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Bad Peterstal – Oppenau – Oberkirch – Durbach – Offenburg – Gengenbach - Zell a.H. – Steinach
Después de descansar de la primera noche, al despertar nos encontramos con el desayuno Alemán proporcionado gratis en el precio de la habitación: panecillos varios, embutidos, quesos, mermeladas riquísimas, jugo, café y huevos tibios con un caperuzo puesto. Luego nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo a visitarlo como era debido. Muy pequeño y encantador y empezamos a darnos cuenta de una regla: todos los pueblos tienen su riachuelo.
De allí partimos hacia Oppenau que tiene un pedazo de rio que atraviesa el pueblo precioso, con distintos saltos. La calle principal es muy “Alemana” con muchas fuentecillas y estatuas y un árbol de hierro de las estaciones. Nos encontramos un Gasthaus que tenia la mitad de su superficie encima del rio, pero colgando!!.
En Oberkirch nos encontramos un centro muy muy chulo con un riachuelillo y unas casas bajitas muy ornamentadas que eran encantadoras. Nos empezamos a percatar (estaba empezando la Eurocopa 2.012) que muchísimos coches iban tuneados con banderitas alemana, tanto en las ventanas como en los retrovisores.
En Durbach pues más de lo mismo, pero diferente y bonito. Llama la atención lo cerca que esta la montaña de las casas, si miras hacia la montaña ves que el pueblo está justo en medio de dos montañas pequeñas pero muy verticales y mucha vid plantada. Lo mas curioso era que todas las casas pegadas al rio tenían su mini puente individual para aparcar en sus garajes.
En Offenburg nos encontramos con la primera ciudad (aunque pequeña) con una calle principal muy moderna y montón de tiendas y comercios y descubrimos otra constante nueva de estos lares, hay pequeños riachuelos que van por la carretera principal -que en muchos casos es peatonal- que si te despistas puedes meter el pie dentro que suelen terminar en juegos de agua.
Al llegar a Gengenbach nos encontramos un pueblo amurallado precioso muy bien cuidado con aire Medieval. Era el pueblo de mayores dimensiones que habíamos visto con esa cantidad de casas conservadas. Es muy muy turístico, tanto que no encontramos alojamiento en el pueblo, y mira que había hoteles, gastehof, gastehaus y Penzion, pero nada de nada (fue la única vez que nos ocurrió en todo el viaje). En la oficina de turismo gastamos cerca de una hora llamando con las chicas por teléfono y al final desistimos, continuamos con la visita y nos fuimos a Zell a.H, que estaba muy cerca y que era también muy bonito aunque principalmente una carretera y casas a ambos lados.
De allí continuamos con dirección a Gutach y decidimos parar ya a medio camino en Steinach en un Gastehof. No era ni de lejos el pueblo más bonito pero tenía sus atributos y no queríamos seguir mas en carretera así que allí hicimos noche.
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