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Al menos tuvimos un día extra, y una tarde, en la capital, que no estaba planeado.
Nos trasladamos desde el aeropuerto en un transfer compartido que costaba 6.000 pesos. Están nada más salir de la recogida de maletas. Usamos el de al lado de Transvip, creo que se llama Selfos, pero es lo mismo.
Habíamos reservado desde Calama en el mismo hotel que teníamos reserva para el final del viaje. El Meridiano Sur Petit Hotel, un hotel boutique situado en la zona de Providencia, en la calle Santa Beatriz, una calle muy tranquila y sin ruido. El hotel está muy bien, tiene pocas habitaciones y todo el personal es atento. Es más bien una casa con un jardín pequeño repleto de buganvillas y jacarandas totalmente floridos. Un remanso de paz en una gran ciudad.
Lo primero que hicimos fue llegarnos a una oficina de Sernartur muy cercana al hotel, enfrente de la iglesia de la Divina Providencia. Quería comprobar lo de las rutas que realiza la municipalidad de Santiago por el casco histórico de la ciudad. Para el día siguiente estaba programada una ruta por el Cerro de Santa Lucía. Me la confirmaron pero a su vez me sugirieron realizar el Free Tour. En la página web de estos tours indican que se realizan en inglés, pero ya los hacen también en español.
Nos acercamos a la ribera del río Mapocho, (muy feo por cierto) y lo fuimos bordeando a través de un parque que discurre paralelo. Pasada la fuente del Bicentenario cruzamos por el puente del Arzobispo a la otra orilla y recorriendo la zona de Santa María nos llegamos al barrio de Bellavista al que entramos por la calle Pio Nono. Calle con mucha animación por la que accedimos también al Patio Bellavista.
Aunque era pronto para la cena, dado que no habíamos comido más que el aperitivo que te dan en el vuelo, decidimos entrar en un restaurante, que también era pizzería, que tenía buena pinta, llamado Zucca. Error. La comida buena, pero tiene unos precios carísimos. Pagamos la novatada. No hicimos el cambio de pesos a euros mentalmente. Creo que esta zona del Patio Bellavista es muy turística y se refleja en los precios.
Recorrimos la calle Pio Nono hasta el final, hasta dónde se encuentra el funicular para subir al Cerro San Cristobal. El funicular estaba cerrado, no por la hora, sino porque sus empleados, como funcionarios del estado, estaban en huelga, según nos habían informado en el punto de información Sernartur.
Entramos en la calle Concepción, bastante animada también, hasta una atractiva plaza triangular que tiene el nombre del pintor Camilo Mori. En ella destaca una gran casa de color rojo muy bonita, de estilo ecléctico, es la Casa Roja o Castillo Lehuedé, construida en 1922 y que se conserva en muy buen estado, aportando a la plaza y al barrio de Bellavista un toque de distinción. Actualmente se destina a hotel boutique y restaurante, con el nombre, como no, de Castillo Rojo.
Lentamente volvemos a la Plaza de Italia y a través del parque Balmaceda nos vamos acercando a nuestro hotel.
Al día siguiente, después de un desayuno estupendo y variado que ofrecen en este hotel, nos decidimos a recorrer Santiago. Los valores de la tensión arterial tienden a ir bajando por lo que, como tiene suficiente medicación, decide que no vamos a ningún centro médico.
La estación de metro Manuel Montt está muy cercana al hotel. Cogemos la línea 1 y haciendo transbordo en Baquedano con la línea 5 llegamos a la Plaza de Armas.
Enfrente de la catedral y a las 10:00 h. están los de Free Tour para comenzar el recorrido de 3,5 horas por el centro de Santiago. Mientras la gente se va reuniendo entramos dentro de la catedral.
El exterior de la misma se encuentra totalmente cubierto por restauración, nos lo imaginamos por la foto que tiene el telón que la cubre. El interior de la catedral es bastante atractivo, de un estilo toscano-romano, con un altar mayor de mármol blanco.
La Plaza de Armas, considerada como el centro histórico de la capital chilena, se encuentra toda ella rodeada de vallas, no se puede ver nada de la misma. La están arreglando.
Por aquí comienza el recorrido. La plaza se encuentra rodeada por edificios como El Correo Central de Santiago, el Museo Histórico Nacional y el de la Municipalidad. Uno de sus laterales está formado por soportales y dentro de estos soportales hay gran cantidad de comercios de comida rápida, hamburguesas y perritos enormes con gran cantidad de ingredientes. Lo que me asombra es que están llenos de chilenos desayunando. Si, se desayunan un perrito gigante repleto de colesterol.
Por la calle Compañía nos llegamos hasta el Museo Chileno de Arte Precolombino que tiene su entrada por la calle Bandera, pero no entramos a ver las salas. Por la misma calle Compañía se pasa por los edificios del antiguo Congreso Nacional y de los Tribunales de Justicia.
Por la calle Morande alcanzamos el Palacio de la Moneda. Breve relato del ataque y bombardeo del mismo por parte del ejército chileno comandado por Pinochet contra el entonces presidente, Salvador Allende. En toda la explanada frente al palacio destaca el color azul de las muchas camisetas de los corredores y participantes de una carrera urbana, especie de maratón, dentro de las actividades programadas para el Teletón. Este evento se estaba celebrando en todo Chile, los días 28 y 29 de noviembre. Se celebra todos los años a beneficio de los niños discapacitados y tiene gran cobertura propagandística.
Desde la calle Nueva York llegamos a la Bolsa de Comercio. Por la calle Moneda nos encaminamos al Teatro Municipal, de estilo neoclásico francés, que tiene en cartel las obras de Carmina Burana y el Cascanueces, pudiendo adquirirse entradas al precio de 3.000 pesos.
A través de la calle Agustinas desembocamos en la calle Santa Lucía para acercarnos al Cerro Santa Lucía con subida hasta la Terraza de Neptuno.
Pedro de Valdivia, fundador de Santiago, lo bautizó con este nombre de Santa Lucía por haber llegado el día 13 de diciembre de 1540, día de Santa Lucía de Siracusa. La ciudad de Santiago tiene su origen pues en este cerro.
Si bien antes este cerro no era más que un peñón rocoso con algunos vestigios de las construcciones defensivas españolas de principios del siglo XIX, las que nunca llegaron a usarse como tales, hoy se ha convertido en un importante foco de turismo y paseos dominicales por los atractivos que presenta en su interior, como fuentes, terrazas y miradores creados bajo la intendencia de Benjamín Vicuña Mackenna.
La estatua del dios Neptuno es el soberano absoluto de la Terraza Neptuno del Cerro Santa Lucía, que le debe su nombre. Enmarcado en un arco de triunfo con cúpula, corona a su vez la entrada majestuosa de tres niveles que se construyó entre 1897 y 1903 para ornamentar el nuevo acceso al Cerro desde la Alameda.
Callejeamos un poco por el Barrio Lastarria. Interesante el enclave de la plaza Mulato Gil del Castro, (pintor peruano). El Barrio Lastarria es de cierta antigüedad pero esta plaza es relativamente nueva. Creada para preservar fachadas de ciertas edificaciones, como la casa del pintor que le da nombre. Cuenta con varios restaurantes y cafés, galerías de arte, el MAS, Museo Arqueológico de Santiago y a un costado de éste el MAVI, Museo de Artes Visuales. Ambiente bohemio. Mercadillos de artesanos y libreros.
Llegamos al Museo de Bellas Artes, en un extremo del Parque Forestal. Inaugurado en 1910. El edificio es de estilo neoclásico con detalles en estilo art nouveau. La fachada y la organización interna están inspiradas en el estilo del Petit- Palais de París.
Desde aquí vamos cruzando el Parque Forestal. Fue creado con motivo del aniversario del centenario de la República. Diseñado por el arquitecto francés Jorge Dubois tiene semejanzas con los parques europeos. Abundancia y variedad de vegetación: gigantescos plátanos orientales, magnolios, acacias, palmeras altísimas, cedros imponentes y especies autóctonas como ceibos, peumos, araucarias …
En el recorrido del parque además se pueden encontrar diversas esculturas, la escultura al dios Pan, el busto a Bartolomé Mitre, monumento a Rubén Darío, un caballo de Fernando Botero…. Casi al llegar a la Plaza de Italia se encuentra la Fuente Alemana. Grupo escultórico donado por la embajada de Alemania como regalo por el centenario en 1910. La obra muestra a un hombre de pie que extiende su brazo con expresión de dominar los mares del mundo, a un minero que representa el esfuerzo y a una mujer criolla que simboliza la fortuna del país.
La plaza popularmente llamada de Italia, en realidad desde su remodelación en 1927 se llama Plaza Baquedano. En su centro hay una estatua ecuestre del General Manuel Baquedano. Es considerada popularmente como el punto que divide Santiago entre ricos y pobres, barrios más pudientes de otros que lo son menos. También es un lugar emblemático que utilizan los santiaguinos para realizar concentraciones en eventos importantes, así como algunas celebraciones.
Cruzando el río Mapocho entramos en el barrio de Bellavista. De nuevo por la calle Pío Nono llegamos hasta el funicular del Cerro San Cristóbal y desde allí hasta La Chascona, lugar dónde finaliza el tour.
He encontrado interesante este tour. Claro está que va a depender del guía. Funciona como los europeos, al final del recorrido se les entrega una propina. En este lo normal es darles un billete de 5.000 pesos por persona. Nuestro grupo estaba formado por ocho personas. El grupo de habla inglesa, al estar más tiempo funcionando, era más numeroso.
A las puertas de La Chascona el grupo se dividió. Nosotros entramos en la casa museo de Pablo Neruda. La entrada cuesta 5.000 pesos y te incluye una audio-guía.
Pablo Neruda comenzó a construir esta casa en 1953, en las laderas del Cerro San Cristobal, para Matilde Urrutia, su amor secreto. La denominó La Chascona porque así llamaba él a Matilde, por su abundante y desordenada cabellera rojiza. No es una casa convencional, toda ella refleja los gustos y manías particulares de su dueño. Situada en pendiente, tiene muchas escaleras y espacios verdes entre los distintos ambientes. La casa sufrió graves daños en el golpe de estado de Pinochet, en 1973, pero Matilde se empeñó en repararlos y siguió viviendo en ella hasta su muerte. En esta casa fue velado Pablo Neruda el día de su muerte, el 23 de septiembre de 1973. Es interesante esta visita. Dentro de la casa no está permitido hacer fotos.
Nos fuimos a comer a Galindo, en la calle Concepción. Nos lo habían recomendado en la recepción de nuestro hotel y hoy el chico de Free Tour. Estaba a tope de gente, y eso que aprovechan el espacio al milímetro, todas las mesas muy juntas. Hubo que esperar un poquito. Comida chilena buena y a precios asequibles.
En la tarde comenzó a llover y nosotros sin paraguas. Callejeamos para llegar a la Basílica de la Merced. Tenía interés en entrar en la misma porque contiene una figura del Cristo de la Agonía del imaginero español Martínez Montañés, la 2ª imagen de la virgen más antigua de Chile, la Virgen de la Merced y un púlpito dorado del barroco alemán. Pero estaba cerrada y sin indicación alguna de horarios. Otra iglesia que tenía pensado visitar era la Iglesia de San Francisco que conserva la primera imagen de la virgen llegada a Chile a manos de Pedro de Valdivia, pero como estaba algo lejana y con la lluvia, pensamos que quizá también estaba cerrada, desistimos de ello. La lluvia no era muy fuerte. Aguantamos recorriendo las calles peatonales del centro, buscando una casa de cambio. Es sábado por la tarde y todas están cerradas. Pese a la lluvia hay mucho ambiente en las calles. Las oficinas del Banco de la Nación están abiertas y repletas de gente haciendo donativos con motivo del Teletón.
Cuando la lluvia arreció nos volvimos en metro para el hotel. En un supermercado de la Avd. Providencia compramos algo de comida para llevarnos a la Isla de Pascua pues teníamos entendido que allí los precios son mucho más altos. No solo precios más altos, sino que había poco dónde escoger. Nos tomamos un café en un Bravissimo de la Avd. Providencia e hicimos tiempo hasta las 7:00 que nos recogían para llevarnos hasta el aeropuerto.
Bueno, al entorno del aeropuerto. Para esta noche teníamos, en los planes iniciales, reservada una habitación en el Hotel Diego de Almagro del aeropuerto. Como hoy volvíamos de San Pedro de Atacama en horario tardío y mañana volábamos a Isla de Pascua muy temprano, pensamos mejor quedarnos cerca del aeropuerto. El Hotel Diego de Almagro es un hotel grande de 4*, es estupendo para estas idas y venidas sin tener que llegar a la ciudad. Tiene un horario de desayuno que comienza a las 4 de la madrugada y transporte gratis al aeropuerto. Con dos camas enormes que no aprovechamos bien ya que tuvimos que madrugar porque a las 6:00 había que estar en el aeropuerto.
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