CASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN ✏️ Diarios de Viajes de Austria

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Nos levantamos temprano porqué habíamos reservado las entradas por Internet para ir al Castillo de Neuschwanstein en Füssen (en Alemania a 30 minutos de donde nos alojabamos). Lo hicimos a través de la web www.neuschwanstein.de/ .../index.htm, concretamente de los tres que hay, solo el de Luís II de Baviera, más conocido como “el rey loco”. Al hacerlo así no teníamos que hacer colas, simplemente, presentarte a recoger la entrada y pagarla (en efectivo o con mastercard) en la hora que te dicen (que a la vez está pensada en función de la hora que escoges, aproximadamente 1h antes de la visita que es lo que tardas en llegar arriba). Cuando ya estás en el castillo tienes tu turno, y a la hora indicada entras sin más. Mientras esperas tu turno puedes ir haciendo fotos.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Por cierto, el coche se deja en uno de los parkings (hay varios), que valen 5 euros todo el tiempo que quieras, ya que con el coche no puedes llegar hasta el castillo...se puede subir a pie, en bus o en coche de caballos. Encontrareis información con precios aproximados en la web a la que os he remitido.

Nosotros teníamos ganas de ir en coche de caballos porqué no habíamos ido nunca, y nos salió por 6€ por persona. La guerra fue esperar a que se llenasen las partes traseras de los carruajes para que nos dejaran poner en la parte delantera, en la que acabas yendo 6 en lugar de cuatro que son los que caben realmente, pero en fin... estamos de vacaciones, ¿no? Para que enfadarse... El paseo dura unos 15 minutos y luego tienes 10 minutos más hasta el castillo, con una parada por en medio con vistas bonitas, por lo que recomiendo ir con tiempo, ya que además luego, antes de entrar dentro también puedes hacer fotos por los patios del castillo o acercarte hasta el puente des de donde todo el mundo toma la típica foto, pero eso ya lleva 20-30 minutos.

El castillo es muy bonito y la historia sorprendente, loco no sé si sería pero “geta” le echó un poco, porqué más de uno quisiera tener un castillo como ese y vivir aislado con un músico que te toque y te componga historias con los tiempos que corren...

Una vez finalizada la visita, la cafetería... la recomiendo, no es muy cara y es preciosa, para tomarte un cafetillo está más que bien, y porqué no rematar con un “apfelstrudel” (típico pastel de manzana y nueces de Austria y del sur de Alemania).

A continuación nos dispusimos a ir a Marian Brücke (el puente de Maria), al lado del castillo...

*** Imagen borrada de Tinypic ***

el camino ofrece vistas de otro de los castillos y de un lago.

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Des del puente es des de donde se ve el castillo del rey loco perfectamente y está a tope de gente haciendo fotos, hasta da un poco de respeto porqué el suelo es de madera y siempre hay algún graciosillo que se pone a botar con sus 100 kilos y hace que todo se mueva...

Si sigues hacia delante hay un camino que lleva a un mirador que ofrece otra espectacular vista de dicho castillo, no recuerdo el tiempo pero estaba allí indicado (creo que no llegaba a una hora). Eso sí el suelo resbala, hay que ir bien calzado (bambas de treking o botas de montaña).

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De bajada, lo que subimos en carro, decidimos bajarlo a pie por un camino que está señalizado (no recomiendo la carretera porqué entre los coches y los coches de caballos no se disfruta de la excursioncilla). Tampoco recuerdo el tiempo, pero de nuevo creo que no llegaba a una hora.

Así se nos pasó la mañana, en el castillo y alrededores, y no queríamos ir demasiado aturullados después del día que tuvimos de coche el sábado, así que nos dispusimos a recoger nuestro coche y disfrutar del hotel después de comer en un siempre recurrido Mc Donalds (no olvidemos que voy con el peque).

Descansamos un rato en el hotel y jugamos a unos juegos de mesa, pero pensamos, “¿y todo este viaje para ver solo el castillo del rey loco?” Así que como habíamos visto unas fortalezas des del jardín del hotel, preguntamos si quedaban muy lejos... 10 minutos en coche!!! De paso preguntamos si había restaurante para cenar allí... y sí. Así que no nos lo pensamos dos veces fuimos allí a Ehrenberg, y nuestra sorpresa fue tal que, como en esos momentos era imposible subir porqué se nos hubiese hecho de noche, decidimos improvisar y retrasar la hora de salida del día siguiente para visitar primero por lo menos una de las fortalezas en ruinas. Allí también había un parque, donde el niño se divirtió mucho porqué había un dragón de madera que lanzaba agua a la gente que pasaba por un puente, y cenamos en el restaurante que estaba allí abierto.

Comimos un plato del agricultor tirolés (tiras de carne, con patata y huevo como salteado)

*** Imagen borrada de Tinypic ***

y una tostada vegetal riquísima.

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El niño unos espaguetis. Esta vez sin postre, y nos salió por unos 30 euros. Muy bueno.

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