14 de Agosto: Excursión a Askja ✏️ Diarios de Viajes de Islandia

---

Día 14 de Agosto 2010:

Hoy toca descansar de coche. A las ocho en punto salimos en un autocar camino Askja. Es una excursión de unas 12 horas de duración. Nada más coger el desvío de la Ring Road uno se da cuenta que es buena idea no ir en tu coche, aunque sea 4x4, ya que la carretera cruza el desierto Ódadahraun, una inmensa colada de lava muy afilada que al mínimo descuido te puede destrozar los neumáticos. Hacemos una parada para poder contemplar el cañón excavado sobre suelo volcánico por las aguas del río Jokulsá á Fjóllum, que nace 50 kilómetros al sur recogiendo las aguas del deshielo del gran glaciar Vatnajökull.


Nos adentramos en una zona que te recuerda a un paisaje lunar, no en vano la guía nos confirma que la NASA usó esta zona para preparar a sus astronautas de cara a su misión a la luna.


Continuamos por el sinuoso camino de lava hasta llegar al refugio Dreki. La guía nos confirma que nos detendremos a la vuelta. Desde aquí hasta el parquing de Askja hay unos 8 kilómetros, que equivalen a unos 25 minutos serpenteando sobre el campo de lava Vikrahraun, formado a raíz de la última erupción importante en 1961.

Casi 5 horas después de salir de Reykjhalid llegamos a Askja. Desde donde nos deja el autocar hasta la caldera del Askja hay unos 45 minutos. Pero el camino es totalmente espectacular, se tiene la sensación de estar en otro planeta.


La caldera del Askja se formó en 1875 gracias a una poderosa erupción que provocó que 50 kilómetros cuadrados se hundieran en el fondo de magma. Tras más de 30 años de actividad ininterrumpida hubo otro gran hundimiento y casi de inmediato se rellenó con agua del hielo fundido por la erupción, formándose de esta manera el Öskjuvatn, un enorme lago de aguas gélidas y 217 m de profundidad.


Justo al lado encontramos el cráter explosivo Víti, formado también tras la erupción de 1875, y famoso por tener un lago de aguas blanquecinas y con una temperatura de 28 grados en su interior. Según la revista Lonely Planet el bañarse en estas aguas está considerado como uno de los mejores baños naturales del mundo. Una experiencia inolvidable el meterse en esas aguas, aunque luego hueles a huevos podridos.


En el camino de regreso esta vez sí que paramos en el refugio Dreki, donde pudimos recorrer la garganta Drekagil (Quebrada del Dragón) y así poder descubrir el secreto que guarda.


El regreso se hizo algo pesado, pero a eso de las 19:30 h llegábamos de nuevo a Reykjhladid, estábamos muy cansados pero nada que una reconfortante ducha y una buena cena no pueda curar. Además conseguimos hacer una lavadora (aunque duró más de 2 horas). Ya sólo nos quedaba ir a dormir.

---