DOMINGO 5 DE OCTUBRE 2014
Hoy nos despertamos sobre las 7:30, cosa extraña, pues todos los días amanecimos más temprano. Parece que finalmente, cuando estamos a punto de marchar, el cuerpo se empieza a acostumbrar a este horario. Esta mañana me levanté con una especie de sarpullido/granitos en la cara, no sé de qué sería, quizás de tanto factor y antimosquitos, porque sol nos ha dado bastante poco…
Pela pidió para desayunar un plato que llevaba revuelto, bacon y tostadas, yo un desayuno inglés (huevos fritos, bacon, salchichas, patatas fritas y rebozadas, tomate natural, etc.). Para beber zumo de naranja amarga y café.
Tras el desayuno cogimos las cosas de la playa y pedimos un taxi en recepción que nos llevó hasta el hotel de Dani y Noemí (10$). Fuimos a la playa de Biesanz, que está muy cerca de su hotel y la verdad es que es muy bonita y poco turística, pues la gente que allí estaba eran mayormente costarricenses.
Estaba rodeada de vegetación y había varios pelícanos pescando pescando en el agua. Además había un señor que alquilaba aletas y gafas a todo aquel que quisiera bucear. También con el tiempo fueron llegando varios yates que echaron el ancla. Yo no me bañé por el sarpullido que tenía en la cara y porque tenía bastante trancazo debido al aire acondicionado del local en el que tomamos las cervezas 2x1 el día anterior.
Los chicos se fueron a dar una vuelta por el bosque mientras Noemi y yo nos quedamos en las toallas. Al rato apareció Pelayo y nos dijo que le siguiésemos. Fuimos hasta el lugar que nos indicó, entre la vegetación, y resulta que había dos perezosos, pero además estaban moviéndose, cosa que no habíamos visto hasta ese día (normalmente están enganchados a una rama y no se mueven aunque pases un buen rato mirando). Un poco más adelante había una caseta en la que encontramos murciélagos. Aquí tenéis la crítica de la playa de Biesanz: -Playa de Biesanz (Manuel Antonio): www.tripadvisor.es/ ...ml#REVIEWS
Sobre las 12 recogimos las cosas y caminamos hasta el Hotel Parador. En la entrada hay muchísima seguridad, tuvieron que decirles que éramos amigos de ellos y que nos querían invitar a entrar. Hicimos uno de los senderos que estaban marcados dentro del territorio del hotel. A Noemí le entró hambre y sacó de la mochila un plátano. Inmediatamente bajaron de todos los árboles que había alrededor titíes como locos y la rodearon. Al final tuvo que volver a guardar el plátano en la mochila para calmar los ánimos, dejándonos la situación estupefactos. Poco a poco se fueron volviendo para los árboles. Al principio no se veían por ningún lado y aparecieron de la nada, qué olfato…
Tras la caminata, que no fue muy larga, subimos a su cuarto que era muy bonito; este hotel sí tenía las estrellas merecidas.
Comimos en uno de los restaurantes del Hotel, llamado La Fragata. Pedimos un ceviche mixto de primero para compartir y de segundo un wrap tex mex de pollo cada uno. Para beber cerveza, agua y café (50$/pareja). Tras la comida regresamos a nuestro hotel, nuevamente en taxi (10$). Crítica en Tripadvisor: www.tripadvisor.es/ ...renas.html
En nuestro hotel decidimos hacer también los senderos que tenían marcados pero llegó un punto en que estaban cortados por culpa de las lluvias y no pudimos continuar. Quisimos comprar alguna bebida, pues hacía mucho calor, pero fue imposible, no había nada abierto en todo el hotel, ni siquiera alguna máquina de refrescos…
Aprovechamos entonces para bañarnos en las piscinas. Estuvimos más de hora y media allí y no pasó absolutamente nadie, aquello parecía un hotel fantasma.
Volvimos para el cuarto sobre las 18h, nos duchamos y quedamos con Dani y Noemi para cenar. Nos habían hablado de un sitio que al parecer estaba muy bien, La Langosta Feliz, que es al que van los locales. El problema es que estaba en Matapalo y los taxistas nos cobraban alrededor de 50$ entre ida y vuelta, además de estar a media hora. Al final decidimos no ir, quedándome con las ganas.
Barajamos otras posibilidades que nos recomendaron en el Hotel Parador: el Z (al parecer muy caro), el Blue Marlin pero ya lo habíamos probado, etc. Al final nos decantamos por el Mar Luna.
Pelayo y yo pedimos un menú para dos que incluía ensalada, langosta, 2 pargos y camarones (35.000 colones/60€). Como era la última noche que pasábamos en Costa Rica nos pegamos el lujo y porque además nos habíamos quedado con ganas de probar la langosta del Caribe. Para beber pedimos cerveza y agua, pues el vino, como siempre, es prohibitivo.
De postre bizcocho de chocolate con helado de vainilla. Crítica al Restaurante Mar Luna en Tripadvisor: www.tripadvisor.es/ ...renas.html
Tras la cena no quisieron quedarse a tomar nada así que volvimos para el hotel, no sin antes despedirnos ya de Dani y Noemí con muchísima pena, pero con ganas de vernos lo más pronto posible.
Pelayo y yo teníamos ganas de ir al Restaurante que hay enfrente del Hotel Costa Verde y que es del mismo dueño, La Cantina BBQ, pues anunciaban música en directo, pero estaba totalmente vacío en ese momento y tampoco se oía música así que nos fuimos directos al hotel.
Pela pidió para desayunar un plato que llevaba revuelto, bacon y tostadas, yo un desayuno inglés (huevos fritos, bacon, salchichas, patatas fritas y rebozadas, tomate natural, etc.). Para beber zumo de naranja amarga y café.
Tras el desayuno cogimos las cosas de la playa y pedimos un taxi en recepción que nos llevó hasta el hotel de Dani y Noemí (10$). Fuimos a la playa de Biesanz, que está muy cerca de su hotel y la verdad es que es muy bonita y poco turística, pues la gente que allí estaba eran mayormente costarricenses.
Estaba rodeada de vegetación y había varios pelícanos pescando pescando en el agua. Además había un señor que alquilaba aletas y gafas a todo aquel que quisiera bucear. También con el tiempo fueron llegando varios yates que echaron el ancla. Yo no me bañé por el sarpullido que tenía en la cara y porque tenía bastante trancazo debido al aire acondicionado del local en el que tomamos las cervezas 2x1 el día anterior.
Los chicos se fueron a dar una vuelta por el bosque mientras Noemi y yo nos quedamos en las toallas. Al rato apareció Pelayo y nos dijo que le siguiésemos. Fuimos hasta el lugar que nos indicó, entre la vegetación, y resulta que había dos perezosos, pero además estaban moviéndose, cosa que no habíamos visto hasta ese día (normalmente están enganchados a una rama y no se mueven aunque pases un buen rato mirando). Un poco más adelante había una caseta en la que encontramos murciélagos. Aquí tenéis la crítica de la playa de Biesanz: -Playa de Biesanz (Manuel Antonio): www.tripadvisor.es/ ...ml#REVIEWS
Sobre las 12 recogimos las cosas y caminamos hasta el Hotel Parador. En la entrada hay muchísima seguridad, tuvieron que decirles que éramos amigos de ellos y que nos querían invitar a entrar. Hicimos uno de los senderos que estaban marcados dentro del territorio del hotel. A Noemí le entró hambre y sacó de la mochila un plátano. Inmediatamente bajaron de todos los árboles que había alrededor titíes como locos y la rodearon. Al final tuvo que volver a guardar el plátano en la mochila para calmar los ánimos, dejándonos la situación estupefactos. Poco a poco se fueron volviendo para los árboles. Al principio no se veían por ningún lado y aparecieron de la nada, qué olfato…
Tras la caminata, que no fue muy larga, subimos a su cuarto que era muy bonito; este hotel sí tenía las estrellas merecidas.
Comimos en uno de los restaurantes del Hotel, llamado La Fragata. Pedimos un ceviche mixto de primero para compartir y de segundo un wrap tex mex de pollo cada uno. Para beber cerveza, agua y café (50$/pareja). Tras la comida regresamos a nuestro hotel, nuevamente en taxi (10$). Crítica en Tripadvisor: www.tripadvisor.es/ ...renas.html
En nuestro hotel decidimos hacer también los senderos que tenían marcados pero llegó un punto en que estaban cortados por culpa de las lluvias y no pudimos continuar. Quisimos comprar alguna bebida, pues hacía mucho calor, pero fue imposible, no había nada abierto en todo el hotel, ni siquiera alguna máquina de refrescos…
Aprovechamos entonces para bañarnos en las piscinas. Estuvimos más de hora y media allí y no pasó absolutamente nadie, aquello parecía un hotel fantasma.
Volvimos para el cuarto sobre las 18h, nos duchamos y quedamos con Dani y Noemi para cenar. Nos habían hablado de un sitio que al parecer estaba muy bien, La Langosta Feliz, que es al que van los locales. El problema es que estaba en Matapalo y los taxistas nos cobraban alrededor de 50$ entre ida y vuelta, además de estar a media hora. Al final decidimos no ir, quedándome con las ganas.
Barajamos otras posibilidades que nos recomendaron en el Hotel Parador: el Z (al parecer muy caro), el Blue Marlin pero ya lo habíamos probado, etc. Al final nos decantamos por el Mar Luna.
Pelayo y yo pedimos un menú para dos que incluía ensalada, langosta, 2 pargos y camarones (35.000 colones/60€). Como era la última noche que pasábamos en Costa Rica nos pegamos el lujo y porque además nos habíamos quedado con ganas de probar la langosta del Caribe. Para beber pedimos cerveza y agua, pues el vino, como siempre, es prohibitivo.
De postre bizcocho de chocolate con helado de vainilla. Crítica al Restaurante Mar Luna en Tripadvisor: www.tripadvisor.es/ ...renas.html
Tras la cena no quisieron quedarse a tomar nada así que volvimos para el hotel, no sin antes despedirnos ya de Dani y Noemí con muchísima pena, pero con ganas de vernos lo más pronto posible.
Pelayo y yo teníamos ganas de ir al Restaurante que hay enfrente del Hotel Costa Verde y que es del mismo dueño, La Cantina BBQ, pues anunciaban música en directo, pero estaba totalmente vacío en ese momento y tampoco se oía música así que nos fuimos directos al hotel.