Cuando buscamos hotel para Atlanta, eran todos bastante caros, por lo que optamos por quedarnos en un hotel cerca del aeropuerto. Elegimos el Hotel Indigo y fue una buena elección. Es totalmente recomendable. Está junto al aeropuerto, pero tiene una estación del MARTA a menos de cinco minutos a pie.
Tras el desayuno buffet, no incluido en el precio del hotel, nos llegamos hasta la estación. En la misma estación, en las máquinas expendedoras, se puede sacar una tarjeta Breeze, que cuesta 1$. Son personales y posteriormente se le pueden ir cargando los viajes que se quieran. Nosotras las cargamos con 5$, para un viaje de ida y vuelta.
Hay dos líneas, la roja y la amarilla. Cualquiera de las dos nos servía, en dirección norte. En 15 minutos estábamos en el Downtown. La megafonía va anunciando las paradas y los puntos turísticos, así que, a pesar de que en el mapa que llevábamos parecía que la parada del Civic Center era la más adecuada, al llegar a Peachtree Center nos bajamos.
Saliendo de la estación, bajando y luego a la izquierda, World of Coca Cola está a 10 minutos. Mientras andábamos, la primera impresión de Atlanta es que, aún estando mediada la mañana, apenas hay nadie en la calle. Y el tráfico tampoco es abundante.
La entrada de Coca Cola son 16$. Hay una posibilidad de comprar una entrada combinada de Coca Cola, Aquarium y alguna otra cosa más que no recuerdo, pero como no íbamos a hacer las tres visitas, cogimos sólo la de Coca Cola.
Parte de la visita se puede hacer por tu cuenta, pero entramos primero con un grupo y una guía que iba explicando un poco la historia. Se pasa por una sala en la que ponen una peli 3D, con efectos de realidad: sopla el aire, pulverizan agua, los asientos se mueven... Luego ya se pueden recorrer las instalaciones por tu cuenta. Y degustar las 60 muestras de diversas bebidas del grupo Coca Cola. Antes de salir a la tienda de regalos, te regalan una botella de Coca Cola, de las de cristal de toda la vida.
Saliendo de World of Coca Cola, al lado está el Aquarium. Junto a las taquillas hay unas máquinas expendedoras para sacar los tickets, pero el pago tiene que ser con tarjeta. Apenas había gente en la taquilla así que optamos por hacer cola convencional. Lo que nos vino muy bien, ya que nos vieron con las bolsas de Coca Cola y nos hicieron un descuento.
El Aquarium es impresionante. Entramos algo antes de las dos y a las dos y media hacen un show con delfines. Y el auditorio se llena bastante. Eso si, informan de que en las primeras filas puede terminar uno bastante mojado. No dejan sacar fotos durante el show, ya que los flashes pueden despistar a los delfines. Seguimos viendo el Aquarium, y la verdad, es que está muy bien montado, tiene un túnel bastante largo y las especies que hay son increíbles: tiburones, belugas, mantarrayas, peces de arrecife de coral, pirañas...
El Parque Centennial, desde el que hay una bonita vista de los edificios del centro de Atlanta, está al lado, con homenaje a deportistas y tras cruzarlo se llega al edificio de la CNN. Para cuando llegamos los tours ya habían terminado, pero se puede entrar hasta la plaza central y dar una vuelta.
Siguiendo por Peachtree St. llegamos hasta Underground Atlanta, todo un conglomerado de tiendas y restaurantes bajo tierra, creado a partir de la construcción en los años 20 de los viaductos sobre la calle existente. Se pueden ver el bajo y primer piso de alguno de los antiguos edificios.
Cuando llegamos ya anochecía y hacía frío, así que tras dar una vuelta decidimos ir a cenar. Bajamos hasta Kenny's Alley, un espacio al aire libre donde hay restaurantes y bares y entramos en el único que parecía estar abierto, Footprints Jamaican Restaurant & Lounge. La clientela, toda local. Nos tomamos Brown Stew (pollo con una salsa de tomate y algo más) que además llevaba arroz, alubias y mazorca de maíz. Regado con una jarra de Bud, pero jarra jarra, un cachi enorme. Todo por 27 $
Para la vuelta al hotel, la estación del MARTA está allí mismo.
Tras el desayuno buffet, no incluido en el precio del hotel, nos llegamos hasta la estación. En la misma estación, en las máquinas expendedoras, se puede sacar una tarjeta Breeze, que cuesta 1$. Son personales y posteriormente se le pueden ir cargando los viajes que se quieran. Nosotras las cargamos con 5$, para un viaje de ida y vuelta.
Hay dos líneas, la roja y la amarilla. Cualquiera de las dos nos servía, en dirección norte. En 15 minutos estábamos en el Downtown. La megafonía va anunciando las paradas y los puntos turísticos, así que, a pesar de que en el mapa que llevábamos parecía que la parada del Civic Center era la más adecuada, al llegar a Peachtree Center nos bajamos.
Saliendo de la estación, bajando y luego a la izquierda, World of Coca Cola está a 10 minutos. Mientras andábamos, la primera impresión de Atlanta es que, aún estando mediada la mañana, apenas hay nadie en la calle. Y el tráfico tampoco es abundante.
La entrada de Coca Cola son 16$. Hay una posibilidad de comprar una entrada combinada de Coca Cola, Aquarium y alguna otra cosa más que no recuerdo, pero como no íbamos a hacer las tres visitas, cogimos sólo la de Coca Cola.
Parte de la visita se puede hacer por tu cuenta, pero entramos primero con un grupo y una guía que iba explicando un poco la historia. Se pasa por una sala en la que ponen una peli 3D, con efectos de realidad: sopla el aire, pulverizan agua, los asientos se mueven... Luego ya se pueden recorrer las instalaciones por tu cuenta. Y degustar las 60 muestras de diversas bebidas del grupo Coca Cola. Antes de salir a la tienda de regalos, te regalan una botella de Coca Cola, de las de cristal de toda la vida.
Saliendo de World of Coca Cola, al lado está el Aquarium. Junto a las taquillas hay unas máquinas expendedoras para sacar los tickets, pero el pago tiene que ser con tarjeta. Apenas había gente en la taquilla así que optamos por hacer cola convencional. Lo que nos vino muy bien, ya que nos vieron con las bolsas de Coca Cola y nos hicieron un descuento.
El Aquarium es impresionante. Entramos algo antes de las dos y a las dos y media hacen un show con delfines. Y el auditorio se llena bastante. Eso si, informan de que en las primeras filas puede terminar uno bastante mojado. No dejan sacar fotos durante el show, ya que los flashes pueden despistar a los delfines. Seguimos viendo el Aquarium, y la verdad, es que está muy bien montado, tiene un túnel bastante largo y las especies que hay son increíbles: tiburones, belugas, mantarrayas, peces de arrecife de coral, pirañas...
El Parque Centennial, desde el que hay una bonita vista de los edificios del centro de Atlanta, está al lado, con homenaje a deportistas y tras cruzarlo se llega al edificio de la CNN. Para cuando llegamos los tours ya habían terminado, pero se puede entrar hasta la plaza central y dar una vuelta.
Siguiendo por Peachtree St. llegamos hasta Underground Atlanta, todo un conglomerado de tiendas y restaurantes bajo tierra, creado a partir de la construcción en los años 20 de los viaductos sobre la calle existente. Se pueden ver el bajo y primer piso de alguno de los antiguos edificios.
Cuando llegamos ya anochecía y hacía frío, así que tras dar una vuelta decidimos ir a cenar. Bajamos hasta Kenny's Alley, un espacio al aire libre donde hay restaurantes y bares y entramos en el único que parecía estar abierto, Footprints Jamaican Restaurant & Lounge. La clientela, toda local. Nos tomamos Brown Stew (pollo con una salsa de tomate y algo más) que además llevaba arroz, alubias y mazorca de maíz. Regado con una jarra de Bud, pero jarra jarra, un cachi enorme. Todo por 27 $
Para la vuelta al hotel, la estación del MARTA está allí mismo.