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Hoy llega el día por mi esperado de la visita a Neuschwanstein. Las entradas las sacamos por internet con anterioridad, ya que las colas podían llegar a ser importantes, según han comentado varios viajeros. La verdad es que había cola, pero no demasiada. Posiblemente será porque estamos en septiembre y el flujo de viajeros baja. El caso es que si se reservan por internet puedes elegir la hora de visita, y ellos te dan la más cercana posible. A nosotros nos dieron a las 10:45. Con las entradas en la mano dudamos de cómo subir a los castillos. Al final nos inclinamos por los coches tirados por caballos, que andando hay un buen trecho.
Nosotros cogimos entradas para los 2 castillos (el del padre no entra en la merthage). La organización es igual que en Linderhof, y enseguida entramos. El primero es el de Hohenschwangau(el del padre del rey loco), la visita no es muy larga pero en interior es también espectacular. Volvemos a bajar en coche de caballos y cogemos el autobús hacia Neuschwanstein. El autobús te deja muy cerca del puente marienbrücke, de donde salen las mejores vistas del castillo. Da un poco de yuyu(yo sufro un poco de vértigo), pero no puedo irme sin la foto. Enseguida vamos hacia el castillo ya que, aunque parece que los horarios son muy amplios, tampoco te puedes despistar ya que es el tiempo justo para ir sin prisas.
El interior de Neuschwanstein es un poco más frío y no se visitan demasiadas salas, pero muchas de ellas son también espectaculares.
Desde aquí hay una de las mejores vistas del viaje :
Llega la hora de comer y nos apretamos un codillo y una cerveza que nos sabe a gloria. Después vamos Fussen a tomar un café y a dar una vueltecita. Está bien, con sus casa de colores y los carteles típicos de la zona. Damos una vuelta y emprendemos camino a casa pasando por el lago Plansee por recomendación del dueño del hotel; espectacular:
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