Domingo por la mañana partimos hacia el museo Rodin, sabía que había un jardín muy bonito con esculturas del artista, por tanto un lugar bastante apropiado para los peques.
Otra vez gracias el Museum Pass pudimos "colarnos" y entrar sin apenas hacer nada de cola. Primeramente entramos en el museo pero donde nos explayamos más fue en el jardín, ¡qué pena que una buena parte estuviese en obras! Desde el jardín se podía ver perfectamente la cúpula del palacio nacional de los Inválidos que no hemos visitado en este viaje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Así y todo en el jardin Rodin pudimos ver, en primer lugar Las sombras y a continuació Las puertas del infierno, maravillosa obra que estaría observando durante mucho tiempo. Luego pasamos a la zona más grande de jardín y a un lado, en una especie de minibosque, zona sombría, vimos bastantes esculturas de bronce de Rodin.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al otro lado vimos la "tenebrosa" escultura de Balzac y finalmente cerrando el círculo o la visita al jardín vimos imponente El pensador en lo alto de un pedestal. La visita fue breve pero nos fuimos contentos de lo que habíamos visto y como siempre finalizamos con unas compras en la tienda del museo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El siguiente objetivo era Montmartre; utilizamos el metro y en Abbesses nos paramos para subir con el ascensor (en algunas estaciones de metro utilizamos el ascensor, tanto para subir, como para bajar) y salir hacia el funicular que nos subiría hasta Sacré-Coeur. Desde la salida del metro hasta el funicular está muy bien señalizado y también pudimos utilizar la Navigo y la Paris Visite. Este funicular (hay dos) es una especie de cápsula en la que caben menos de 40 personas y va subiendo y bajando todo el tiempo, cuando nosotros llegamos las colas no eran largas. Al llegar a la cima pudimos ver perfectamente la iglesia, entramos para visitarla y después observamos las acrobacias del futbolista, toda una institución en la zona. Comimos de pícnic sentados en la gran escalinata mirando las preciosas vistas de París y viendo también la actuación del futbolista acróbata.
Después de comer bajamos con el funicular y paseamos por las calles del barrio y compramos en las tiendas de Montmartre. Los niños subieron en el carrusel que está justo al lado del metro Abbesses. Quería visitar la Place du Tertre y no había manera de encontrarla en el mapa; ¡no me lo podía creer! Por fin, mientras los niños iban en el carrusel la vi y dije ¡Venga, otra vez a subir con el funicular!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ahora sí; justo al lado, detrás del Sacré-Coeur encontramos la famosa plaza.¡Cuánta gente, por Dios! restaurantes "cazando" turistas y alrededor los artista exponiendo su obra. No entiendo mucho pero tampoco vi mucha calidad; igualmente encontré dos acuarelas que se vinieron con nosotros en el avión; acuarelas de la torre y de Notre Dame.
Empezó a lloviznar y el tercer objetivo del día era visitar el museo d'Orsay. Aquí también sirve la Museum Pass, pero ¡vaya cola!. Por fin entramos y fuimos a ver las obras más conocidas de Van Gogh, Manet, Renoir, Cézanne, Degas, Courbet, Gauguin, Millet, Monet, Seurat, etc... También vimos obra de Rodin, la puerta del infierno, en este caso de yeso. Por la mañana habíamos visto la misma puerta pero de bronze en el museo Rodin. Sobre todo nos gustó el espacio del museo y el reloj. Salimos del museo y nos fotografiamos con las tres esculturas de animales que hay en las afueras: el rinoceronte, el elefante y el caballo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Anduvimos y atravesamos el puente hasta llegar a Tullerias, pasando junto el Arco del Carrussel. Estábamos un poco cansados y decidimos llegar a casa porque igual que ayer por la noche queríamos regresar a ver la torre Eiffel iluminada y cenar a su vera.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esta noche decidimos comer creps de la creperia que está justo a la salida del metro Trocadero.
Lo que nos llamó la atención es que por la zona, a lo largo del puente d'Iéna, está lleno de trileros y lo más preocupante es que en el siglo XXI aún haya gente que se deje embaucar por estafadores, que campan a sus anchas, vaya ¡todo un espectáculo!
Otra vez gracias el Museum Pass pudimos "colarnos" y entrar sin apenas hacer nada de cola. Primeramente entramos en el museo pero donde nos explayamos más fue en el jardín, ¡qué pena que una buena parte estuviese en obras! Desde el jardín se podía ver perfectamente la cúpula del palacio nacional de los Inválidos que no hemos visitado en este viaje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Así y todo en el jardin Rodin pudimos ver, en primer lugar Las sombras y a continuació Las puertas del infierno, maravillosa obra que estaría observando durante mucho tiempo. Luego pasamos a la zona más grande de jardín y a un lado, en una especie de minibosque, zona sombría, vimos bastantes esculturas de bronce de Rodin.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al otro lado vimos la "tenebrosa" escultura de Balzac y finalmente cerrando el círculo o la visita al jardín vimos imponente El pensador en lo alto de un pedestal. La visita fue breve pero nos fuimos contentos de lo que habíamos visto y como siempre finalizamos con unas compras en la tienda del museo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El siguiente objetivo era Montmartre; utilizamos el metro y en Abbesses nos paramos para subir con el ascensor (en algunas estaciones de metro utilizamos el ascensor, tanto para subir, como para bajar) y salir hacia el funicular que nos subiría hasta Sacré-Coeur. Desde la salida del metro hasta el funicular está muy bien señalizado y también pudimos utilizar la Navigo y la Paris Visite. Este funicular (hay dos) es una especie de cápsula en la que caben menos de 40 personas y va subiendo y bajando todo el tiempo, cuando nosotros llegamos las colas no eran largas. Al llegar a la cima pudimos ver perfectamente la iglesia, entramos para visitarla y después observamos las acrobacias del futbolista, toda una institución en la zona. Comimos de pícnic sentados en la gran escalinata mirando las preciosas vistas de París y viendo también la actuación del futbolista acróbata.
Después de comer bajamos con el funicular y paseamos por las calles del barrio y compramos en las tiendas de Montmartre. Los niños subieron en el carrusel que está justo al lado del metro Abbesses. Quería visitar la Place du Tertre y no había manera de encontrarla en el mapa; ¡no me lo podía creer! Por fin, mientras los niños iban en el carrusel la vi y dije ¡Venga, otra vez a subir con el funicular!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ahora sí; justo al lado, detrás del Sacré-Coeur encontramos la famosa plaza.¡Cuánta gente, por Dios! restaurantes "cazando" turistas y alrededor los artista exponiendo su obra. No entiendo mucho pero tampoco vi mucha calidad; igualmente encontré dos acuarelas que se vinieron con nosotros en el avión; acuarelas de la torre y de Notre Dame.
Empezó a lloviznar y el tercer objetivo del día era visitar el museo d'Orsay. Aquí también sirve la Museum Pass, pero ¡vaya cola!. Por fin entramos y fuimos a ver las obras más conocidas de Van Gogh, Manet, Renoir, Cézanne, Degas, Courbet, Gauguin, Millet, Monet, Seurat, etc... También vimos obra de Rodin, la puerta del infierno, en este caso de yeso. Por la mañana habíamos visto la misma puerta pero de bronze en el museo Rodin. Sobre todo nos gustó el espacio del museo y el reloj. Salimos del museo y nos fotografiamos con las tres esculturas de animales que hay en las afueras: el rinoceronte, el elefante y el caballo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Anduvimos y atravesamos el puente hasta llegar a Tullerias, pasando junto el Arco del Carrussel. Estábamos un poco cansados y decidimos llegar a casa porque igual que ayer por la noche queríamos regresar a ver la torre Eiffel iluminada y cenar a su vera.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esta noche decidimos comer creps de la creperia que está justo a la salida del metro Trocadero.
Lo que nos llamó la atención es que por la zona, a lo largo del puente d'Iéna, está lleno de trileros y lo más preocupante es que en el siglo XXI aún haya gente que se deje embaucar por estafadores, que campan a sus anchas, vaya ¡todo un espectáculo!