JUEVES 19/MAR/2015: PRIMER DÍA EN ROVANIEMI Y TRINEO DE HUSKYS
Es nuestro primer día en Rovaniemi y toca madrugar, hoy tenemos contratada la excursión “Safari en trineo de huskys” con la agencia Lapland Safaris. La excursión comienza a las 9:00 h. pero vendrán a recogernos 30 minutos antes.
Como nos gusta desayunar con tranquilidad ponemos el despertador a las 7:00 h. y comenzamos el ritual diario: ropa interior térmica, jersey, polar, chaqueta impermeable, gorro y guantes.
Salimos de la cabaña y nos dirigimos al edificio de Recepción, que es donde se sirven los desayunos. Nuestra cabaña no es de las más alejadas, así que el paseo hasta la Recepción no nos lleva más de 5 minutos andando bastante despacio, ya que todo el suelo está cubierto de una capa de hielo. La predicción meteorológica anuncia nevadas de intensidad moderada. El día ha amanecido nublado y la temperatura es de -5º. El frío no es excesivo, así que la ropa que llevamos es más que suficiente.
El desayuno es tipo buffet y está al nivel de un hotel 3 estrellas español. Hay buffet de ensaladas, quesos, algo de embutido, huevos revueltos, una especie de mini tortillas de patata, salchichas, albóndigas, cereales, yogur, galletas y algo de bollería, variedad de panes y una plancha para hacer gofres.
A las 8:30 h. estamos en la puerta de Recepción donde ya está esperando la furgoneta de Lapland Safaris. Con nosotros vienen un grupo de orientales que están alojados en las cabañas y también van a hacer el Safari de huskys.
En menos de 10 minutos llegamos a la oficina de Lapland Safaris en Rovaniemi. Allí se une al grupo una chica española que está alojada en uno de los hoteles de la ciudad. El personal de la agencia nos entrega todo el equipo necesario para realizar la actividad: calcetines de montaña, botas, mono térmico, guantes, gorro y bufanda.
Cuando estamos todos listos subimos de nuevo a la furgoneta para trasladarnos a la granja de huskys. La granja se encuentra muy cerca del pueblo de Santa Claus y el trayecto dura menos de 15 minutos.
Allí ya están preparados los trineos con los que vamos a hacer el safari.
Cada trineo lleva enganchados 5 perros huskys.
En cada trineo viajan dos adultos, uno va sentado en el trineo y el otro será el conductor. En nuestro caso vamos los tres en el mismo trineo, la niña y un adulto sentados y el otro adulto conduce.
Antes de salir, uno de los guías nos da unas breves indicaciones para llevar el trineo. El trineo es muy sencillo de manejar, el conductor va de pie y únicamente tiene que preocuparse del pedal que actúa de freno. También nos indican una serie de señales que hay que hacer con la mano para transmitir al resto del grupo lo que se debe hacer en cada momento: iniciar la marcha, reducir la velocidad y parar.
También nos advierten de que los perros corren mucho y que no nos cortemos a la hora de pisar el freno, y que mientras estamos parados pongamos los dos pies encima del pedal de freno o de lo contrario los perros nos arrastrarán. También nos indican que al tomar una curva tumbemos el cuerpo en el mismo sentido de la curva, igual que se hace en las motos.
Con nosotros vienen dos guías, uno va en trineo de perros encabezando el grupo y otro nos va siguiendo en moto de nieve y está atento a cualquier incidencia que pueda ocurrir.
El paseo dura aproximadamente 1 hora y resultó una experiencia indescriptible. Recorrer el bosque completamente nevado en un trineo tirado por perros es algo difícil de describir y hay que vivirlo. Es increíble la fuerza con la que los huskys tiran del trineo, constantemente hay que ir pisando el freno para retenerlos un poco e impedir que adelanten al trineo que nos precede. Los trineos alcanzan bastante velocidad cuando nos encontramos con una recta lo suficientemente larga. Cuando nos movemos al abrigo de los árboles el frío es soportable, pero al salir a un claro sin árboles el frío se deja notar a pesar del equipamiento que llevamos.
Finalizado el recorrido por el bosque y ya de vuelta en la granja, nos llevan a una cabaña con una hoguera en el centro y nos ofrecen una bebida caliente y unas galletas. Mientras vamos entrando en calor, uno de los guías que nos había acompañado en el recorrido nos da explicaciones sobre la cría y adiestramiento de los huskys.
Nos cuenta que el periodo de adiestramiento dura dos inviernos. Los perros pueden tirar de los trineos desde los 3 hasta los 10 años aproximadamente. Hay dos razas: huskys de Alaska y huskys siberianos. Los huskys de Alaska son más rápidos pero tienen menor resistencia, no pueden recorrer distancias excesivamente largas, en cambio los huskys siberianos son más lentos pero más resistentes. Los huskys que llevamos en los trineos son huskys de Alaska.
Después de las explicaciones nos indica que podemos salir fuera y estar en contacto con los perros. Nos dice que podemos acariciarlos sin ningún problema, ya que están acostumbrados al contacto con la gente. A nuestra hija le encantan los perros y lo pasó genial acariciándolos.
Una vez finalizada la excursión, vuelven a llevarnos a la oficina de Lapland Safaris donde devolvemos el equipamiento que nos habían dejado para realizar la excursión. En lugar de volver a Santa Claus Holiday Village, vamos a quedarnos a comer en la ciudad y también vamos a aprovechar para ir al supermercado y comprar algunas cosas para cenar en la cabaña.
Para comer vamos al restaurante del museo Arktikum. El museo no está en el mismo centro de la ciudad, pero Rovaniemi es una ciudad pequeña y cualquier sitio está a menos de 15 minutos andando. Hemos leído en su web que el restaurante ofrece un menú diario tipo buffet a un precio muy razonable, 12€ adultos y 6€ niños. El buffet es bastante limitado pero suficiente. Diariamente ofrecen una zona de buffet de ensaladas, alguna sopa, un par de platos principales, pan y mantequilla, agua y café o té. El horario de comida es de 11 a 14 h.
El menú semanal se puede consultar en su web en este enlace. El menú de hoy, además del buffet de ensaladas, consiste en sopa de queso, ternera strogonoff con puré de patatas y risotto de champiñones. Además hoy jueves hay postre, profiteroles con una crema de naranja.
Evidentemente, no es un restaurante gourmet, pero toda la comida está buena y más aún teniendo en cuenta el precio del menú. Para mi, es una de las mejores opciones para comer en Rovaniemi.
Después de comer nos acercamos a un centro comercial que no queda muy lejos del museo Arktikum. El centro comercial está frente al Hotel Scandic y McDonald's, al final de la calle Koskikatu, la calle peatonal donde se concentran la mayoría de hoteles y restaurantes de Rovaniemi. Dentro de este centro comercial hay un K-supermarket (una cadena de supermercados muy extendida por toda Finlandia). Como he comentado antes, vamos a comprar algo de comida para hacer las cenas en la cabaña. Los precios en general son algo más caros que en España, aunque vemos algunos productos con precios similares a los españoles, por ejemplo, la leche a 0,85€/litro.
Una vez hecha la compra, es hora de regresar a Santa Claus Holiday Village.
Para desplazarse de Rovaniemi a SCHV se puede utilizar el autobús nº 8. Su precio es 3,90€ billete sencillo y 7,20€ billete de ida y vuelta. Los niños hasta 5 años no pagan.
El único inconveniente es que su horario de funcionamiento es bastante limitado, el último autobús sale de Rovaniemi a las 16:15h. En este enlace se puede encontrar información sobre el transporte público en Rovaniemi.
Hay también autobuses interurbanos que tienen su salida en la estación de autobuses y algunos de ellos tiene parada en SCHV. Nosotros cogimos uno que salía a las 17:20 h. (el siguiente ya no salía hasta las 20:30h.) El precio en este caso fue 3,60€ billete sencillo y la niña pagaba el 50%.
Al llegar a SCHV nos acercamos al edificio de recepción a preguntar por la maleta que dejamos abandonada en el aeropuerto de Helsinki y nos llevamos una gran alegría. La maleta llegó alrededor de las 13:00 h. y nos la han dejado en nuestra cabaña.
Como está oscureciendo y estamos un poco cansados del ajetreo de todo el día, nos metemos ya en la cabaña. Además, también tenemos ganas de probar la sauna.
Después de la sauna, unos juegos de mesa, cena, un poco de televisión (están sintonizados el canal internacional de TVE y el canal 24h) y a la cama que ha sido un día agotador.
Pero antes de irnos a dormir todavía nos quedaba una sorpresa. Antes de meterme en la cama, me asomo por la ventana y puedo contemplar en todo su esplendor una aurora boreal justo por encima de nosotros. Supongo que la visión no fue tan buena como la que podríamos tener fuera, pero Aitana ya está dormida y no queremos despertarla.
Mañana nos esperan los renos.