No hay duda de que el barrio de Belém es el barrio más monumental de la ciudad, visita ineludible de todo turista. Aquí se encuentran sus edificios más importantes y emblemáticos, la Torre de Belém y el Mosteiro dos Jeronimos, salvados del terremoto de 1755, y que aún hoy nos recuerdan el glorioso pasado de este pequeño país. Para llegar hasta Belém es necesario coger el tranvía o la CP en Cais do Sodré. El Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém es el más importante ejemplo de arte manuelino, la versión portuguesa del gótico. Las obras de este grandioso edificio comenzaron en el siglo XVI por orden de Manuel I, para conmemorar el regreso triunfante de Vasco de Gama, sobre una antigua hermita fundada por Enrique el Navegante.
El complejo se compone de iglesia y claustro, además del Museo Arqueológico, ubicado en un edificio anexo más moderno que imita el estilo del monasterio. La iglesia presenta bóvedas altísimas y tres naves de recargada decoración, además de varias tumbas de personajes importantes. El claustro, de dos pisos es la obra maestra del manuelino. Todo el claustro está decorado con motivos marinos, e incluso da la sensación de movimiento que imita el mar. Todas las columnas son diferentes. La entrada son 10€, y el primer domingo de cada mez es gratis.
Delante del monasterio encontramos un parque, en el que también se encuentra el moderno Centro Cultural de Belém, un centro de exposiciones y usos múltiples. Al otro lado de la vía del tren, mirando al río, se encuentra el Padrao dos Descubridores, una escultura construida en los sesenta para conmemorar la muerte de Enrique el Navegante. Están representados una treintena de personajes de la historia portuguesa. Tiene un mirador en la parte alta, desde el que se tienen bonitas vistas, sobretodo de la rosa de los vientos de la plaza.
Un poco alejada del monasterio, se encuentra el símbolo indiscutible de Lisboa, la Torre de Belém, máximo representante del manuelino civil. Se trataba de un baluarte para artillería que defendía la entrada al Tajo, y que en tiempos se encontraba en medio del agua. También es gratis los domingos por la mañana, pero el interior tiene poco que ver…
En Belém también encontramos el Planetario Gulbenkian, el Museo de Carruajes y los palacios de Belém y Ajuda, aunque no he visto nada de esto. Lo que también está aquí y no hay que perderse es la famosa pastelería de los Pasteis de Nata. Es esa donde hay cola…
Desde Belém también se tienen buenas vistas de otros dos símbolos de Lisboa, el monumento a Cristo Rey y el Puente 25 de Abril. El monumento a Cristo Rey es una colosal escultura de 100 metros que imita el Cristo de Río, y que fue construida en los años 50, mirando a Lisboa con los brazos abiertos en señal de protección de la ciudad. Se puede subir a la base de la estatua (5€).
El Puente 25 de Abril es un impresionanate puente colgante similar al Golden Gate de San Francisco (fue construido por la misma empresa). En su origen llamado Puente de Salazar (fue construido por orden del dictador en 1960) pasó a llamarse 25 de Abril como símbolo de la Revolución de los Claveles y la restauración de la democracia. Los mástiles miden 190 metros de altura sobre el agua. Hay que pagar peaje para cruzarlo y no se puede circular a más de 50 km por hora (el coche pierde estabilidad sobre el enrejado a más velocidad). Por cierto, debajo del puente se encuentran las famosas docas, junto a un embarcadero de yates.
Antes de dirigirnos al Campo de las Naciones, vamos a para en Entre Campos, la zona moderna de la ciudad, donde se encuentra la Fundación Gulbenkian, que acoge el museo más importante de la ciudad (4€, Metro: Praça de Espanha). Presenta obras de toda la historia del arte, desde Egipto hasta las vanguardias, lo que la convierte en una de las colecciones más completas de Europa.
El Campo de las Naciones (Metro: Oriente), es la zona creada para la EXPO del 98, que Lisboa aprovechó para convertir esta zona degradada en la más moderna. Los edificios más representativos son la Estación de Oriente, construida por Santiago Calatrava simulando un bosque de metal. Junto a la Estación el moderno centro comercial Vasco de Gama.
La Torre Vasco de Gama es el edificio más alto de Lisboa y hoy está cerrada porque se está construyendo un hotel de lujo. A ella se podía llegar en el teleférico. El puente Vasco de Gama es uno de los puentes más largos del mundo, con 17 km de longitud, 13 de ellos sobre el agua. Sin embargo, el edificio más representativo es el Oceanario.
Es el segundo acuario más grande del mundo y se encuentra en un embarcadero rodeado de agua. Se organiza en cuatro espacios que representan distintos ecosistemas, en torno a un tanque central, donde hay tiburones, rayas… Las estrellas son los pingüinos y las nutrias. Entrada 11€
El complejo se compone de iglesia y claustro, además del Museo Arqueológico, ubicado en un edificio anexo más moderno que imita el estilo del monasterio. La iglesia presenta bóvedas altísimas y tres naves de recargada decoración, además de varias tumbas de personajes importantes. El claustro, de dos pisos es la obra maestra del manuelino. Todo el claustro está decorado con motivos marinos, e incluso da la sensación de movimiento que imita el mar. Todas las columnas son diferentes. La entrada son 10€, y el primer domingo de cada mez es gratis.
Delante del monasterio encontramos un parque, en el que también se encuentra el moderno Centro Cultural de Belém, un centro de exposiciones y usos múltiples. Al otro lado de la vía del tren, mirando al río, se encuentra el Padrao dos Descubridores, una escultura construida en los sesenta para conmemorar la muerte de Enrique el Navegante. Están representados una treintena de personajes de la historia portuguesa. Tiene un mirador en la parte alta, desde el que se tienen bonitas vistas, sobretodo de la rosa de los vientos de la plaza.
Un poco alejada del monasterio, se encuentra el símbolo indiscutible de Lisboa, la Torre de Belém, máximo representante del manuelino civil. Se trataba de un baluarte para artillería que defendía la entrada al Tajo, y que en tiempos se encontraba en medio del agua. También es gratis los domingos por la mañana, pero el interior tiene poco que ver…
En Belém también encontramos el Planetario Gulbenkian, el Museo de Carruajes y los palacios de Belém y Ajuda, aunque no he visto nada de esto. Lo que también está aquí y no hay que perderse es la famosa pastelería de los Pasteis de Nata. Es esa donde hay cola…
Desde Belém también se tienen buenas vistas de otros dos símbolos de Lisboa, el monumento a Cristo Rey y el Puente 25 de Abril. El monumento a Cristo Rey es una colosal escultura de 100 metros que imita el Cristo de Río, y que fue construida en los años 50, mirando a Lisboa con los brazos abiertos en señal de protección de la ciudad. Se puede subir a la base de la estatua (5€).
El Puente 25 de Abril es un impresionanate puente colgante similar al Golden Gate de San Francisco (fue construido por la misma empresa). En su origen llamado Puente de Salazar (fue construido por orden del dictador en 1960) pasó a llamarse 25 de Abril como símbolo de la Revolución de los Claveles y la restauración de la democracia. Los mástiles miden 190 metros de altura sobre el agua. Hay que pagar peaje para cruzarlo y no se puede circular a más de 50 km por hora (el coche pierde estabilidad sobre el enrejado a más velocidad). Por cierto, debajo del puente se encuentran las famosas docas, junto a un embarcadero de yates.
Antes de dirigirnos al Campo de las Naciones, vamos a para en Entre Campos, la zona moderna de la ciudad, donde se encuentra la Fundación Gulbenkian, que acoge el museo más importante de la ciudad (4€, Metro: Praça de Espanha). Presenta obras de toda la historia del arte, desde Egipto hasta las vanguardias, lo que la convierte en una de las colecciones más completas de Europa.
El Campo de las Naciones (Metro: Oriente), es la zona creada para la EXPO del 98, que Lisboa aprovechó para convertir esta zona degradada en la más moderna. Los edificios más representativos son la Estación de Oriente, construida por Santiago Calatrava simulando un bosque de metal. Junto a la Estación el moderno centro comercial Vasco de Gama.
La Torre Vasco de Gama es el edificio más alto de Lisboa y hoy está cerrada porque se está construyendo un hotel de lujo. A ella se podía llegar en el teleférico. El puente Vasco de Gama es uno de los puentes más largos del mundo, con 17 km de longitud, 13 de ellos sobre el agua. Sin embargo, el edificio más representativo es el Oceanario.
Es el segundo acuario más grande del mundo y se encuentra en un embarcadero rodeado de agua. Se organiza en cuatro espacios que representan distintos ecosistemas, en torno a un tanque central, donde hay tiburones, rayas… Las estrellas son los pingüinos y las nutrias. Entrada 11€