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Después de un estupendo desayuno (con mantequilla casera incluida) y antes de abandonar definitivamente Vama, visitamos el Museo del Huevo pintado de Letitia Orsivschi. El museo realmente es una sala de su casa donde la mujer tiene una colección muy amplia de huevos pintados. Si sois muy fanáticos de los huevos pintados quizás merezca la pena, sino es prescindible. Los huevos que hace ella son muy bonitos, pero también más “caritos”, de hecho creo que cobraba unos 4€ los más económicos (según tamaño y trabajo), además de cobrar entrada. Para colmo le tuve que mendigar que me dejara hacer una foto después de haber pagado la entrada y comprar varios huevos, y sólo me dejó hacer una!
Nosotros fuimos al museo porque le preguntamos a la dueña del hotel dónde podíamos comprar huevos y nos mandó a aquella casa. Por entonces, yo aún no me fiaba de los que vendían por los mercadillos-puestos callejeros (ya sabéis eso de comprar artesanía y al final acabar comprando “made in China”), ahora os recomiendo hacerlo así porque salen más baratos. La del museo se aprovechaba un poco de que hasta salía en revistas internacionales. Como curiosidad, al regalarlos daba a elegir a mis amigos-familia entre todos los que había comprado y la gente solía elegir los que no eran comprados en el museo.
Para los que no conozcais el proceso (yo era una auténtica ignorante hasta este viaje), primero le hacen un agujerito en la parte superior y los vacían. Luego los bañan en cera de abeja para darle un color de fondo, y a partir de ahí, hay dos técnicas: una de ellas es bañarlo en sucesivas capas de ceras de diferentes colores y luego con un punzón ir rascando los motivos deseados; y la otra técnica es, sobre la base de color, con el punzón en vez de rascar, van dejando gotitas de cera hasta completar el dibujo. Esta es la razón por las que algunos son lisos y otros en relieve.
Os dejo el link, dónde salen fotos del “museo”: www.vama-bucovina.ro/letitia.php
Aquí teneis más fotos: www.zuzafun.com/ ...egg-museum
Dejamos atrás Vama dirección Maramures. Hoy empezaba la aventura de los hoteles, ya que a partir de entonces no llevábamos nada reservado (a excepción de la última noche en Bucarest), lo q resultó una buena decisión ya que hubo cambios en el planning. Decidimos ir de Suceava a Maramures a través del puerto de Prislop porque según lo leído el paisaje era precioso (que así fue) y también una de las peores carreteras que cruzamos.
Este es el mapa de ruta de ese día
El primer pueblo por donde pasamos fue Ciocăneşti, famoso por sus fachadas decoradas con cenefas del traje regional.
La siguiente parada fue en Carlibaba, concretamente en su gasolinera, negocio de los holandeses que habíamos conocido en el hotel de Vama. Allí estuvimos charlando un rato con ellos y nos intercambiamos mails y direcciones. Desde entonces, en Navidad nos llega una postal desde Holanda con una foto de Rumania.
Estábamos disfrutando del viaje, hacía sol, ponían buena música en la radio, íbamos cantando, relajados...hasta que oímos un plum!, dimos un bote y yo grité la ruedaaaaaaa!! Pedazo de bache!! Frenamos y vimos que habíamos perdido el tapacubos. El coche era de alquiler por lo q no nos podíamos ir de allí sin él. Nos empezamos a meter por el monte, hacía un calor horrible y la tapa no aparecía por ningún lado. La nuestra, porque entre tanto encontramos 2 tapas de otros coches!!! Nos guardamos la del Mercedes por sino encontrábamos la nuestra. ¡No se ha podido ir muy lejos! La paciencia se nos estaba acabando, empezábamos a pensar en planes B... Y entonces mi novio vio una serpiente! Sí, una SERPIENTE, a las que tiene auténtico pánico, y no la tapa. Todo esto junto con la lipotimia que nos estaba empezando a dar, hizo que decidiéramos meter la tapa del Mercedes en el maletero y seguir camino. Arrancamos el coche y a los metros, en la cuneta contraria, encontramos nuestra tapa!! La fuimos a poner y que no encajaba, se había deformado la rueda! Nada que un par de golpes no arregle. Ahora, con todo en su sitio, pudimos seguir la ruta. Para que no os quedéis con la intriga hasta el final (que me cuesta mucho escribir cada nueva etapa) la tapa no se volvió a caer y devolvimos sin problema el coche en Bucarest. Entendimos porque se ven un montón de coches sin el tapacubos por la carretera.
La verdad es que el paisaje era una pasada. Paramos en lo alto para hacer fotos y bajamos el puerto camino Maramures (creo que por esta cara la carretera aún estaba peor).
Yo iba con la idea de que había leído en el foro o en otro diario que había un sitio muy bueno en este puerto para comer trucha, que las criaban allí mismo, la cosa es que ni truchas ni truchos y se nos hicieron las mil. Así, que acabamos en un camino que terminaba en una iglesia de madera (la primera que vimos en Maramures) comiendo algún embutido y queso que aun llevábamos de provisiones.
Al bajar el puerto pasamos por Borsa y su estación de sky, que estaba ya cerrada por las fechas que eran. Creo que fue una de las poblaciones más feas por las que cruzamos
De las muchas poblaciones con iglesias de madera que hay por Maramures decidimos visitar Ieud y Poienile Izei.
En Poienile Izei coincidimos con un grupo de españoles e italianos de Erasmus. Ellos nos recomendaron dónde dormir esa noche en Maramures y para la siguiente en Cluj, donde ellos estaban estudiando.
La última visita fue al monasterio de Barsana, ya cuando anochecía y cerraban. Nos llamó la atención lo bien cuidado que estaba todo, tanto la arquitectura como los jardines.
Para dormir, como comenté anteriormente, decidimos ir a la pensiunea que nos habían recomendado los Erasmus. Sin querer acabamos en otra, ya que el nombre es casi igual. Una es Teleptean Ileana Teodora (dónde dormimos): www.pensiuneateleptean.ro/ ...index.html
Y la que nos habían recomendado Pensiunea Teleptean: www.pensiunea-teleptean.ro/ ...index.html
La verdad es que el sitio es muy recomendable, sobre todo por la comida. ¡Qué CENA! Sí, en mayúsculas. Tanto por la cantidad como por la calidad. Al igual que el desayuno. Hasta el vino estaba bueno! Todo casero de verdad, incluida la ţuică que ellos mismos hacían en casa.
No me acuerdo exactamente lo que pagamos, pero viendo los precios de la web por ahí andaría. Lo que sí recuerdo fue que hubo un malentendido, porque la hija de los dueños chapurreaba español y nos dijo un precio (bastante más barato) y al día siguiente al ir a pagar resulta que era otro, estuvimos “discutiendo” un poco con la mujer porque ella sólo sabía rumano y la cría estaba en el colegio. La mujer no cedió y al final tuvimos que pagar lo que ella decía. A partir de entonces, pedimos que nos escribieran los precios en un papel para que no hubiese malentendidos. Una pena, porque te vas con mal sabor de boca.
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