Costa Sur. De Kirkjubaejarklaustur a Skogar. ✏️ Diarios de Viajes de IslandiaEsta mañana, para incorporarnos a la carretera general, pensamos en seguir la carretera 204, que se vuelve a incorporar a la N1, en lugar de retroceder el tramo recorrido en el día de ayer. Queremos seguir viendo y descubriendo las variantes de...Diario: SORPRENDENTE ISLANDIA⭐ Puntos: 5 (18 Votos) Etapas: 12 Localización: IslandiaEsta mañana, para incorporarnos a la carretera general, pensamos en seguir la carretera 204, que se vuelve a incorporar a la N1, en lugar de retroceder el tramo recorrido en el día de ayer. Queremos seguir viendo y descubriendo las variantes de este paisaje tan fascinante. En este sentido que hemos escogido, la carretera a los pocos kilómetros se convierte en pista de tierra. Solos, ni un coche nos encontramos. Como la carretera hace un arco conforme avanzábamos al encuentro de la N1, volvimos a sumergirnos en el campo de lava de Eldhraun. No deja de entusiasmarnos, este musgo que me parece tan bonito combinado con otra vegetación achaparrada, muy verde, mezclada con florecitas. Los nidos de aves vuelven a aparecer, continuamente, ya sobre cualquier montículo, incluso llegamos a ver los pájaros saliendo de ellos. Quisimos comprobar cómo era el interior de estos nidos mirando en uno de ellos que parecía vacío y estaba cercano a la carretera, pero tuvimos que abandonar porque enseguida apareció el pájaro revoloteando alrededor y piando estridentemente. Por el colorido de su plumaje pensamos que podrían ser págalos. Entre que la conducción en este tipo de carretera, pista de tierra, es lenta y lo que nos íbamos parando ....., tardamos casi una hora y media en llegar a la N1. En mi agenda tenía anotado, como posibilidad y si nos daba tiempo, acercarnos a ver la grieta Eldgia y su cascada. Pero no lo teníamos muy claro.... Había que recorrer 37 km. por la F208, un vadeo que no sabíamos como estaría de agua..... Y ello tan solo para ver la cascada, no sabíamos si compensaría. Como habíamos perdido bastante tiempo en la carretera, finalmente y de pronto decidimos que no vamos. En esta ocasión el clima no ha tenido nada que ver con la decisión. En su lugar, pensamos en retroceder camino hasta pasado el pueblo de Klaustur, hasta la cascada Foss a Sidu, (Grupo Sida), para intentar encontrar Dverghamrar que ayer no supimos localizar. En esta ocasión lo localizamos enseguida. Realmente se encuentra enfrente de la cascada pero en el otro lado de la carretera y un poco más al este, algo escondido aunque tiene su correspondiente indicación y pequeño aparcamiento. Se accede por un sendero entre hierba que baja por escalones. Viniendo en dirección contraria, cómo la que traíamos ayer, es fácil pasarse la indicación. Nos mereció la pena el retroceso. Es otra de las obras de arte naturales que Islandia ofrece. Formaciones de grandes columnas basálticas que parecen talladas a mano, son las llamadas “rocas de los enanos” porque dicen que entre ellas viven algunos elfos. Hace un día de sol espléndido, la hierba brilla en la base de las formaciones y en los senderos. Hay una foto estupenda de las dos columnatas enfrentadas con la cascada Foss a Sidu en medio.... Hoy no sopla el viento.... el chorro de la cascada Foss a Sidu cae recto sin mecerse a los lados.... Entramos en el pueblo de Klaustur (la N1 no pasa por el mismo pueblo) y nos paramos en la cascada Systrafoss. Cascada de dos chorros que se precipitan por el acantilado. Este acantilado, que pertenece al Grupo Sida, en tiempos prehistóricos era costero, el mar llegaba hasta su base. Animados por el día tan agradable subimos a lo alto de la cascada por una senda que sale de su base y escala por el acantilado. Se llega a una altiplanicie con praderas y el lago Systravatn del que sale la cascada que acabamos de sobrepasar. Dicen que aquí era dónde se bañaban las monjas. Hay un pequeño cartelito contando la leyenda de dos monjas que se bañaban en el lago y vieron una mano con un peine de oro emergiendo de las aguas, intentaron cogerlo y desaparecieron en el interior del lago, nunca volvieron a verlas. Desde arriba se ven unas bonitas vistas. Por la planicie sigue una ruta por encima de los acantilados que luego baja hasta el "suelo de iglesia". Nosotros volvemos por el mismo sitio que habíamos subido. Casi al finalizar hay una pequeña desviación que llega a una casita de madera con techo de hierba. Para ver los seudocráteres de Landbrostholar y el campo de lava de Eldhraun no es necesario desviarse por la 204 (aunque es algo más auténtico) ya que también la N1 los atraviesa como pudimos comprobar más tarde, al paso por la zona. Había autocares de turistas aparcados y senderos entre el campo de lava y algún panel contando la historia del mismo. El campo de lava Skaftareldhraun, como también se llama, cubre una zona de 565 km. cuadrados y es el flujo de lava más grande procedente de una sola erupción. Su autor no es otro que el Laki y la hilera de 25 km. de cráteres, Lakagígar. En Junio de 1783 se abrieron muchas fallas formando unos 130 cráteres que empezaron a expulsar, uno tras otro, roca fundida hasta una altura de 1 km. Los llamados “Fuegos el río Skaftá“ duraron ocho meses. Pero mucho más devastadores fueron los centenares de millones de toneladas de ceniza y ácido sulfúrico que brotaron de las grietas. Cubrieron el sol, la hierba se secó y unos dos tercios del ganado murieron de hambre y envenenados. Una quinta parte de la población del país murieron y los que quedaron se enfrentaron a una terrible hambruna. Los daños no se limitaron a Islandia. Nubes de cenizas bloquearon el sol por todo el hemisferio norte, las temperaturas descendieron (pequeña glaciación) y cayó lluvia ácida causando daños devastadores en las cosechas. Se cree que la revolución francesa de 1789 tuvo su origen en esta catástrofe volcánica, la mayor de la historia. Los daños alcanzaron hasta Japón y Alaska. Vamos camino de Vik, (que bueno poderlo pronunciar), la N1 atraviesa otro sandur, el Myrdalssandur, zona algo desolada formada por los materiales procedentes del glaciar Myrdalsjökull. Vik es un pequeño pueblo que se encuentra entre el glaciar mencionado y una playa de arena negra y guijarros, amparado por su iglesia que se eleva encima de una colina. Precisamente por su posición, Vik tiene que estar en alerta ante una posible erupción del Katla. Este volcán se encuentra en el interior del glaciar Myrdalsjökull e históricamente ha erupcionado un par de veces en cada siglo. La última erupción fue en 1918, así que parece que lleva retraso..... Antes de entrar en Vik un pequeño camino de unos 2 km. lleva hasta la parte este de la montaña Reynisfjal y una playa negra. La montaña Reynisfjal muestra escarpados acantilados hasta su altura de 340 m. moteados de verde vegetación con florecillas, afloramientos de basalto pequeños que parecen querer anunciar lo que tiene en la otra vertiente y muchos nidos de aves. Desde la playa se ven los famosos pináculos que se alzan en el mar frente a la punta de Gardar, conocidos como Reynisdrangur. Son los tres trolls de basalto negro que se convirtieron en lo que son al ser sorprendidos por el sol en un amanecer que arrastraban un navío de tres palos. El más alto mide 66 m. y la leyenda popular hasta les ha puesto nombre, Skessudrangar, Landdrangar y Langhamrar. El día está soleado, la playa muy animada de gente, no queriendo perderse esta estampa del mar rutilante con muchas aves en su superficie y la figura negra de estos pináculos emergiendo del mar. A la parte oeste de Reynisfjal se accede por otra carretera que sale de la N1, creo que es la 215, una vez pasado el pueblo de Vik y rodeada la montaña. Estamos en Reynisfjara, la playa negra de antracita de 6 km. que se encuentra entre las 10 playas de arena negra más bellas del mundo. Al fondo de estos 6 km. se divisa el peñón Dyrhólaey, en el otro extremo el cabo Gardar con los trolls enfrente. Estos aquí se ven de mayor tamaño y por el efecto de la perspectiva y cercanía parecen sólo dos. En el acantilado de Reynisfjal otra obra maestra de arte de la naturaleza islandesa, Reynishverfi, una increíble formación de columnas basálticas que asemejan un órgano gigante de una iglesia. También unas cuevas, algunas muy grandes, repletas de basaltos retorcidos. En estos acantilados viven y anidan multitud de aves. Nos la encontramos llena de visitantes, varios autocares, muchos escalando por las columnas de basalto para conseguir una foto única. Unos 14 km. después de Vik y a través de la carretera 218, que casi sube hasta el faro, llegamos al monumento natural Dyrhólaey. Es un promontorio de 120 m. de altura que se adentra en el mar formando una retorcida península de lava con una vertiginosa pared vertical. La pared está horadada con un arco marino por el que pasan las olas y algunos barcos. En este emplazamiento hay como tres puntos a visitar. Subiendo al peñón, una desviación a la izquierda nos lleva por encima de un acantilado con vistas preciosas a la playa de arena negra de Vik, con su peculiar roca de basalto en medio de la arena negra, al fondo, disminuidos por la lejanía, siguen apareciendo los trolls petrificados. Pero los protagonistas de las escena parecen ser los muchos frailecillos que están en el acantilado, muy cerca, como posando para todos nosotros. Aprovechamos las buenas vistas y el rato de sol para comernos el bocadillo frente a ellas. Tomamos el otro camino del cruce que sube hasta casi llegar al faro que se encuentra en lo alto del promontorio. Las vistas también son espectaculares pero a la otra vertiente. Sigue habiendo mucha gente y está comenzando a llover. Si se quiere pasear por encima justo del cabo con el arco, hay que andar un poquito desde el aparcamiento, camino muy gratificante por la panorámica que nos rodea. Vistas del valle Myrdalur, campos verdes de frescos pastos, playas de arena negra que parecen perderse en el infinito, páramos y montañas de diferentes formas y tamaños, más lejano, el glaciar Myrdalsjölull y el archipiélago Vestmanneyjar. Encima del arco marino ya no queda apenas gente, por la lluvia, por la lejanía. Los frailecillos siguen en los acantilados. Vistas de vértigo..... Momentos estupendos.... Pasa la lluvia y vuelve a salir el sol. Adelantamos camino para intentar ver algún arcoíris en la cascada Seljalandsfoss, posible solo con sol- Solo lo conseguimos un poquito, un arcoíris muy tenue, poco visible. Pasamos por detrás de la cascada y esperamos a que volviera a salir el sol, pero fue en vano. En esta cascada desde una altura de 60 m. el río Seljalandsá, uno de los muchos que nacen en el glaciar EyafjallaJökul, se precipita sobre una balsa de aguas verdes. Parece ser que en el invierno de 1967, debido a un temporal de lluvia el río corría con tal caudal y virulencia que rompió un trozo del borde superior perdiendo la cascada algo de su uniformidad en la caída. Es una de las cascadas más conocidas y visitadas, quizá por el detalle de que se puede pasar detrás de ella. La verdad es que verla desde atrás es bonito y si hubiera habido arcoíris el momento hubiera sido completo. Esta cascada se encuentra al inicio de la carretera 249 que rápidamente se convierte en F, carretera que conduce al valle de Thorsmörk. En el coche nos trasladamos unos pocos cientos de metros hasta el camping Hamragandar detrás del cual, medio oculta, está la cascada Gljufurarfoss. También se puede llegar desde Seljalandfoss por un sendero que va pegado a la montaña. Llevábamos sandalias para vadear el río (siempre que hubiéramos aguantado el frío de las aguas) pero no las necesitamos. No hay que meterse en el río, se puede entrar por un borde arenoso junto al mismo y por encima de algunas piedras. Los pies no tienes porqué mojártelos, lo que sí te mojas es la cara, el pelo.., es como una ducha, el agua se precipita desde gran altura y estás casi debajo de ella. Pero merece la pena tener esta visión del agua despeñándose en este pequeño circo rocoso, casi encima de ti. El acceso nos pareció muy fácil, nada comparado con lo que había leído. No sé si es que el acceso lo han preparado o es que el río traía menos agua, pero esto último no es muy probable porque la caída de agua se veía muy completa. A la derecha de la gruta hay un promontorio rocoso con un caminito, algo empinado y expuesto, al final del cual han puesto una escalera de madera por la que subes, de uno en uno, y puedes asomarte y ver la cascada desde arriba. Este pequeño camino puede ser peligroso si ha llovido o no se lleva calzado apropiado. Continuamos por esta carretera 249, ya convertida en F y con piso de tierra, unos 10 km. para alcanzar el cañón y cascada Nauthusagil, el cual tiene su correspondiente indicación. Solo dos miembros del grupo quisimos adentrarnos en el cañón. Comenzamos con bastante dificultad a vadear el río por encima de piedras en su margen izquierda pues era mucha el agua que arrastraba. Llevaríamos unos 50 m. y desistimos de nuestro propósito pues una cosa es mojarse algo las botas y otra que el agua te sobrepase las mismas, ya no había piedras por las que saltar sin mojarse demasiado y el agua nos hubiera llegado a media pierna. El cañón parecía ser interesante, con mucho musgo y vegetación en las paredes, incluso algún árbol salía de las mismas, muy oscuro, las altas paredes apenas dejaban entrar la luz. No había absolutamente nadie. Para finalizar la jornada desandamos camino hasta la cascada Skogarfoss que, aunque la veríamos al día siguiente, quisimos verla con algunos rayos de sol en su parte superior, aunque no tuvimos ocasión de ver ningún arcoiris. Otra razón para llegarnos hasta aquí era porque queríamos comer algo antes de retirarnos ya que nuestro alojamiento no tenía cocina. Cenamos una hamburguesa con patatas fritas en Fossbud, más que un restaurante parecía ser como un centro cultural pues tenía un pequeño teatro. Volvimos a avanzar por la N1, unos 6 km. hasta el desvío para nuestro alojamiento, Welcome Edimborg, en el que estaremos dos noches. A 2 km. de este alojamiento, en Seljavellir, se encuentra una histórica piscina de hormigón que se llena con un manantial termal natural. La construyó un señor en 1923 para el baño de sus vecinos y se mantiene con el cuidado de voluntarios. Índice del Diario: SORPRENDENTE ISLANDIA
01: PREPARATIVOS
02: Viaje y llegada a zona Myvatn pasando por Godafoss
03: Cañón de Jökulsárgljúfur. Dettifoss, Selfoss .....Asbyrgi
04: Excursión a Askja
05: Alrededor del lago Myvatn, Hverir y Krafla.
06: Fiordos del Este. Ribera del Lagarfljot.Camino a Höfn
07: Costa Sur: Desde Höfn Hasta Kirkjubaejarklaustur.
08: Costa Sur. De Kirkjubaejarklaustur a Skogar.
09: Senderismo desde Skogar a Thorsmörk por el puerto de Fimmvörduhals.
10: Landmannalaugar, Valle Gjain y Thjorsadalur
11: Círculo Dorado, Reykjavik
12: Reykjavik, Blue Lagoon, Reykjanes. Vuelta a casa.
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