Visitar Denali:
El parque nacional y reserva Denali está situado en Alaska interior y contiene el monte McKinley (Denali en lengua atabascana ), la montaña más alta de América del Norte. El parque cubre 24.585 km² y sólo se puede acceder a él en autobús, en bici o a pie a partir de la milla 15 (Savage River).
Nuestra aventura comenzó el día que salimos de Anchorage. Amaneció soleado y pronto empezamos a vislumbrar las preciosas montañas que envuelven la ciudad más poblada de Alaska. Desde Anchorage hay dos formas de llegar al Parque de Denali, la primera y más directa, cogiendo la George Parks Hwy, y la segunda, atrevesando las Glenn y Richardson Hwy para por último coger la impresionante Denali Hwy que fue inaugurada en 1957 y fue el primer acceso al Parque. Ya hablaremos en otra etapa sobre esta carretera, pues bien merece una visita.
Nosotros escogimos la carretera más directa, para después volver por la Denali Hwy. Sin paradas serán unas 4 horas y pico, pero hay que tener en cuenta que el verano es el momento en el que se realizan las obras de mejoras de las carreteras en Alaska, por lo que las paradas y esperas en la carretera son habituales. Siempre es bueno dar un margen a los tiempos establecidos.
La salida de Anchorage es bastante espectacular, se deja el mar a la izquierda y las montañas a la derecha para dar paso a un paisaje más llano y abundante en coníferas. A medida que nos acercamos al parque comenzamos a ver en la lejanía la cordillera Alaska, con varios miradores al McKinley.
Nada más llegar al comienzo del parque, nos dirigimos al centro WAC (Wilderness Access Center) para obtener el pase de entrada al parque y el Camper Bus. Nuestra intención era pasar al menos 2 noches dentro del parque, y para ello elegimos el camping Teklanika River (milla 29) y el remoto Wonder Lake (milla 85).
Esa misma tarde, empaquetamos todo lo necesario para nuestra estancia dentro del parque: tienda, sacos, hornillo, comida, agua...y subimos al autobús que nos llevaría a nuestro primer campamento. Le dijimos al conductor dónde queríamos bajar y fuimos los únicos que lo hicimos, ya que el resto de los pasajeros sólo visitaban el parque durante el día para volver a última hora al punto de partida.
Nuestra primera impresión al apearnos del autobús fue un poco aprensiva. Nos hallábamos sólos en la carretera que atravesaba el parque con la sensación de podernos encontrarnos en cualquier momento con osos grizzlies. Nos dirigimos directos al camping Teklanika, montamos la tienda y dimos una vuelta hasta el río para después asistir al programa dirigido por los rangers. Había miles de mosquitos por toda la zona!
Al día siguiente cogimos el primer Camper Bus, sobre las 6.30 de la mañana. Es recomendable cogerlos al amanecer o al atardecer, ya que la probabilidad de ver fauna durante el viaje es mayor. Los animales están más activos durante las horas más frescas del día, y nosotros vimos un oso grizzly a lo lejos, un lobo, zorros, alces, carneros de Dall...
El día prometía, y poco antes de llegar al Eielson Visitor Center, nos encontramos con la siguiente impresionante estampa. El monte Denali se veía por completo!!
Sentimos que uno de los objetivos más importantes de nuestro viaje a Alaska ya se había cumplido al poder admirar el monte más alto de Norteamérica. Es increíblemente bonito, y sin duda una de las mejores vistas del Monte McKinley o Denali se obtiene desde la misma carretera del parque.
Los paisajes que se pueden observar durante el recorrido por Denali son preciosos:
Desde el Eielson Center hicimos una pequeña excursión de 2 horas y media al Thorofore Ridge guiados por una ranger (son salidas gratuitas). Las vistas desde arriba a ambos valles son espectaculares. Si bien son rutas que perfectamente se pueden hacer por tu cuenta, las explicaciones del guía son realmente interesantes.
Continuamos con nuestra aventura hasta el Wonder Lake (milla 85). La mayoría de los turistas sólo llegan hasta el Centro de Visitantes Eielson, y si el día es nublado la verdad es que puede que no merezca la pena continuar, pero con un día despejado la visita se hace imprescindible. Probablemente Wonder Lake sea uno de los campamantos 'preparados' más salvajes y auténticos en el que habremos dormido. A ver si encontráis la tienda!
Hay que tener en cuenta que aquí abundan osos negros y grizzlies, además de caribous, alces, zorros, lobos…
Pero lo peor peor peor, los mosquitos! Nos comieron vivos!
Aquí tenéis la prueba!
En la foto (y en el video), la parte de los pinos pequeñitos es la llamada taiga y tundra subártica de Alaska, y debajo se halla el permafrost, es decir, si cabásemos un poco veríamos que la tierra está completamente congelada!