Hoy nos levantamos bien pronto para tomar el Shinkansen hacia Hiroshima. Hacemos el check-out del hotel, compramos desayuno para llevar en la estación y a las 7,34h sale el tren rumbo a nuestro nuevo destino en Japón: Hiroshima.
Como siempre llegamos a la hora exacta que marca el billete. No nos cuesta nada encontrar el hotel porque está adherido a la estación de trenes, para nuestra estancia en esta ciudad, escogemos el Granvia Hiroshima... éste es un hotel de 4* que reservamos a pocos días de cerrar el viaje, con el tema del tsunami vimos que había bajado considerablemente el precio y no dudamos. Como no podemos hacer el check-in hasta la tarde, pedimos que nos guarden las maletas que lo hacen con mucho gusto, dejamos allí las maletas y nos llevamos con nosotros las mochilas. Volvemos a la estación pero mi marido se piensa lo de ir cargados los dos y decide dejar su mochila en una consigna de la estación. Allí tomamos un tren JR hasta Miyajima-guchi dónde enlazamos con el ferry que lleva a la isla de Miyajima.
Desde la orilla en que se toma el ferry ya se ve la torii flotante de la isla así como un par de templos que quedan a la orilla. Tomamos el ferry que en 10 minutos nos deja en la otra orilla.
En esta isla se encuentra uno de los iconos más conocidos de Japón: la torii flotante (torii en japonés es puerta sagrada, indica la entrada/cercanía de un lugar sagrado). Tomamos unas fotos, compramos un café con leche en la máquina de la estación (hecho por Coca-Cola, está riquísimo!) y vamos dando un paseo hacia la zona turística.
Por el camino también encontramos ciervos.
Nos hacemos unas fotos con la torii flotante de fondo, como vamos por la mañana la vemos bañada por el agua... la isla sufre grandes mareas (es una de las islas del pacífico afecta por las mareas más fuertes), si hubiéramos ido a partir de las 15h la hubiéramos visto sin agua y nos podríamos acercar a ella... pero preferíamos verla así :-)ok:
Estando haciendo fotos por allí, de repente veo sentados en un banco a la pareja con quién empezamos nuestro viaje! menuda sorpresa!! así que vamos a saludarlos. Ellos han pasado la noche allí y hoy vuelven para Kyoto.
Charlamos un rato con ellos y nos dan a probar los dulces típicos que han comprado en la isla... de repente unos cuantos ciervos se acercan a nosotros para que les demos galletas jajaja!
Tras un rato de charla con ellos, seguimos nuestra ruta. Vamos a ver el Santuario de Isukushima, en el que se encuentran montones de barriles de sake, otra imagen típica de Japón. Desde su jardín se ven el templo Senjokaku y la pagoda, pero no los visitamos puesto que queremos ver un poco Hiroshima y teniendo en cuenta la paz que se respira en el ambiente de la isla, nos queda claro que en la próxima visita a Japón, haremos parada de nuevo en Miyajima
Volvemos al puerto a tomar el ferry puesto que queremos ver Hiroshima, antes de zarpar compramos unas galletas típicas de la isla para traer a nuestra familia, están buenísimas!!
Por el camino vemos a unos cuantos ciervos intentando atracar una tienda jiji!
Como vamos con un poco de prisas porque a las 17h cierra todo, comemos en plan rápido en un Mc y tomamos un tranvía hasta la zona del Castillo de Hiroshima.
Empieza a llover así que nos toca sacar el paraguas y el chubasquero.
Entramos gratis en una de sus torres, vemos rápido una parte del jardín del Castillo y nos vamos a ver la zona de la Cúpula de la Bomba Atómica y el Museo Conmemorativo de la Paz. Impresionante lugar. Pone los pelos de punta el ver hasta qué punto es capaz de llegar el ser humano... muy muy impactante. Echamos unas fotos y vamos dando un paseo por el parque de la Paz hacia el museo.
Entramos al Museo y desde el mismo momento en que cruzas el quicio de la puerta ya empiezan a ponerse los pelos de punta... Aún me entra un no sé qué al pensar en todo lo que el museo muestra... cuánta gente inocente murió o quedó herida.,.. impactante, no puedo decir más.
Son algo más de las 17h cuando salimos del museo, a la salida escuchamos a una coral de jóvenes japoneses que cantan con tanto sentimiento que pone los pelos de punta.
Tomamos un tranvía (que funciona igual que los buses de Kyoto, se entra por atrás) para volver al hotel. Aquí nos pasa algo curioso y que nos tiene un poco rallados hasta llegar a la estación... en teoría, cuando subes a un bus/tranvía, junto a la puerta hay una máquina que saca un papel con el número de parada en la que subes y luego al bajar, te cobran en función del trayecto... pues bien, resulta que aquí la máquina no saca papel y todo el mundo pasa una tarjeta con chip por un lector, y claro nosotros nos quedamos "y cómo lo hacemos nosotros?!" . Estuvimos rallados hasta llegar a la estación que era nuestra parada y también la última de esa línea y esperamos a que bajara todo el mundo para poder ir con calma y explicarle al conductor como pudiéramos dónde habíamos subido para que nos cobrara el trayecto... así lo hicimos, y por suerte (es lo bueno de ser guiri!) nos habían visto subir tanto el conductor como el revisor y nos dijeron que no pasaba nada porqué no tuviéramos papel de subida, que nos cobraban lo que valía el trayecto que habíamos hecho. Uffff!! qué zuzto! les dimos las gracias con un sonoro "domo arigato" como ellos suelen hacer y nos bajamos relajados del tranvía.
Llegamos al hotel, hacemos el check-in y subimos a la habitación. Si el hall del hotel ya es chulo, la habitación es increíble! cuánto lujo! jajaja! Vaya vistas desde la habitación!
Perreamos un poco hasta la hora de cenar que vamos a buscar un restaurante dónde cenar en la misma estación. Nos decidimos por uno de yakisoba. Nos sientan en la barra, frente a la plancha, así que podemos ver cómo hacen la cena jeje! al principio nos pareció un poco cutre... pero pudimos ver el arte que tenían con las paletas y cómo se hacen los yakisoba de Hiroshima y os aseguro que no he probado un yakisoba mejor en mi vida, de verdad que el lugar es 200% recomendable y si algún día volvemos a Hiroshima, volveré a comer a allí, más que seguro!! (Si alguien quiere referencias decidme!). Tras una cena exquisita, reservamos los billetes del Shinkansen de mañana y volvemos al hotel, hemos tenido un día agotador y toca dormir que mañana ponemos rumbo a la capital, Tokyo!!!
P.D: si tuviera que volver a hacer esta excursión, sin duda hubiera visto lo que nos interesaba de Hiroshima por la mañana y luego hubiéramos ido a Miyajima, tal y como lo hicimos tuvimos la sensación de no poder disfrutar al máximo de la isla
[/color]Como siempre llegamos a la hora exacta que marca el billete. No nos cuesta nada encontrar el hotel porque está adherido a la estación de trenes, para nuestra estancia en esta ciudad, escogemos el Granvia Hiroshima... éste es un hotel de 4* que reservamos a pocos días de cerrar el viaje, con el tema del tsunami vimos que había bajado considerablemente el precio y no dudamos. Como no podemos hacer el check-in hasta la tarde, pedimos que nos guarden las maletas que lo hacen con mucho gusto, dejamos allí las maletas y nos llevamos con nosotros las mochilas. Volvemos a la estación pero mi marido se piensa lo de ir cargados los dos y decide dejar su mochila en una consigna de la estación. Allí tomamos un tren JR hasta Miyajima-guchi dónde enlazamos con el ferry que lleva a la isla de Miyajima.
Desde la orilla en que se toma el ferry ya se ve la torii flotante de la isla así como un par de templos que quedan a la orilla. Tomamos el ferry que en 10 minutos nos deja en la otra orilla.
En esta isla se encuentra uno de los iconos más conocidos de Japón: la torii flotante (torii en japonés es puerta sagrada, indica la entrada/cercanía de un lugar sagrado). Tomamos unas fotos, compramos un café con leche en la máquina de la estación (hecho por Coca-Cola, está riquísimo!) y vamos dando un paseo hacia la zona turística.
Por el camino también encontramos ciervos.
Nos hacemos unas fotos con la torii flotante de fondo, como vamos por la mañana la vemos bañada por el agua... la isla sufre grandes mareas (es una de las islas del pacífico afecta por las mareas más fuertes), si hubiéramos ido a partir de las 15h la hubiéramos visto sin agua y nos podríamos acercar a ella... pero preferíamos verla así :-)ok:
Estando haciendo fotos por allí, de repente veo sentados en un banco a la pareja con quién empezamos nuestro viaje! menuda sorpresa!! así que vamos a saludarlos. Ellos han pasado la noche allí y hoy vuelven para Kyoto.
Charlamos un rato con ellos y nos dan a probar los dulces típicos que han comprado en la isla... de repente unos cuantos ciervos se acercan a nosotros para que les demos galletas jajaja!
Tras un rato de charla con ellos, seguimos nuestra ruta. Vamos a ver el Santuario de Isukushima, en el que se encuentran montones de barriles de sake, otra imagen típica de Japón. Desde su jardín se ven el templo Senjokaku y la pagoda, pero no los visitamos puesto que queremos ver un poco Hiroshima y teniendo en cuenta la paz que se respira en el ambiente de la isla, nos queda claro que en la próxima visita a Japón, haremos parada de nuevo en Miyajima
Volvemos al puerto a tomar el ferry puesto que queremos ver Hiroshima, antes de zarpar compramos unas galletas típicas de la isla para traer a nuestra familia, están buenísimas!!
Por el camino vemos a unos cuantos ciervos intentando atracar una tienda jiji!
Como vamos con un poco de prisas porque a las 17h cierra todo, comemos en plan rápido en un Mc y tomamos un tranvía hasta la zona del Castillo de Hiroshima.
Empieza a llover así que nos toca sacar el paraguas y el chubasquero.
Entramos gratis en una de sus torres, vemos rápido una parte del jardín del Castillo y nos vamos a ver la zona de la Cúpula de la Bomba Atómica y el Museo Conmemorativo de la Paz. Impresionante lugar. Pone los pelos de punta el ver hasta qué punto es capaz de llegar el ser humano... muy muy impactante. Echamos unas fotos y vamos dando un paseo por el parque de la Paz hacia el museo.
Entramos al Museo y desde el mismo momento en que cruzas el quicio de la puerta ya empiezan a ponerse los pelos de punta... Aún me entra un no sé qué al pensar en todo lo que el museo muestra... cuánta gente inocente murió o quedó herida.,.. impactante, no puedo decir más.
Son algo más de las 17h cuando salimos del museo, a la salida escuchamos a una coral de jóvenes japoneses que cantan con tanto sentimiento que pone los pelos de punta.
Tomamos un tranvía (que funciona igual que los buses de Kyoto, se entra por atrás) para volver al hotel. Aquí nos pasa algo curioso y que nos tiene un poco rallados hasta llegar a la estación... en teoría, cuando subes a un bus/tranvía, junto a la puerta hay una máquina que saca un papel con el número de parada en la que subes y luego al bajar, te cobran en función del trayecto... pues bien, resulta que aquí la máquina no saca papel y todo el mundo pasa una tarjeta con chip por un lector, y claro nosotros nos quedamos "y cómo lo hacemos nosotros?!" . Estuvimos rallados hasta llegar a la estación que era nuestra parada y también la última de esa línea y esperamos a que bajara todo el mundo para poder ir con calma y explicarle al conductor como pudiéramos dónde habíamos subido para que nos cobrara el trayecto... así lo hicimos, y por suerte (es lo bueno de ser guiri!) nos habían visto subir tanto el conductor como el revisor y nos dijeron que no pasaba nada porqué no tuviéramos papel de subida, que nos cobraban lo que valía el trayecto que habíamos hecho. Uffff!! qué zuzto! les dimos las gracias con un sonoro "domo arigato" como ellos suelen hacer y nos bajamos relajados del tranvía.
Llegamos al hotel, hacemos el check-in y subimos a la habitación. Si el hall del hotel ya es chulo, la habitación es increíble! cuánto lujo! jajaja! Vaya vistas desde la habitación!
Perreamos un poco hasta la hora de cenar que vamos a buscar un restaurante dónde cenar en la misma estación. Nos decidimos por uno de yakisoba. Nos sientan en la barra, frente a la plancha, así que podemos ver cómo hacen la cena jeje! al principio nos pareció un poco cutre... pero pudimos ver el arte que tenían con las paletas y cómo se hacen los yakisoba de Hiroshima y os aseguro que no he probado un yakisoba mejor en mi vida, de verdad que el lugar es 200% recomendable y si algún día volvemos a Hiroshima, volveré a comer a allí, más que seguro!! (Si alguien quiere referencias decidme!). Tras una cena exquisita, reservamos los billetes del Shinkansen de mañana y volvemos al hotel, hemos tenido un día agotador y toca dormir que mañana ponemos rumbo a la capital, Tokyo!!!
P.D: si tuviera que volver a hacer esta excursión, sin duda hubiera visto lo que nos interesaba de Hiroshima por la mañana y luego hubiéramos ido a Miyajima, tal y como lo hicimos tuvimos la sensación de no poder disfrutar al máximo de la isla
**Encontrarás el diario completo y otros más en mi blog:http://creciendoconmisviajes.wordpress.com/