Nos despertamos muy pronto, más o menos las 5.15 de la mañana, y el madrugón tuvo su recompensa con un amanecer precioso, que desde Casa Rosada que da al mar fue increíble, y lo acabamos tumbados en las hamacas que había al final del muelle del hotel disfrutando del solecito, y estuvimos hasta las 6.30, hora a la que nos fuimos a vestirnos y terminar de guardar todo, porque a las 7 venía la lancha a buscarnos al muelle del hotel.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En esta última se ven las hamacas donde terminamos de disfrutar del amanecer.
Los americanos llegaron prontísimo, a las 6.40 más o menos, y a las 7 salimos hacia Punta Gorda. Como el que nos llevaba no nos daba plásticos y yo había leído que eran imprescindibles porque acababas empapado le pregunté pero me dijo que el mar estaba muy calmado y que no nos hacían falta, yo tuve mis dudas pero si lo decía él que era el que sabía… Y fue verdad, no nos hicieron falta los plásticos, no nos mojamos nada y en poco más de media hora estábamos en Punta Gorda, aunque resultó que no abrían la aduana hasta las 8, y nos tocó quedarnos en el muelle hasta más tarde de esa hora hasta que la abrieron, no olvidar que estamos en el Caribe, y aquí nadie se estresa. Rellenamos los formularios, nos sellaron el pasaporte y pasamos a la siguiente parada, allí tuvimos que esperar a que llegaran las que se encargaban de revisar las maletas, tardaron un rato y ya estábamos en suelo beliceño.
Fuimos a buscar un sitio para desayunar, en domingo había muchos sitios cerrados, Ismael nos había recomendado el Snack Shack, al lado de la aduana, pero estaba también cerrado por ser domingo, además nos había dicho que los dueños eran muy buena gente, que les preguntáramos si nos interesaba hacer algún traslado en privado, y que nos fiáramos de ellos, que no nos iban a timar, pero no pudimos comprobarlo, y preguntamos donde podíamos desayunar y muy cerca había un sitio, hacía un calor terrible y el sol pegaba con todas sus ganas. Desayunamos, y preguntamos a la camarera si conocía a alguien que nos pudiera llevar hasta Belice City o Dangriga, decía que conocía a una persona pero cuando llamó no contestaba, así que, Mila y Javi se fueron a ver si encontraban a alguien y cuanto pedían, cuando volvieron nos dijeron que habían encontrado a un par pero cobraban mucho, y ya eran las 10 de la mañana, por lo que pensábamos que ya no cogíamos el bus de esa hora, aunque luego pasó por delante del restaurante a las 10.15, si lo hubiéramos sabido, estuvimos haciendo tiempo en el restaurante, jugando a las cartas y después nos fuimos a la estación de autobuses, compramos los billetes para el autobús de las 12 que era el siguiente que salía. El autobús llegó con tiempo de sobra, en cuanto pudimos subimos las maletas y nos sentamos pegaditos a ellas, las habían puesto en la parte de atrás, donde había una puerta y por si las mosquis nos sentamos atrás, salimos más o menos puntuales, y empezamos a ver cómo funcionaba lo de los autobuses, el conductor que sólo se encarga de llevar el autobús y luego hay otra persona que es el que va cobrando a todo el mundo, el autobús hizo muchísimas paradas, y según nos íbamos alejando de Punta Gorda se iba poniendo más negro el cielo, hasta que empezó a llover bastante fuerte, entonces, a subir las ventanillas del bus para no mojarnos, que algunas se resistieron un poco.
Llegamos a Dangriga sobre las 15.30 de la tarde más o menos, y aquí nos tacaba buscar hotel, teníamos una guía de la lonely de Belice y nos pusimos a buscar entre los hoteles que teníamos en la guía, entre que unos ya no existían, otros las cabañas tenían una pinta terrible, al final nos quedamos en Pal’s Guest House, que no salía en nuestra guía, daba justo a la orilla del mar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La playa a la que daba el hotel
Dimos una vuelta por el pueblo, que es muy pequeño, aunque el dueño de donde nos alojamos nos dijo que de noche no nos alejáramos de la calle principal, entramos en una pizzería para comer algo, aunque eran más de las 17, pedimos unas pizzas que estaban buenísimas y mientras cenábamos empezó a diluviar y no parecía que tuviera pinta de parar pronto, así que, allí estuvimos hablando con los de las pizzas que eran de Guatemala, y pasamos un rato muy agradable la verdad.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una calle de Dangriga
Cuando eran casi las 19 dejó de llover, y aprovechamos para irnos, pasamos por una tienda a la que ya le habíamos echado el ojo a la ida para comprar algo para más tarde, porque como estábamos bastante cansados de haber madrugado no teníamos muchas ganas de salir a cenar, y resultó que el dueño de la tienda había estado con la US Army en Morón de la Frontera bastante tiempo, así que, estuvimos un rato charlando con él, y nos contó bastantes cosas de cuando estuvo en España y de Belice. Cuando salimos chispeaba un poco pero ya estábamos cerca del hotel, así que, nos fuimos lo más rápido posible porque empezó a caer otra vez con ganas, total, que quedamos en ducharnos y en pasarnos por la habitación de los otros para comer lo que habíamos comprado pero nos quedamos todos dormidos y no cenamos nada, estábamos reventados.
Habitación doble sin desayuno 20$
Lancha de Livingston a Punta Gorda 300Q por persona.
Autobús de Punta Gorda a Dangriga 12$BZ
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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En esta última se ven las hamacas donde terminamos de disfrutar del amanecer.
Los americanos llegaron prontísimo, a las 6.40 más o menos, y a las 7 salimos hacia Punta Gorda. Como el que nos llevaba no nos daba plásticos y yo había leído que eran imprescindibles porque acababas empapado le pregunté pero me dijo que el mar estaba muy calmado y que no nos hacían falta, yo tuve mis dudas pero si lo decía él que era el que sabía… Y fue verdad, no nos hicieron falta los plásticos, no nos mojamos nada y en poco más de media hora estábamos en Punta Gorda, aunque resultó que no abrían la aduana hasta las 8, y nos tocó quedarnos en el muelle hasta más tarde de esa hora hasta que la abrieron, no olvidar que estamos en el Caribe, y aquí nadie se estresa. Rellenamos los formularios, nos sellaron el pasaporte y pasamos a la siguiente parada, allí tuvimos que esperar a que llegaran las que se encargaban de revisar las maletas, tardaron un rato y ya estábamos en suelo beliceño.
Fuimos a buscar un sitio para desayunar, en domingo había muchos sitios cerrados, Ismael nos había recomendado el Snack Shack, al lado de la aduana, pero estaba también cerrado por ser domingo, además nos había dicho que los dueños eran muy buena gente, que les preguntáramos si nos interesaba hacer algún traslado en privado, y que nos fiáramos de ellos, que no nos iban a timar, pero no pudimos comprobarlo, y preguntamos donde podíamos desayunar y muy cerca había un sitio, hacía un calor terrible y el sol pegaba con todas sus ganas. Desayunamos, y preguntamos a la camarera si conocía a alguien que nos pudiera llevar hasta Belice City o Dangriga, decía que conocía a una persona pero cuando llamó no contestaba, así que, Mila y Javi se fueron a ver si encontraban a alguien y cuanto pedían, cuando volvieron nos dijeron que habían encontrado a un par pero cobraban mucho, y ya eran las 10 de la mañana, por lo que pensábamos que ya no cogíamos el bus de esa hora, aunque luego pasó por delante del restaurante a las 10.15, si lo hubiéramos sabido, estuvimos haciendo tiempo en el restaurante, jugando a las cartas y después nos fuimos a la estación de autobuses, compramos los billetes para el autobús de las 12 que era el siguiente que salía. El autobús llegó con tiempo de sobra, en cuanto pudimos subimos las maletas y nos sentamos pegaditos a ellas, las habían puesto en la parte de atrás, donde había una puerta y por si las mosquis nos sentamos atrás, salimos más o menos puntuales, y empezamos a ver cómo funcionaba lo de los autobuses, el conductor que sólo se encarga de llevar el autobús y luego hay otra persona que es el que va cobrando a todo el mundo, el autobús hizo muchísimas paradas, y según nos íbamos alejando de Punta Gorda se iba poniendo más negro el cielo, hasta que empezó a llover bastante fuerte, entonces, a subir las ventanillas del bus para no mojarnos, que algunas se resistieron un poco.
Llegamos a Dangriga sobre las 15.30 de la tarde más o menos, y aquí nos tacaba buscar hotel, teníamos una guía de la lonely de Belice y nos pusimos a buscar entre los hoteles que teníamos en la guía, entre que unos ya no existían, otros las cabañas tenían una pinta terrible, al final nos quedamos en Pal’s Guest House, que no salía en nuestra guía, daba justo a la orilla del mar.
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La playa a la que daba el hotel
Dimos una vuelta por el pueblo, que es muy pequeño, aunque el dueño de donde nos alojamos nos dijo que de noche no nos alejáramos de la calle principal, entramos en una pizzería para comer algo, aunque eran más de las 17, pedimos unas pizzas que estaban buenísimas y mientras cenábamos empezó a diluviar y no parecía que tuviera pinta de parar pronto, así que, allí estuvimos hablando con los de las pizzas que eran de Guatemala, y pasamos un rato muy agradable la verdad.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una calle de Dangriga
Cuando eran casi las 19 dejó de llover, y aprovechamos para irnos, pasamos por una tienda a la que ya le habíamos echado el ojo a la ida para comprar algo para más tarde, porque como estábamos bastante cansados de haber madrugado no teníamos muchas ganas de salir a cenar, y resultó que el dueño de la tienda había estado con la US Army en Morón de la Frontera bastante tiempo, así que, estuvimos un rato charlando con él, y nos contó bastantes cosas de cuando estuvo en España y de Belice. Cuando salimos chispeaba un poco pero ya estábamos cerca del hotel, así que, nos fuimos lo más rápido posible porque empezó a caer otra vez con ganas, total, que quedamos en ducharnos y en pasarnos por la habitación de los otros para comer lo que habíamos comprado pero nos quedamos todos dormidos y no cenamos nada, estábamos reventados.
Habitación doble sin desayuno 20$
Lancha de Livingston a Punta Gorda 300Q por persona.
Autobús de Punta Gorda a Dangriga 12$BZ