Hoy todo el día para disfrutar de Freiburg, de sus callejuelas y rincones, sin prisas. El día está muy cerrado y llueve, algo que no nos importa salvo por no hacer bien las fotografías. Recorremos la calle Kaiser Joseph Strabe, es muy comercial y atraviesa el casco antiguo. Es sábado y hay montado un mercadillo en la plaza de la Catedral, entre otros hay puestos para comer diferentes tipos de salchichas, que la verdad apetecen, pero como está lloviendo y queremos sentarnos un poco, nos vamos a comer al autoservicio Nordsee que está en la calle Salzstrabe, casi esquina con Kaiser Joseph Strabe, la comida está bien y a un precio razonable, 20 € los dos.
Por la tarde y después de descansar un poco en el hotel seguimos paseando por esta bonita ciudad, por sus rincones. Hay mucha gente por la calle y como ha parado de llover las terrazas se llenan. A nosotros también nos apetece cenar en alguna terraza, lo hacemos en el restaurante pizzería que conocemos de la primera noche y que nos gustó, una pizza, ensalada marinera y vino, 22 €
Después de la cena nos vamos a la plaza de la Catedral a ver el concierto. Empieza a tocar la orquesta y vemos al grupo de baile de unas 10 personas sobre el escenario bailando rap al son de la música clásica, te choca y no sabes muy bien que pasa, pero cuando empiezas a sentir el resultado de esta mezcla bien ejecutada, realmente sorprende y emociona. La gente, tanto jóvenes como personas mayores gritaban y aplaudían. Ha sido impresionante y uno de los momentos más agradables de este viaje.
Se ha terminado y nos vamos con una sensación agradable hacia el hotel, pero la fiesta continua, en nuestra calle también hay música, hoy tocan “Los Criollos” No voy a comparar con lo anterior, cada estilo de música tiene su espacio, pero después de lo visto hace un rato en la plaza, escuchar ahora “Cartagenera Morena” y el “Porón Pón Pón” de Manolo Escobar… manda huevos.
Hasta mañana.