lo que no hay ningún tipo de vida en él, y por estar bajo el nivel del mar. Según nos vamos acercando la frontera con Palestina e Israel está relativamente cerca en algunos puntos. Yo miro totalmente emocionado en mi reloj de montaña como va disminuyendo la altitud y nos vamos acercando a la marca de 0 metros.
Tras el desayuno salimos por la carretera del Mar Muerto, a lo largo del valle del Jordán. Este lago se formó hace millones de años como consecuencia de la falla del Rift, que se extiende desde Oriente Próximo por África oriental. El lago tiene la particularidad de tener la mayor salinidad del mundo, por lo que no hay ningún tipo de vida en él, y por estar bajo el nivel del mar. Según nos vamos acercando la frontera con Palestina e Israel está relativamente cerca en algunos puntos. Yo miro totalmente emocionado en mi reloj de montaña como va disminuyendo la altitud y nos vamos acercando a la marca de 0 metros.
Seguimos bajando de altitud y ya estamos recorriendo el Mar Muerto hacia el sur. Mi altímetro marca alrededor de -390 m . Hacemos una pequeña parada en el margen de la carretera para ver la acumulación de sal en las orillas del lago y una formación rocosa muy curiosa: Sara, la esposa de Lot. Según la Biblia, los habitantes de las ciudades de Sodoma y Gomorra se habían abandonado a toda clase de pecados: violaciones, robos, asesinatos, adulterio, etc..., por lo que Dios decidió destruirlas. Mandó a unos ángeles, que llegando a las ciudades, se encontraron con Lot, el sobrino de Abraham, y le advirtieron de que las ciudades iban a ser destruidas y que se marchara con su familia. Durante la noche, los ángeles sacaron a Lot, su mujer y sus dos hijas de la ciudad, ordenándoles que no miraran atrás. Sin embargo, la esposa desobedeció y miró atrás, quedando convertida en una estatua de sal. Dios tuvo piedad de Lot y sus hijas y a continación destruyó Sodoma y Gomorra con una lluvia de fuego.
Continuamos recorriendo hacia el sur el Mar Muerto y llegamos hasta el punto donde la garganta de Wadi Mujib sale al Mar Muerto, a -410 m de altitud. Nos vamos a acercar por unas pasarelas hasta el final de la garganta. El calor tan húmedo es sofocante y para aumentar la incomodidad está todo lleno de moscas, pero primero visitamos el centro de visitantes, para informarnos un poco de la geología de la reserva, la fauna y la flora. Hay varios senderos que recorren la garganta, por muchos de los cuales hay que transitar por el agua, hacer ráppel, etc... Como nosotros no tenemos tiempo nos contentamos con mirar poco más allá de la presa que desvía el agua de la garganta para el consumo humano.
Por Fifa y Tafila vamos subiendo hasta la reserva natural de Dana, una de las joyas más desconocidas de Jordania y el proyecto de turismo ecológico más importante. Tiene una gran variedad de paisajes, desde impresionantes precipicios de arenisca y picos de más de 1500 m de altitud hasta zonas situadas a -50 m de altitud, centenares de especies vegetales y animales, algunas de ellas seriamente amenazadas, y también cerca de 100 yacimientos arqueológicos. A la entrada de la reserva se encuentra el pueblo de Dana, de origen otomano, que fue abandonado por sus habitantes hace 1 generación.
Al pueblo no se puede entrar con el autocar, por la dificultad de la maniobra, así que lo tienen que dejar carretera arriba. Por delante tenemos 200 m de desnivel de bajada por carretera para llegar al pueblo. A pesar de ir con los bastones, la tendinitis me pasa factura y se me sobrecarga bastante la pierna.
Al pueblo no se puede entrar con el autocar, por la dificultad de la maniobra, así que lo tienen que dejar carretera arriba. Por delante tenemos 200 m de desnivel de bajada por carretera para llegar al pueblo. A pesar de ir con los bastones, la tendinitis me pasa factura y se me sobrecarga bastante la pierna.
Nada más llegar vamos a comer a un bar del pueblo. Es sencillísimo, pero el almuerzo buffet, que es típicamente jordano, está delicioso, y los pastelillos árabes para morirse del gusto. Pasamos a continuación al salón del té, donde hay un señor ataviado con su kufiya jordana (blanca y roja) y su chilaba. Por supuesto es objeto de fotografías por nuestra parte.
Abandonamos el restaurante para comenzar la excursión, de 2 horas de duración, que baja por el precipicio. Al principio de la misma, cuando veo que el sendero es pedregoso y que tiene bastante pendiente de bajada, decido no hacer la excursión, pues aún en el caso de bajar luego tendría que subir toda la cuesta, y considero que no merece la pena arriesgarse a empeorar la lesión antes de llegar a Petra, que es mi prioridad.
Decido dar mientras tanto una vuelta por el pueblo. A pesar de que la RSCN se hizo cargo de la reserva hace unos años, todavía hace falta mucha restauración, ya que en unos pocos años que ha estado abandonado, muchas casas se han derruido. La RSCN tieve varios proyectos, entre ellos programas de formación para evitar que los habitantes de la zona, beduinos, hagan pastoreo con cabras, que destruyen la vegetación de la zona. Se fomenta el cultivo de otros productos, como por ejemplo el té, y la artesanía. Todos estos productos son vendidos por la RSCN en todo el país, y los beneficios permiten seguir invirtiendo en la reserva y en sus habitantes.
Después de callejear un poco consigo encontrar la tienda del RSCN en el centro de visitantes y ahí me doy a las compras. La beduina que está en la tienda estará encantada con mi visita. Compro un típico huevo de avestruz pintado a mano, una bolsa de té, un pin metálico con forma de dromedario, etc... Además, estoy contribuyendo económicamente a los proyectos de la RSCN en Dana. Salgo más feliz que unas castañuelas lleno de bolsas Ahora sólo tengo que tener cuidado de que no se me rompa nada hasta mi regreso a España.
Según salgo del centro de visitantes me doy cuenta de que hace mucho viento y frío. Vuelvo hacia el centro del pueblo y ya no sé ni donde meterme para resguardarme. Afortunadamente, al final ha entrado el autocar en el pueblo (supongo que para ahorrarme subir por la carretera) y me subo a esperar mientras llegan mis compañeros, los cuales están de regreso a las 4 de la tarde, justo para ver desde la terraza del restaurante donde comimos la puesta de sol, aunque 2 minutos, porque hace un frío que pela. La excursión les ha gustado. Han visto varias cuevas y algunas especies vegetales típicas de la reserva.
Dejamos esta bonita reserva natural y nos encaminamos ya hacia nuestro hotel en las afueras de Wadi Musa, el pueblo cercano a Petra. Tenemos por delante de 2 a 3 horas de carretera, la mayoría ya de noche. Cuando llegamos al hotel, el Marriot, hace un viento de mil demonios. Vamos, se lo podría llevar de una vez. El frío es horrible, así que entramos corriendo en la recepción. Como el día siguiente sea igual nos vamos a tener que refugiar en las tumbas de Petra. El hotel es excelente y las habitaciones son enormes y con un original diseño. Desde luego para ser un 5* cumple bastante las expectativas. Llegada la hora de la cena, bajamos al restaurante, que es espectacular. El buffet ya está montado y yo me relamo del gusto. Cojo un plato y empiezo a echar todo tipo de ensaladas, salsas, verduras, bollos de pan. He formado una montaña en el plato . Repito y empiezo a echar esta vez variedad de carnes, empanadillas, más bollos, etc... Y todavía repito con un tercer plato, tan lleno como los anteriores. Soy la sensación de la noche en mi grupo . Llega la hora del postre y allá que cojo otro plato y me lío a echar porciones de tartas, de pastelillos árabes y de fruta. No sé si andaré mucho en este viaje, pero desde luego comer, si sigue con esta calidad, creo que voy a comer un rato. ¡Viva la comida jordana!
Después de cenar, todavía soy capaz de levantarme y dar un paseíllo por el hotel. De todas formas nos acostamos pronto, porque al día siguiente nos llaman a las 6:30 de la mañana.
Después de cenar, todavía soy capaz de levantarme y dar un paseíllo por el hotel. De todas formas nos acostamos pronto, porque al día siguiente nos llaman a las 6:30 de la mañana.