Primer día 31/12/15
- Llegada al aeropuerto de Francisco Sá Carneiro a las 08:.30 de la mañana hora local. Llegamos al centro de la ciudad en metro, unos 35 minutos de trayecto y cuesta 2,45 euros. El autobús es otra opción que te deja en el centro, cuesta lo mismo, pero tarde unos 55 minutos si no hay imprevistos, si se quiere desplazar en taxi unos 30 euros, pero la mejor opción es el metro..
- Alquilamos un apartamento fantástico en el centro de la ciudad, a 10 minutos de la estación de Sao Bento, al lado de la Iglesia de San Ildefonso que es una pequeña iglesia del siglo XVIII, cubierta de azulejos blancos y azules . Dejamos las maletas y salimos a echar un primer vistazo a la ciudad.
- Yo no podía esperar a conocer la famosa librería Lello, así que allá que fumos nada más dejar el equipaje.
Visitar una librería es un clásico en cualquier viaje y en este no podía ser menos, así que me dirigí a la librería Lello, donde se grabaron varias escenas del famoso Harry Potter. Está cerca de la Torre de los Clérigos, hay colas para poder entrar en ella y la entrada cuesta 3 euros, que si compras un libro en ella te descuentan el importe de la entrada. Merece la pena pagarlos.
Esta librería está considerada como la tercera más bella del mundo y doy fe de que es una maravillosa, y para todo aquel que nos gusta leer y perdernos en librerías el visitar esta ha sido un auténtico placer para los sentidos. Tiene libros en varías lenguas, incluido en castellano.
El edificio, con sus escaleras majestuosas y sus espectaculares vidrieras, está catalogado como monumento de interés público .
La escritora J. K. Rowling se inspiró en la ciudad para escribir su saga sobre Harry Potter. Sentada en las mesas del precioso Café Majestic, dio forma a varios de los textos y, cuando se desplazó a la histórica librería (en pie desde 1919), se quedó tan fascinada que no dudó en tomarla como fuente: la biblioteca de Hogwarts encuentra su antecedente en Lello.
- A continuación visitamos los alrededores, la Iglesia de las Carmelitas, la Universidad, la Torre de los clérigos en la que por supuesto hay que subir los 200 escalones para ver las maravillosas vistas de la ciudad. Personalmente, las ciudades con tranvía me encantan.
- Nos dirigimos a la estación de Sao Bento, visita obligada si vas a Oporto. Desde Sao Bento se pueden tomar alguno de los trenes con destino a la zona de los viñedos o hacia alguno de los bonitos pueblos de la región entre los que destacan Guimaraes, Braga y Viana do Castelo. La fachada es impresionante, pero su interior más con sus paredes de azulejos blancos y azules y sus techos blancos.
- Pasamos por el mercado de Bolhao, que sinceramente y a pesar de su fama no me gustó nada, no es un mercado impresionante al estilo de la Boqueria u otros parecidos, hay algunos puestos de carne, pescado, flores, en los puestos de frutas venden unas mermeladas riquísimas y con una mezcla de sabores que no encontramos aquí.
- La cena de fin de año la hicimos en el restaurante O Paparico, un lujo y un placer para el paladar, comida exquisita, servicio más exquisito todavía, todo perfecto. Después de la magnífica cena en la que salimos a reventar, tres horas sin parar de traernos de comer y beber y nos explicaban de que estaban hechos los platos, comida minimalista, pero muy abundante. Después de las uvas, que allí no son tales, nos fuimos a la plaza de la Libertad donde estaba la fiesta, conciertos hasta las 5 o 6 de la mañana de cantantes locales, la plaza a reventar, fiesta y juerga, muy buen ambiente, gente de todas las nacionalidades.
Oporto es un buen destino para pasar fin de año, bonito, más barato, con mucho ambiente, eso sí, bien abrigaditos que yo me he traído de recuerdo un buen catarro...
FIN PRIMERA ETAPA