Llegó el 17 de Agosto, día de embarcar en Miami. Salimos del hotel rumbo al puerto y allí estaban esperando el Carnival Breeze y el Carnival Liberty.
Previamente, habíamos dejad la maleta a la entrada del puerto, ya con la etiqueta puesta y no nos la dejarían en el camarote hasta esa noche. Pasamos el control de equipaje y fuimos directos al mostrador para que nos dieran nuestras tarjetas de embarque. Sobre las 12:30, ya estábamos entrando en el lobby del barco, en la cubierta 3.
Subimos a la 7 a ver si estaba listo nuestro camarote pero, como aún estaban de limpieza, decidimos ir a comer algo al Lido Marketplace, en la cubierta 10. En este restaurante, a la hora de comer hay una zona de grill, otra zona de Mongolian Wok, zona de ensaladas, de postres así como la máquina de helados y las zonas de bebidas. Tiene cuatro entradas/salidas y en cada una de ellas hay algo de comer: zona Tandoori, zona de tacos, hamburguesas Guy Joint y zona de perritos calientes y pizzas, estos últimos disponibles las 24 horas del día.
Comimos un poco de lo que vimos, donde no hubiera muchas colas y nos bajamos rápido a ver nuestro camarote.
Previamente, habíamos dejad la maleta a la entrada del puerto, ya con la etiqueta puesta y no nos la dejarían en el camarote hasta esa noche. Pasamos el control de equipaje y fuimos directos al mostrador para que nos dieran nuestras tarjetas de embarque. Sobre las 12:30, ya estábamos entrando en el lobby del barco, en la cubierta 3.
Subimos a la 7 a ver si estaba listo nuestro camarote pero, como aún estaban de limpieza, decidimos ir a comer algo al Lido Marketplace, en la cubierta 10. En este restaurante, a la hora de comer hay una zona de grill, otra zona de Mongolian Wok, zona de ensaladas, de postres así como la máquina de helados y las zonas de bebidas. Tiene cuatro entradas/salidas y en cada una de ellas hay algo de comer: zona Tandoori, zona de tacos, hamburguesas Guy Joint y zona de perritos calientes y pizzas, estos últimos disponibles las 24 horas del día.
Comimos un poco de lo que vimos, donde no hubiera muchas colas y nos bajamos rápido a ver nuestro camarote.
Junto a las toallas del baño, nos dejaron también un par de albornoces que se vendían al precio de 49$ cada uno. Como veis, entre los amenities nos pusieron pasta de dientes.....menos mal, porque ¡¡nos la olvidamos en casa!! Y lo mejor, es que la repusieron cuando se nos acabó por lo que nos vino genial para los días en Miami posteriores al crucero.
Dejamos nuestras maletas de mano y decidimos ir a ver la salida del barco del puerto. Se pone música en cubierta y sube toda la gente a verlo mientras los animadores iban proponiendo bailes y demás. Todo esto, después de que se nos diera la información sobre qué hacer en caso de emergencia.
Mientras, pudimos disfrutar de unas vistas del Bayside de Miami y el skyline por un lado con el edificio más antiguo de la ciudad (el que tiene forma de Giralda), de 1925, y del Allianz Arena, donde juegan los Miami Heats y, por el otro lado, las islas con las casas de los famosos (y sus yates) seguido de una vistas generales de Miami Beach.
También nos despedimos de nuestro compañero de puerto, el Carnival Victory, que se iba ese mismo día hacia su primera escala, Half Moon Cay (Bahamas).
Después de salir de Miami, nos esperaban toda una tarde y todo un día de relax a bordo.....o eso pensábamos
El Carnival Breeze tiene un parque acuático, los Water Works, que consiste en un recinto con un par de toboganes para niños pequeños, un montón de cubitos y mangueras pequeñas para mojar a la gente, un cubo grande que, cuando se llena de agua, se vuelca y empapa a todo el que pase por ahí y dos toboganes grandes: el drainpipe (naranja) y el twister (amarillo). Acabamos con agujetas de tanto subir las escaleras para tirarnos
Y así pasamos la primera tarde, nos llovió un poco y se nubló bastante pero fue momentáneo.
Regresamos al camarote y conocimos a nuestra asistenta, una chica búlgara que ya nos había dejado el programa del día siguiente, un par de chocolatinas y una figura con toallas, algo que se repetió los días sucesivos.
Como ya habíamos visto esa mañana, la cena de la noche era de vestimenta casual y, aunque no se permitían los pantalones cortos en hombres y las flip flops, había m,ucha gente que lo llevaba así en el restaurante.
Puesto que no habíamos elegido hora fija para cenar, cada día íobamos a una hora, al llegar, en el mostrador, nos llevaban a una mesa libre, siempre para nosotros dos pero cada día en un sitio distinto. Hay dos cartas, una que se cambia a diario y otra que es fija todos los días y se pueden pedir todos los platos que se quieran. Siempre hay sopas frías y calientes, alguna ensalada, un plato llamado didja (de did you ever taste?) y que se referían a platos de comida que no se suelen comer todos los días como caimán, ancas de rana, ostras, etc.; y luego estaban los segundos, siempre había variedad de carne, pescado y pastas.
Aquí van unas fotos de una crema de tomate caliente buenísimas (se agradece con lo altísimo que tienen puesto el aire acondicionado), unos solomillos, una cola de langosta y unos langostinos con arroz y verduras al vapor:
Después de cenar, nos fuimos de paseo por el barco a ver las tiendas: hay una de chucherías, Cherry on Top, que vende también flores pero no es muy barata; una de ropa, bolsos, relojes y joyas y otra con perfumes, colonias, souvenirs, postales, alcohol, tabaco y cosas de primera necesidad que pueden necesitarse en un momento dado. La tienda de ropa y demás, no estaba mal de precio pero tampoco compensaba tanto; la parte de relojes, había marcas que salían muy bien de precio pero cuando no se tiene intención de dejarse 500$ en un reloj.....Las colonias sí compensaban, para hacerse una idea, Coco Chanel Noir de 50 mL por 93$ (105€ en El Corte Inglés), Lacoste Pink por 47$ (58€ en El Corte Inglés), Flowers by Kenzo por 69$ (75-80€ en España). Me llevé la primera
Después, un ratito al Casino a ver cómo la gente se deja todo el dinero allí y a la cama que al día siguiente nos tocaba otro día de piscina, jacuzzi, toboganes y eso....¡¡¡cansa mucho!!!
Nuevo día y probamos el desayuno del Sapphire, el restaurante de las noches. ¿Por qué? Pues porque los días de navegación se sirve un brunch así que fuimos a probarlo. En la carta hay multitud de platos para tomar: huevos rancheros, churros mexicanos (tuvimos que aclarar que los churros son españoles ), ensalada César, fruta tropical, helados, pasta, pollo, quesadilla, etc. Aquí desayunamos los tres días de navegación y mereció la pena comparado con el desayuno del Lido Marketplace.
Lo primero que hicimos tras desayunar fue ir a la piscina de la parte trasera del barco, es más pequeña que la principal pero había poca gente. Son ambas de agua salada y la de atrás tiene dos jacuzzis de los que también dimos buena cuenta. Nos cogimos algo de comer y lo subimos a la zona de hamacas y sofás de la cubierta superior. Y, cómo no, a los toboganes:
A la hora de comer, el Lido cierra a las 14:30 y tratar de coger algo del Wok es tarea imposible, tanto, que sólo lo mconseguimos el último día del crucero y después de esperar hora y cuarto Consiste en elegir entre las verduras que opfrecen, mas pollo, ternera o gambas y una salsa entre tres y allí te lo hacen en un wok a la vista, así que, aunque no haya mucha gente, se rlaentiza todo bastante por tener que esperar a que lo hagan. Este fue el resultado: