Que sería de un viaje sin madrugar… el vuelo (nuestra compañía, una vez más, fue Iberia) salía a las 8:50 así que dediqué las dos horas que dura el vuelo en dormir. Una vez llegas allí, te encuentras con un aeropuerto enorrrme pero está bastante bien indicando hacia donde tienes que ir para ir al tren, que era nuestro método para ir a la ciudad. Hay dos líneas, la 1 y la 8 y puedes coger la que quieras, hace el mismo recorrido por las estaciones del centro de la ciudad, solo que en sentido inverso cada una. La estación de mi hotel era Hackenbrücke, la siguiente a la Haupbanhof, o lo que es lo mismo, la estación Central. La duración es alrededor de los 45 minutos.
Nuestro hotel era el Eurostars Grand Central y la verdad estuvo bien, tenía piscina y spa, un buen trato de su personal del bar y restaurante y era limpio. Era una zona muy tranquila, más bien empresarial que contaba con la ventaja de no estar en el centro pero tener una parada de tranvía enfrente que te dejaba en el centro en 10 minutos, además de la citada estación de cercanías y estar a 10 minutos a pie de la Estación Central.
Así pues, después de dejar maletas y coger paraguas y abrigo que estaba lloviendo, fuimos en el tranvía hasta Karlsplatz, también conocido como Stachus.
Nuestro hotel era el Eurostars Grand Central y la verdad estuvo bien, tenía piscina y spa, un buen trato de su personal del bar y restaurante y era limpio. Era una zona muy tranquila, más bien empresarial que contaba con la ventaja de no estar en el centro pero tener una parada de tranvía enfrente que te dejaba en el centro en 10 minutos, además de la citada estación de cercanías y estar a 10 minutos a pie de la Estación Central.
Así pues, después de dejar maletas y coger paraguas y abrigo que estaba lloviendo, fuimos en el tranvía hasta Karlsplatz, también conocido como Stachus.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esta plaza, está considerada como una de las más concurridas de toda Europa y cuenta con una puerta (la puerta de Karl) que da entrada al centro histórico de la ciudad. Una vez entras, te encuentras con la calle Neuhauser, considerada como una de las principales de la ciudad. Es peatonal y cuenta con la mayoría de las tiendas importantes de la ciudad. Pero era jueves y, para nuestro asombro, estaba todo cerrado y además la gente de allí vestía con los típicos trajes bávaros. ¡y yo que pensaba que esas cosas eran leyenda y que solo se lo ponían en el Oktoberfest! Más tarde descubrimos que todo esto se debía a que era el día del padre pero vamos que los demás día seguí viendo a gente con el traje regional. A lo largo de la calle, te encuentras también con la Catedral de Nuestra Señora (Frauenkirche) con sus dos emblemáticas torres aunque, para nuestra desgracia, estaba en mayor parte con andamios.
Esta calle, desemboca en la Marienplatz, la Plaza Central de la ciudad, con el famoso Ayuntamiento nuevo, el Ayuntamiento Viejo y el Museo del Juego. De verdad, no me esperaba encontrar esta plaza tan bonita con esa mezcla de estilos arquitectónicos con edificios que te recuerdan tanto a los que hay en Praga como en Bruselas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Decidimos ir ya a comer y volvimos atrás a entrar en la mítica Agustiner. A riesgo de ser impopular, me esperaba otra cosa, el sitio es muy bonito pero la comida no me pareció gran cosa parecía un poco de “zafarrancho de combate” pero ya os digo es una opinión mía, mucha gente ha ido y les ha encantado. La cerveza, eso sí muy bien y de precio por 40.35€ comimos tres.
Ya después, nos fuimos al hotel y por la tarde, decidimos ver la Residencia por fuera (edificio donde vivían los antiguos reyes de Baviera) y ya de allí, ver el Hofgarten y el Jardín Inglés. Dicen, aunque cada ciudad europea asegura lo mismo, que es el jardín urbano más grande de Europa. Entramos buscando la famosa pagoda china pero se convirtió en misión imposible así que volvimos nuestros pasos atrás y salimos OdeonsPlatz, donde está el iglesia del Teatro, muy bonita aunque solo vi los dibujos de los andamios porque estaba enterita en obras.
Ya después, nos fuimos al hotel y por la tarde, decidimos ver la Residencia por fuera (edificio donde vivían los antiguos reyes de Baviera) y ya de allí, ver el Hofgarten y el Jardín Inglés. Dicen, aunque cada ciudad europea asegura lo mismo, que es el jardín urbano más grande de Europa. Entramos buscando la famosa pagoda china pero se convirtió en misión imposible así que volvimos nuestros pasos atrás y salimos OdeonsPlatz, donde está el iglesia del Teatro, muy bonita aunque solo vi los dibujos de los andamios porque estaba enterita en obras.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de babear un poquito con una tienda Mercedes que hay en la plaza, donde exponen coches antiguos, fuimos andando de vuelta por la calle Theatiner, que alberga más tiendas pero ya de las caras y prohibitivas. Una cosa que me llamó mucho la atención es que los restaurante en esta ciudad no abundan y muchas noches nos costaba muchísimo encontrar algún sitio donde cenar que no fuera las típicas cervecerías que ofrecen comidas más copiosas, así que entre Karlsplatz y La Estación Central encontramos un Pizza Hut y allí que fuimos.
Con muchas ganas de descubrir más de esta preciosa ciudad, terminamos nuestro primer y largo día.
Con muchas ganas de descubrir más de esta preciosa ciudad, terminamos nuestro primer y largo día.