8 de Septiembre 2011:
De vuelta a la realidad…
Esferas gigantes, caminando entre tumbas y cruzar la calle de Japón a China
Nos levantamos tempranito como cada día, y aunque el cansancio acumulado es increíble nos despertamos con la ilusión de conocer algo nuevo, y esta vez, sería la última de nuestro viaje. Tristes y a la vez alegres nos dirigimos a la estación de metro Botanique, la más cercana a nuestro albergue, y allí pillamos el metro hasta Simonis, final de línea.
Nuestro primer punto del día era una zona preciosa, la del parque y basílica nacional de Koekelberg.
www.koekelberg.be/ ....php?lgn=1
Para llegar a ella hay que pasear por un larguísimo parque, muy bonito, y cuando te topas de frente con ella dices… ES ENORME!!! Y FEISIMA!!! Jajajjaja. Tal y como dice nuestra guía LP: “Horrorosa pero colosal”.
La Basilique Nationale du Sacré-Coeur es la cuarta más grande del mundo, flipante, solo por detrás de San Pedro de Roma, San Pablo de Londres o el Duomo de Florencia, y además es el mayor edificio art déco. Se construyó para conmemorar el 75 aniversario de Bélgica, y se tardaron unos 60 años en construirla, desde 1905 hasta 1969 más o menos. Por dentro no está mal, es muy muy amplia y tiene una cúpula enorme, a la que se puede subir con ascensor incluído y al cual nosotros pasamos de acceder por lo 4 € de la entrada. Sus 150 metros de largo y casi 100 de alto realmente impresionan.
Vista la basílica hicimos la ruta inversa, hasta la estación de metro Simonis, para irnos al segundo destino de la mañana, la zona de Laeken, con su cementerio y su bonita iglesia. Lo que hicimos fue coger el metro hasta la parada Bockstael. Al bajar simplemente hay que caminar a lo largo de la calle Leopold I, y te vas a encontrar con una zona bonita de casas que confluyen en una plaza donde están cementerio e iglesia de Laeken juntos.
www.ndlaeken-olvlaken.be/ ...omeall.htm
Pero por supuesto, la Notre – Dame de Laeken, o lo que es lo mismo, la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken, estaba en obras de rehabilitación y cerrada. Nos limitamos a admirar la bonita fachada y sacar fotos, y luego irnos hacia el cementerio.
Los monarcas de Bélgica son enterrados en esta iglesia cuando mueren, el homónimo a la iglesia de Delft en Holanda en la que ya estuvimos, o al Escorial en España.
Y claro, quién si no iba a construir semejante iglesia, el famosísimo rey belga Leopold I. Si es que este hombre lo ha hecho prácticamente todo jajaja. La construyó para honrar la muerte de su mujer, que bonito. Al igual que el resto de edificios de la época de Leopold I se construyó sobre el siglo XIX. Nos fuimos a la parte de atrás a ver el bonito cementerio de Laeken.
El cementerio tiene preciosas tumbas del siglo XIX pertenecientes a la gente adinerada de la época, es un cementerio con árboles y zonas verdes, melancólico y muy parecido a cementerios como el de Paris, además ofrece unas buenas vistas de la iglesia y es muy tranquilo, obvio jajaja
Incluso hay una réplica de la escultura el pensador de Rodin. Dejamos la zona y volvemos sobre nuestros pasos para coger de nuevo el metro en Bockstael y dirigirnos a la zona del Atomium y su gigantesco parque, la zona se llama Heysel y esa es la parada en la que debéis bajar.
Al bajar del metro y salir de la estación ya veis a lo lejos la gigantesca figura de metal, no tiene pérdida, aquí os dejo el enlace web:
atomium.be/
El Atomium es uno de los símbolos más representativos de Bruselas, y de Bélgica. Llega hasta los 102 metros de altura y está compuesto por nueve esferas metálicas del tamaño de una casa, flipad. Se comunican entre ellas por tubos de acero, con escaleras mecánicas en su interior y ascensores. Representa los átomos de hierro en su retículo cristalino, jajaja algo un poco rebuscado la verdad. Es unos 165 mil millones de veces más grande que el microscópico átomo original. Fue construido para la Expo de Bruselas de 1958 y querían derribarlo después del evento, pero mira tú por dónde en lo que se convirtió al final. Aunque las vistas tienen que ser preciosas la entrada es muy cara para un estudiante, entre 8 y 11 euros, por lo que decidimos no subir, eso sí, desde abajo es brutal igualmente.
Al ladito mismo del Atomium se encuentra un complejo con un parque acuático, un cine, el parque Mini Europe que alberga en su interior maquetas a escala de los monumentos más representativos de Bélgica y de Europa, como el Big Ben o la Torre Eiffel entre otros muchos, pero lo caro de su entrada hizo que no entráramos, además hay restaurantes, por si os apetece ir al estar allí.
Después de merodear un buen rato bajo las brillantes esferas nos fuimos a dar una vuelta por el enorme, enormérrimo parque de Laeken. Verde hasta que se pierde de vista, recorrimos el césped en busca de varios atractivos que se encuentran por la zona.
Incluso caminando por allí nos encontramos con un circo, pero cerrado, estaban allí los camiones y los animales en sus jaulas, y la gente del circo comiendo o durmiendo, cortaban el paso del sendero del parque, por lo que tuvimos que irnos campo a través, fue muy divertido, pero acabamos con las zapatillas mojadas hasta las trancas jajajaja.
Tras un buen rato caminando llegamos a la estatua a Leopold I, de estilo neogótico, en memoria del primer rey de Bélgica, de 1880.
Desde allí nos fuimos hacia la zona del Palacio Real (www.monarchy.be) donde reside la familia real belga, del siglo XVIII y que también tiene en los terrenos de palacio unos invernaderos reales que se pueden visitar determinadas fechas durante el año, a nosotros no nos coincidió.
Y seguimos nuestra ruta dirigiéndonos a la zona cercana al palacio donde se encuentran la Tour Japonaise y el Pavillon Chinois. Albergan el Museo de Extremo Oriente (orient.kmkg-mrah.be/ ...ex_fr.html) y fueron construídas por Leopold II en 1905, con madera traída desde asia. Nosotros no entramos, hay que pagar para ello, nos deleitamos con las vistas desde su exterior, y por un momento estuvimos en Japón, en China, y nos olvidamos de que estábamos en Bélgica, incluso me pareció ver al fondo a un par de samuráis y unas plantaciones de arroz…
Tras haber hecho este recorrido, atravesamos una larga avenida hasta llegar de nuevo a la zona del Atomium, en donde cogimos el metro que nos llevó a la Estación Central de Bruselas. Desde allí damos un último paseo por la capital europea, vemos de nuevo la Grand Place, caminamos por la calle que va a dar al Manneken Pis y compramos unos souvenirs en una de las muchas tiendas que alberga dicha calle, y volvemos sobre nuestros pasos para comer en un Quick justo en la plaza frente a las Galeries St. Hubert. El viaje había llegado prácticamente a su fin, y nos dirigimos a la Estación Central de nuevo para tomar nuestro tren hasta Charleroi a eso de las 15:30 para llegar a las 16:23.
Cogimos el bus que para justo en la puerta de la estación y que te deja en el aeropuerto por 3 euros en unos 20 minutos y que ya habíamos cogido el primer día de viaje en nuestra llegada. Al llegar al aeropuerto facturamos las mochilas y nos ponemos en la cola de Ryanair con tiempo para poder elegir 3 asientos juntos. Estando allí llega una pareja y una mujer nos pregunta:
- Venezia?????
A lo que yo le respondo:
- Venezia????? No… Madrid, a Venezia en góndola esto es un avión…
Las risas fueron interminables incluso de personas que estaban en la cola, y así al final embarcamos y tuvimos un vuelo sin incidencias que nos dejó en Madrid a eso de las 8 de la noche. Dejamos las mochilas en las consignas y cogemos el metro hacia el centro, paramos en Cibeles y damos un paseo nocturno, pasando por la Puerta del Sol, la Almudena, Palacio Real, Plaza España…
Y ya mi rodilla no aguantaba más, así que volvimos a coger el metro dirección Barajas, en donde teníamos que esperar hasta las 6 de la mañana, hora a la que partía nuestro vuelo a Tenerife, y esperamos intentando dormir un poco… Estábamos rendidos, pero la experiencia, los buenos y malos momentos, lo que conocimos, lo que nos marcó y las inmensas ganas de repetir siempre estarán con nosotros, y es que el Benelux da para mucho, y si leéis este diario seguro que pronto querréis pisar tierras centroeuropeas.
Gastos del día:
- 3’33 € una tercera parte de un pase de 1 día transporte Bruselas.
- 1’16 € una tercera parte de una taquilla en la Estación Central de Bruselas.
- 9 € souvenirs.
- 3’50 € comida en Quick.
- 3 € bus aeropuerto Charleroi.
- 2’50 € metro Madrid.
- 6 € cena en Burger King Madrid.
- 2’50 € metro Madrid.
Total del día: 30’99 €