Arrancamos este viaje el sábado 28 de junio. El día anterior acabábamos los exámenes, además el último era por la tarde, así que arrancamos hacia Coruña a esto de las 11 para llegar a comer. En principio la idea era ir por las Rías Altas, pero el tiempo daba lluvia intensa todo el día tanto en las Rías como en A Coruña, así que decidimos ir a la ciudad gallega de frente para atecharnos en los diferentes museos de la incesante lluvia (finalmente solo nos llovió hasta Villalba, luego ya empezó el buen tiempo)
TOTAL: 256 kms
Así que tras una parada en Barreiros, en un bar que está al lado de la autopista, llegamos a A Coruña y fuimos a dejar las cosas al hostal, llegamos a las dos menos cuarto o así. En recepción la chica, muy amable, nos explicó qué ver en Coruña (aunque eso ya lo sabíamos), y, sobre todo, donde comer bien y barato. El hostal, como ya dije en la introducción, estaba espectacular. Habíamos aparcado en el parking de Riazor-Orzán, que leímos por Internet que tenían un convenio con el hostal. Al preguntar por como iba el tema, nos dijo la chica que acababan de abrir el Parking Parrote, gratuito todo el fin de semana para darse a conocer, así que rapidamente fuimos a por el coche. Y a ver donde comíamos.
Antes de nada, y como siempre, una breve introducción histórica de la ciudad, la segunda más grande de Galicia con un cuarto de millón de habitantes, solo por detrás de Vigo.
Nació en la época prerromana, con varios asentamientos de la tribu ártabra (una tribu galaica que habitaba el área entre la Ría de Burgo y la de Ferrol), su bahía era la llamada Portus Magnus Arbatrus, vital en la ruta del estaño de los fenicios. Los romanos llegaron el 62aC y convirtieron a la ciudad en un importante puerto, construyendo en el siglo IdC la Torre de Hércules, que no es más que un faro, el único faro romano que queda en pie del mundo. Con el fin del Imperio Romano la ciudad pasa de manos entre visigodos y suevos, hasta la llegada de los árabes que apenas hicieron nada en la ciudad, siendo conquistada pronto por el Reino de Asturias (recordad, Asturias es España y lo demás tierra conquistada ) Con los sucesivos ataques vikingos la ciudad se despobló por puro miedo yéndose a Betanzos, más protegida al estar en una ría.
No sería hasta 1208 cuando el rey de León Alfonso IX repoblara la ciudad en lo que ahora es la Ciudad Vieja. Alfonso X El Sabio llevaría el prosperidad a la ciudad al otorgar el privilegio de comerciar con sal sin pagar impuestos, lo que hizo que ganara mucha importancia hasta que en siglo XIV la Ciudad Vieja se rodeó de murallas. De A Coruña salió en 1588 la Armada Invencible, que como todos sabreis, se topó con la tormenta del siglo y pereció en su mayor parte frente a las costas inglesas. Al año siguiente, la reina inglesa envió la contraarmada capitaneada por Francis Drake, aunque el pueblo coruñés repelió el asedio cabezeados por María Pita, que actualmente da nombre a la plaza central de A Coruña.
Entre los siglos XVII y XVIII la inestabilidad creada por las continuas disputas monárquicas hizo que la ciudad entrara en recesión; pero con la liberización del comercio con América, Cádiz perdió el monopolio y la ciudad gallega empezó a comerciar con el Nuevo Mundo, relanzando su economía, y por ende su demografía, sociedad... Con ello se construyó la Muralla de la Pescadería, de la que se conserva el espigón que separa Riazor de Orzán.
En la Guerra de Independencia la ciudad ofreció mucha resistencia al ejército napoleónico, formándose una Junta de Defensa y luchando el pueblo contra el invasor. Los ingleses desembarcaron y se produjo la Batalla de Elviña, que no fue una batalla al uso sino una serie de escaramuzas, venciendo los franceses y tomando A Coruña. Sin embargo, Galicia fue mala guerra para Napoleón, al morir más del 50% de las tropas que entraron pese a vencer las batallas. En 1815 el mariscal Juan Díaz Porlier se pronuncia en favor de restaurar la Constitución de 1812, pero Fernando VII, uno de los mayores traidores de la historia de nuestro país, le condena a muerte. Durante las Guerras Carlistas, A Coruña se postula en el bando liberal, siendo sitiada pero venciendo a los carlistas. Sería recompensada al nombrarla Isabel II capital de provincia. Y ya por último, comentar que como en muchos lugares de Galicia y Asturias, recibió mucho dinero de los indianos, emigrantes que hicieron fortuna en América y al volver a su tierra natal hicieron palacetes y grandes casas, lo que marca un poco la Coruña actual.
La historia de A Coruña está bien presente en su escudo, lo primero que veremos al llegar a la ciudad, y es que aparece la Torre de Hércules y bajo ella un simbolo pirata, si bien no tiene ese simbolismo, y es que los huesos representan la leyenda que debajo de la Torre están los huesos del gigante Gerión, a quien venció Hércules y sobre sus restos construyó su torre.
Un amigo había ido A Coruña con la familia hacía tiempo, y aunque no se acordaba de mucho si recordaba donde comer bien y barato, teníamos ganas de probar el famoso raxó, la comida típica coruñesa, que son trozos de carne de cerdo picada. Buenísimas están. Así que nos fuimos a comer a una raxería, cercana a Riazor, el estadio me refiero, así que aparcamos en un aparcamiento al aire libre al lado del campo de fútbol para caminar y estirar las piernas después del viaje. Nos encontramos de primeras con la preciosa fachada marítima coruñesa, con la archiconocida Torre de Hércules asomando por encima de los edificios. Aunque la playa no sea como la Concha, es muy bonita, mucho más que la fachada marítima de Gijón que veo casi todos los días.
Fuimos dando un paseo a la Raxaría As Neves, en la Ronda de Outeiro, tiene parking gratis pero desde Riazor es un paseo que agradecimos. Comimos muy barato y abundante, por unos 12 euros cada uno con bebida y postre. Muy recomendable el restaurante.
Acabamos de comer tarde, así que nos pusimos en marcha para ver hoy lo máximo posible, y nos fuimos en coche al Domus, la Casa del Hombre, el primero de los tres museos coruñeses que íbamos a visitar. Aparcamos en el Paseo Marítimo, cerquita del museo, y desde la puerta tenemos vistas de la playa de Riazor-Orzán desde el otro extremo.
Es un museo muy interactivo, pero está más pensado para niños, de todas formas está interesante. Sacamos el bono de las tres casas, ya que pagas el acuario y otra, regalándote la entrada a la tercera.
Información práctica
Acceso: En el Paseo Marítimo, hay señales por toda la ciudad
Horario: Varían mucho en función del mes, mirar en la web (sección Horarios y Precios)
Precio: 2€ / 12€ el bono de las tres (la mitad si es tarifa reducida)
Web: mc2coruna.org/es/
Tras la visita, nos llevó algo menos de una hora, nos fuimos a la Casa de los Peces, el Aquarium Finisterre, que la verdad me decepcionó; me imaginé que sería como el de Gijón, como un bosque con un recorrido por los ríos asturianos, el Oceáno Atlántico y los mares lejanos, pero eran unas peceras sin muchos peces llamativos, aunque con muchos paneles. Es el más caro y bueno, tampoco nos aportó demasiado.
Información práctica
Acceso: En el Paseo Marítimo, hay señales por toda la ciudad
Horario: Varían mucho en función del mes, mirar en la web (sección Horarios y Precios)
Precio: 10€ / 12€ el bono de las tres (la mitad si es tarifa reducida)
Web: mc2coruna.org/es/
Nos fuimos al plato gordo de la ciudad, la Torre de Hércules, el único faro romano en pie del mundo, por lo que es Patrimonio de la Humanidad desde 2009 en virtud del Criterio III (Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida) al ser un testimonio del uso de los faros en la Antigüedad. La Torre es también una prueba de la continuidad de la Ruta del Atlántico desde, al menos, tiempos de los romanos, extendiéndose durante la Edad Media y siendo perfeccionada en las Edades Moderna y Contemporánea.
Además, era el V Aniversario del nombramiento, por lo que había una serie de actividades en torno a la torre que nos gustaron mucho.
La construcción de la torre la realizaron los romanos en el siglo I, aunque en el siglo XVIII se realizó una restauración que le lavó la cara.
Su historia está llena de leyendas; y es que su construcción se atribuye a Hércules, que tras llegar en barca a Brigantia (el nombre romano de Coruña) derrotó al gigante Herión, construyendo sobre sus huesos su torre, fundando alrededor una ciudad, siendo Cruña la primera persona en llegar, lo que dio a la ciudad el nombre de Coruña. Esta leyenda no es más que la imposición latina sobre el legado tartésico-fenicio.
Otra de las leyendas más conocidas es la del rey Breogán, el padre racial de Galicia. Esta leyenda aparece en el ciclo mitológico irlandés, y según él, desde aquí vio Ith, el hijo de Breogán, la isla de Irlanda; zarpa hacía allí y su padre le dice que no se baje del caballo. Tras poner en jaque la supremacia de tres hermanos sometidos a una lucha fraticida, son emboscados los brigantes e Ith es derribado del caballo, muriendo momentos despues. Vuelven a Brigantia con su cuerpo y Breogán promete venganza y conquistar Eirín (Irlanda). Esta leyenda es un perfecto ejemplo de la tradición romana de identificar sus propios héroes con los autóctonos para ganarse el pueblo.
Bueno, centrándonos en la visita que hicimos, paseamos un poco por el parque escultórico, y como no, hicimos la típica foto de la estatua de Breogán con la torre al fondo. Además, como se conmemoraba el aniversario del nombramiento del Patrimonio de la Humanidad, había una compañía de romanos formando frente a la estatua.
Subimos la cuesta, no pude hacer una foto desde lejos por estar a contraluz totalmente, mejor ir por la mañana.
Y entramos al monumento, en la base se muestran los trabajos arqueológicos en forma de excavaciones en busca de restos romanos.
Tras subir los 55 metros que mide la torre, tenemos unas preciosas vistas de la Costa Ártabra y de la fachada marítima coruñesa.
Y vemos la torre y su famosa forma desde otra perspectiva.
En la base del faro hay una placa conmemorativa del nombramiento de Patrimonio de la Humanidad.
Y de la que bajábamos, una preciosa foto del contorno de la torre al contraluz (perdón por la calidad, la hice con el móvil para subir a Instagram)
Y abajo una especie de campamento romano con talleres para los niños.
Información práctica
Acceso: En el Paseo Marítimo, hay señales por toda la ciudad
Horario: Todos los días de 10 a 18 (hasta las 21 de junio a septiembre)
Precio: 3€ (1'5€ tarifa reducida; gratis los lunes)
Web: www.torredeherculesacoruna.com/
Cogimos el coche y fuimos al Parking Parrote dando la vuelta al Paseo Marítimo coruñés; tuvimos mucha suerte y encontramos sitio al lado de la puerta que daba a enfrente de María Pita (otro minipunto!)
Vimos la Marina y sus preciosos edificios abalconados, pero no paramos demasiado que el día pesaba y había ganas de una ducha y descanso en el hostal.
Pasamos por la Plaza de María Pita, donde está el precioso ayuntamiento de estilo modernista, y una estatua de la heroína que da nombre a la plaza..
Y para llegar al hostal tuvimos que pasar por la animada Rua Real, el eje comercial de A Coruña.
Tras una ducha y un merecido descanso en el hostal, salimos a cenar, fuimos al Mesón Ría Nova, donde catamos el pulpo gallego, juega en otra liga jeje. El restaurante está en la Rua Troncoso, a las espaldas justo de la Plaza de María Pita, un lujazo cenar en la terraza, es una calle bastante animada, la puerta de entrada a la Ciudad Vieja que visitaríamos al día siguiente. Nos lo recomendó la chica del hostal y se lo agradecimos mucho. Buena comida, raciones abundantes y barato (pagamos en total unos 13 euros por cabeza) Nos dimos una vuelta, tomamos algo en una terraza aprovechando el inesperado buen tiempo y nos fuimos a descansar. Que animada es la noche coruñesa, va a tener razón ese dicho de Mientras Pontevedra duerme y Vigo trabaja, Coruña se divierte
TOTAL: 256 kms
Así que tras una parada en Barreiros, en un bar que está al lado de la autopista, llegamos a A Coruña y fuimos a dejar las cosas al hostal, llegamos a las dos menos cuarto o así. En recepción la chica, muy amable, nos explicó qué ver en Coruña (aunque eso ya lo sabíamos), y, sobre todo, donde comer bien y barato. El hostal, como ya dije en la introducción, estaba espectacular. Habíamos aparcado en el parking de Riazor-Orzán, que leímos por Internet que tenían un convenio con el hostal. Al preguntar por como iba el tema, nos dijo la chica que acababan de abrir el Parking Parrote, gratuito todo el fin de semana para darse a conocer, así que rapidamente fuimos a por el coche. Y a ver donde comíamos.
Antes de nada, y como siempre, una breve introducción histórica de la ciudad, la segunda más grande de Galicia con un cuarto de millón de habitantes, solo por detrás de Vigo.
Nació en la época prerromana, con varios asentamientos de la tribu ártabra (una tribu galaica que habitaba el área entre la Ría de Burgo y la de Ferrol), su bahía era la llamada Portus Magnus Arbatrus, vital en la ruta del estaño de los fenicios. Los romanos llegaron el 62aC y convirtieron a la ciudad en un importante puerto, construyendo en el siglo IdC la Torre de Hércules, que no es más que un faro, el único faro romano que queda en pie del mundo. Con el fin del Imperio Romano la ciudad pasa de manos entre visigodos y suevos, hasta la llegada de los árabes que apenas hicieron nada en la ciudad, siendo conquistada pronto por el Reino de Asturias (recordad, Asturias es España y lo demás tierra conquistada ) Con los sucesivos ataques vikingos la ciudad se despobló por puro miedo yéndose a Betanzos, más protegida al estar en una ría.
No sería hasta 1208 cuando el rey de León Alfonso IX repoblara la ciudad en lo que ahora es la Ciudad Vieja. Alfonso X El Sabio llevaría el prosperidad a la ciudad al otorgar el privilegio de comerciar con sal sin pagar impuestos, lo que hizo que ganara mucha importancia hasta que en siglo XIV la Ciudad Vieja se rodeó de murallas. De A Coruña salió en 1588 la Armada Invencible, que como todos sabreis, se topó con la tormenta del siglo y pereció en su mayor parte frente a las costas inglesas. Al año siguiente, la reina inglesa envió la contraarmada capitaneada por Francis Drake, aunque el pueblo coruñés repelió el asedio cabezeados por María Pita, que actualmente da nombre a la plaza central de A Coruña.
Entre los siglos XVII y XVIII la inestabilidad creada por las continuas disputas monárquicas hizo que la ciudad entrara en recesión; pero con la liberización del comercio con América, Cádiz perdió el monopolio y la ciudad gallega empezó a comerciar con el Nuevo Mundo, relanzando su economía, y por ende su demografía, sociedad... Con ello se construyó la Muralla de la Pescadería, de la que se conserva el espigón que separa Riazor de Orzán.
En la Guerra de Independencia la ciudad ofreció mucha resistencia al ejército napoleónico, formándose una Junta de Defensa y luchando el pueblo contra el invasor. Los ingleses desembarcaron y se produjo la Batalla de Elviña, que no fue una batalla al uso sino una serie de escaramuzas, venciendo los franceses y tomando A Coruña. Sin embargo, Galicia fue mala guerra para Napoleón, al morir más del 50% de las tropas que entraron pese a vencer las batallas. En 1815 el mariscal Juan Díaz Porlier se pronuncia en favor de restaurar la Constitución de 1812, pero Fernando VII, uno de los mayores traidores de la historia de nuestro país, le condena a muerte. Durante las Guerras Carlistas, A Coruña se postula en el bando liberal, siendo sitiada pero venciendo a los carlistas. Sería recompensada al nombrarla Isabel II capital de provincia. Y ya por último, comentar que como en muchos lugares de Galicia y Asturias, recibió mucho dinero de los indianos, emigrantes que hicieron fortuna en América y al volver a su tierra natal hicieron palacetes y grandes casas, lo que marca un poco la Coruña actual.
La historia de A Coruña está bien presente en su escudo, lo primero que veremos al llegar a la ciudad, y es que aparece la Torre de Hércules y bajo ella un simbolo pirata, si bien no tiene ese simbolismo, y es que los huesos representan la leyenda que debajo de la Torre están los huesos del gigante Gerión, a quien venció Hércules y sobre sus restos construyó su torre.
Un amigo había ido A Coruña con la familia hacía tiempo, y aunque no se acordaba de mucho si recordaba donde comer bien y barato, teníamos ganas de probar el famoso raxó, la comida típica coruñesa, que son trozos de carne de cerdo picada. Buenísimas están. Así que nos fuimos a comer a una raxería, cercana a Riazor, el estadio me refiero, así que aparcamos en un aparcamiento al aire libre al lado del campo de fútbol para caminar y estirar las piernas después del viaje. Nos encontramos de primeras con la preciosa fachada marítima coruñesa, con la archiconocida Torre de Hércules asomando por encima de los edificios. Aunque la playa no sea como la Concha, es muy bonita, mucho más que la fachada marítima de Gijón que veo casi todos los días.
Fuimos dando un paseo a la Raxaría As Neves, en la Ronda de Outeiro, tiene parking gratis pero desde Riazor es un paseo que agradecimos. Comimos muy barato y abundante, por unos 12 euros cada uno con bebida y postre. Muy recomendable el restaurante.
Acabamos de comer tarde, así que nos pusimos en marcha para ver hoy lo máximo posible, y nos fuimos en coche al Domus, la Casa del Hombre, el primero de los tres museos coruñeses que íbamos a visitar. Aparcamos en el Paseo Marítimo, cerquita del museo, y desde la puerta tenemos vistas de la playa de Riazor-Orzán desde el otro extremo.
Es un museo muy interactivo, pero está más pensado para niños, de todas formas está interesante. Sacamos el bono de las tres casas, ya que pagas el acuario y otra, regalándote la entrada a la tercera.
Información práctica
Acceso: En el Paseo Marítimo, hay señales por toda la ciudad
Horario: Varían mucho en función del mes, mirar en la web (sección Horarios y Precios)
Precio: 2€ / 12€ el bono de las tres (la mitad si es tarifa reducida)
Web: mc2coruna.org/es/
Tras la visita, nos llevó algo menos de una hora, nos fuimos a la Casa de los Peces, el Aquarium Finisterre, que la verdad me decepcionó; me imaginé que sería como el de Gijón, como un bosque con un recorrido por los ríos asturianos, el Oceáno Atlántico y los mares lejanos, pero eran unas peceras sin muchos peces llamativos, aunque con muchos paneles. Es el más caro y bueno, tampoco nos aportó demasiado.
Información práctica
Acceso: En el Paseo Marítimo, hay señales por toda la ciudad
Horario: Varían mucho en función del mes, mirar en la web (sección Horarios y Precios)
Precio: 10€ / 12€ el bono de las tres (la mitad si es tarifa reducida)
Web: mc2coruna.org/es/
Nos fuimos al plato gordo de la ciudad, la Torre de Hércules, el único faro romano en pie del mundo, por lo que es Patrimonio de la Humanidad desde 2009 en virtud del Criterio III (Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida) al ser un testimonio del uso de los faros en la Antigüedad. La Torre es también una prueba de la continuidad de la Ruta del Atlántico desde, al menos, tiempos de los romanos, extendiéndose durante la Edad Media y siendo perfeccionada en las Edades Moderna y Contemporánea.
Además, era el V Aniversario del nombramiento, por lo que había una serie de actividades en torno a la torre que nos gustaron mucho.
La construcción de la torre la realizaron los romanos en el siglo I, aunque en el siglo XVIII se realizó una restauración que le lavó la cara.
Su historia está llena de leyendas; y es que su construcción se atribuye a Hércules, que tras llegar en barca a Brigantia (el nombre romano de Coruña) derrotó al gigante Herión, construyendo sobre sus huesos su torre, fundando alrededor una ciudad, siendo Cruña la primera persona en llegar, lo que dio a la ciudad el nombre de Coruña. Esta leyenda no es más que la imposición latina sobre el legado tartésico-fenicio.
Otra de las leyendas más conocidas es la del rey Breogán, el padre racial de Galicia. Esta leyenda aparece en el ciclo mitológico irlandés, y según él, desde aquí vio Ith, el hijo de Breogán, la isla de Irlanda; zarpa hacía allí y su padre le dice que no se baje del caballo. Tras poner en jaque la supremacia de tres hermanos sometidos a una lucha fraticida, son emboscados los brigantes e Ith es derribado del caballo, muriendo momentos despues. Vuelven a Brigantia con su cuerpo y Breogán promete venganza y conquistar Eirín (Irlanda). Esta leyenda es un perfecto ejemplo de la tradición romana de identificar sus propios héroes con los autóctonos para ganarse el pueblo.
Bueno, centrándonos en la visita que hicimos, paseamos un poco por el parque escultórico, y como no, hicimos la típica foto de la estatua de Breogán con la torre al fondo. Además, como se conmemoraba el aniversario del nombramiento del Patrimonio de la Humanidad, había una compañía de romanos formando frente a la estatua.
Subimos la cuesta, no pude hacer una foto desde lejos por estar a contraluz totalmente, mejor ir por la mañana.
Y entramos al monumento, en la base se muestran los trabajos arqueológicos en forma de excavaciones en busca de restos romanos.
Tras subir los 55 metros que mide la torre, tenemos unas preciosas vistas de la Costa Ártabra y de la fachada marítima coruñesa.
Y vemos la torre y su famosa forma desde otra perspectiva.
En la base del faro hay una placa conmemorativa del nombramiento de Patrimonio de la Humanidad.
Y de la que bajábamos, una preciosa foto del contorno de la torre al contraluz (perdón por la calidad, la hice con el móvil para subir a Instagram)
Y abajo una especie de campamento romano con talleres para los niños.
Información práctica
Acceso: En el Paseo Marítimo, hay señales por toda la ciudad
Horario: Todos los días de 10 a 18 (hasta las 21 de junio a septiembre)
Precio: 3€ (1'5€ tarifa reducida; gratis los lunes)
Web: www.torredeherculesacoruna.com/
Cogimos el coche y fuimos al Parking Parrote dando la vuelta al Paseo Marítimo coruñés; tuvimos mucha suerte y encontramos sitio al lado de la puerta que daba a enfrente de María Pita (otro minipunto!)
Vimos la Marina y sus preciosos edificios abalconados, pero no paramos demasiado que el día pesaba y había ganas de una ducha y descanso en el hostal.
Pasamos por la Plaza de María Pita, donde está el precioso ayuntamiento de estilo modernista, y una estatua de la heroína que da nombre a la plaza..
Y para llegar al hostal tuvimos que pasar por la animada Rua Real, el eje comercial de A Coruña.
Tras una ducha y un merecido descanso en el hostal, salimos a cenar, fuimos al Mesón Ría Nova, donde catamos el pulpo gallego, juega en otra liga jeje. El restaurante está en la Rua Troncoso, a las espaldas justo de la Plaza de María Pita, un lujazo cenar en la terraza, es una calle bastante animada, la puerta de entrada a la Ciudad Vieja que visitaríamos al día siguiente. Nos lo recomendó la chica del hostal y se lo agradecimos mucho. Buena comida, raciones abundantes y barato (pagamos en total unos 13 euros por cabeza) Nos dimos una vuelta, tomamos algo en una terraza aprovechando el inesperado buen tiempo y nos fuimos a descansar. Que animada es la noche coruñesa, va a tener razón ese dicho de Mientras Pontevedra duerme y Vigo trabaja, Coruña se divierte