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Hoy nos levantamos bien temprano pero de un salto! Nos espera un día muy emocionante y muy muy esperado… nos vamos a Hakone!!! Nuestro ryokan nos espera!!! 
Bajamos a desayunar y al terminar subimos a buscar las maletas, hoy dejamos la habitación del hotel de Shibuya y mandaremos las maletas hacia el hotel dónde pasaremos la última noche en Tokyo.
Quizá os suene extraño eso de enviar las maletas, pero en Japón es algo habitual. Hay un par de empresas que se dedican al envío de maletas de un punto a otro por todo el país, un servicio que aporta comodidad y practicidad muchas veces y está súper bien de precio! Queda claro nuevamente que Japón es un país hecho para vivir cómodo
Bajamos a recepción, hacemos el check-out y la chica nos gestiona el envío de las maletas con la empresa Yamato, la más reconocida y dicen, más recomendable. Nos llama al hotel dónde enviaremos las maletas para avisar que nuestras maletas llegaran mañana y que nos las guarden en recepción si son tan amables, cosa que aceptan encantados. Rellenamos el papel con nuestros datos, las direcciones de origen y destino y con un gran “domo arigato” nos despedimos de la chica. Hay que reconocer que hemos estado a gusto en el hotel.
Nuestro destino es Hakone y nuestro alojamiento allí es el pedazo de ryokan (alojamiento típico japonés) con onsen (baño termal) en la habitación. Como solo pasaremos una noche, nos llevamos las mochilas con la guía, el iPad, muda para esa noche y el día siguiente y un poco de neceser y los cargadores de las cámaras de fotos/vídeos. Nos dirigimos a la estación JR para ir hacia la estación central de Tokyo dónde tomaremos el Shinkansen hasta Odawara (reservamos los asientos la noche anterior en la estación JR). Éste es nuestro último trayecto en Shinkansen ya que hoy se nos termina el tiempo de uso del Japan Rail Pass así que aprovechamos jeje! Para ir de Odawara a Hakone y los pueblecitos de la zona, hay montada una ruta en tren, tranvía, funicular, teleférico, barco y bus… para tomar todos estos transportes han creado el Hakone Free Pass, un pase de dos días que te incluye el trayecto en todos los transportes de la zona y que sale más económico.
Una vez en Odawara, nos compramos unas bebidas en una máquina para tomarlas mientras esperamos el tren para ir a Hakone-Yumoto, dónde haremos el primer transbordo.
Tomamos un tren tipo cercanías de Odawara a Hakone-Yumoto, el trayecto dura unos 30 minutos. Al llegar a Hakone-Yumoto, buscamos el andén desde el cual sale el siguiente tren hacia Gora y nos quedamos alucinados al ver el tren en qué montaremos! Es del año de María Castaña!!!!
Pero aún alucinamos más cuando iniciado el trayecto vemos por dónde está construida la línea del tren! La vía pasa a través de un bosque un tanto frondoso, lleno de pendientes, dónde las ramas de los árboles tocan los cristales del tren… vamos el tren de Lleida a la Pobla de Segur es una maravilla al lado de esta jajajaja! Pero también hay que reconocer que ésta línea nos sube unos 300m de altitud y tiene su encanto!
Tras unos 35 minutos, llegamos a Gora. Nada más bajarnos del tren ya vemos las indicaciones para tomar el funicular hasta Sounzan. Éste sube 211 m en 1,2km! Menuda pendiente! En unos 10 minutos llegamos a Sounzan dónde haremos el siguiente transbordo.
En Sounzan tomamos el teleférico…
qué pasada de vistas!!!
Se ve todo el valle de Hakone y en días despejados se deja ver el Monte Fuji, pero nosotros tenemos un nubarrón justo dónde se supone que está el Fuji, así que de momento no lo vemos… Aunque es impresionante el lugar!! El teleférico tiene una parada entre medias, Togendai dónde haremos un alto en el camino para ver el cráter creado en la última erupción del Monte Hakone hace 3000 años. Ya desde el teleférico empezamos a ver las chimeneas sulfurosas naturales que hay allí.
Llegamos a Owakudani, el área alrededor del cráter dónde se pueden tomar los famosos huevos negros (cocidos en agua volcánica). Es una tradición japonesa venir al menos una vez en la vida hasta aquí para comerlos. Dicen que por cada huevo negro cocido que te comes vivirás 7 años más. Si te comes dos huevos vivirás 14 años más… si te comes 3, 21 años más… pero ojo! Si te comes 4 huevos tu hígado puede sufrir jajaja!! Es por esta tradición que esta zona se conoce como el Valle de la Longevidad.
Bajamos del teleférico, y nada más salir a la calle ya se puede notar el sulfuro en el ambiente… hay un olor a rancio y nos pica la lengua!
Tomamos unas fotos desde allí, de las chimeneas, de los estanques de agua caliente natural… En esta zona hay un ruta de unos 10 minutos a pie que permite acercarte a la zona volcánica y por tanto, situarte junto a una de esas fumarolas… pero sólo se puede hacer la ruta en función de los niveles de sulfuro en aire… y hoy el semáforo está en rojo, por lo que no se permite el paso, hay demasiado sulfuro!
Entramos en una de las tiendas dónde nos compramos un helado cada uno. Yo quiero probar los huevos pero los venden en paquetes de 4… y como a mi marido los huevos no le gustan, pues decido comprar un paquete de 6 que viene envasado al vacío para llevármelo a casa de mis padres y probarlos allí ;P
Me siento en una de las mesas a comerme mi helado mientras mi marido va al WC, en menos de 2 minutos, el nubarrón que hay sobre el Fuji desaparece por lo que se deja ver!!! Qué pasada!!! Todos los allí presentes, desenfundamos las cámaras para llevarnos una instantánea
En esas que llega mi chico y cuando lo ve se emociona un montón también jejeje!
Llevamos unos 30 minutos en esta zona y nos pica la lengua un montón y nos empieza a doler la cabeza (dichoso sulfuro!) así que decidimos volver al teleférico y seguir con la ruta. Así que subimos de nuevo a una cabina y esta vez en lugar de subir, bajamos hacia la zona del Lago Ashi, en Togendai.
Al llegar a Togendai vemos atracado en el embarcadero el Barco “Pirata” que ponía en la guía! Qué risas!!! Así que nos dirigimos al embarcadero para tomar el barquito, el siguiente transbordo en la ruta circular de Hakone.
Qué vistas!!! Sin duda me quedo con las vistas desde el barco, todo el lago iluminado por los rayos del sol sobre él… rodeado de montañas arboladas, con el Fuji de fondo… impresionante!! Hace solecito, por lo que en la cubierta se está de lujo, qué brisita!
Tras una media hora de travesía, llegamos a Hakone-Machi.
Desembarcamos y de allí vamos dando un paseo de otros 35 minutos hacia Moto-Hakone. De camino, encontramos el Hakone Checkpoint, un importante punto de control a lo largo de Tokaido, la antigua vía que unía Edo (Tokyo) con Kyoto durante el período Edo. Han hecho de él un museo del antiguo punto de control de tráfico de Hakone.
Al terminar la visita, del Checkpoint y del Museo Sekisko Shioryokan (museo que muestra objetos relacionados con la vía de paso), nos compramos unas bebidas en una máquina y seguimos la ruta hacia Moto-Hakone siguiendo la antigua ruta Tokaido, la Old Tokaido, una ruta rodeada de cedros milenarios. Qué paz se respira en este lugar, es increíble. Sin duda fue todo un acierto decantarnos por hacer esta excursión, y la volvería a hacer sin dudarlo cuando volvamos… y eso que aún no hemos estado en el ryokan!
Llegamos a Moto-Hakone, nos deleitamos con las vistas del lago desde el embarcadero, el Monte Fuji se esconde de nuevo entre nubarrones… es una pasada! Y verte rodeado de tanta naturaleza, guau!
Junto a la estación de autobuses de Moto-Hakone, a la entrada al pueblo, encontramos una gran torii.
Son las 13,30h y empezamos a tener hambre. Avisamos al ryokan que llegaríamos sobre las 15,30h, así que decidimos buscar un sitio para comer. Nos decantamos por un pequeño restaurante con vistas al lago en el cuál vemos en su escaparate que tienen comida típica de la zona, sopas y tempuras. Entramos al restaurante y vemos que la planta baja es una tienda de productos locales y el restaurante está en el primer piso.
Una vez pedida y servida la comida, la dueña nos viene con un recipiente lleno de cubiertos, no hablan inglés pero se hacen entender… nosotros los descartamos, le mostramos que sabemos comer con palillos y nos aplaude jaja! Qué risa!
Comemos con calma y tras una comida buenísima, nos deleitamos un poco tomando un té verde mientras nos recreamos con las vistas al lago.
Sobre las 14,30h, nos despedimos de esta gente tan maja con un “domo arigato” y vamos hacia la estación de autobuses de Moto-Hakone. No nos acabamos de aclarar porqué en el mapa de las paradas que hay, no sale la que nos indicaban en la web del ryokan… así que entramos a preguntar al revisor que muy amablemente nos explica que han cambiado el nombre de la parada recientemente, nos indica la línea que tenemos que tomar y nos marca en un mapa la ruta que seguirá el bus… vamos como para perdernos! Le damos las gracias, nuevamente con un “domo arigato!” y salimos a esperar el bus.
En esas que llegan dos buses a la vez y sale el revisor corriendo de la estación para decirnos cuál de los dos debemos tomar e incluso avisa al conductor que nos bajaremos en la parada “x”, qué pasada!!! Cómo pueden ser tan sumamente amables??!! nos abruma! aquí no hace nadie eso ni de coña!! Nuevamente un “domo arigato!!” que se lo ha ganado!
Subimos al bus, todo el mundo nos mira porqué somos los únicos guiris que hay a bordo… ya no nos extraña esta situación puesto que nos ha pasado en varias ocasiones a lo largo de estos 15 días que llevamos en Japón, es la “repercusión” turística del accidente nuclear… Cuando nos acercamos a la parada, la solicitamos. Al bajar, como debemos pasar por el conductor para pasar la tarjeta por la máquina nos dice que él ya estaba pendiente de que pidiéramos la parada, qué mono! Le damos las gracias y bajamos…
QUÉ PASADA!!! Ya estamos en el ryokan!!!! Pero vemos que son las 15h y nos sabe mal llegar antes de lo previsto… así que decidimos dar un pequeño paseo por los alrededores del ryokan que son una pasada! En esas que veo un cartel indicando WC, genial! Así que seguimos las indicaciones y llegamos una pequeña caseta y ante todo pronóstico de “no creo que este lavabo en medio del monte esté limpio…” me sorprendo gratamente al verme reflejada en su suelo de lo limpio que está! Nuevamente alucino con su limpieza!!! Vemos que junto a la caseta del Toto, hay un pequeño parque con una fuente. Nos dirigimos hacia él, no queremos alejarnos demasiado del ryokan no vaya a ser que luego no sepamos llegar… y otra vez alucinamos al ver en medio del bosque, una pequeña explanada con dos banquitos y… una máquina de bebidas!!!! Son la ostia!!! Así que nos sacamos un cafelillo calentito y nos sentamos en el banquito a tomarlo.
Son las 15,20h cuando vemos que se acerca un nubarrón terrible… se avecina un tormetón!!! Así que acabamos nuestro café y nos dirigimos al ryokan… Qué emoción poder estar aquí!! Nuestro caprichazo está a punto de verse cumplido!!!
Volvemos a subir hacia la carretera, cruzamos y entramos a los jardines del Mikawaya Ryokan. Qué pasada! Tiene una fuente preciosa frente a la entrada y el edificio es de construcción típica japonesa. Subimos las escaleras de la entrada y no nos da tiempo a llegar a la puerta que ya nos la abren con mil reverencias y palabras de bienvenida en inglés y en japonés! Madre mía!! Les decimos que tenemos una reserva y en seguida llega la encargada del ryokan, nos indica que nos quitemos las bambas y nos pongamos las zapatillas típicas japonesas para ir por el ryokan. Al quitarme las bambas hago intención de agacharme a cogerlas y antes de que me dé tiempo, la señora me dice que no, llama a un botones que nos las recoge y nos dice que si tenemos que salir las pidamos en recepción que nos las guardan… flipamos! Ay madre que me veo volviendo a Tokyo con sus zapatillas de estar por casa! Jajajaja!
Nos llevan a una sala y nos pide que esperemos allí… le digo a mi marido que tanta amabilidad me abruma! No estoy acostumbrada! Y él opina lo mismo... qué pasada!
Debo decir que un ryokan es el alojamiento típico japonés. Hay diferentes modalidades, tanto de habitaciones completas o con baños compartidos, habitaciones individuales, a veces son habitaciones alquiladas dentro de la casa de alguien por lo que los dueños comparten contigo algunos espacios, los hay con baño termal -natural o artificial-…
Vuelve a venir la señora -nos dice su nombre pero no lo recuerdo-, comprueba que la reserva que hicimos sea la correcta, nos explica los horarios de la cena, del desayuno y del check-out, hacemos el check-in y nos lleva a hacer un tour por el ryokan. Nos enseña las diferentes estancias, los diferentes pisos y los baños termales. A mi me hace entrar al de mujeres y me explica cómo funciona. Salimos y entra al de hombres con mi marido para explicarle como funcionan, después de dar un grito avisando que entra, no vaya a ser que haya algún hombre en pelota picada jajaja!
De allí nos lleva a nuestra habitación, la “Hanna 1”. Antes de entrar a la habitación nos dice que en el descansillo que hay, debemos dejar las zapatillas puesto que el suelo de la habitación es de tatami y no se puede pisar con zapatos porque se estropea, así que nos pide que usemos sólo las zapatillas si salimos de la habitación. Le hacemos caso y ya pasamos a la habitación. Qué pasada!! Es como estar en casa de Doraemon!! Jajaja! Tiene en el centro una mesa bajita con las sillas al suelo típicas japonesas, armarios de puertas correderas en papel japonés... Mola!
Hay una especie de galería con una mesa y dos butacones y junto a ella el lavamanos y un cuartito el TOTO. El Toto es independiente, cerrado con puerta y con unas zapatillas para esa sala. Y después de enseñarnos esta parte de la habitación, salimos a la terraza.
En ella hay una ducha con un cubilete para lavarse antes y el onsen, el baño con agua termal natural.
Nos dice que el agua del onsen está a unos 40ºC así que tenemos que tener la precaución de abrir un grifo de agua fría antes de meternos para no quemarnos e ir removiéndola de vez en cuando con una especie de pala de madera que hay.
La señora nos pide que la esperemos que ahora vuelve. Al momento llega con dos yukatas (kimono de estar por casa), uno rosa para mi y uno azul para mi marido. Nos enseña a ponérnoslo. Sale y vuelve con una chica más joven. Nos dice que si necesitamos alguna cosa, ella es la encargada de nuestra habitación. También será la que nos traiga la cena y el desayuno y la que nos prepare la habitación para dormir (con el futón). Nos dice que nos dejan solos hasta las 19,30h que servirán la cena y nos dejan con un té verde y un dulce japonés.
Madre mía… qué mujer más amable! Los japoneses lo son, pero esta mujer supera la media!!
Una vez se marchan, nos ponemos cómodos y nos tomamos la merienda que nos han servido... y en cuanto acabamos, nos vamos de cabeza al onsen!!! Hace fresquito en la calle pero se está bien… qué sensación más rara la de estar desnuda en medio del bosque! Preparamos el agua del osen, nos duchamos primero con la ducha y el cubilete y luego de cabeza al onsen… y oooooooh my good!!!! Qué a gusto se está ahí!!! En la habitación tenemos un panfleto con todas las propiedades terapéuticas del agua termal de Hakone.
Nos pegamos casi 2h metidos en remojo, no hay quien salga de allí, se está súper a gusto, qué relax!!! Verdaderamente ha valido la pena venir hasta aquí hoy y más aún dejar la visita a Hakone para el final del viaje, así nos recuperamos del cansancio de todos estos días. Finalmente, decidimos salir ya que no es plan que vengan a servir la cena y nos pillen en remojo aún.
Nos vestimos con los yukatas, mola! Nos sentamos en las súper sillas japonesas y nos relajamos, hablamos de todo un poco… esto es vida!
A las 19,30h en punto, llaman a la puerta. Es la chica joven que empieza a preparar la mesa para la cena. En un santiamén nos traen un montón de platos típicos. Le pedimos a la chica que nos traiga un sake de la zona, estamos de luna de miel, hemos podido cumplir un sueño y hay que brindar! Algunas cosas que nos traen de la degustación nos encantan y otras no molan… pero en general cenamos bastante bien. Hay muchas cosas que aún no habíamos probado. Nos traen un licor afrutado que está buenísimo! Nos dice el nombre pero no nos quedamos con él… toda una pena porqué está rico, rico y no sabemos cómo ni dónde comprarlo. (SI ALGUIEN QUE LEA ESTE DIARIO SABE DE CUÁL PUEDO HABLAR, AGRADECERÍA QUE ME DIERA EL NOMBRE!!)
Después de cenar, vuelve la chica y retira la mesa y las sillas y nos monta los futones para que los tengamos listos para dormir. Nos dice que hasta mañana no volverá a recogerlo y que si necesitamos alguna cosa marquemos un número en el teléfono de la habitación y ella vendrá.
Así que una vez se va, de nuevo al onsen de cabeza. Qué pasada… qué paz, qué relax, qué bien se está metidos en el agua calentita viendo las estrellas… hace fresquito pero al estar metidos en el agua ni se siente! Tras otra buena hora y pico en remojo, salimos y nos vamos a dormir. Tenemos que probar qué se siente al dormir en un futón!!
Hoy ha sido un día agotador pero a la vez muy muy gratificante. Nos dormimos con la cosa de “llegaran bien las maletas mañana al hotel?!” jajaja! Qué show!
Bajamos a desayunar y al terminar subimos a buscar las maletas, hoy dejamos la habitación del hotel de Shibuya y mandaremos las maletas hacia el hotel dónde pasaremos la última noche en Tokyo.
Quizá os suene extraño eso de enviar las maletas, pero en Japón es algo habitual. Hay un par de empresas que se dedican al envío de maletas de un punto a otro por todo el país, un servicio que aporta comodidad y practicidad muchas veces y está súper bien de precio! Queda claro nuevamente que Japón es un país hecho para vivir cómodo
Bajamos a recepción, hacemos el check-out y la chica nos gestiona el envío de las maletas con la empresa Yamato, la más reconocida y dicen, más recomendable. Nos llama al hotel dónde enviaremos las maletas para avisar que nuestras maletas llegaran mañana y que nos las guarden en recepción si son tan amables, cosa que aceptan encantados. Rellenamos el papel con nuestros datos, las direcciones de origen y destino y con un gran “domo arigato” nos despedimos de la chica. Hay que reconocer que hemos estado a gusto en el hotel.
Nuestro destino es Hakone y nuestro alojamiento allí es el pedazo de ryokan (alojamiento típico japonés) con onsen (baño termal) en la habitación. Como solo pasaremos una noche, nos llevamos las mochilas con la guía, el iPad, muda para esa noche y el día siguiente y un poco de neceser y los cargadores de las cámaras de fotos/vídeos. Nos dirigimos a la estación JR para ir hacia la estación central de Tokyo dónde tomaremos el Shinkansen hasta Odawara (reservamos los asientos la noche anterior en la estación JR). Éste es nuestro último trayecto en Shinkansen ya que hoy se nos termina el tiempo de uso del Japan Rail Pass así que aprovechamos jeje! Para ir de Odawara a Hakone y los pueblecitos de la zona, hay montada una ruta en tren, tranvía, funicular, teleférico, barco y bus… para tomar todos estos transportes han creado el Hakone Free Pass, un pase de dos días que te incluye el trayecto en todos los transportes de la zona y que sale más económico.
Una vez en Odawara, nos compramos unas bebidas en una máquina para tomarlas mientras esperamos el tren para ir a Hakone-Yumoto, dónde haremos el primer transbordo.
Tomamos un tren tipo cercanías de Odawara a Hakone-Yumoto, el trayecto dura unos 30 minutos. Al llegar a Hakone-Yumoto, buscamos el andén desde el cual sale el siguiente tren hacia Gora y nos quedamos alucinados al ver el tren en qué montaremos! Es del año de María Castaña!!!!
Pero aún alucinamos más cuando iniciado el trayecto vemos por dónde está construida la línea del tren! La vía pasa a través de un bosque un tanto frondoso, lleno de pendientes, dónde las ramas de los árboles tocan los cristales del tren… vamos el tren de Lleida a la Pobla de Segur es una maravilla al lado de esta jajajaja! Pero también hay que reconocer que ésta línea nos sube unos 300m de altitud y tiene su encanto!
Tras unos 35 minutos, llegamos a Gora. Nada más bajarnos del tren ya vemos las indicaciones para tomar el funicular hasta Sounzan. Éste sube 211 m en 1,2km! Menuda pendiente! En unos 10 minutos llegamos a Sounzan dónde haremos el siguiente transbordo.
En Sounzan tomamos el teleférico…
qué pasada de vistas!!!
Se ve todo el valle de Hakone y en días despejados se deja ver el Monte Fuji, pero nosotros tenemos un nubarrón justo dónde se supone que está el Fuji, así que de momento no lo vemos… Aunque es impresionante el lugar!! El teleférico tiene una parada entre medias, Togendai dónde haremos un alto en el camino para ver el cráter creado en la última erupción del Monte Hakone hace 3000 años. Ya desde el teleférico empezamos a ver las chimeneas sulfurosas naturales que hay allí.
Llegamos a Owakudani, el área alrededor del cráter dónde se pueden tomar los famosos huevos negros (cocidos en agua volcánica). Es una tradición japonesa venir al menos una vez en la vida hasta aquí para comerlos. Dicen que por cada huevo negro cocido que te comes vivirás 7 años más. Si te comes dos huevos vivirás 14 años más… si te comes 3, 21 años más… pero ojo! Si te comes 4 huevos tu hígado puede sufrir jajaja!! Es por esta tradición que esta zona se conoce como el Valle de la Longevidad.
Bajamos del teleférico, y nada más salir a la calle ya se puede notar el sulfuro en el ambiente… hay un olor a rancio y nos pica la lengua!
Tomamos unas fotos desde allí, de las chimeneas, de los estanques de agua caliente natural… En esta zona hay un ruta de unos 10 minutos a pie que permite acercarte a la zona volcánica y por tanto, situarte junto a una de esas fumarolas… pero sólo se puede hacer la ruta en función de los niveles de sulfuro en aire… y hoy el semáforo está en rojo, por lo que no se permite el paso, hay demasiado sulfuro!
Entramos en una de las tiendas dónde nos compramos un helado cada uno. Yo quiero probar los huevos pero los venden en paquetes de 4… y como a mi marido los huevos no le gustan, pues decido comprar un paquete de 6 que viene envasado al vacío para llevármelo a casa de mis padres y probarlos allí ;P
Me siento en una de las mesas a comerme mi helado mientras mi marido va al WC, en menos de 2 minutos, el nubarrón que hay sobre el Fuji desaparece por lo que se deja ver!!! Qué pasada!!! Todos los allí presentes, desenfundamos las cámaras para llevarnos una instantánea
En esas que llega mi chico y cuando lo ve se emociona un montón también jejeje!Llevamos unos 30 minutos en esta zona y nos pica la lengua un montón y nos empieza a doler la cabeza (dichoso sulfuro!) así que decidimos volver al teleférico y seguir con la ruta. Así que subimos de nuevo a una cabina y esta vez en lugar de subir, bajamos hacia la zona del Lago Ashi, en Togendai.
Al llegar a Togendai vemos atracado en el embarcadero el Barco “Pirata” que ponía en la guía! Qué risas!!! Así que nos dirigimos al embarcadero para tomar el barquito, el siguiente transbordo en la ruta circular de Hakone.
Qué vistas!!! Sin duda me quedo con las vistas desde el barco, todo el lago iluminado por los rayos del sol sobre él… rodeado de montañas arboladas, con el Fuji de fondo… impresionante!! Hace solecito, por lo que en la cubierta se está de lujo, qué brisita!
Tras una media hora de travesía, llegamos a Hakone-Machi.
Desembarcamos y de allí vamos dando un paseo de otros 35 minutos hacia Moto-Hakone. De camino, encontramos el Hakone Checkpoint, un importante punto de control a lo largo de Tokaido, la antigua vía que unía Edo (Tokyo) con Kyoto durante el período Edo. Han hecho de él un museo del antiguo punto de control de tráfico de Hakone.
Al terminar la visita, del Checkpoint y del Museo Sekisko Shioryokan (museo que muestra objetos relacionados con la vía de paso), nos compramos unas bebidas en una máquina y seguimos la ruta hacia Moto-Hakone siguiendo la antigua ruta Tokaido, la Old Tokaido, una ruta rodeada de cedros milenarios. Qué paz se respira en este lugar, es increíble. Sin duda fue todo un acierto decantarnos por hacer esta excursión, y la volvería a hacer sin dudarlo cuando volvamos… y eso que aún no hemos estado en el ryokan!
Llegamos a Moto-Hakone, nos deleitamos con las vistas del lago desde el embarcadero, el Monte Fuji se esconde de nuevo entre nubarrones… es una pasada! Y verte rodeado de tanta naturaleza, guau!
Junto a la estación de autobuses de Moto-Hakone, a la entrada al pueblo, encontramos una gran torii.
Son las 13,30h y empezamos a tener hambre. Avisamos al ryokan que llegaríamos sobre las 15,30h, así que decidimos buscar un sitio para comer. Nos decantamos por un pequeño restaurante con vistas al lago en el cuál vemos en su escaparate que tienen comida típica de la zona, sopas y tempuras. Entramos al restaurante y vemos que la planta baja es una tienda de productos locales y el restaurante está en el primer piso.
Una vez pedida y servida la comida, la dueña nos viene con un recipiente lleno de cubiertos, no hablan inglés pero se hacen entender… nosotros los descartamos, le mostramos que sabemos comer con palillos y nos aplaude jaja! Qué risa!
Comemos con calma y tras una comida buenísima, nos deleitamos un poco tomando un té verde mientras nos recreamos con las vistas al lago.
Sobre las 14,30h, nos despedimos de esta gente tan maja con un “domo arigato” y vamos hacia la estación de autobuses de Moto-Hakone. No nos acabamos de aclarar porqué en el mapa de las paradas que hay, no sale la que nos indicaban en la web del ryokan… así que entramos a preguntar al revisor que muy amablemente nos explica que han cambiado el nombre de la parada recientemente, nos indica la línea que tenemos que tomar y nos marca en un mapa la ruta que seguirá el bus… vamos como para perdernos! Le damos las gracias, nuevamente con un “domo arigato!” y salimos a esperar el bus.
En esas que llegan dos buses a la vez y sale el revisor corriendo de la estación para decirnos cuál de los dos debemos tomar e incluso avisa al conductor que nos bajaremos en la parada “x”, qué pasada!!! Cómo pueden ser tan sumamente amables??!! nos abruma! aquí no hace nadie eso ni de coña!! Nuevamente un “domo arigato!!” que se lo ha ganado!
Subimos al bus, todo el mundo nos mira porqué somos los únicos guiris que hay a bordo… ya no nos extraña esta situación puesto que nos ha pasado en varias ocasiones a lo largo de estos 15 días que llevamos en Japón, es la “repercusión” turística del accidente nuclear… Cuando nos acercamos a la parada, la solicitamos. Al bajar, como debemos pasar por el conductor para pasar la tarjeta por la máquina nos dice que él ya estaba pendiente de que pidiéramos la parada, qué mono! Le damos las gracias y bajamos…
QUÉ PASADA!!! Ya estamos en el ryokan!!!! Pero vemos que son las 15h y nos sabe mal llegar antes de lo previsto… así que decidimos dar un pequeño paseo por los alrededores del ryokan que son una pasada! En esas que veo un cartel indicando WC, genial! Así que seguimos las indicaciones y llegamos una pequeña caseta y ante todo pronóstico de “no creo que este lavabo en medio del monte esté limpio…” me sorprendo gratamente al verme reflejada en su suelo de lo limpio que está! Nuevamente alucino con su limpieza!!! Vemos que junto a la caseta del Toto, hay un pequeño parque con una fuente. Nos dirigimos hacia él, no queremos alejarnos demasiado del ryokan no vaya a ser que luego no sepamos llegar… y otra vez alucinamos al ver en medio del bosque, una pequeña explanada con dos banquitos y… una máquina de bebidas!!!! Son la ostia!!! Así que nos sacamos un cafelillo calentito y nos sentamos en el banquito a tomarlo.
Son las 15,20h cuando vemos que se acerca un nubarrón terrible… se avecina un tormetón!!! Así que acabamos nuestro café y nos dirigimos al ryokan… Qué emoción poder estar aquí!! Nuestro caprichazo está a punto de verse cumplido!!!
Volvemos a subir hacia la carretera, cruzamos y entramos a los jardines del Mikawaya Ryokan. Qué pasada! Tiene una fuente preciosa frente a la entrada y el edificio es de construcción típica japonesa. Subimos las escaleras de la entrada y no nos da tiempo a llegar a la puerta que ya nos la abren con mil reverencias y palabras de bienvenida en inglés y en japonés! Madre mía!! Les decimos que tenemos una reserva y en seguida llega la encargada del ryokan, nos indica que nos quitemos las bambas y nos pongamos las zapatillas típicas japonesas para ir por el ryokan. Al quitarme las bambas hago intención de agacharme a cogerlas y antes de que me dé tiempo, la señora me dice que no, llama a un botones que nos las recoge y nos dice que si tenemos que salir las pidamos en recepción que nos las guardan… flipamos! Ay madre que me veo volviendo a Tokyo con sus zapatillas de estar por casa! Jajajaja!
Nos llevan a una sala y nos pide que esperemos allí… le digo a mi marido que tanta amabilidad me abruma! No estoy acostumbrada! Y él opina lo mismo... qué pasada!
Debo decir que un ryokan es el alojamiento típico japonés. Hay diferentes modalidades, tanto de habitaciones completas o con baños compartidos, habitaciones individuales, a veces son habitaciones alquiladas dentro de la casa de alguien por lo que los dueños comparten contigo algunos espacios, los hay con baño termal -natural o artificial-…
Vuelve a venir la señora -nos dice su nombre pero no lo recuerdo-, comprueba que la reserva que hicimos sea la correcta, nos explica los horarios de la cena, del desayuno y del check-out, hacemos el check-in y nos lleva a hacer un tour por el ryokan. Nos enseña las diferentes estancias, los diferentes pisos y los baños termales. A mi me hace entrar al de mujeres y me explica cómo funciona. Salimos y entra al de hombres con mi marido para explicarle como funcionan, después de dar un grito avisando que entra, no vaya a ser que haya algún hombre en pelota picada jajaja!
De allí nos lleva a nuestra habitación, la “Hanna 1”. Antes de entrar a la habitación nos dice que en el descansillo que hay, debemos dejar las zapatillas puesto que el suelo de la habitación es de tatami y no se puede pisar con zapatos porque se estropea, así que nos pide que usemos sólo las zapatillas si salimos de la habitación. Le hacemos caso y ya pasamos a la habitación. Qué pasada!! Es como estar en casa de Doraemon!! Jajaja! Tiene en el centro una mesa bajita con las sillas al suelo típicas japonesas, armarios de puertas correderas en papel japonés... Mola!
Hay una especie de galería con una mesa y dos butacones y junto a ella el lavamanos y un cuartito el TOTO. El Toto es independiente, cerrado con puerta y con unas zapatillas para esa sala. Y después de enseñarnos esta parte de la habitación, salimos a la terraza.
En ella hay una ducha con un cubilete para lavarse antes y el onsen, el baño con agua termal natural.
Nos dice que el agua del onsen está a unos 40ºC así que tenemos que tener la precaución de abrir un grifo de agua fría antes de meternos para no quemarnos e ir removiéndola de vez en cuando con una especie de pala de madera que hay.
La señora nos pide que la esperemos que ahora vuelve. Al momento llega con dos yukatas (kimono de estar por casa), uno rosa para mi y uno azul para mi marido. Nos enseña a ponérnoslo. Sale y vuelve con una chica más joven. Nos dice que si necesitamos alguna cosa, ella es la encargada de nuestra habitación. También será la que nos traiga la cena y el desayuno y la que nos prepare la habitación para dormir (con el futón). Nos dice que nos dejan solos hasta las 19,30h que servirán la cena y nos dejan con un té verde y un dulce japonés.
Madre mía… qué mujer más amable! Los japoneses lo son, pero esta mujer supera la media!!
Una vez se marchan, nos ponemos cómodos y nos tomamos la merienda que nos han servido... y en cuanto acabamos, nos vamos de cabeza al onsen!!! Hace fresquito en la calle pero se está bien… qué sensación más rara la de estar desnuda en medio del bosque! Preparamos el agua del osen, nos duchamos primero con la ducha y el cubilete y luego de cabeza al onsen… y oooooooh my good!!!! Qué a gusto se está ahí!!! En la habitación tenemos un panfleto con todas las propiedades terapéuticas del agua termal de Hakone.
Nos pegamos casi 2h metidos en remojo, no hay quien salga de allí, se está súper a gusto, qué relax!!! Verdaderamente ha valido la pena venir hasta aquí hoy y más aún dejar la visita a Hakone para el final del viaje, así nos recuperamos del cansancio de todos estos días. Finalmente, decidimos salir ya que no es plan que vengan a servir la cena y nos pillen en remojo aún.
Nos vestimos con los yukatas, mola! Nos sentamos en las súper sillas japonesas y nos relajamos, hablamos de todo un poco… esto es vida!
A las 19,30h en punto, llaman a la puerta. Es la chica joven que empieza a preparar la mesa para la cena. En un santiamén nos traen un montón de platos típicos. Le pedimos a la chica que nos traiga un sake de la zona, estamos de luna de miel, hemos podido cumplir un sueño y hay que brindar! Algunas cosas que nos traen de la degustación nos encantan y otras no molan… pero en general cenamos bastante bien. Hay muchas cosas que aún no habíamos probado. Nos traen un licor afrutado que está buenísimo! Nos dice el nombre pero no nos quedamos con él… toda una pena porqué está rico, rico y no sabemos cómo ni dónde comprarlo. (SI ALGUIEN QUE LEA ESTE DIARIO SABE DE CUÁL PUEDO HABLAR, AGRADECERÍA QUE ME DIERA EL NOMBRE!!)
Después de cenar, vuelve la chica y retira la mesa y las sillas y nos monta los futones para que los tengamos listos para dormir. Nos dice que hasta mañana no volverá a recogerlo y que si necesitamos alguna cosa marquemos un número en el teléfono de la habitación y ella vendrá.
Así que una vez se va, de nuevo al onsen de cabeza. Qué pasada… qué paz, qué relax, qué bien se está metidos en el agua calentita viendo las estrellas… hace fresquito pero al estar metidos en el agua ni se siente! Tras otra buena hora y pico en remojo, salimos y nos vamos a dormir. Tenemos que probar qué se siente al dormir en un futón!!
Hoy ha sido un día agotador pero a la vez muy muy gratificante. Nos dormimos con la cosa de “llegaran bien las maletas mañana al hotel?!” jajaja!
Qué show!**Encontrarás el diario completo y otros más en mi blog:http://creciendoconmisviajes.wordpress.com/
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