A pesar de que siempre me han llamado la atención los paisajes y la gastronomía gallega, he acabado inclinándome en casi todas las ocasiones por visitar la vecina Asturias (es una predilección que no puedo evitar), por lo que por tierras gallegas me he dejado ver muy poquito. La última escapada que realicé, hace ya unos añitos por las fechas del puente de la Constitución, me llevó a conocer a través de varias rutas de senderismo algunos de los paisajes más típicos de la la provincia de La Coruña, y a querer volver en más ocasiones (que espero poder cumplir). En algo menos de 5 días iba a ver acantilados, rías, fragas (bosques autóctonos sin ningún tipo de intervención humana), me iba a pasear por un pequeño tramo de la Costa de la Muerte y visitaría también la ciudad. Parecía muy variado .
El primer día salimos por la mañana temprano hacia Galicia, realizando una parada intermedia en el pueblo de Tordesillas, en Valladolid. Después de comer en ruta, degustando ya sopas de marisco, potes, etc..., nos dirigimos hacia el concello de Coirós, en la provincia de Laa Coruña, donde realizamos la primera ruta del viaje: la Fraga del río Vexo. Comenzando en Ponte de Xora, realizamos un itinerario circular de 4 km por las dos márgenes del río, atravesando un tramo de bosque autóctono atlántico con carballos, acebos, helechos, etc... También pasamos por las ruinas de algunos molinos. El sendero está señalizado como PR-G35 y es recomendable para dar un paseo tranquilo .
El primer día salimos por la mañana temprano hacia Galicia, realizando una parada intermedia en el pueblo de Tordesillas, en Valladolid. Después de comer en ruta, degustando ya sopas de marisco, potes, etc..., nos dirigimos hacia el concello de Coirós, en la provincia de Laa Coruña, donde realizamos la primera ruta del viaje: la Fraga del río Vexo. Comenzando en Ponte de Xora, realizamos un itinerario circular de 4 km por las dos márgenes del río, atravesando un tramo de bosque autóctono atlántico con carballos, acebos, helechos, etc... También pasamos por las ruinas de algunos molinos. El sendero está señalizado como PR-G35 y es recomendable para dar un paseo tranquilo .
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desde Ponte de Xora continuamos hasta Pontedeume, situado en la desembocadura del río Eume, en las Rías Altas. Allí nos íbamos a alojar 4 noches en el HOTEL EUMESA, que estaba prácticamente al lado del puente que da nombre al pueblo, así que después de acomodarnos no perdí un instante para salir a hacer unas fotos al atardecer del puente y de la ría.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al día siguiente nos dirigimos hacia las cercanías del cámping Fraga do Eume para hacer la excursión por el Parque Natural Fragas do Eume, de unos 10 km. Comenzamos caminando durante algunos km por un bosque de eucaliptos, que fue lo que menos me gustó del paisaje (Se trata de una especie que no es autóctona de nuestro país), hasta que llegamos al cañón del río Eume. Abajo ya se veía el río. Poco a poco fuimos bajando hacia el fondo por un sendero zigzagueante rodeados de castaños, avellanos, madroños, etc... Las hojas de los árboles ya habían caído en su mayoría por lo que se hacía muy cómodo el caminar y también un poco resbaladizo. Además, los frutos habían caído al suelo, de manera que el descenso estaba siendo muy entretenido , con el rebuscar entre la hojarasca. Así llegamos por fin hasta la central eléctrica que había junto al Eume.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras hacer una buena parada allí para contemplar el paisaje seguimos caminando por la ribera del río, entre helechos, acebos, sauces, pequeños saltos de agua, piedras cubiertas de musgo. Bien podría haber aparecido una meiga por aquel paraje. Después de 1 hora de camino más o menos, llegamos al Monasterio de Caaveiro, de principios del siglo X, que había sido construido en sus inicios para acoger a los ermitaños que vivían por la zona. Desafortunadamente no lo pudimos visitar porque estaba inmerso en obras de rehabilitación. Continuamos la ruta a través de otro bosque de carballos pasando por pequeñas aldeas deshabitadas como la de O Pousadoiro, finalizando en A Capela.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desde las Fragas do Eume nos marchamos a la villa de Betanzos, declarada conjunto histórico-artístico en 1970. Comenzando junto a la oficina de turismo vimos la Iglesia de Santo Domingo, del siglo XVI, con su torre del campanario, de construcción posterior (siglo XVIII) y la Fuente de Diana, ambas en la Plaza Hermanos García Naviera, quizás el punto principal de reunión del pueblo. De ahí continuamos hacia la parte más alta del casco antiguo, en la Plaza de la Constitución, donde estaba la Casa Consistorial y la Torre del Reloj, anexa a la Iglesia de Santiago. Uno de los lugares que más bonitos me parecieron fue la Plaza de Pérez de Andrade, con el conjunto formado por la cruz de piedra (cruceiro), la Iglesia de San Francisco, la Iglesia de Santa María de Azogue y las casas típicas. Por último dimos un paseo junto a la ría, antes de regresar a Pontedeume.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al día siguiente comenzamos la jornada viajando hasta el concello de Cedeira, para ver el santuario de San Andrés de Teixido, ubicado frente al océano en los acantilados de la Serra da Capelada. A este santuario iban en peregrinación los campesinos y los marineros de toda Galicia. Los peregrinos solían llevarse ramas de tejo como recuerdo.Hay una creencia popular que dice:
“A San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo”
En un rincón del santuario tenían figuras de cera de manos, piernas, vacas y otras partes y animales varios que se ofrecían como ofrenda al santo para que realizara su curación. Aparte vimos que estaba montado el tinglado para la venta de productos relacionados con el peregrinaje . De todos modos lo más interesante eran las panorámicas de los acantilados y del océano.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuando con nuestra ruta llegamos hasta Vixía Herbeira. Allí pudimos contemplar los que están considerados como los acantilados costeros más altos y abruptos de Europa con sus más de 600 m de altitud. Además, debe ser el lugar donde más viento hace de España, porque según nos íbamos acercando el viento soplaba de tal manera que te llevaba con facilidad, como si fueras una hoja de papel. Había una especie de caseta donde te podías resguardar un poco del viento, pero en cuanto te alejabas un par de metros ya te zarandeaba una cosa mala . De hecho, a pesar de que en el mirador había un muro de piedra, no me atreví a acercarme hasta él, porque al ser muy delgado me arrastraba el viento más de lo debido, y el muro tampoco protegía demasiado, así que no pude ver si se veía el acantilado hasta el océano. Me imagino que no. Nos explicaron que allí podía llegar a soplar el viento a 140 ó 150 km/h.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después iniciamos desde ese punto una ruta de 12 km que por la Serra da Capelada y con unas preciosas vistas costeras nos llevó a la población de Cariño. Durante el trayecto pudimos ver también manadas de caballos en libertad.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de comer en Cariño fuimos hasta Cabo Ortegal, el límite norte de la Serra da Capelada, para seguir viendo los acantilados y también el faro. Después regresamos a Pontedeume.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al día siguiente nos desplazamos hasta El Ferrol. Allí hicimos una ruta recorriendo el tramo de la ría conocido por los ferrolanos como “entre castelos”. A ambos lados de la ría estaban las fortalezas del Castelo de San Felipe y el de La Palma, de la época de Felipe II. Cuando querían evitar que las embarcaciones pasaran al interior de la ría tendían una cuerda gruesa entre ambas orillas y la tensaban. Comenzamos a caminar junto al Castelo de San Felipe siguiendo una senda con unas vistas panorámicas de primera fila de la ría, pasando junto a las ruinas del Fuerte de San Carlos y la batería de San Cristovo. Llegamos hasta la playa de Cariño, donde en 1800 los ingleses, al mando del general John Warren, desembarcaron con el objetivo de tomar la ciudad del Ferrol y destruir los arsenales y quemar la escuadra española que estaba allí atracada. Sin embargo, la resistencia que encontraron fue tal que tuvieron que desistir de tal empeño. Subimos hasta el Monte Ventoso, donde a pesar de la bruma pudimos llegar a ver el faro de la Torre de Hércules, de La Coruña. Por último, antes de llegar de nuevo al Castelo de San Felipe, pasamos por el Monte da Cha, donde había tenido lugar la batalla entre los ferrolanos y los ingleses.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Del Ferrol nos marchamos hasta La Coruña, donde íbamos a tener el resto del día libre para comer y ver un poco la ciudad. Estuvimos dando una vuelta por la Plaza María Pita donde está el edificio del Ayuntamiento y el monumento en honor a María Pita. A finales del siglo XVI, Sir Francis Drake, que era pirata de la marina británica, asedió La Coruña como castigo por su apoyo a la Armada Invencible . Cuando estaba a punto de caer tras varios días de lucha, María Pita se adelantó armada con una pica y mató al alférez inglés, robándole su bandera. Este acto hizo que los coruñeses se lanzaran sobre los ingleses y que estos huyeran precipitadamente. Comimos en la MARISQUERÍA O'CALEXO, en la calle Franja, a base de raciones de empanada gallega, navajas, almejas, salpicón de mariscos, etc... De allí nos llevaron en autocar hasta la Torre de Hércules, el faro más antiguo del mundo todavía en uso. Fue mandado a construir por el emperador Trajano en el siglo II. Estuvimos un rato paseando por el parque del faro, las rocas y contemplando la puesta de sol y de allí ya nos fuimos a Pontedeume.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El último día del viaje nos dirigimos hacia la zona de la Costa da Morte para realizar la excursión. Comenzamos en A Filgueira, donde hicimos un pequeño recorrido para visitar el Dolmen da Pedra da Arca u Oratorio, que forma parte de una necrópolis datada entre 3500-2700 a.c. Regresando a A Filgueira continuamos próximos a la línea de costa hasta el pueblo marinero de Malpica de Bergantiños, fundada según nos contaron, por cazadores de ballenas de Cantabria y el País Vasco. Hicimos una parada en la playa, para pasear un poco por la arena, remojarnos en el agua, ver las gaviotas, etc... Seguimos por el Arenal de Seaia, donde se forman pequeñas dunas, de camino hasta el Cabo de San Adrián, que era el final de nuestra ruta. Allí encontramos una ermita dedicada a ese santo al que se le atribuían numerosos milagros. Justo enfrente del cabo había unos islotes que correpondían a las Islas Sisargas. Nos dijeron que en las rocas de esas islas solían trabajar los percebeiros. Allí nos despedimos de Galicia, comenzando el pesado retorno hacia Madrid.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***