Sachsenhausen, Potsdamer platz, Topografía del terror y Checkpoint charlie ✏️ Diarios de Viajes de Alemania

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Hoy comenzamos nuestro día como los dos anteriores y esta vez vamos a coger el metro en dirección Alexander Platz, aunque la tenemos a 15 minutos caminando, preferimos ir en metro aprovechando que tenemos la WC, ya que a las 9y30 queremos estar delante de la puerta de la Torre de la televisión, para coger nuestras entradas para ir al Campo de Concentración de Sachsenhausen con ColtourBerlín. Es muy fácil de reconocerlo, tienen puesto un cartel que te indica que son ellos, indicas el tour, coges el ticket, y luego te dicen la hora y el sitio de espera para ir en dirección al campo. El precio del tour son de 16 € pero si tienes la Welcome Card te hace descuento y quedan en 12 €. Nos quedaba todavía un rato para irnos. Decimos hacer unas cuantas fotos por la plaza y con la torre de la televisión.


A las 10 en punto, nos asignan a nuestra guía, Marta, nos lleva en dirección a la estación Alexanderplatz para luego hacer transbordo en Friedrichstrasse y de ahí coger el tren S1 en dirección al pueblo de Oranienburg, donde está situado el memorial, cuya estación lleva el mismo nombre . Una vez que llegamos, la guía nos explica lo que vamos a ver para situarnos en el tiempo y concienciarnos sobre todos los desastres y horrores que ocurrieron en el sitio que iríamos a ver.

Para llegar hacía allí hay que caminar durante un rato, está indicado en el mismo pueblo como llegar hasta el campo y no se hace nada pesado el camino. Se va por varias calles, donde hay casitas o edificios de no mucha altura, además se puede seguir a la gente, ya que la mayoría suelen ir en dirección al campo. Bueno una vez llegados allí, nos muestran dos maquetas, una de como era el campo antes y otra del campo de lo que queda en la actualidad.



Nos dirigimos en dirección hacia la entrada del propio campo, en la que se pasa por una zona donde hay fotografías sobre gente de distintos campos de concentración. La verdad que te deja todo muy mal cuerpo.
Decir que este campo, era únicamente de hombres, pero eso no quita que hubiera mujeres sobre todo en los últimos años, también se pueden ver imágenes de niños, porque para los nazis cualquier persona que pudiera trabajar y tuviera fuerza ya era considerado hombre y por tanto iba a ser válido para el trabajo.
El campo fue creado en 1936 principalmente para prisioneros políticos, aunque luego ya se empezó a llevar judíos, y toda clase de personas que no eran considerados para ellos personas válidas en la vida y necesitaban un castigo, todos aquellos que no pensaran como ellos. En un principio fue un campo de concentración y no de exterminio, aunque en los últimos años se utilizó para asesinar a las personas, creando una zona de hornos y crematorios, donde se situaba la cámara de gas. Supuestamente sobre 30000 personas fueron asesinadas en el campo, aunque la cifra exacta no se sabe, al igual que la cantidad de gente que pudo haber pasado por el campo. En Mayo de 1942 el campo fue liberado y posteriormente se utilizó como campo de concentración soviético.

En la puerta de la entrada se puede leer la frase que se encuentra en todos los campos de concentración que se construyeron, " El trabajo os hace libres" . Los nazis hacían creer a la población que trataban bien a las personas y que el campo lo utilizaban para poder encauzar a toda esa gente que ellos consideraban que no pensaban como ellos. Todo esto lo hacia el ministerio de propaganda, que tuvo mucha importancia. Por lo tanto nadie estaba en contra de los campos, les parecían escuelas, además como era imposible escapar de ellos, nadie podría contar los horrores que se vivían allí y la población se creía lo que los nazis decían y veían en los periódicos.



La visita merece mucho la pena, te da una idea de lo que pasaron millones de personas, hasta el punto que no te crees que en ese sitio en el que estas, pudieran haber pasado todos esos horrores, como si todo fuera ficción. La verdad que da una sensación como de soledad y de frió, todo muy silencioso, en pie quedan algunos barracones reconstruidos y la cocina. Se pueden visitar y actualmente son museos conmemorativos. La visita dura como unas 6 horas, aunque en el viaje ya se van casi dos horas, por lo tanto la visita al campo es como de 4 horas que se pasan muy rápido, ya que nuestra guía se paraba y nos hacía ver todo lo que pasaba en cada sitio contándonos anécdotas bastante crueles de lo que hacían allí, además hizo una parada de unos 20 minutos en la que aprovechamos para ver los barracones y otra gente aprovecho para comer, nosotras esperamos a comer en el tren de vuelta, ya que se nos quitaron las ganas de comer allí. Yo recomendaría ir con guía ya que las explicaciones son mucho más amenas y la visita más entretenida y te lo hace vivir de otra forma. La visita es dura pero se lleva bien además te hace ver que pasaron cosas horribles y que eso no tiene que volver a ocurrir pero que tristemente en muchos otros sitios del mundo siguen pasando cosas como las que allí ocurrieron.

Después de despedirnos de Marta y el grupo nos dirigimos a Berlín para seguir empapándonos de todos los acontecimientos que ocurrieron durante la época de la dictadura.
A las 4 de la tarde ya estábamos en nuestro próximo destino, Potsdamer Platz, donde se sitúa el primer semáforo de Europa, es fácil de ver, nada más salir de la estación se ve en la otra calle, además estaban justamente empezando a poner los puestecitos del mercado Navideño de Potsdamer Platz.


Se encuentra un trozo del muro y varios carteles con parte de su historia, ya que por esa plaza pasaba el muro. También se sitúa el Sony Center, una plaza con un montón de bares tiendas y cine, todo muy moderno y protegido por una cúpula que en la noche cambia de color.


Tras echar un vistazo a la plaza, nos fuimos en dirección a la Topografía del Terror.Se sigue recto en dirección contraria a la puerta de Brandeburgo y siguiendo la señalización, se llega bastante rápido. Una vez allí, vimos la exposición sobre la época del nazismo en Alemania y también en otros lugares de Europa. Decir que está en inglés y Alemán. Merece la pena, ya solamente por la imágenes que hay. Ocupa el lugar donde se encontraban los antiguos edificios de la policia secreta de la SS.


La única pega que le pondría es que los carteles están colgando y había mucha gente que los movía y cuando intentabas leer mareaba un poco.


Como todavía nos quedaba tarde por delante, decidimos ir a Check Point Charlie a tomar un café caliente y algo para merendar y de paso hacernos fotos ya que el día anterior no habíamos hecho ninguna, es lo malo de los tours, que casi no da tiempo hacer fotos. Decidimos tomar algo en una cadena de comida llamada Back Factory, está muy bien, el café grande y bueno y con bollería a un precio bastante asequible, pagamos 4 euros por dos croissants y dos cafés. Señalar que mi amiga le gusta el café cargado y aquí el café estaba bastante cargado, ya que es dificil encontrar café como el que hay en España.


Como eran las 6 de la tarde y ya se estaba haciendo de noche, decidimos caminar relajadamente por la Friedrichstrasse mirando las tiendas, subiendo por la Unter den Linden y pasando por Hackescher Markt, donde decidimos cenar en un restaurante dos curry wurst y dos coca colas, todo por 12 euros y muy bien. Fue el primer sitio que encontramos para cenar, ya que mientras íbamos caminando por las principales calles no había gente y muchos de los bares y restaurantes ya estaban cerrando o ya no había casi gente y eso que eran las ocho y media de la noche. Hasta que llegamos a la zona de Hackescher Markt y de la Sinagoga, donde se encuentra nuestro hotel. Como era temprano, aprovechamos para probar la cerveza en el bar del hostel, dando por concluido nuestro día. Decir que lo más caro de las comidas es la bebida sin duda y que las cervezas no son tan baratas como yo pensaba. Una caña en el hostel de una cerveza alemana, la cual no recuerdo el nombre, fueron 3.90 euros, cuando en España está sobre 2 euros y si la pedías de botellín eran 5 euros de cerveza.


En esta foto se ve el claro ejemplo de la poca iluminación que había, bueno decir, que no se veía ningún museo de la isla, ya que no había luz.

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