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Abandonamos la capital de Siberia a las 18 horas y atravesamos un largo puente sobre el río Ob. La provonitza era una rubia de baja estatura y más bien calladita........en el compartimento había dos tipos cuadrados que llevaban camisetas de un club de judo y frente a mí en la litera superior un muchacho que no llegaría a los 30.........cuando me vió sacar fotos bajó y estuvimos charlando. Se llamaba Paul, era de Tomsk y se dirigía a pasar unos días de vacaciones a San Petesburgo.
Un rato más tarde fuí con él al restaurante. Nos comimos unos sandwiches de salmón y queso y nos bebimos una Baltika. Una de las camareras era morena con unos ojos preciosos. Había algo de animación a esas horas y a nuestra derecha cenaban dos hombres próximos a los 70 que se bebían jarritas de brandy como si fuese agua.......uno de ellos se levantaba y susurraba al oído a otra de las camareras, rubia y de pelo corto mientras le ponía la mano en el trasero........la rubia ni se inmutaba y le seguía el rollo.
Me comentó que trabajaba en su ciudad de paramédico. Había vivido durante 3 años en Israel y me habló del gran problema que tiene Rusia con el alcoholismo.
Cuando regresábamos a nuestra plaza ví a un perro en uno de los vagones........Paul me dijo que era habitual la presencia de perros y gatos ¿pero dónde duerme el perro? le pregunté.......me dijo que en la litera con su dueño Yo me partía el culo, pero él respondió muy serio.
Cuando desperté nos encontrábamos en Tiumén y los judokas habían desaparecido.....había mucha niebla y una rasca de narices.
Durante todo el recorrido caía la nieve lo que no presagiaba nada bueno....
Paul y yo volvimos al restaurante al mediodía. En una mesa un hombre que pesaba al menos 120 kilos dormía como un tronco, estaba descalzo y pinta que haber pillado un pedazo de cogorza .....por allí estaban también las chicas. Nos pedimos un refresco y de nuevo la camarera rubia que recibía los susurros de otro tipo mientras la manoseaba el culo.......menudo puterío había allí !! las otras dos le miraban al gordo y le daban palmaditas para ver si se despertaba....pero el tío parecía que estaba muerto....
Cuando abandonamos el restaurante las chicas casi nos hacían reverencias. Le dije a Paul que volviera más tarde que allí había tema..........porque yo debía preparar mis cosas, nos aproximábamos a Yekaterinburg......
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