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La segunda fue con Capitán Gringo, Isla Saona VIP con Langosta. Era la segunda vez que hacíamos esta excursión, porque la primera fue espectacular, la novedad era que la vuelta se hacia esta vez en el catamarán nuevo con fiesta incluida…
La excursión de 10, como siempre, la gente de Gringo nos recogió puntualmente en el Lobby del Royal a las 6:30 de la mañana, mientras esperábamos conocimos una pareja que iba a realizar la excursión con nosotros y que en ese momento no sabíamos que también eran del foro: Jonathan y Sheila, pareja de la que hicimos amistad y posteriormente compartirían buenos ratos con nosotros y despedimos cuando se fueron.
Partimos en la Van rumbo a Bayahibe, allí nos esperaban dos lanchas para iniciar la aventura.
Primero fuimos a la piscina natural, en nuestro anterior viaje fue a la vuelta echamos de menos con respecto al anterior viaje el bautismo del ron, una lástima porque era realmente un momento superbueno.
Por arte de magia aparecieron dos grandes estrellas de mar con las que hacernos fotos, yo por mi parte buscaba en el fondo a ver si veía alguna, con suerte que descubrimos una no tan grande como las que trajeron ellos, también vi pasar junto a mis piernas una manta raya…
Estuvimos entre media hora y tres cuartos de hora en las piscinas naturales y aquí bien temprano empezaron a darnos unos tragos de ron.
Nos subimos todos a la lancha de nuevo para ir a la zona de los manglares, este año vimos que no se introdujeron en ellos como la otra vez…fue una lenta pasada pero no nos detuvimos demasiado ya que fuimos a dejar a los cocineros en la playa de Catuano, donde más tarde regresaríamos todos a comer.
Camino de Canto de la Playa a toda pastilla, comenzó a llover fuerte, en el intento de taparse del agua, mi mujer resbaló el pie y se golpeó contra una pata del asiento delantero, resultado: una falange del dedo del pie rota… mala suerte pero fue un accidente del que nadie tuvo culpa y no impidió que siguiéramos disfrutando de las vacaciones.
Canto de la Playa este año nos defraudó un poquito... aunque seguía siendo la playa paradisiaca que recordábamos, ya no estábamos solos como la otra vez… habían otras excursiones, entre ellas la de Pedrito y la cantidad de gente era muy superior a la que recordábamos, asimismo los vendedores habían aumentado en cantidad… eso sumado a que cuando fuimos habían bastantes algas le quitó parte de su encanto…
Estuvimos creo que una hora y media o cosa así, intenté hacer fotos, pero entre la gente que había, el tiempo nublado y las algas, me quedé con las ganas de hacer fotos buenas, algunas hice para la posteridad, pero nada artísticas.
Salimos rumbo a Mano Juan, pequeña aldea donde los pocos habitantes que viven allí intentan sobrevivir a base de pesca y venta turística.
Visitamos donde cuidan de los nidos de tortuga donde nos informaron la gran labor que realizan. Vimos una nevera con tres nidos donde incuban los huevos para una vez que eclosionaran llevarlos al agua sin riesgo. Después de escuchar una breve explicación del trabajo que realizan en su labor de salvación de las tortugas dimos una pequeña vuelta por Mano Juan y observamos que respecto a la primera vez que fuimos estaba todo más deteriorado y vimos más casas abandonadas.
Nos acercamos a uno de los puestos y compramos varios pareos, luego tomamos una Presidente bien fresquita… y unas fotografías.
No dio tiempo a más nos fuimos a las lanchas para ir a Catuano, la playa en la que dejamos a los cocineros.
La comida consistió en Langostas a la Plancha, carne asada y ensaladas, acompañado de presidentes y refrescos, sin olvidar el ron, nosotros repetimos varias veces langosta, luego un tiempo de relax donde cada uno dispuso de su tiempo como quiso, nosotros en una agradable charla con el capitán Viruta.
Después de un buen rato volvimos a la lancha para encontrarnos con el catamarán del Capitán Gringo, catamarán bastante grande con dos plantas y servicios incluidos, muy moderno y cómodo.
Regresamos a Bayahibe con fiesta a bordo, acompañado de ron, bachatas y buena música… nosotros elegimos ir en la planta de arriba donde había más tranquilidad, disfrutando del mar y el atardecer, realizando fotografías… abajo la fiesta fluía…
Llegamos sin novedad al puerto de Bayahibe, el regreso por la nueva autopista fue rápido, regresando al hotel cansados pero satisfechos.
Un día muy bueno gracias a todo el personal de Capitán Gringo.
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