25/12/2012 Tetuán => Ceuta 41 kilómetros
Por la mañana Karim volvió a buscarme para ir, a la tienda las bicicletas, a buscar la rueda, una vez llegué allí, la sorpresa era que no estaba arreglada, pero no estaba arreglada, ya que mis radios de la bici no encajaban con el tambor nuevo, que tenía que cambiar. Antes de hacer nada quería que se lo autorizara, me hizo numeros y cambiando, el tambor “shimano”, radios mas mano de obra, me pareció una minucia el precio. Pero quedé petrificado, por la honradez y sobretodo la profesionalidad.
Tenía que ir a buscar la rueda por la tarde, Karim me dejó en el centro y me dijo que pasaría a buscarme, a las 14:00 para invitarme a comer en su casa. Le dije que si sabía de algún Cyber para poder hacer unas gestiones, me llevó al Cyber de su primo, que mas adelante vendría también a su casa a comer.
Me trató genial y cuando me disponía a pagar, el empleado me dijo, estaba invitado, he decir que cada vez alucinaba de la hospitalidad marroquí.
Llegamos a casa de Karim a comer, una casa gigante! Que valdría millones de euros en Barcelona centro, al entrar me hicieron sentir como estar en casa, pusieron la tele me dijeron que quería ver: antena 3, telecinco, intereconomía , la sexta y dijo el primo: deja el programa de los “Manolos”
Aquella comida fue agradable, hablaban castellano entre ellos para que en ningún momento, me sintiera aislado, el trato fue sin palabras. Joder! Me daba tanta pena irme, después de la agradable comida fuimos a buscar la rueda, luego monté la bici y con tristeza me despedí de ellos.
Una vez ya puestos a pedalear, no tardé mucho en llegar a Ceuta, aunque he de decir que me anocheció ya que salí bastante tarde de Tetuán. El trayecto era todo el rato de subidas, progresivas y pequeñas bajadas, este parte de Marruecos era de resorts y hoteles de veraneo de clase alta.
Tenía que ir a buscar la rueda por la tarde, Karim me dejó en el centro y me dijo que pasaría a buscarme, a las 14:00 para invitarme a comer en su casa. Le dije que si sabía de algún Cyber para poder hacer unas gestiones, me llevó al Cyber de su primo, que mas adelante vendría también a su casa a comer.
Me trató genial y cuando me disponía a pagar, el empleado me dijo, estaba invitado, he decir que cada vez alucinaba de la hospitalidad marroquí.
Llegamos a casa de Karim a comer, una casa gigante! Que valdría millones de euros en Barcelona centro, al entrar me hicieron sentir como estar en casa, pusieron la tele me dijeron que quería ver: antena 3, telecinco, intereconomía , la sexta y dijo el primo: deja el programa de los “Manolos”
Aquella comida fue agradable, hablaban castellano entre ellos para que en ningún momento, me sintiera aislado, el trato fue sin palabras. Joder! Me daba tanta pena irme, después de la agradable comida fuimos a buscar la rueda, luego monté la bici y con tristeza me despedí de ellos.
Una vez ya puestos a pedalear, no tardé mucho en llegar a Ceuta, aunque he de decir que me anocheció ya que salí bastante tarde de Tetuán. El trayecto era todo el rato de subidas, progresivas y pequeñas bajadas, este parte de Marruecos era de resorts y hoteles de veraneo de clase alta.
Esto es lo que se puede encontrar en la frontera.
Una vez al llegar a la frontera, me encontré una manada de taxistas en la parte marroquina y gente un poco rara, que te daba un papel a rellenar, que es el mismo que tienes que rellenar para entrar, en el país, que te dan en el aeropuerto. Te pedían el pasaporte, para rellenar el papel de extranjería, pero yo cojí el papel y le dije:
Gracias!
Me fui corriendo y me seguían, como locos dicendo:
Señor espere no se puede ir tiene que rellenar el papel!!
Yo no me fiaba, encontré un policía marroquí ya dentro de la aduana y me dijo, que lo rellenara y que lo entregara en la ventanilla, pero sobretodo vigilara la bicicleta, que no me metieran nada en las alforjas en un descuido.
Pasando la cola de coches con mi bici, entablé conversación con un ceutí que venía de compras de Marruecos, me dijo que los que están en la frontera y te piden rellenar el papeleo, te piden un euro o 0’50 cts por hacerlo.
Que sensación mas rara, entrar por la frontera por esas paredes de verjas, como si estubiera en una ampo de concentración. Una vez al llegar en el centro me encuentro, una ciudad limpia ambiente navideño. Con que ya podía usar el móvil, busqué por Internet algún hostal, la verdad que eran muy caros en el centro, de 50 euros no bajaban encontré uno a las afueras de Ceuta por 25 euros, hostal el Greco.
Gracias!
Me fui corriendo y me seguían, como locos dicendo:
Señor espere no se puede ir tiene que rellenar el papel!!
Yo no me fiaba, encontré un policía marroquí ya dentro de la aduana y me dijo, que lo rellenara y que lo entregara en la ventanilla, pero sobretodo vigilara la bicicleta, que no me metieran nada en las alforjas en un descuido.
Pasando la cola de coches con mi bici, entablé conversación con un ceutí que venía de compras de Marruecos, me dijo que los que están en la frontera y te piden rellenar el papeleo, te piden un euro o 0’50 cts por hacerlo.
Que sensación mas rara, entrar por la frontera por esas paredes de verjas, como si estubiera en una ampo de concentración. Una vez al llegar en el centro me encuentro, una ciudad limpia ambiente navideño. Con que ya podía usar el móvil, busqué por Internet algún hostal, la verdad que eran muy caros en el centro, de 50 euros no bajaban encontré uno a las afueras de Ceuta por 25 euros, hostal el Greco.
Una vez dejados los trastos, lo primero que hice meterme en el único bar que había abierto para poder comerme un bocadillo de jamón y beberme unos quintillos En el bar los ceutís me acogieron genial, acabé con un puntillo a base de quintos.