A tan solo unos 60 km de Munich y 40 de Ausburg, está el pequeño pueblo de Landsberg am Lech, que aun con su encanto y formando parte de la ruta romántica, no es de los más conocidos de ésta.
Ya en la edad media se convirtió en una próspera ciudad, su origen es un simple puente por el que la ruta de la sal cruzaba el río Lech. Dado el gran valor que tenía entonces la sal y otras mercancías que pasaban por allí, se construyó una fortaleza para proteger el paso, que más tarde daría lugar a la ciudad amurallada.
También cuenta con el dudoso honor de ser el lugar donde Hitler fue encarcelado en 1.924 tras su intento de golpe de estado, fue en este periodo en el que escribió Mi Lucha. La cárcel está todavía en funcionamiento pero no nos pareció la mejor de las atracciones turísticas.
Cruzamos el puente por Katharinenstrasse y bordeamos la orilla antes de introducirnos en la ciudad.
Desde aquí observamos los saltos artificiales de agua que se utilizan para la producción eléctrica y a los lejos la Mutterturm, una torre construida como dedicatoria de un artista a su madre y que hoy día se utiliza para eventos.
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La plaza del mercado no tiene pérdida, allí encontramos algunas de las casas más pintorescas y la imponente Schmalzturm, la primera puerta de la ciudad y torre defensiva de la antigua muralla.
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Frente a ésta destaca la fachada del ayuntamiento, hoy día oficina de turismo, construido en el siglo XVIII con una preciosa fachada de estuco.
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Nos dejamos perder por sus calles, animadas con muchas tiendas y cafés, subimos hasta la iglesia católica, que nos encontramos cerrada, y cruzamos incluso por un pequeño bosque.
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Bajamos de nuevo a la zona de la plaza para visitar la Stadtpfarrkirche Mariä Himmelfahrt o iglesia parroquial de la asunción de maría. Muy sencilla en el exterior, exceptuando un bonito portal de entrada en estilo gótico, y con una bonita decoración rococó en el interior. La original data del siglo XIII, pero la decoración y la mayor parte del edificio que contemplamos hoy día son de los siglos XVII y XVIII.
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