Me gustaría poder decir que siempre había querido ir a Nueva york, que siempre había sido una de mis ilusiones en la vida, pero estaría mintiendo. Ha habido etapas en mi vida en el que todo aquello inspirado por los EEUU me chirriaba, me producía repulsa y, siendo Nueva York uno de sus símbolos principales no iba a ser menos. Sin embargo, la Gran Manzana lleva presente en mi vida desde que tengo memoria, en especial en relación con el cine y la televisión. Es extraño, pero siempre he tenido la sensación de conocerla, a pesar de no haber estado nunca allí, a través de centenares de momentos en las pantallas grande y pequeña, muchos de ellos cotidianos. Todo el que sea o haya sido seguidor de la serie “Friends” entenderá lo que quiero decir.
El auténtico punto de inflexión sucedió hace ya unos 15 años, cuando una tarde vi un reportaje de Globe Trekker en la televisión, presentado por un tal Ian Wright sobre esta ciudad y ahí comenzó mi interés, que puntualmente terminaría en obsesión. El susodicho presentador mostraba una imagen muy divertida de una ciudad muy compleja e increíblemente dinámica que acabaría por atraparme completamente.
De esta forma, hace cosa de tres años decidí que ya era hora de pasar a la acción y empecé a pensar en serio en la posibilidad de visitar la ciudad, y este año finalmente se ha concretado. Después de un mes de preparación, volamos el 26 de septiembre desde Madrid en vuelo directo y regresamos el 5 de octubre con llegada el día 6.
Para la preparación de este viaje he contado con diverso material documental, a través de internet o en formato impreso como son, por ejemplo, la Guía Lonely Planet de la edición Biblioteca Metropoli; Guía Visual de Nueva York de El País Aguilar; Guía Total Anaya Touring de Nueva York y Washington. Pero por encima de todas debo resaltar la guía “Nueva York para Principiantes” de Carlosibi y la guía que éste utilizó para la preparación de su viaje (www.miguiadenuevayork.blogspot.com). Mi más sincero agradecimiento por tu trabajo.
ALGUNOS DETALLES PREVIOS
1. Desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre es una fecha fantástica para viajar a Nueva York porque el tiempo, sin estar garantizado, es bastante estable, sin grandes volúmenes de precipitación, las temperaturas son cálidas pero no asfixiantes y los días, sin ser exageradamente largos, tienen una duración que se podría calificar de adecuada.
2. Amanecer: Alrededor de las 6:30h / Puesta de sol: Alrededor de las 18:45h (Hay que tener en cuenta que los días se van acortando con el paso del tiempo.
3. Como siempre, cuanta mayor sea la anticipación a la hora de preparar el viaje y realizar las reservas, mejor será el resultado y más baratos los precios. En mi caso la anticipación no pudo ser mayor de 1 mes.
4. Cambio de moneda: Alrededor de 1,28 dólares/euro en el momento del viaje.
5. Existe una imposición social a dejar propina cuando se recibe un servicio, ya sea taxi, camarero, barman, etc. Oscila entre el 15 y el 20 %.
6. Hay lugares en los que conviene reservar con anticipación. A continuación los 3 más relevantes en mi opinión:
Subir a la corona de la estatua de la Libertad depende en exclusiva de la compañía Statue Cruises, habiendo que reservar a día de hoy con tres meses de antelación. Yo perdí mi oportunidad al intentarlo con un mes de anticipación, pero no fue posible. Es mucho más fácil la reserva para subir al pedestal, que tiene un gran Panorama de la Bahía de Nueva York.
Visitar el Banco de la Reserva Federal también requiere de una reserva anticipada variable. También me resulto imposible por insuficiente antelación.
Es posible visitar la ONU con guía en español una vez por semana, para lo que hay que reservar con antelación. Durante nuestra visita se había reunido la Asamblea General de Naciones Unidas, durante la cual se cancelan todas las visitas. Desde el 18 de septiembre hasta el 7 de octubre. Lástima.
7. Vuelo operado por Iberia, sin escalas, a través de Travel Club. Menos de 500 € por cabeza.
8. Alojamiento en Hampton Inn (United Nations) en la calle 43 entre la 2ª y la 3ª avenidas. Aunque no es precisamente económico, se trata de un hotel estupendo, muy limpio y ordenado, con personal muy atento y un buen desayuno. La cama es estupenda, la situación es inmejorable, a unos 7 minutos caminando de Grand Central Terminal, desde donde es posible el desplazamiento a un gran lugar de lugares sin transbordos, o a lo sumo incluyendo un transbordo. Además es posible caminar desde aquí por todo el Midtown, que efectivamente recorreríamos en bastantes ocasiones.
9. El trayecto en taxi desde el aeropuerto se corresponde con una tarifa de 52 dólares a los que hay que sumarle algo menos de 5 dólares en peajes y la propina correspondiente. Aproximadamente 67 dólares en total, dependiendo de la propina.
10. Compramos el New York City Pass por 109 dólares por cabeza, válido para 6 atracciones durante 9 días consecutivos (Nuestras elecciones fueron Empire State Building, El Top of the Rock, el MET, el MoMA, el museo de historia natural y un crucero por la parte sur de Manhatan). Con el pase no hay que hacer cola para las taquillas y aunque hay otras opciones, ésta es la que mejor se adaptaba a nuestras necesidades. Las entradas al MET y al museo de historia natural tienen un coste sugerido, pero voluntario. Esto quiere decir que es posible entrar pagando mucho menos. Pero decidimos no hacerlo así. También hay un New York Pass, mucho más caro, que incluye entradas a más de 80 atracciones, muchas de ellas guiadas, pero no íbamos a sacarle partido.
11. Es posible reservar vuelo en helicóptero pero no es necesario. Existe una gran oferta de operadores con muchos comerciales callejeros para negociar en los alrededores de Battery Park. Conseguimos volar con Liberty Helicopters por 157 dólares impuestos y tasas de helipuerto incluidas, negociando allí con todas. En conclusión, todas las compañías son muy similares, operando desde el helipuerto del Downtown, muy cerca de la estación de Ferry.
Continuará.
El auténtico punto de inflexión sucedió hace ya unos 15 años, cuando una tarde vi un reportaje de Globe Trekker en la televisión, presentado por un tal Ian Wright sobre esta ciudad y ahí comenzó mi interés, que puntualmente terminaría en obsesión. El susodicho presentador mostraba una imagen muy divertida de una ciudad muy compleja e increíblemente dinámica que acabaría por atraparme completamente.
De esta forma, hace cosa de tres años decidí que ya era hora de pasar a la acción y empecé a pensar en serio en la posibilidad de visitar la ciudad, y este año finalmente se ha concretado. Después de un mes de preparación, volamos el 26 de septiembre desde Madrid en vuelo directo y regresamos el 5 de octubre con llegada el día 6.
Para la preparación de este viaje he contado con diverso material documental, a través de internet o en formato impreso como son, por ejemplo, la Guía Lonely Planet de la edición Biblioteca Metropoli; Guía Visual de Nueva York de El País Aguilar; Guía Total Anaya Touring de Nueva York y Washington. Pero por encima de todas debo resaltar la guía “Nueva York para Principiantes” de Carlosibi y la guía que éste utilizó para la preparación de su viaje (www.miguiadenuevayork.blogspot.com). Mi más sincero agradecimiento por tu trabajo.
ALGUNOS DETALLES PREVIOS
1. Desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre es una fecha fantástica para viajar a Nueva York porque el tiempo, sin estar garantizado, es bastante estable, sin grandes volúmenes de precipitación, las temperaturas son cálidas pero no asfixiantes y los días, sin ser exageradamente largos, tienen una duración que se podría calificar de adecuada.
2. Amanecer: Alrededor de las 6:30h / Puesta de sol: Alrededor de las 18:45h (Hay que tener en cuenta que los días se van acortando con el paso del tiempo.
3. Como siempre, cuanta mayor sea la anticipación a la hora de preparar el viaje y realizar las reservas, mejor será el resultado y más baratos los precios. En mi caso la anticipación no pudo ser mayor de 1 mes.
4. Cambio de moneda: Alrededor de 1,28 dólares/euro en el momento del viaje.
5. Existe una imposición social a dejar propina cuando se recibe un servicio, ya sea taxi, camarero, barman, etc. Oscila entre el 15 y el 20 %.
6. Hay lugares en los que conviene reservar con anticipación. A continuación los 3 más relevantes en mi opinión:
Subir a la corona de la estatua de la Libertad depende en exclusiva de la compañía Statue Cruises, habiendo que reservar a día de hoy con tres meses de antelación. Yo perdí mi oportunidad al intentarlo con un mes de anticipación, pero no fue posible. Es mucho más fácil la reserva para subir al pedestal, que tiene un gran Panorama de la Bahía de Nueva York.
Visitar el Banco de la Reserva Federal también requiere de una reserva anticipada variable. También me resulto imposible por insuficiente antelación.
Es posible visitar la ONU con guía en español una vez por semana, para lo que hay que reservar con antelación. Durante nuestra visita se había reunido la Asamblea General de Naciones Unidas, durante la cual se cancelan todas las visitas. Desde el 18 de septiembre hasta el 7 de octubre. Lástima.
7. Vuelo operado por Iberia, sin escalas, a través de Travel Club. Menos de 500 € por cabeza.
8. Alojamiento en Hampton Inn (United Nations) en la calle 43 entre la 2ª y la 3ª avenidas. Aunque no es precisamente económico, se trata de un hotel estupendo, muy limpio y ordenado, con personal muy atento y un buen desayuno. La cama es estupenda, la situación es inmejorable, a unos 7 minutos caminando de Grand Central Terminal, desde donde es posible el desplazamiento a un gran lugar de lugares sin transbordos, o a lo sumo incluyendo un transbordo. Además es posible caminar desde aquí por todo el Midtown, que efectivamente recorreríamos en bastantes ocasiones.
9. El trayecto en taxi desde el aeropuerto se corresponde con una tarifa de 52 dólares a los que hay que sumarle algo menos de 5 dólares en peajes y la propina correspondiente. Aproximadamente 67 dólares en total, dependiendo de la propina.
10. Compramos el New York City Pass por 109 dólares por cabeza, válido para 6 atracciones durante 9 días consecutivos (Nuestras elecciones fueron Empire State Building, El Top of the Rock, el MET, el MoMA, el museo de historia natural y un crucero por la parte sur de Manhatan). Con el pase no hay que hacer cola para las taquillas y aunque hay otras opciones, ésta es la que mejor se adaptaba a nuestras necesidades. Las entradas al MET y al museo de historia natural tienen un coste sugerido, pero voluntario. Esto quiere decir que es posible entrar pagando mucho menos. Pero decidimos no hacerlo así. También hay un New York Pass, mucho más caro, que incluye entradas a más de 80 atracciones, muchas de ellas guiadas, pero no íbamos a sacarle partido.
11. Es posible reservar vuelo en helicóptero pero no es necesario. Existe una gran oferta de operadores con muchos comerciales callejeros para negociar en los alrededores de Battery Park. Conseguimos volar con Liberty Helicopters por 157 dólares impuestos y tasas de helipuerto incluidas, negociando allí con todas. En conclusión, todas las compañías son muy similares, operando desde el helipuerto del Downtown, muy cerca de la estación de Ferry.
Continuará.