Este nuevo día amaneció soleado, como si el día anterior no hubiera caído una buena nevada… cosas del tiempo
Aprovechando que el tiempo quiere darnos un respiro, nos fuimos hasta el pueblo de Potsdam, donde pudimos recorrer los jardines del palacio de Sanssouci, palacio de veranos oficial de Federico II el Grande. Como palacio, tal vez no pueda hacer sombra al majestuoso Versalles, pero en su conjunto, hay unos cuantos placetes diseminados por aquí y por allí, no creo que le vaya mucho a la zaga.
Frente al Palacio Sanssouci, sans souci
Para llegar hasta aquí desde Berlín se necesita el pase de las zonas ABC, y con ese mismo pase se puede coger un autobús desde la misma estación de tren que deja en la puerta de Sanssoucci, que por cierto su nombre viene de una expresión francesa, sans souci, que puede traducirse como “sin preocupaciones”. Para acceder a su interior hay que pagar entrada, pero nosotras nos conformamos con verlo por fuera… y disfrutar sobre todo de sus jardines.
Hay que ver como vivían estos reyes...
Y eso que, claro, siendo invierno, pues no estaban nada floridos, y de hecho, muchas de sus esculturas estaban parapetadas debajo de estructuras de madera para no sufrir los rigores del invierno… pero nos imaginamos que en primavera-verano serán espectaculares.
Los jardines en primavera-verano tienen que ser una pasada...
Fuimos caminando en busca de la Casita de té china, recorriendo caminos un poco embarrados, pero prácticamente solas, así que disfrutamos de una mañana de tranquilidad y silencio, solo interrumpido por nuestras propias voces y risas. Creo que a ésta también se puede entrar, pagando entrada, por supuesto, pero será en otras épocas porque allí todo estaba cerrado a cal y canto.
La bonita Casa de té China
Nuestra siguiente parada estaba un poco más lejos, casi a 2 km de distancia. El Neues Palais, construido tras la Guerra de los Siete Años, en la que Prusia acabó con la dominación austriaca sobre sus asuntos. De un tamaño ostensublemente mayor que Sanssouci, no posee su fama, pero bien merece la pena acercarse hasta él.
Lo estaban restaurando, cuando acaben quedará precioso
Cerca del Nuevo Palacio se encuentra el Templo de la Amistad, mandado construir por Federico el Grande en honor de su fallecida hermana. Con ese nombre y en honor a los/as amigos/as con los/as que alguna vez hemos compartido viaje, no podíamos dejar pasar la oportunidad de retratarnos en nuestra “salsa”.
Por la amistad!
En el parque Sansoucci también se puede visitar el Palacio de la Orangerie, que nosotras solo vimos de pasada, ya que estábamos ya cansadas de andar y se iba acercando la hora de comer.
Cogimos otro bus en la salida del Neues Palais, que nos dejó frente al ayuntamiento de Potsdam, y nos pusimos a recorrer en parte esta bonita ciudad alemana. Primera parada, la Nauener Tor, una de las puertas de la ciudad que aún siguen en pie.
Nauener Tor, muy bonita, junto a ella había un mercado
Por cierto que en Potsdam hay otra Puerta de Bandenburgo, y ésta además, se construyó antes que la de Berlín. Merece la pena acercarse a ella y fotografiarla también, como contrapunto a la famosísima de la capital.
Brandenburg Tor
Fuimos yendo hacia la estación de tren mientras íbamos disfrutando de lvs lugares de Potsdam, como el barrio holandes, algunas iglesias muy diferentes entre sí, etc.
Iglesia de St. Paul & St. Peter, creo… merece la pena entrar en ella
Finalmente llegamos a la estación sobre las 15.00 así que era hora de comer, y había llegado uno de los momentos más esperados del viaje Íbamos a probar la famosísima Currywurst, servida cortada y en platos de cartón, siempre pensada para comer en la calle. Como nosotras teníamos que hacer tiempo hasta que saliese el tren, nos las comimos allí mismo… mmmm riquísimas.
Por fin probamos la currywurst, mmmm está riquísima!!
Llegamos ya a Berlín cuando estaba empezando a anochecer, y decidimos ir a uno de los museos que teníamos programado visitar, para no verlos todos de un tirón. Elegimos el Neues Museum, porque por tamaño era el que mejor nos iba, ya que a las 18.00 todos estarían cerrados.
Buena colección de Arte Egipcio en el Neues Museum
Bueno, pues allí que nos fuimos. Lo mejor de los museos alemanes es que todos tienen consignas y guardarropas gratuitos para poder deambular con libertad por las salas… ah! y que las audioguía también están incluidas en el precio.
Hay muchos jeroglíficos para descifrar...
El Neues Museum [página web] es conocido sobre todo por el busto de Nefertiti, aunque en la sala en la que se encuentra es en la única en la que no se puede sacar fotos. Pero bueno, os dejo una imagen de las miles que se pueden encontrar en la web…
El busto de Nefertiti es, probablemente, la excusa perfecta para acercarte al museo
En este museo se pueden encontrar salas con muchas obras de Arte Egipcio, que llevan ahí, y que sobrevivieron, de hecho, a la guerra. Estuvimos deambulando por allí hasta que, literalmente, nos echaron por que ya era hora de cerrar.
Como en casi todos los edificios de Berlín, han hecho una buena reconstrucción tras la Guerra
Cuando salimos, a eso de las 18.00 ya era noche cerrada y no nos quedaba más por hacer, así que cogimos el metro y nos fuimos al apartamento a descansar, que a lo tonto había sido un día en el que no habíamos parado de caminar…
Gastos del día:
Donuts y chocolates –> 7,50€
Salchichas currywurts –> 14,90€
Donuts para el desayuno del día siguiente –> 5,95€
Chocolates/cafés –> 6,90€