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- Segundo dia: Viena.
Despues de desayunar y recoger los trastos nos subimos al coche y cogimos camino hacia viena, uno 70km desde Bratislava, no olvideis comprar la Vignete si vais en coche, la mas barata que te venden es para 7 dias y cuesta 7,90 euros, pero es obligatoria para circular por Austria, si te paran y no llevas la pegatinita en el cristal te pueden poner una buena multa.
Fuimos directamente al palacio de Shönbrunn, dejamos el coche en un aparcamiento cercano al modico precio de 3,50 la hora y eso que esta al aire libre, pero es lo que hay en todo el distrito 1 de viena no se puede aparcar en la calle sin pagar, pero no es como aqui se compran unos tiquets o unas pegatinas no lo se muy bien y lo venden en los estancos o algo asi, yo no lo compre.
Entramos al recinto del palacio entrada completamente libre a no ser que quieras entrar a ver las estancias imperiales, parvisitarlo por fuera y pasear por los jardines no es necesario pagar, ni siquiera en la glorieta aunque en su web oficial pongan que si.
Lo mas decepcionante fue que los jardines no tenian casi flores y estaban completamente sosos, y la fuente de neptuno la tenian sin agua, un detalle que no me gusto nada en un sitio tan turistico como ese, deberian tener las cosas mejor arregladas, yo puedo entender que las flores no aguanten bien el frio pero no que las fuentes no tengan agua el agua da mucha vida.
Vistas desde la glorieta el lago de delante uno de los pocos con agua de la ciudad, en el centro los jardines y el palacio y al fondo a la derecha se puede ver la Catedral de San Esteban.
A la salida por el otro costado del palacio habia otos jardines que por lo menos estaban mas graciosos y llamaban un poquito mas la atencion.
La siguiente parada era el Palacio Belvedere, los jardines mas que nada por que no estabamos interesados ni teniamos tiempo para entrar a visitar palacios, de todos modos todo el mundo coincide en que de este palacio lo mas bonito son los jardines y asi hubiese sido si hubiesen tenido unas poquitas mas de flores y agua en las fuentes, perdonadme que sea tan pesado con las flores y el agua de las fuentes pero me indigno, eso en España saldria en todos los telediarios.
Despues de aparcar el coche, en un parking por supuesto, a pesar de que habia sitio de sobra en la calle pregunte si se podia aparcar y me dijeron que no asi que a pagar toca.
Entramos por el Jardin botanico que esta pegado al Palacio, nada del otro mundo para mi gusto.
Este rinconcito fue lo que mas nos gusto.
Los jardines del Belvedere son bonitos, muy ornamentados grandes y con muchas fuentes, me gustaron mas que los de Shönbrunn pienso que no se deben dejar de ver en una visita a Viena.
Entrada principal del Palacio Belvedere.
Jardines y fuentes entre Belvedere alto y Belvedere Bajo
Como ya eran mas de las 2 nos fuimos a buscar el hotel y a comer algo, encontramos un Burguer king al lado del hotel y alli comimos, por lo menos tenia parking gratuito.
Nuestro hotel en Viena era el Hotel Cryston, ninguna maravilla pero tenia parking gratuito y desayuno incluido por 69 euros la noche, que para Viena es una ganga.
Despues de dejar el coche y las maletas nos fuimos a cojer el metro para ir al centro.
El metro de Viena no tiene ningun tipo de barreras y se puede subir sin pagar sin ningun problema, ahora si te pilla un revisor sin haber sellado el billete atente a la multa que te pongan, ademas suelen ir de incognito y a la caza del turista yo no vi a nadie ni comprar ni validar el billete, pero fui honrado y pague religiosamente mis billetes.
Bajamos en la parada de Karlplatz, bastante cerca del centro y al lado de Karlskirche una iglesia curiosa.
Lo que se ve delante es una fuente y como podeis observar el agua brilla por su ausencia.
Nuestra siguiente parada fue el palacio de Hofburg, donde se encuentran los apartamentos imperiales, y el museo de Sissi, que era lo que queriamos visitar, la entrada a estos dos junto a la de la plateria de la corte cuesta 9,90 por persona y te entregan una audioguia en tu idioma para que vayas escuchando las explicaciones de cada estancia que vas visitando, es muy curioso de ver como vivian y en que empleaban su tiempo; Sissi se peinaba durante tres horas todos los dias tenia un minigimnasio en su habitacion y hacia ejercicio a diario y para lavarle el pelo utilizaban una mezcla de yema de huevo y Coñac y tardaban un dia entero.
El exterior del palacio al menos ese dia era una verguenza lo sucio que estaba, las papeleras llenas de basura rebosando, porqueria y colillas por los suelos y daba la sensacion de que no se habia limpiado en condiciones desde hacia dias, increible para un sitio asi deberian tener gente que se encargase de mantenerlo mas limpio, se ve que alli no tienen paro o no tienen barrenderos, no se.
Saliendo del palacio Hofburg enfrente nos encontramos con el Volksgarten (jardin del pueblo)
En este parque se encuentra el Monumento a Sissi
Continuando con el paseo llegamos al Rathaus, Ayuntamiento de viena.
Desde este punto estamos muy cerca de la zona mas centrica de Viena, llegamos a la zona peatonal donde se encuentra uno de los rincones con mas animacion de la ciudad, nos encontramos con la columna de la peste y a su alrrrededor un monton de musicos callejeros que hacen muy agradable el paseo por esta zona.
Muy cerca de alli encontramos la Iglesia de San Pedro, esta como escondida en un callejon pero se encuentra muy facilmente.
Llegamos a Stephanplatz, donde se encuentra la Catedral de San Esteban el punto mas centrico de la ciudad.
Frente a ella esta el edificio Haas Haus que como se puede ver es de estilo completamente opuesto al de la Catedral y en su dia creo muchas criticas que se construyera alli, a mi me parece curioso, ademas se refleja la catedral en su enorme fachada de cristal.
Siguiendo con su tradicion cafetera en Viena se pueden encontrar muchos tipos de cafeterias y como dato curioso tienen lo Mc Cafe de la cadena de hamburgueserias que todos conocemos, no se que sirven o si merece la pena ya que no entramos a ninguno.
Optamos por merendar en otra cafeteria que no tenia mala pinta, dos cafes, una racion de la famosa tarta Sacher y un apfelstrudel por 10 euritos, no se por que pero alli el cafe es carisimo, mas que los refrescos, es raro encontrar un sitio donde te sirvan un cafe solo por menos de 2,50 euros, y no solo en Viena, en Bratislava y Budapest es igual.
Tras la pequeña merienda nos dirigimos a Stadtpark que era el ultimo sitio que nos quedaba por ver dentro de nuestro recorrido.
Entamos por una de las puertas laterales con la gran suerte de encontrar enseguida lo que ibamos buscando la famosa estatua de Johann Strauss, pero antes de llegar a ella nos encontramos con un original reloj en el jardin.
En su dia Grinzing fue un pueblo pero con el tiempo acabo uniendose a Viena y paso a formar parte de la ciudad.
Es un ambiente completamente distinto al de viena, son casitas bajas y muchas tabernas llamadas heuiriger, turistas desde luego no vimos ninguno, pero donde estuvimos cenando habia mucha gente del lugar, yo se si seria por la hora , las 20:30, o por el lugar pero fue el restaurante mas lleno que vi en todo el viaje.
Patio interior que daba entrada al heuriger
Cenamos pollo asado y salchichas con patatas y un panecillo que estaba muy bueno, eso y dos coca colas unos 20 euros para los dos y el sitio era de lo mas original con sus musicos en directo y todo, eso si aqui ingles hablaban poco.
El heuriger estaba decorado con varias vitrinas a modo de exposicion de objetos tipicos, esta en cuestion muestra todo tipo de cascanueces, incluso los muñecos tienen ese fin.
Cuando salimos de alli llovia a mares asi que no tuvimos mas remedio que retirarnos al hotel a descansar que al dia siguiente teniamos que hacer unos cuantos kilometros hasta budapest.
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