LUNES 4 DE AGOSTO
El viaje desde Zilina a Bratislava lo hago en un tren (9'5€), que sale con media hora de retraso. El viaje dura tres horas escasas.
El alojamiento de Bratislava es un albergue llamado Patio Hostel (15€/ noche). Es de la cadena Hosteling International, aunque a mí ni me han pedido el carné de alberguista. Está muy céntrico, a pesar de lo cual es bastante silencioso. La habitación, completa, es de 6 personas. Cuenta con una mini, bueno mejor dicho, nanococina. También cuenta con lavadora gratuita. Vamos, que está muy bien.
En Bratislava he reservado dos noches, pero en realidad sólo el primer día lo dedicaré a esta ciudad; porque el martes tengo intención de hacer una escapada a Viena.
La parte antigua de Bratislava es muy pequeña, estando peatonalizada practicament en su integridad. También está muy cuidada. Como es lunes, los museos (pocos y pequeños) están cerrados, por lo que la visita se reduce a pasear por las callejuelas.
El edificio más destacado de la ciudad, en mi opinión, es el Castillo, situado en un promontorio. Está cerrado por ser lunes. No obstante, está tan bien cuidado que es simplemente precioso, tanto desde lejos, como desde cerca.
Asimismo, es un buen lugar para apreciar las vistas de la ciudad, tanto la vieja, como la comunista al fondo. De esa época es el Puente, asombroso desde el punto de vista ingeniero y horroroso desde cualquier otro punto de vista.
Para construirlo en la década de los 70' decidieron acabar con parte de la ciudad medieval (barrio judío). De hecho, al parecer, es el principal factor de riesgo del deterioro de la Iglesia más importante de la ciudad, la de San Martín.
Entre la iglesia y el castillo se puede visitar la casa del buen pastor, uno de los edificios más estrechos de Europa, que acoge actualmente el museo de los relojes.
Antes de continuar con la zona centro, voy a ir a comer a un restaurante de cocina tradicional eslovaca que he leído en el foro: slovak pub, en Obchodna 82.
Ahí he comido Polievka kapustova S. kobasou, una sopa agria con col fermentada y chorizo ahumado
De segundo he vuelto a pedir Bryndzove Halusky, como hace dos días. Delicioso.
Regado con medio litro de cerveza y pan, 7'5€.
Con la tripa llena, me vuelvo al paseo. Junto a la oficina de turismo se encuentra el antiguo ayuntamiento, que ahora acoge el museo municipal.
Asimismo, al lado también está el edificio con la fachada más bonita, para mi gusto. El Palacio del Primado, único sitio que hubiera visitado de no ser lunes.
En la oficina de turismo he preguntado por la programación cultural del día de hoy y de mañana... ha habido suerte. El chico que me ha atendido, Martin, no sólo hablaba inglés, es que me ha atendido en castellano.
El Stare Mesto, como he dicho, está muy bien cuidado. Un poco lleno de turistas para lo que estoy acostumbrado. Coño! Si es que he oído incluso hablar en castellano a algunos turistas. Está llena de comercios y terrazas muy agradables. La plaza mayor (como siempre con poco jardín) es muy bonita, y sus edificios son espectaculares.
Una pena, otra vez, que estemos en verano en relación a los programas culturales, tan extensos en Centro Europa. Eso sí, los edificios son espectaculares por fuera. Habrá que imaginárselos por dentro.
Antiguo Teatro Nacional Eslovaco, dedicado sólo a ópera y danza:
Sede de la Filarmónica de Bratislava:
Para acercarse al Palacio Grassalkovich, actual sede presidencial, hay que salir de la zona histórica, para lo cual paso por la Puerta de Miguel. Se trata de la única puerta original que queda de la época pre-renacentista (sólo la puerta, no la torre que la corona).
Palacio presidencial:
No está permitida la entrada al Palacio, pero sí es posible acceder al parque que está detrás suyo. Son una zona muy chula (y sin turistas) para tomar un pequeño picnic.
Martin, el de la oficina de turismo, me ha dicho que a las 19:00 había un concierto en un edificio con forma de pirámide invertida. No le había entendido muy bien hasta que lo he visto. Un horror:
Se trata de un concierto de música clásica de la Joven Orquesta de Essex en la sede de la radio eslovaca. El programa representado:
Scherzo Fantastico de Josef Suk
Concierto para tuba de Richard Strauss
Sinfonía nº1 de Gustav Mahler
El auditorio estaba repleto. No sé cuánto costaba, porque he recibido una invitación gratuita para asistir (eso sí, en la última fila).
Han sido dos horas magníficas.
El problema es que se me ha hecho un poco tarde y cuando he ido a cenar a un restaurante recomendado por Martin, ya sólo quedaban 20 minutos para cerrar y he desistido. Tal vez mañana. Asimismo, no he podido visitar la famosa Iglesia Azul.
LUNES 4 DE AGOSTO
No pasa nada. Ya he vuelto de Viena y me ha dado tiempo a todo.
La iglesia azul es una pottolada, vista desde fuera.
También he cenado en el restaurante Bratislavska Restauracia. Una pasada. Tiene terraza muy chula, pero para comer comida tradicional te llevan al enorme comedor interior de la primera planta.
He probado tres cosas que tenía en la lista y aún no había encontrado.
una especie de sopa de ajo dentro de una hogaza de pan. Cesnakova Polievka V. Bochniku.
De segundo unos lokse. Son como creepes rellenos de hígado de ganso.
De postre he encontrado uno que recomendaban en el programa Nómada de RNE dedicado a Bratislava: Bratislavsky rozok. Suelen ser de semillas de adormidera (amapola) o de nuez. Ante la duda, he pedido uno de cada. Acompañado de un Viedenska kava (café vienés).
Todo ello junto a medio litro de cerveza eslovaca. Sí, ya sé que me he pasado un pueblo. Pero, no sabía que las raciones eran tan grandes. El precio, 13'5€.
Ahora a buscar una apotheka donde vendan almax
El viaje desde Zilina a Bratislava lo hago en un tren (9'5€), que sale con media hora de retraso. El viaje dura tres horas escasas.
El alojamiento de Bratislava es un albergue llamado Patio Hostel (15€/ noche). Es de la cadena Hosteling International, aunque a mí ni me han pedido el carné de alberguista. Está muy céntrico, a pesar de lo cual es bastante silencioso. La habitación, completa, es de 6 personas. Cuenta con una mini, bueno mejor dicho, nanococina. También cuenta con lavadora gratuita. Vamos, que está muy bien.
En Bratislava he reservado dos noches, pero en realidad sólo el primer día lo dedicaré a esta ciudad; porque el martes tengo intención de hacer una escapada a Viena.
La parte antigua de Bratislava es muy pequeña, estando peatonalizada practicament en su integridad. También está muy cuidada. Como es lunes, los museos (pocos y pequeños) están cerrados, por lo que la visita se reduce a pasear por las callejuelas.
El edificio más destacado de la ciudad, en mi opinión, es el Castillo, situado en un promontorio. Está cerrado por ser lunes. No obstante, está tan bien cuidado que es simplemente precioso, tanto desde lejos, como desde cerca.
Asimismo, es un buen lugar para apreciar las vistas de la ciudad, tanto la vieja, como la comunista al fondo. De esa época es el Puente, asombroso desde el punto de vista ingeniero y horroroso desde cualquier otro punto de vista.
Para construirlo en la década de los 70' decidieron acabar con parte de la ciudad medieval (barrio judío). De hecho, al parecer, es el principal factor de riesgo del deterioro de la Iglesia más importante de la ciudad, la de San Martín.
Entre la iglesia y el castillo se puede visitar la casa del buen pastor, uno de los edificios más estrechos de Europa, que acoge actualmente el museo de los relojes.
Antes de continuar con la zona centro, voy a ir a comer a un restaurante de cocina tradicional eslovaca que he leído en el foro: slovak pub, en Obchodna 82.
Ahí he comido Polievka kapustova S. kobasou, una sopa agria con col fermentada y chorizo ahumado
De segundo he vuelto a pedir Bryndzove Halusky, como hace dos días. Delicioso.
Regado con medio litro de cerveza y pan, 7'5€.
Con la tripa llena, me vuelvo al paseo. Junto a la oficina de turismo se encuentra el antiguo ayuntamiento, que ahora acoge el museo municipal.
Asimismo, al lado también está el edificio con la fachada más bonita, para mi gusto. El Palacio del Primado, único sitio que hubiera visitado de no ser lunes.
En la oficina de turismo he preguntado por la programación cultural del día de hoy y de mañana... ha habido suerte. El chico que me ha atendido, Martin, no sólo hablaba inglés, es que me ha atendido en castellano.
El Stare Mesto, como he dicho, está muy bien cuidado. Un poco lleno de turistas para lo que estoy acostumbrado. Coño! Si es que he oído incluso hablar en castellano a algunos turistas. Está llena de comercios y terrazas muy agradables. La plaza mayor (como siempre con poco jardín) es muy bonita, y sus edificios son espectaculares.
Una pena, otra vez, que estemos en verano en relación a los programas culturales, tan extensos en Centro Europa. Eso sí, los edificios son espectaculares por fuera. Habrá que imaginárselos por dentro.
Antiguo Teatro Nacional Eslovaco, dedicado sólo a ópera y danza:
Sede de la Filarmónica de Bratislava:
Para acercarse al Palacio Grassalkovich, actual sede presidencial, hay que salir de la zona histórica, para lo cual paso por la Puerta de Miguel. Se trata de la única puerta original que queda de la época pre-renacentista (sólo la puerta, no la torre que la corona).
Palacio presidencial:
No está permitida la entrada al Palacio, pero sí es posible acceder al parque que está detrás suyo. Son una zona muy chula (y sin turistas) para tomar un pequeño picnic.
Martin, el de la oficina de turismo, me ha dicho que a las 19:00 había un concierto en un edificio con forma de pirámide invertida. No le había entendido muy bien hasta que lo he visto. Un horror:
Se trata de un concierto de música clásica de la Joven Orquesta de Essex en la sede de la radio eslovaca. El programa representado:
Scherzo Fantastico de Josef Suk
Concierto para tuba de Richard Strauss
Sinfonía nº1 de Gustav Mahler
El auditorio estaba repleto. No sé cuánto costaba, porque he recibido una invitación gratuita para asistir (eso sí, en la última fila).
Han sido dos horas magníficas.
El problema es que se me ha hecho un poco tarde y cuando he ido a cenar a un restaurante recomendado por Martin, ya sólo quedaban 20 minutos para cerrar y he desistido. Tal vez mañana. Asimismo, no he podido visitar la famosa Iglesia Azul.
LUNES 4 DE AGOSTO
No pasa nada. Ya he vuelto de Viena y me ha dado tiempo a todo.
La iglesia azul es una pottolada, vista desde fuera.
También he cenado en el restaurante Bratislavska Restauracia. Una pasada. Tiene terraza muy chula, pero para comer comida tradicional te llevan al enorme comedor interior de la primera planta.
He probado tres cosas que tenía en la lista y aún no había encontrado.
una especie de sopa de ajo dentro de una hogaza de pan. Cesnakova Polievka V. Bochniku.
De segundo unos lokse. Son como creepes rellenos de hígado de ganso.
De postre he encontrado uno que recomendaban en el programa Nómada de RNE dedicado a Bratislava: Bratislavsky rozok. Suelen ser de semillas de adormidera (amapola) o de nuez. Ante la duda, he pedido uno de cada. Acompañado de un Viedenska kava (café vienés).
Todo ello junto a medio litro de cerveza eslovaca. Sí, ya sé que me he pasado un pueblo. Pero, no sabía que las raciones eran tan grandes. El precio, 13'5€.
Ahora a buscar una apotheka donde vendan almax